Comentario Sobre El Cuarto Libro de Moisés Llamado NÚMEROS
INTRODUCCIÓN
1.Título.
Números es el cuarto libro del Pentateuco, que es el nombre que reciben los cinco libros de Moisés. El título "Números" se deriva del título Arithmói, de la Septuaginta, luego del latín Numeri, del cual se ha traducido "Números". Los hebreos llamaron al libro Bemidbar, "en el desierto".
2.Autor.
La mayoría de los creyentes han aceptado, a través de todas las edades, que los libros del Pentateuco fueron obra de Moisés. En el Éxodo tenemos el relato de los primeros años de la vida de Moisés, seguidos por su llamamiento, con la comisión divina que le fue dada, y cómo fue aceptado por el pueblo como dirigente. En Números se lo presenta como un dirigente maduro. El esfuerzo y la tensión de las dificultades por las cuales pasó con su pueblo lo convirtieron en un instrumento especialmente adecuado para registrar la historia de esos sucesos. No se ha descubierto ningún otro autor que pudiese haber escrito el Pentateuco. Debe permanecer en pie el nombre de Moisés como su autor.
3.Marco histórico.
El valor del libro de Números no disminuye debido a que registra detalladamente el período nómada de la historia de Israel, lo que constituye un relato que en la actualidad estimula la fe de todo fiel creyente. Por medio de este registro imparcial llegamos a conocer la vida y las vicisitudes del pueblo hebreo bajo la conducción de Moisés. Este talentoso autor escogió su material y lo dispuso dirigido por la inspiración del Espíritu Santo. Moisés fue un digno narrador de la historia y el carácter del pueblo hebreo, como también un dirigente capaz, que, conducido por Dios, lo llevó a una unidad religiosa coherente que el tiempo y las desgracias no pudieron disolver. Así tenemos en el libro de Números una narración inspirada, cuya verosimilitud histórica no puede desecharse livianamente.
Se ha uniformado el texto del libro. Fue escrito con verdaderos caracteres hebreos antiguos, y corresponde con el texto tal como existió alrededor de 330 AC. Parece haber sufrido relativamente poco por sencillos errores de transcripción. Las variaciones en ciertos manuscritos son pocas, y de escasa importancia. Las fechas que pudieran asignar los eruditos a cualquiera de las fuentes que Moisés pudiera haber usado bajo la inspiración del Espíritu Santo, en el mejor de los casos podrían ser sólo provisorias y aproximadas.
4.Tema.
Los libros precedentes del Pentateuco presentan la narración de la 838 historia de los antecesores de Israel, desde la creación, y continúan a través del cautiverio en Egipto y el éxodo, hasta la peregrinación en el Sinaí, donde el libro del Exodo deja a los israelitas. Números comienza en el Sinaí con el censo de los varones adultos, añade reglamentos adicionales además de los enumerados en Levítico, traza la marcha desde el Sinaí, la peregrinación por el desierto, hasta la llegada a las estepas de Moab, y termina con un conjunto de reglamentos.
Es un libro viviente, una inspiración espiritual para los seres humanos a través de la historia. Su objetivo principal es exaltar a Jehová como Dios supremo, en toda su santidad, majestad y cuidado por su pueblo escogido. Juntamente con el progreso maravilloso de ese pueblo, está la rebelión de Coré, Datán y Abiram, con sus motivos y propósitos egoístas. En el marco de fondo está el pueblo murmurando y manifestando falta de paciencia. Se destacan Moisés, María y Aarón, Balaam, los hijos de Aarón, dirigentes religiosos con sus puntos fuertes y débiles. El registro termina con la supremacía de Moisés como dirigente escogido por Dios para Israel.
La morada de Jehová en medio de los israelitas, sus planes cuidadosos y minuciosos en favor de ellos, los conmovedores sucesos que afectaron a individuos destacados, sacerdotes y levitas se desenvuelven como un cordón humano divinamente señalado para que no hubiera más "ira sobre la congregación". Todo esto contribuye a dar una descripción espléndida en una narración vívida del más profundo valor religioso para la iglesia de hoy, relato que descansa sobre el hecho histórico de la morada de Dios entre su pueblo.
33 5. Bosquejo.
I. Preparación para la marcha, 1: 1 a 4: 49.
A. Organización del campamento, 1: 1 a 2: 34.
1. El censo de Israel, 1: 1-46.
2. Ordenes acerca de los levitas, 1: 47-54.
3. Ordenes para los campamentos de las tribus, 2: 1-34.
B. Organización levítica, 3: 1 a 4: 49.
1. La familia sacerdotal, 3: 1-4.
2. Dedicación de los levitas en lugar de los primogénitos, 3: 5-51.
3. Deberes de los levitas al marchar, 4: 1-49.
II. Declaración de la legislación levítica, 5: 1 a 6: 27.
A. Reglamentos religiosos misceláneas, 5: 1 a 6: 21.
1. La exclusión de los inmundos, 5: 1-4.
2. Leyes sobre la restitución y las ofrendas, 5: 5-10.
3. El juicio sobre los celos, 5: 11-31.
4. El voto de los nazareos, 6: 1-21.3
B. La bendición sacerdotal, 6: 22-27.
III. Construcción del tabernáculo. El incidente en Cades, 7: 1 a 14: 45.
A. Inauguración del servicio del santuario, 7: 1 a 9: 14.
1. Ofrendas de los príncipes en la dedicación, 7: 1-88.
2. La voz en el santuario, 7: 89.
3. Las lámparas en el tabernáculo, 8: 1-4.
4. Consagración de los levitas, 8: 5-26.
5. La segunda pascua, 9: 1-14.
B. Partida desde el Sinaí, 9: 15 a 10-36.
1. La nube sobre el tabernáculo, 9: 15-23.
2. Las trompetas de plata, 10: 1-10.
3. La orden de marcha, 10: 11-28. 839
4. La invitación a Hobab, 10: 29-32.
5. El primer viaje, 10: 33-36.
C. Murmuraciones y rebelión, 11: 1 a 14: 45.
1. Pecado en Tabera, 11: 1-3.
2. Pecado en Kibrot-hataava, 11:4-35.
3. Pecado de María y Aarón, 12:1-16.
4. Misión de los espías, 13: 1-33.
5. Rebelión del pueblo, 14: 1-45.
IV. Secciones de legislación levítica, 15:1-41.
A. Ofrendas, 15: 1-31.
1. Leyes sobre holocaustos, ofrendas voluntarias, primeros frutos, 15: 1-21.
2. Leyes sobre las ofrendas por transgresiones y pecados por yerro, 15: 22-31.
B. Reglamentos misceláneos, 15: 32-41.
1. El violador del sábado, 15: 32-36.
2. La ley de las franjas, 15: 37-41.
V. La revuelta contra el sacerdocio aarónico, 16: 1 a 17: 13.
A. La rebelión de Coré y su represión, 16: 1-50.
B. La vara de Aarón, que floreció, 17: 1-13.
VI. Adiciones a la ley, 18: 1 a 19: 22.
A. El cometido y las recompensas de sacerdotes y levitas, 18: 1-32.
B. Ley de la vaca alazana, y la contaminación provocada por la muerte, 19: 1-22.
VII. Sucesos del viaje final, 20: 1 a 22: 1.
A. Desde Cades a la Transjordania, 20: 1 a 21: 9.
1. El agua de la contienda, 20: 1-13.
2. La insolencia de Edom, 20: 14-21.
3. La muerte de Aarón, 20: 22-29.
4. El rey Arad, 21: 1-3.
5. La serpiente de bronce, 21: 4-9.
B. Acercándose a Canaán, 21: 10 a 22: 1.
1. Marchas finales y primeras victorias, 21: 10-32.
2. Victoria sobre Og, 21: 33 a 22: 1.
VIII. Sucesos en las estepas de Moab, 22: 2 a 27: 23.
A. La historia de Balaam, 22: 2 a 24: 25.
1. La llegada de Balaam, 22: 2-38.
2. Las profecías de Balaam, 22: 39 a 24: 25.
B. Sucesos finales de la vida de Moisés, 25: 1 a 27: 23.
1. Pecado y expiación en Sitim, 25: 1-18.
2. Segundo censo de Israel, 26: 1-65.
3. Petición de las hijas de Zelofehad, 27: 1-11.
4. Josué sucesor de Moisés, 27: 12-23.
IX. Adiciones a la ley, 28: 1 a 30:16.
A. La rutina anual de sacrificios, 28: 1 a 29: 40.
B. Ley de votos hechos por mujeres, 30: 1-16.
X. Victorias al oriente del jordán, 31 : 1 a 32: 42.
A. Derrota de Madián, 31: 1-54.
B. Ubicación de las dos tribus y media, 32: 1-42. 840
XI. El itinerario desde Ramesés hasta el jordán, 33: 1-49.
XII. Instrucciones finales, 33: 50 a 36: 13.
A. Arreglos relativos a la tierra de Canaán, 33: 50 a 34: 29.
1. La ley de posesión de la Tierra Santa, 33: 50-56.
2. Límites de la Tierra Santa, 34: 1-15.
3. La repartición de las heredades, 34: 16-29.
B. Arreglos relativos a ciudades, 35: 1-34.
1. Ciudades para los levitas, 35: 1-8.
2. Ciudades de refugio, 35: 9-34.
C. El matrimonio de herederas, 36: 1-13.


NÚMEROS - CAPÍTULO 1 - AUDIO
1 Dios ordena a Moisés que efectúe un censo de Israel. 5 Los príncipes de las tribus. 17 Población masculina adulta de las tribus. 47 Los levitas no son censados porque están dedicados a Jehová.

1 HABLO Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo:
2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas.
3 De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.
4 Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno jefe de la casa de sus padres.
5 Estos son los nombres de los varones que estarán con vosotros: De la tribu de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
6 De Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
7 De Judá, Naasón hijo de Aminadab.
8 De Isacar, Natanael hijo de Zuar.
9 De Zabulón, Eliab hijo de Helón.
10 De los hijos de José: de Efraín, Elisama hijo de Amiud; de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
11 De Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
12 De Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
13 De Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
14 De Gad, Eliasaf hijo de Deuel.
15 De Neftalí, Ahira hijo de Enán.
16 Estos eran los nombrados de entre la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel.
17 Tomaron, pues, Moisés y Aarón a estos varones que fueron designados por sus nombres,
18 y reunieron a toda la congregación en el día primero del mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba.
19 Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí.
20 De los hijos de Rubén, primogénito de Israel, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
21 los contados de la tribu de Rubén fueron cuarenta y seis mil quinientos.
22 De los hijos de Simeón, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, fueron contados conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 841
23 los contados de la tribu de Simeón fueron cincuenta y nueve mil trescientos.
24 De los hijos de Gad, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
25 los contados de la tribu de Gad fueron cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
26 De los hijos de Judá, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
27 los contados de la tribu de Judá fueron setenta y cuatro mil seiscientos.
28 De los hijos de Isacar, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
29 los contados de la tribu de Isacar fueron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos,
30 De los hijos de Zabulón, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de sus nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
31 los contados de la tribu de Zabulón fueron cincuenta y siete mil cuatrocientos.
32 De los hijos de José; de los hijos de Efraín, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
33 los contados de la tribu de Efraín fueron cuarenta mil quinientos.
34 Y de los hijos de Manasés, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
35 los contados de la tribu de Manasés fueron treinta y dos mil doscientos.
36 De los hijos de Benjamín, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
37 los contados de la tribu de Benjamín fueron treinta y cinco mil cuatrocientos.
38 De los hijos de Dan, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
39 los contados de la tribu de Dan fueron sesenta y dos mil setecientos.
40 De los hijos de Aser, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
41 los contados de la tribu de Aser fueron cuarenta y un mil quinientos.
42 De los hijos de Neftalí, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
43 Los contados de la tribu de Neftalí fueron cincuenta y tres mil cuatrocientos.
44 Estos fueron los contados, los cuales contaron Moisés y Aarón, con los príncipes de Israel, doce varones, uno por cada casa de sus padres.
45 Y todos los contados de los hijos de Israel por las casas de sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel,
46 fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
47 Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre ellos;
48 porque habló Jehová a Moisés, diciendo:
49 Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel,
50 sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del tabernáculo.
51 Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el extraño que se acercare morirá.
52 Los hijos de Israel acamparán cada uno en su campamento, y cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos;
53 pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio. 842
54 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés; así lo hicieron.


1.
Habló Jehová.
Moisés hace resaltar que el Señor le habló en el tabernáculo, en el desierto de Sinaí, porque las revelaciones subsiguientes se realizaron allí, después de la construcción del tabernáculo. Las revelaciones previas se habían efectuado en el monte Sinaí mismo. Aquel que se encontró con Moisés era Jehová. Los hebreos ya habían estado en el desierto casi un año (ver Exo. 19: 1; Núm. 10: 11, 12).
El tabernáculo.
Literalmente, "la tienda de la reunión" (ver Núm. 3: 7; 4: 3; Exo. 27: 21; Lev. 1: 1, 3). El lugar donde Dios se encontraba con Moisés y su pueblo.
El día primero.
Esto fue un mes después de la construcción del tabernáculo (Exo. 40: 2, 17; Núm. 9: 1, 2).
2.
Tomad el censo.
La enumeración y clasificación de los varones fue una medida atinada para asegurar el orden del campamento y de la marcha. Se sugiere que éste era su propósito, porque evidentemente el censo se completó el 20º día del mismo mes, el mismo día en que salió Israel del desierto de Sinaí rumbo al desierto de Parán (cap. 10: 11). Había habido un recuento previo para recolectar el impuesto de medio siclo, necesario para la construcción del tabernáculo (ver Exo. 30: 12; 38: 26). Este segundo recuento fue más una medida de organización que un censo: la preparación de una lista de los hombres en edad militar, por tribus y por unidades más pequeñas, con un jefe (Núm. 1: 4, 5) nombrado para cada tribu.
Las casas de sus padres.
En este caso el grupo es la familia. Sin embargo, quizá se usó el término para una tribu entera, descendiente de un progenitor (cap. 17: 2), o también para una división de una tribu (Núm. 3: 24; Exo. 6: 14).
Sus cabezas.
Literalmente, "sus cráneos". Este es un término usado para designar a individuos.
3.
De veinte años.
Al llegar a esta edad, cada varón en Israel tenía la responsabilidad de pagar medio siclo para el templo (Exo. 30: 14), después de lo cual era considerado apto para las responsabilidades bélicas.
Aarón.
Aarón debía ayudar en el recuento, aunque los levitas -como conjunto- estaban excluidos de él. Moisés y Aarón representaban la máxima autoridad de la nación.
Por sus ejércitos.
Ninguna regla tal se estableció en el recuento anterior (Exo. 30). Indudablemente, éste fue un empadronamiento militar.
4.
Un varón de cada tribu.
Hombres de autoridad, respeto y dignidad fueron designados para ayudar en esta obra.
5.
Los nombres.
Los vers. 5-15 contienen una lista de 12 hombres principales, cuyos nombres reaparecen en los caps. 2, 7 y 10. La mayoría de ellos tienen significado, como Elisur, "Dios es una roca". Varios de los nombres aparecen en el NT, algunos ligeramente cambiados. Ocho de esos varones tenían nombres que eran compuestos de 'El, un título de Dios, pero sólo uno de los nombres de sus padres (Deuel en el vers. 14) tiene 'El en sí mismo. Este súbito aumento en nombres que llevan 'El sugiere un mayor interés en el Dios de sus antepasados al anticipar los dirigentes de los israelitas la liberación prometida por Dios ('Elohim) a José (Gén. 50: 24, 25).
Natanael.
Que significa "el don de Dios". Este es un nombre que se encuentra con frecuencia en Crónicas, Esdras y Nehemías.
10.
Elisama.
Que significa "Dios ha escuchado".
Gamaliel.
Que significa "Dios es una recompensa", se usa en Hech. 5: 34.
16.
Príncipes.
Este título también es dado a los espías en el cap. 13: 2. Estos 12 varones fueron "nombrados", es decir elegidos para ayudar a Moisés en la realización del censo.
Nombrados.
Literalmente, "designados" o "llamados". Se refiere a los hombres que tenían respeto por Dios o por su prójimo.
Capitanes de los millares.
Jetro le había sugerido a Moisés que tomara a varones de autoridad para que le ayudaran en su administración (Exo. 18: 17, 21); ahora se le ordenó que tomara a varones encumbrados, los principales comandantes.
Millares.
Esta palabra probablemente se refiere a un grupo grande: como un clan, una división de una tribu. También se usa para una división militar (ver com. Exo. 12: 37).
Este empadronamiento del pueblo de Dios, en tiempo de Moisés, tiene su lección para la 843 iglesia de hoy día, en tiempo de Cristo. El recuento de sus hijos por nombre sugiere que Dios conoce a cada uno de sus hijos personalmente (2 Tim. 2: 19). El Pastor divino está familiarizado con cada miembro de su grey (Juan 10: 3) y el libro de la vida tiene un significado eterno para cada hijo de Dios (Apoc. 3: 5).
18.
Toda la congregación.
Se da el número de cada tribu (vers, 20-43). En cuanto a su orden de marcha y su disposición en el campamento, ver com. del cap. 2.
46.
Contados.
El número de hombres en edad militar es computado como 603.550. Este total es exactamente igual al que se da en Exo. 38: 26, pero en Núm. 11: 21 y en Exo. 12: 37 aparece el número redondo de 600.000.
47.
Los levitas.
Los levitas fueron exceptuados del servicio militar; de ahí que no fueran contados con las fuerzas de las tribus. Leví era una tribu dedicada especialmente al servicio de Dios (vers. 50) en lugar de los primogénitos (cap. 3: 12). Además de Leví, había 12 tribus, porque Jacob había adoptado a Efraín y a Manasés, los dos hijos de José (Gén. 48: 5, 6). Por lo tanto, en vez de una sola tribu, la de José, había dos tribus separadas: de Efraín y Manasés. Una orden diferente de Jehová fue dada respecto de los levitas (Núm. l: 48-50). Sus deberes eran de otra naturaleza y son mencionados más plenamente en los caps. 3 y 4.
50.
Tabernáculo del testimonio.
"Testimonio" se refiere a los Diez Mandamientos. Se halla 61 veces en el AT. Cuando se usa en relación con el arca, el velo, la vara de Aarón, un individuo, o la congregación en conjunto, el énfasis y la importancia radican en los Diez Mandamientos (ver com. Exo. 25: 16). El excelso honor del arca no se debía a cosa alguna que estuviera dentro de ese objeto de mobiliario en si mismo, sino al hecho de que era el lugar donde estaban las dos tablas de piedra que llevaban la inscripción de los Diez Mandamientos. La palabra "testimonio" sugiere que los Diez Mandamientos declaran la naturaleza moral y ética del carácter de Jehová, y que él espera que las mismas características se manifiesten en su pueblo.
Servirán.
La palabra así traducida sólo se usa en Números para la función sagrada de los levitas. El significado de la palabra es siempre honorable y también se refiere al santo ministerio de los ángeles (Heb. 1: 14). En sus diversas formas se usa para ciertas clases de servicio secular, de especial importancia o responsabilidad; con respecto a Josué, el siervo personal de Moisés (Exo. 24: 13; 33: 11), y al ministerio personal de Eliseo para Elías (1 Rey. 19: 21).
51.
El extraño.
Es decir, uno que no fuera levita, sin autoridad para aproximarse al santuario, un judío; no necesariamente extranjero, sino alguien que no estaba incluido en el contexto inmediato (cf. Deut. 25: 5; Ose. 5: 7; Exo. 29: 33).
52.
Bandera.
Del verbo "mirar", "contemplar", "izar una bandera". Por lo tanto, el sustantivo sugiere algo conspicuo, distinguido o excelso. Puede aplicarse a cualquier señal o marca, tal como una señal profética (Exo. 3: 12), un milagro (Jos. 24: 17), un monumento conmemorativo (Jos. 4: 6), o los cuerpos celestes como señales (Gén. 1: 14; Jer. 10: 2). Algunos sugieren que la palabra "compañía" tendría un significado mejor aquí que "bandera" (ver Núm. 2: 3, 10, 18, 25).
Según una tradición de los judíos, el estandarte de Rubén tenía la figura de un hombre, el de Judá la de un león, el de Efraín la de un buey y el de Dan la de un águila.
53.
No haya ira.
Es decir, por la violación de la santidad del tabernáculo, que era el lugar donde moraba Dios entre su pueblo. En el NT el cristiano individual es el sagrado santuario de Dios (1 Cor. 6: 19), y también lo es la iglesia en conjunto (1 Cor. 3: 16, 17). En ambos pasajes la palabra traducida "templo" es la que se aplica a los lugares santo y santísimo, con la exclusión de todos los otros edificios adyacentes a él en el área del templo.
La palabra traducida "ira" viene de una raíz relacionada con el siriaco y el árabe que significa "cortar", "soltarse". El sustantivo, masculino, es "astilla", un trozo cortado. Así también aquí la ira de Dios implica la idea de cortar de la iglesia al que ha pecado en relación con las cosas santas de Dios. Los levitas estaban ubicados alrededor del tabernáculo para impedir que ninguna persona no autorizada entrara en los recintos sagrados del lugar donde moraba Dios.
Fuera del cordón sacerdotal, los laicos de Israel levantaban sus tiendas de acuerdo con un plan dado divinamente. Dios estaba en medio de ellos. Se hace así resaltar la imposibilidad 844 de aproximarse a él físicamente. Tan sólo las personas designadas que cumplían una misión especial podían acercársela. Esto se observaba estrictamente. El ideal cristiano es expuesto por Pablo en Heb. 4: 16, donde exhorta al cristiano a ir "confiadamente al trono de la gracia", hasta la misma presencia de Jehová.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
50 3T 345
51 SR 156; 3T 345
52 SR 157
53 3T 345


NÚMEROS - CAPÍTULO 2
- AUDIO
Campamentos y jefes de las tribus

1 HABLO Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
2 Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo de reunión acamparán.
3 Estos acamparán al oriente, al este: la bandera del campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de Aminadab.
4 Su cuerpo de ejército, con sus contados, setenta y cuatro mil seiscientos.
5 junto a él acamparán los de la tribu de Isacar; y el jefe de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar.
6 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.
7 Y la tribu de Zabulón; y el jefe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.
8 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y siete mil cuatrocientos.
9 Todos los contados en el campamento de judá, ciento ochenta y seis mil cuatrocientos, por sus ejércitos, marcharán delante.
10 La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
11 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y seis mil quinientos.
12 Acamparán junto a él los de la tribu de Simeón ; y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
13 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y nueve mil trescientos.
14 Y la tribu de Gad; y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Reuel.
15 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
16 Todos los contados en el campamento de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, por sus ejércitos, marcharán los segundos.
17 Luego irá el tabernáculo de reunión, con el campamento de los levitas, en medio de los campamentos en el orden en que acampan; así marchará cada uno junto a su bandera.
18 La bandera del campamento de Efraín por sus ejércitos, al occidente; y el jefe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud.
19 Su cuerpo de ejército con sus contados, cuarenta mil quinientos.
20 junto a él estará la tribu de Manasés; y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
21 Su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y dos mil doscientos.
22 Y la tribu de Benjamín; y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
23 Y su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y cinco mil cuatrocientos.
24 Todos los contados en el campamento de Efraín, ciento ocho mil cien, por sus ejércitos, irán los terceros.
25 La bandera del campamento de Dan estará al norte, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
26 Su cuerpo de ejército, con sus contados, sesenta y dos mil setecientos.
27 Junto a él acamparán los de la tribu de Aser; y el jefe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán. 845
28 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y un mil quinientos.
29 Y la tribu de Neftlí; y el jefe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.
30 Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y tres mil cuatrocientos.
31 Todos los contados en el campamento de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos, irán los últimos tras sus banderas.
32 Estos son los contados de los hijos de Israel según las casas de sus padres; todos los contados por campamentos, por sus ejércitos, seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
33 Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó a Moisés.
34 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés; así acamparon por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.


1.
Y a Aarón.
Estas instrucciones fueron dirigidas tanto a Moisés como a Aarón. Sólo Moisés es mencionado en el vers. 34. Pero puesto que Aarón y sus hijos tenían que empacar los utensilios que debían ser llevados por los coatitas, no era sino natural que él también estuviera informado (cap. 4: 5, 15).
El cap. 2 contiene el relato de las disposiciones de las tribus para acampar en el desierto. La forma en que estuvieron las cuatro divisiones de Leví se da en el cap. 3: 23, 29, 35, 38. El diagrama que aparece al pie de esta página ilustra la distribución de las tribus de Israel en relación con el santuario.
2.
Junto a su bandera.
Ver com. cap. l: 52.
Enseñas.
La bandera correspondía á un grupo mayor (vers. 3, 10, 18, 25), aunque cada grupo familiar desplegaba sus "enseñas".
Alrededor.
"A cierta distancia" (BJ). La prohibición para preservar la santidad del área del santuario fue estrictamente ordenada y puesta en vigor.
3.
Al oriente, al este.
Una duplicación tal en la expresión es común en hebreo. Exo. 26: 18, por ejemplo, dice literalmente: "Al lado del mediodía, al sur".
Judá.
Como la tribu predominante, a Judá se le asigna el este, el puesto de honor. Algunos sugieren que el nombre de Judá proviene del verbo "alabar", de las palabras de Lea cuando nació su hijo: "Esta vez alabaré" (Gén. 29: 35). En cuanto a él, Jacob predijo: "Te alabarán tus hermanos" (Gén. 49: 8).
10.
Rubén.
Esta tribu acampó "al sur", literalmente "hacia el sur". Los cuatro puntos cardinales del cuadrante recibieron nombres desde el punto de vista de una persona que mirara hacia el este. Rubén era el mayor de los 12 hijos de Jacob (Gén. 35: 23), pero perdió
UBICACIÓN DE LAS TRIBUS DE ISRAEL RESPECTO AL SANTUARIO
846 el derecho al honor y a las prerrogativas del primogénito debido a la inestabilidad de su carácter.
17.
En medio de los campamentos.
Si el orden de la mención en este capítulo indica el orden de marcha, los levitas con el santuario seguían a los campamentos de Judá y Rubén. Sin embargo, el relato de su verdadera marcha (cap. 10: 14-2 l) coloca el tabernáculo -es decir, la tienda y los cortinajes del atrio entre las primeras dos divisiones, Judá Y Rubén. Fue enviado adelante para que pudiera estar armado y listo para recibir el "santuario", es decir las cosas santas -arca, altares, etc.- que seguían a Rubén en el centro de la hueste en marcha. No es posible determinar si los levitas y el santuario precedían a Rubén y a su grupo, o los seguían. Tanto en marcha como acampadas, las diversas divisiones, bajo sus respectivas banderas, proseguían estrictamente en formación.
Cada uno junto a su bandera.
Literalmente, "cada individuo en su mano". La expresión literal en hebreo "a la mano del Jordán" (cap. 13: 29) se traduce en la VVR "a la ribera del Jordán". Véanse también Deut. 23: 12 y Jer. 6: 3, donde la palabra que corresponde a "mano" en ambos casos se ha traducido "lugar".
18.
Campamento de Efraín.
El segundo hijo de José (Gén. 41: 52; 46: 20), Efraín, era computado entre los hijos de Jacob, fue bendecido por él y le fue dada la preferencia sobre Manasés (Gén. 48: 1, 5, 13, 14, 17, 20). El nombre está relacionado con el verbo "llevar fruto", "ser fructífero", y con el sustantivo que describe "una tierra fructífera", tierra de cereales o pastos.
25.
Campamento de Dan.
Dan era el hijo de Jacob y Bilha (Gén. 30: 6; 35: 25). El significado del nombre es "juez". Su raíz verbal significa "juzgar", "actuar como un juez". La raíz arábiga equivalente significa "ser obediente", "ser sumiso", también "gobernar", "recompensar". La excelsa posición de Dan tal como aparece en este versículo contrasta mucho con las profundidades en las que después cayó; pues se estableció entre los paganos, fue eliminado del registro sagrado, y no tiene parte entre las 12 tribus de la nueva Jerusalén (ver Juec. 18; Apoc. 7: 5-8).
34.
Así marcharon.
La multitud que salió de Egipto ya se había convertido en un ejército disciplinado en marcha, con sus miembros agrupados según sus tribus, clanes y familias.
Los caps. 1 y 2 nos hablan de las dimensiones y la disciplina de la hueste israelita. El centro de atención era el tabernáculo, el lugar de morada de Dios. Jehová estaba en medio de ellos (Deut. 4: 7; 23: 14; Sal. 78: 52, 53; cf. Rom. 8: 31), como garantía de esperanza, seguridad y progreso. Era su Protector (Ose. 11:10), poderoso para liberar (Isa, 49: 25,26). Era para ellos una luz por la noche y una sombra bienvenida durante el día (Isa. 4: 5). Todos estos conceptos se centralizaban en el tabernáculo, el lugar de la morada de Dios.
El temor y reverencia que inspiraba el tabernáculo se debían a que Jehová era su morador. La separación del lugar de la presencia divina de las ocupaciones de la vida diaria ayudaba a inspirar respeto por la autoridad y un sentido de disciplina entre el pueblo. Hoy día la iglesia es como un ejército en marcha, y Jehová está con ella (ver 2 Cor. 6: 16; 1 Ped. 2: 9).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
2, 17 PP 392


NÚMEROS - CAPÍTULO 3 - AUDIO
1 Los hijos de Aarón. 5 Los levitas son asignados a los sacerdotes para servir en el tabernáculo, 11 en lugar de los primogénitos. 14 Censo de los levitas. 21 Familias, número y cargo de los gersonitas, 27 de los coatitas, 33 de los meraritas. 38 Lugar y cargo de Moisés y Aarón. 40 Rescate de los primogénitos por el servicio de los levitas. 44 Rescate de los primogénitos que excedieron a los levitas.


1 ESTOS son los descendientes de Aarón y de Moisés, en el día en que Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí.
2 Y estos son los nombres de los hijos de Aarón: Nadab el primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar.
3 Estos son los nombres de los hijos de 847 Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio.
4 Pero Nadab y Abiú murieron delante de Jehová cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová en el desierto de Sinaí; y no tuvieron hijos; y Eleazar e ltamar ejercieron el sacerdocio delante de Aarón su padre.
5 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
6 Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le sirvan,
7 y desempeñen el encargo de él, y el encargo de toda la congregación delante del tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del tabernáculo;
8 y guarden todos los utensilios del tabernáculo de reunión, y todo lo encargado a ellos por los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo.
9 Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos; le son enteramente dados de entre los hijos de Israel.
10 Y constituirás a Aarón y a sus hijos para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
11 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:
12 He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas.
13 Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.
14 Y Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo:
15 Cuenta los hijos de Leví según las casas de sus padres, por sus familias; contarás todos los varones de un mes arriba.
16 Y Moisés los contó conforme a la palabra de Jehová, como le fue mandado.
17 Los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, Coat y Merari.
18 Y los nombres de los hijos de Gersón por sus familias son estos: Libni y Simei.
19 Los hijos de Coat por sus familias son: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
20 Y los hijos de Merari por sus familias: Mabli y Musi. Estas son las familias de Leví, según las casas de sus padres.
21 De Gersón era la familia de Libni y la de Simei; estas son las familias de Gersón.
22 Los contados de ellos conforme a la cuenta de todos los varones de un mes arriba, los contados de ellos fueron siete mil quinientos.
23 Las familias de Gersón acamparán a espaldas del tabernáculo, al occidente;
24 y el jefe del linaje de los gersonitas, Eliasaf hijo de Lael.
25 A cargo de los hijos de Gersón, en el tabernáculo de reunión, estarán el tabernáculo, la tienda y su cubierta, la cortina de la puerta del tabernáculo de reunión,
26 las cortinas del atrio, y la cortina de la puerta del atrio, que está junto al tabernáculo y junto al altar alrededor; asimismo sus cuerdas para todo su servicio.
27 De Coat eran la familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas; estas son las familias coatitas.
28 El número de todos los varones de un mes arriba era ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
29 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur;
30 y el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uziel.
31 A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio.
32 Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar hijo del sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la guarda del santuario.
33 De Merari era la familia de los mahlitas y la familia de los musitas; estas son las familias de Merari.
34 Los contados de ellos conforme al número de todos los varones de un mes arriba fueron seis mil doscientos.
35 Y el jefe de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de Abihail; acamparán al lado del tabernáculo, al norte.
36 A cargo de los hijos de Merari estará la custodia de las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y todos sus enseres, con todo su servicio;
37 y las columnas alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y sus cuerdas.
38 Los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de reunión al este, serán Moisés y Aarón y sus 848 hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel; y el extraño que se acercare, morirá.
39 Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón conforme a la palabra de Jehová contaron por sus familias, todos los varones de un mes arriba, fueron veintidos mil.
40 Y Jehová dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y cuéntalos por sus nombres.
41 Y tomarás a los levitas para mí en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Yo Jehová.
42 Contó Moisés, como Jehová le mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel.
43 Y todos los primogénitos varones, conforme al número de sus nombres, de un mes arriba, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.
44 Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:
45 Toma los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de sus animales; y los levitas serán míos, Yo Jehová.
46 Y para el rescate de los doscientos setenta y tres de los primogénitos de los hijos de Israel, que exceden a los levitas,
47 tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del santuario los tomarás. El siclo tiene veinte geras.
48 Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de los que exceden.
49 Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que excedían el número de los redimidos por los levitas,
50 y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario.
51 Y Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, según lo que Jehová había mandado a Moisés.


l.
Estos son los descendientes.
"Las generaciones" (Val. ant.). Esta es una fórmula común que aparece frecuentemente en el Génesis, a veces con ligeras variantes (Gén. 5: 1; 6: 9; 10: 1; 11: 10, 27; 25: 12, 19; 36: 1, 9; 37: 2). Es un título usado para introducir una nueva sección del relato. "Generaciones" literalmente significa "orígenes", y proviene del verbo con frecuencia traducido: "dar a luz", "producir", "parir". Es el relato o la historia de una persona nombrada o de varias.
De Aarón y de Moisés.
Estos varones son presentados como los principales escogidos de la tribu de Leví, que fue elegida para el servicio sagrado. Uno esperaría que el nombre de Moisés viniera primero. Pero no se menciona a ninguno de los descendientes, de Moisés; y como el pasaje sólo se ocupa de los descendientes de Aarón, el nombre de éste viene en primer término. Algunos han sugerido que puesto que no se menciona a ningún descendiente de Moisés sino sólo a los de Aarón, Moisés -como aquel que les dio instrucciones especiales en cuanto a sus deberes sagrados- era considerado como su padre espiritual. El oficio de Moisés, aunque más elevado que el de Aarón, era personal y no correspondía con la tribu, al paso que Aarón era el progenitor de un extenso y distinguido linaje de sacerdotes.
En el día.
Un día importante en la historia de los levitas, señala el momento que vio el comienzo de su organización y comisión para los sagrados deberes de la iglesia.
En el monte de Sinaí.
Puede ser que se trate de una mirada retrospectiva a Exo. 24: 1, donde se menciona a Nadab y Abiú, aunque no como a hijos de Aarón (ver Exo. 24: 16; 31: 18; Lev. 7: 38; 25: 1; 26: 46; 27: 34; Núm. 28: 6).
2.
Hijos de Aarón.
Eran sólo cuatro hasta el tiempo de la erección del tabernáculo, cuando murieron Nadab y Abiú.
3.
Ungidos.
Numerosos pasajes de las Escrituras tratan tan sólo del ungimiento del sumo sacerdote (ver Exo. 29: 7, 29; Lev. 8: 12). Otros mencionan también a sus hijos (Exo. 28: 41; 30: 30; 40: 15). En cuanto a la diferencia entre el ungimiento del sumo sacerdote y el de los sacerdotes comunes, ver com. Exo. 29: 8. Literalmente, significa "untar". Este vocablo está relacionado con la palabra árabe "limpiar frotando", "golpear con la mano". Usado con la palabra "aceite" significa "consagrar para un servicio sagrado", y es la única palabra usada así en el AT. Es la raíz de la cual proviene el término Mesías. La palabra 849 griega traducida "ungir" se usa cinco veces en el NT, cuatro de las cuales se refieren al ungimiento de Cristo por el Padre. Por lo tanto, esto hace resaltar que Cristo (una palabra de la misma raíz griega, ver com. Mat. 1: 1) fue "ungido" por autoridad divina, y que fue el recipiente del derramamiento del Espíritu Santo en la forma más abundante posible (ver Hech. 10: 38).
Consagró para ejercer el sacerdocio.
Literalmente, "él llenó las manos de ellos". Esta es una expresión antigua (Juec. 17: 5, 12) cuyo significado exacto es oscuro. Algunos dicen que significaba llenar las manos con dinero (ver Juec. 18: 4). Otros mantienen que el "henchimiento" se refiere al oficio y a la autoridad con que estaba investido el que recibía el ungimiento. Parece haberse perdido de vista el significado exacto, puesto que después se aplicó al altar (Núm. 7: 88; Eze. 43: 26). Los descendientes de Aarón automáticamente llegaron a ser sacerdotes, pero sus primeros hijos fueron nombrados pues nacieron antes de que su padre fuera llamado al oficio sagrado.
4.
Delante de Jehová.
Esta expresión, que figura dos veces en este versículo, parece hacer resaltar no tanto la muerte antinatural de los dos sacerdotes como el dolor de Dios por el incidente.
Fuego extraño.
Literalmente, "fuego ilegítimo" o "fuego no autorizado" puesto que la palabra "extraño" en Núm. 1: 51 significa uno sin credenciales. En cuanto a la razón por la que era ilegítimo, ver com. Lev. 9: 24; 10: 1.
No tuvieron hijos.
Este hecho no se presenta en Lev. 10, pero es mencionado en 1 Crón. 24: 2. Si Nadab y Abiú hubiesen tenido hijos, éstos- y no Eleazar e Itamar- hubieran sucedido a Aarón en el sumo sacerdocio. Todas las familias sacerdotales remontaban su ascendencia a Eleazar e Itamar.
Delante de Aarón.
Literalmente, "ante el rostro de Aarón", lo que significa "durante el lapso de vida de Aarón" (ver Gén. 11: 28). Los descendientes de estos dos hombres se dividieron en el tiempo de David de la siguiente manera: 16 para el linaje de Eleazar y 8 para el de Itamar (1 Crón. 24: 3, 4).
6.
Se acerque.
Esta es una expresión común, no usada en el sentido técnico (cap. 16: 5) de un acto externo de presentación, sino simplemente en el de asignar a los hombres sus deberes respectivos. Es una expresión empleada para los subordinados que se acercan para recibir órdenes.
Para que le sirvan.
Los levitas estaban bajo las órdenes de Aarón para ayudarle en sus responsabilidades y para custodiar el tabernáculo. Aarón aquí representa a toda la casta sacerdotal a la que se hace referencia en el vers. 9 como "Aarón y ... sus hijos". En cuanto a los deberes posteriormente asignados a los levitas, ver 1 Crón. 23: 28-30; 25: 1-7; 26: 12, 20, 29-31.
7.
Desempeñen el encargo de él.
Es decir, desempeñarán todos los deberes de servicio para Aarón y para otros sacerdotes.
De toda la congregación.
Estas palabras se refieren al ritual de los sacrificios efectuados en pro de los laicos de Israel.
8.
Utensilios.
Es decir, los muebles y las vasijas del tabernáculo.
9.
Aarón.
Aarón y sus hijos llegaron a ser los instructores de los levitas. Los levitas eran responsables ante ellos por el desempeño de sus deberes.
Enteramente dados.
De nethuním nethuním literalmente, "dados dados", una expresión típicamente hebrea; la palabra afín nethiním, "dedicado", más tarde fue aplicada a los extranjeros que se convirtieron en servidores del templo en el tiempo de Esdras (Esd. 7: 24; etc.). Algunos creen que éstos fueron descendientes de los gabaonitas (Jos. 9: 27).
Hay muchas lecciones útiles que se pueden encontrar respecto a los detalles de la organización de los sacerdotes y de los levitas. Los levitas fueron "enteramente dados" a Aarón como sumo sacerdote, es decir que estaban bajo su completa fiscalización. El cristiano entregado plena y completamente en las manos de Cristo, controlado y dinamízado por el Espíritu Santo, pertenece al "real sacerdocio" (1 Ped. 2: 9).
Los levitas debían dedicar todo su tiempo y energía a cooperar con Aarón en el ministerio del santuario. El creyente, en la actualidad, debe cooperar con Cristo para la salud espiritual y el crecimiento de la iglesia. Se pagó un precio para redimir a los primogénitos (ver com. vers. 12, 13). Cristo pagó el precio de su sangre para redimir a los pecadores. Los que entran en la iglesia y viven por fe, están inscritos en los libros del cielo.
De entre los hijos de Israel.
Toda la tribu de Leví pertenecía a Dios y fue entregada para su servicio sagrado. De la misma manera 850 se habla de varias clases de obreros en la iglesia cristiana como que hubieran sido "constituidos" (Efe. 4: 11).
10.
El extraño.
La palabra no tiene aquí el mismo significado que en el cap. 1: 51, donde quiere decir alguien que no era levita. Aquí incluye a los levitas; en realidad se refiere a ellos particularmente. No se permitía que los levitas se entremetieran en la esfera especial de Aarón y de sus hijos. Una violación de esta prohibición divina fue uno de los pecados de Jeroboam, quien permitió que los que no eran levitas realizaran funciones sacerdotales (ver 1 Rey. 12: 25-33).
Se acercare.
Estas palabras no significan acercarse físicamente, en el sentido común del término, sino ir para realizar cualquiera de los deberes sagrados del sacerdocio.
12.
En lugar de todos los primogénitos.
Antiguamente el padre de familia realizaba las funciones sacerdotales (Exo. 13: 8; Juec. 17: 10) y transmitía ese oficio a su hijo primogénito. Esa costumbre fue reemplazada por el nombramiento de los levitas, que se habían reunido en torno de Moisés en ocasión de la adoración del becerro de oro (Exo. 32: 26).
13.
Desde el día.
Esta es una referencia a Exo. 13: 1-3.
Santifiqué para mí.
Todos los primogénitos son de Jehová porque él no los mató con los egipcios. Toda alma humana pertenece originalmente a Dios, pero aquí el Señor reclama a los sacados de Egipto como sus primicias. La dedicación de los primogénitos al Señores ordenada en Exo. 22: 29; 34: 20; 13: 11-15; Núm. 18: 15.
Míos serán.
Literalmente, "pues mi posesión ellos serán". Reclamados por Dios como puestos aparte para él, declarados así por su nombre (ver Exo. 6: 8; 12: 12).
15.
Todos los varones de un mes arriba.
Ver cap. 18: 16. Los primogénitos no debían ser redimidos hasta que llegaran a la edad de un mes. Por lo tanto, los levitas que ocupaban su lugar fueron contados tan sólo a partir de esa edad.
17.
Hijos de Leví.
A los tres hombres mencionados en este versículo se remontan las tres principales divisiones de los levitas en Jerusalén después del exilio (Gén. 46: 11; Exo. 6: 16; cf. Núm. 26: 57).
18.
Libni y Simei.
Repetidos en Exo. 6: 17; 1 Crón. 6: 17. Ver también 1 Crón. 23: 7; 26:1, donde Libni es presentado como Laadán.
19.
Coat.
Mencionado también en Exo. 6: 18, 19.
Amram.
Miembro de la familia de Coat, y padre de Moisés y Aarón (Exo. 6: 18, 20).
20.
Mahli.
Compárese el nombre del primer esposo de Rut (Rut 1: 2) y la forma femenina del mismo nombre en Núm. 26: 33.
21.
Gersón.
La familia de Gersón acampaba al oeste del tabernáculo, entre él y el estandarte de Efraín (cf. caps. 1: 53; 2: 18; 3: 23).
Simei.
Esta familia es mencionada en Zac.12:13 como perteneciendo a la casa de Leví.
23.
A espaldas del tabernáculo, al occidente.
La expresión "al occidente" literalmente dice "hacia el mar", refiriéndose al mar Mediterráneo. Los hebreos mentalmente miraban hacia el este cuando pensaban en los puntos cardinales (ver com. Exo. 3: 1). Por supuesto, el mar Mediterráneo sería considerado "hacia el oeste" tan sólo desde el punto de vista de una persona situada en la tierra de Palestina. Algunos han afirmado que el uso en el Pentateuco de una terminología posterior, tal como "hacia el mar" con el sentido de "al occidente", es una evidencia obvia de una paternidad literaria posterior que no es de Moisés. Que aparezca una terminología más reciente en el Pentateuco y en otras partes del AT es un hecho que no se discute, pero la conclusión de que eso necesariamente indique una paternidad literaria posterior a la que por lo general se acepta es algo completamente injustificable.
La reedición de un relato del siglo XVII acerca de la fundación de Nueva Amsterdam, por ejemplo, no tendría sentido para muchos lectores modernos a menos que se explicara que Nueva Amsterdam fue el nombre original de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, la sustitución de "Nueva Amsterdam" por "Nueva York" de ninguna manera afectaría su exactitud, veracidad, ni tampoco la paternidad literaria del relato. Así también sucedió con la terminología de los libros de Moisés para que el registro inspirado resultara comprensible para los lectores posteriores. Con todo, el pueblo hebreo consideraba las Sagradas Escrituras con demasiado respeto como para permitir que se introdujera cambio alguno que alterara el pensamiento.
24.
Lael.
Un nombre extraño en su composición, formado de la preposición "a" y de la palabra "Dios" -"perteneciente a Dios"-. 851 No hay sino otro ejemplo de esto en el AT, Lemuel (Prov. 31: 1).
25.
El tabernáculo.
La armazón del tabernáculo en sí estuvo a cargo de los meraritas (vers. 36), de modo que aquí "el tabernáculo" se refiere al juego interno de diez cortinas (ver Exo. 26: 1-14).
La tienda.
El segundo juego de once cortinas hechas de pelo de cabras.
Su cubierta.
El juego final de pieles de carnero teñidas de rojo y "pieles de tejones" (ver Exo. 26: 14 y com, Exo. 25: 5).
26.
Cuerdas.
Es decir, las del tabernáculo y parte de las del atrio. Los meraritas también tenían a su cargo parte de estas últimas (vers. 36, 37).
29.
Los hijos de Coat acamparán.
Los coatitas quedaban entre el tabernáculo y el estandarte de Rubén (ver cap. 2: 10).
30.
Elizafán.
Significa "Dios ha vigilado" (cf. 1 Crón. 15: 8; 2 Crón. 29: 13).
31.
El arca, la mesa, el candelero.
Ver com. Exo. 25: 10-39.
Los altares.
Los dos altares, uno para los holocaustos (Exo. 27: 1) y uno para el incienso (Exo. 30: 1-10) también estaban confiados al cuidado de ellos.
El velo.
Las cortinas del tabernáculo y del atrio fueron asignadas a los gersonitas (vers. 25). "El velo" se refiere al que separaba el lugar santo del santísimo (Exo. 26: 31, 33, 35; 27:21; 30: 6; 36: 35; 38: 27; 40: 3, 22, 26; Lev, 4:17; 16: 2, 12, 15; 21: 23). La expresión de Núm. 4: 5 "el velo de la tienda" significa literalmente: "el velo del tabique" (también Exo, 40: 3, 21).
32.
Eleazar.
Eleazar era coatita (ver Exo. 6: 18, 20, 23). Era jefe de Elizafán y todos los coatitas, y como el mayor de los hijos sobrevivientes de Aarón era, por lo tanto, el príncipe principal o supervisor de los levitas.
35.
Abihail.
El padre de Ester tenía el mismo nombre (Est. 2: 15).
36.
Las tablas.
Ver com. Exo. 26: 15, 19. En lo que respecta a las barras, columnas y basas, ver com. Exo. 26: 19-26.
38.
Moisés.
Moisés ocupaba el puesto de honor en el campamento, el lugar central que le daba pronto acceso a todas partes.
Aarón.
El sacerdote hereditario que representaba con Moisés la autoridad civil y sacerdotal.
Teniendo la guarda.
Los sacerdotes acampaban al este del tabernáculo: el lugar de honor.
40.
Cuenta todos los primogénitos.
Con el propósito de sustituirlos con los levitas (vers. 41, 45; cf. vers. 12, 13). Puesto que había 273 levitas menos, 273 de los primogénitos tuvieron que ser redimidos al precio de 5 siclos cada uno (vers. 39, 43, 46-50). Este era el precio regular de los primogénitos (ver cap. 18: 15, 16).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
6 PP 362
13 DTG 35; PP 281


NÚMEROS - CAPÍTULO 4 - AUDIO
1 Edad y duración del servicio de los levitas. 4 El oficio de los hijos de Coat cuando los sacerdotes han desarmado el tabernáculo. 16 El cargo de Eleazar. 17 El oficio de los sacerdotes. 21 El oficio de los gersonitas. 29 El oficio de los meraritas. 34 El número de los coatitas, 38 de los gersonitas, 42 y de los meraritas.

1 HABLO Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
2 Toma la cuenta de los hijos de Coat de entre los hijos de Leví, por sus familias, según las casas de sus padres,
3 de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
4 El oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión, en el lugar santísimo, será este:
5 Cuando haya de mudarse el campamento, 852 vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio;
6 y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas.
7 Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella.
8 Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas.
9 Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero del alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus utensilios del aceite con que se sirve;
10 y lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas parihuelas.
11 Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas.
12 Y tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen uso en el santuario, y los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de pieles de tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas.
13 Quitarán la ceniza del altar, y extenderán sobre él un paño de púrpura.
14 y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas.
15 Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ellos los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión.
16 Pero a cargo de Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario de sus utensilios.
17 Habló también Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
18 No haréis que perezca la tribu de las familias de Coat de entre los levitas.
19 Para que cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no mueran, haréis con ellos esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su oficio y en su cargo.
20 No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque morirán.
21 Además habló Jehová a Moisés, diciendo:
22 Toma también el número de los hijos de Gersón según las casas de sus padres, por sus familias.
23 De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
24 Este será el oficio de las familias de Gersón, para ministrar y para llevar:
25 Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la cortina de la puerta del tabernáculo de reunión,
26 las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio, que está cerca del tabernáculo y cerca del altar alrededor, sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio y todo lo que será hecho para ellos; así servirán.
27 Según la orden de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todos sus cargos, y en todo su servicio; y les encomendaréis en guarda todos sus cargos.
28 Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo de reunión; y el cargo de ellos estará bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote Aarón.
29 Contarás los hijos de Merari por sus familias, según las casas de sus padres.
30 Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
31 Este será el deber de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo de reunión: las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas,
32 las columnas del atrio alrededor y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio; y consignarás 853 por sus nombres todos los utensilios que ellos tienen que transportar.
33 Este será el servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio en el tabernáculo de reunión, bajo la dirección de ltamar hijo del sacerdote Aarón.
34 Moisés, pues, y Aarón, y los jefes de la congregación, contaron a los hijos de Coat por sus familias y según las casas de sus padres,
35 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión.
36 Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos cincuenta.
37 Estos fueron los contados de las familias de Coat, todos los que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón, como lo mandó Jehová por medio de Moisés.
38 Y los contados de los hijos de Gersón por sus familias, según las casas de sus padres,
39 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión;
40 los contados de ellos por sus familias, según las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta.
41 Estos son los contados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón por mandato de Jehová.
42 Y los contados de las familias de los hijos de Merari, por sus familias, según las casas de sus padres,
43 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión;
44 los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil doscientos.
45 Estos fueron los contados de las familias de los hijos de Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón, según lo mandó Jehová por medio de Moisés.
46 Todos los contados de los levitas que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron por sus familias, y según las casas de sus padres,
47 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo de reunión,
48 los contados de ellos fueron ocho mil quinientos ochenta.
49 Como lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio y según su cargo; los cuales contó él, como le fue mandado.
2.
Hijos de Coat.
Coat fue el segundo hijo de Leví. Sus descendientes ocupan el segundo lugar, después de los gersonitas, en la lista del cap. 3: 19, 27. Así como los levitas estaban separados de Israel para un servicio sagrado, también los coatitas quedaron separados del resto de los levitas para desempeñar deberes más sagrados.
3.
De edad de treinta años.
Estos hombres estaban en la flor de su vida física y bien capacitados para la obra de transportar el tabernáculo y sus implementos. En el cap. 8: 23-26 se da la edad como entre 25 y 50 años. Escritores posteriores consignan otro reajuste, atribuido a David, por el que comenzaba el servicio a los 20 años de edad (1 Crón. 23: 24, 27; 2 Crón. 31: 17; Esd. 3: 8). Un escritor apócrifo también menciona esto (1 Esdras 5: 58). La primera orden, por la que se dan los 30 años como la edad de comenzar, puede haber sido una medida transitoria. Treinta años señalaban la edad en la cual un judío era considerado maduro y preparado para asumir todas las responsabilidades de sus derechos y privilegios (cf. Luc. 3: 23). Más allá de la edad de 50 años, un levita no estaba obligado a prestar servicios sino meramente a ayudar en el tabernáculo, de acuerdo con su capacidad (Núm. 8: 25, 26).
En compañía.
De una palabra hebrea usada para designar un ejército dispuesto en orden de batalla, y empleada así vez tras vez en las Escrituras. También podría traducirse "guerra", como referencia a las operaciones de combate en que tenían que entrar los reclutas y sus oficiales. En este versículo se refiere a los deberes sagrados de un soldado de Dios, El cristiano de hoy día entiende esto como el servicio de un soldado de la cruz.
4.
El lugar santísimo.
"Las cosas sacratísimas"(BJ). Es decir, el arca, la mesa de los854 panes de la proposición, el candelero, los altares, los velos y los diversos implementos del santuario. La expresión hebrea es la que se emplea para el lugar santísimo en Exo. 26: 33.
5.
El velo de la tienda.
Ver Exo. 35: 12; 39: 34; Luc. 23: 45. Aquí se hace referencia al velo que dividía el lugar santo del santísimo (Exo. 26: 31-33). El primer velo, para la puerta del tabernáculo, estaba encomendado al cuidado de los gersonitas (Núm. 4: 25).
6.
De azul.
El arca era el único artículo del moblaje santo que estaba cubierto con un paño azul (o violeta), para distinguirla cuando era llevada de un lugar a otro.
Varas.
Las varas con las cuales era llevada el arca aparentemente nunca eran sacadas de los anillos (Exo. 25: 14, 15). Es posible que Aarón y sus hijos entraran en el lugar santísimo para cubrirla.
7.
La mesa de la proposición.
Literalmente, "la mesa de los rostros", con el significado de "la mesa de la Presencia", para referirse al pan que era colocado delante del Señor.
Las cucharas, las copas.
Ver Exo. 25: 29.
El pan continuo.
Esta expresión no aparece otra vez en la Biblia. La explicación se halla en Exo. 25: 30, en armonía con las palabras literales aquí: "el pan de continuidad". Compárese con los términos del NT que significan "el pan de la hora vespertina" (Mat. 12: 4; Mar. 2: 26; Luc. 6: 4) y "el ofrecimiento de las hogazas de pan" (Heb. 9: 2).
8.
Paño carmesí.
Esta es una cobertura adicional, además de la que se usaba para otros artículos.
9.
Candelero del alumbrado.
Este nombre completo aparece otra vez en Exo. 35: 14. Para el candelero o soporte de las luces, ver com. Exo. 25: 31.
Sus despabiladeras.
Ver com. Exo. 25: 38.
Platillos.
La misma palabra es traducida "incensarios" (cap. 16: 6) y "braseros" (Exo. 27: 3). La referencia puede ser a cacerolas o platillos playos de metal.
10.
Parihuelas.
Quizá se refiere a varas o pértigas que eran pasadas por los anillos para el transporte (Exo, 30: 4, 5). La misma palabra se traduce "palo" en Núm. 13: 23 y "yugo" en Nah. 1: 13.
11.
Altar de oro.
El altar del incienso, recubierto de oro (Exo. 30: 3).
12.
Utensilios del servicio.
Los utensilios: cuchillos, vasijas, cacerolas, etc., que se usaban dentro del tabernáculo. Algunos comentadores refieren esta expresión a "los vestidos del servicio" mencionados en Exo. 31: 10.
13.
Altar.
Es decir, el altar de bronce de los holocaustos (Exo. 27: 1-3).
Un paño de púrpura.
El paño de púrpura o rojo profundo puede haber sido usado como una marca distintiva debido a que éste era el altar de los holocaustos que estaba en el atrio y no en el lugar santo.
Este versículo habla de quitar la "ceniza". Muchos comentadores no dicen nada acerca de esto porque es dudoso el significado de la palabra así traducida. La raíz verbal no se usa sino 11 veces en el AT y generalmente se traduce "engorda" (Prov. 15: 30, Val. ant.) o "será engordado" (Prov. 11: 25; 13: 4, Val. ant.), "engrasará de grosura" (Isa. 34: 7). El sustantivo se encuentra siete veces, y se traduce sin excepción "gordura". La misma raíz, usada ocho veces y consignada como un sustantivo separado, se traduce "ceniza". En su forma de adjetivo, se traduce en el AT como "gordo" o "grueso". Todo esto sugiere que la referencia podría ser a la gordura quemada o grasa que se acumulaba de los holocaustos.
14.
Tazones.
Eran para contener la sangre que había de ser asperjada sobre el altar. Amós 6: 6 tiene la misma palabra para los recipientes de vino. En ese caso podría sugerir o bien el color rojo del vino o la ebriedad de los bebedores.
15.
Cuando acaben.
No se permitía que ningún levita tocara las cosas santas hasta que habían sido tapadas y embaladas por Aarón y sus hijos; entonces los coatitas sencillamente levantaban los atados y los transportaban (vers. 12-14).
Para llevarlos.
Los levitas eran los cargadores normales (2 Sam. 15: 24). En dos ocasiones insólitas se hicieron otros arreglos (1 Sam. 6: 7, 8; 2 Sam, 6: 3).
No tocarán cosa santa.
La palabra traducida "cosa santa" probablemente es un término colectivo que se refiere a todos los objetos sagrados.
16.
Eleazar.
Indudablemente Eleazar tenía la responsabilidad personal del transporte de los artículos sagrados y de su cuidado general.
Aceite.
Ver com. Exo. 27: 20.
Incienso aromático.
Ver com. Exo. 30: 34.
Ofrenda continua.
Esta ofrenda de cereales o de harina podría identificarse con la "ofrenda" que se ofrecía dos veces al día junto 855 con el holocausto (Exo. 29; 38-41; Neh. 10: 33), o más probablemente la ofrenda hecha con harina de los sacerdotes ungidos (Lev. 6: 20-23).
17.
Y a Aarón.
Aarón fue instruido por Jehová pues era el deber de los sacerdotes supervisar a los coatitas.
18.
No haréis que perezca.
No seáis la causa de que sean muertos los coatitas por descuidar vuestro deber de supervisión. Si los sacerdotes eran descuidados, era probable que los coatitas siguieran su ejemplo y cayeran bajo condenación. Aarón y los coatitas eran de la misma tribu. Sin embargo, las cosas sagradas no debían ser tocadas, y algunas de ellas ni siquiera contempladas por los coatitas. Por lo tanto, en responsabilidad moral se ordenaba que fueran un ejemplo los sacerdotes ungidos, pues se los hacía responsables por sus hermanos más humildes. De la misma manera, los obreros de la iglesia cristiana siempre deben ser ejemplos de cristianismo, de una vida victoriosa, de plena consagración a la verdad y todo lo que ella implica.
19.
Vivan.
La recompensa de los fieles, como se promete hoy día, es la inmortalidad que tiene su origen en Jesucristo (Mat. 19: 17, 29; Juan l: 4; 6: 47; Apoc. 21: 27).
Los pondrán.
En la obra de Dios debe haber sumisión a la voluntad divina. No debemos rechazar ciertas tareas tan sólo porque sentimos otra inclinación.
21.
Moisés.
Aarón cooperaba en el cumplimiento de los requisitos (vers. 1, 19, 34).
22
Los hijos de Gersón. 7
Sólo eran dos (cap. 3: 21). La obra de llevar todos los cortinados y las coberturas era tarea de los gersonitas (vers. 24-28), quienes usaban carretas tiradas por bueyes para ese propósito (cap. 7: 7).
25.
Cortinas.
Es decir las diez cortinas que formaban la cobertura interior del tabernáculo (Exo. 26: 1, 2).
Tabernáculo.
Las tablas del tabernáculo estaban a cargo de los meraritas (vers. 31 ), pero aquí se hace referencia a las 11 cortinas de pelo de cabra que las cubrían (ver Exo. 26: 7, 8).
Pieles de tejones.
La cobertura más externa de todas (Exo. 26: 14; ver com. Exo. 25: 5).
La cortina de la puerta.
Ver com. Exo. 26: 36.
26.
Cortinas del atrio.
Ver com. Exo. 27: 9.
De la puerta.
Ver com. Exo. 27: 16.
Instrumentos.
Ver com. Exo. 27: 19.
27.
La orden de Aarón.
Literalmente, "por la boca de Aarón", es decir a su orden. Los sacerdotes debían dar las órdenes necesarias a los gersonitas (cap. 3: 6, 7).
28.
Itamar.
Itamar era el principal supervisor tanto de los gersonitas como de los meraritas (vers. 33). La suya era una responsabilidad personal.
29.
Hijos de Merari.
Sólo había dos familias de ellos (cap. 3: 33).
30.
Para servir.
La misma palabra es traducida "compañía" en el vers. 3.
31.
Deber.
El deber de los meraritas era transportar la verdadera armazón del tabernáculo mismo. Ellos también usaban carros (cap. 7: 8). Sus cargas eran mucho más pesadas que las transportadas por los coatitas, pues se trataba de todas las partes sólidas de la estructura, con sus accesorios.
Tablas.
Ver com. Exo. 26: 15.
Barras.
Ver com. Exo. 26: 26.
Columnas.
Ver com. Exo. 26: 32.
Basas.
Es decir, para las tablas del tabernáculo y también para las columnas. Ver com. Exo. 26: 19.
32.
Columnas del atrio.
Para las columnas y basas ver Exo. 27: 10-12.
Estacas.
Ver Exo. 27: 19; 38: 20.
Cuerdas.
Ver com. Exo. 35: 18.
Por sus nombres.
Es decir la asignación individual de una cosa particular a una persona en particular.
34.
Los jefes de la congregación.
Literalmente, "los príncipes de la congregación" (cf. Núm. 16: 2; 31: 13; Exo. 16: 22; Jos. 9: 15).
Contaron.
No todos los varones descendientes de Coat (ver cap. 3: 28), sino sólo los que estaban entre 30 y 50 años (cap. 4: 35).
40.
Los contados.
El número dado en este versículo es un poco mayor que una tercera parte de sus varones, o todos los que eran aptos para el servicio (ver cap. 3: 22).
47.
Para ministrar en el servicio.
Sostienen algunos que se trata del canto del coro de los levitas, acompañado por instrumentos musicales durante la presentación de sacrificios. Debe notarse que la edad es de 30 años para arriba. Esta es la edad en la cual Jesús comenzó su ministerio (Luc. 3: 23).
Las órdenes precisas que detallan los deberes para las tribus, los clanes y los individuos 856 en particular, con la especificación de la edad de los grupos, tienen una lección para la iglesia de la actualidad. En 1 Cor. 12, el apóstol Pablo habla de "dones espirituales" (vers. 1), "diversidad de dones" (vers. 4) y "diversidad de ministerios" (vers. 5). También hay "diversidad de operaciones" (vers. 6); pero a través de todos y en todos "Díos ... es el mismo", "el Señor es el mismo", "el mismo Espíritu". También "el cuerpo es uno" aunque tiene "muchos miembros" (vers. 12); y todos deben trabajar armoniosamente para que no se rompa en pedazos (vers. 25). La unidad organizada de la iglesia del desierto tiene su equivalente en la iglesia con sus miembros bautizados, llevados a una relación vital con el Espíritu Santo (vers. 13). Es la acción del Espíritu Santo lo que da forma al conjunto en un cuerpo, aun al cuerpo de Jesucristo.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
15 PP 764


NÚMEROS - CAPÍTULO 5 - AUDIO
1 Todo inmundo es echado fuera del campamento. 5 Ley sobre la restitución. 11 Ley sobre los celos.

1 JEHOVA habló a Moisés, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto.
3 Así a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.
4 Y lo hicieron así los hijos de Israel, y los echaron fuera del campamento; como Jehová dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.
5 Además habló Jehová a Moisés, diciendo:
6 Dí a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que los hombres prevarican contra Jehová y delinquen,
7 aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó.
8 Y si aquel hombre no tuviere pariente al cual sea resarcido el daño, se dará la indemnización del agravio a Jehová entregándola al sacerdote, además del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por él.
9 Toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presentaran al sacerdote, suya será.
10 Y lo santificado de cualquiera será suyo; asimismo lo que cualquiera diere al sacerdote, suyo será.
11 También Jehová habló a Moisés, diciendo:
12 Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno se descarriara, y le fuere infiel,
13 y alguno cohabitara con ella, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido sorprendida en el acto;
14 si viniera sobre él espíritu de celos, y tuviera celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, y tuviera celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado;
15 entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y con ella traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecado.
16 Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová.
17 Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua.
18 Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las 857 aguas amargas que acarrean maldición.
19 Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición;
20 mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido
21 (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche;
22 y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
23 El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas;
24 y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar.
25 Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de los celos, y la mecerá delante de Jehová, y la ofrecerá delante del altar.
26 Y tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda en memoria de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
27 Le dará, pues, a beber las aguas; y si fuere inmunda y hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar, y su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su pueblo.
28 Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviera limpia, ella será libre, y será fecunda.
29 Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, y se amancillare;
30 o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Jehová, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.
31 El hombre será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.

2.
Que echen.
Todas las personas ceremonialmente inmundas debían ser sacadas de la proximidad del campamento. Quizá haya habido otras razones para esta orden además del principio de la cuarentena. Pero la cuarentena parece ser la razón evidente.
Campamento.
Esto se refería a la zona del campamento en su sentido más amplio, extendiéndose a sus límites por todos lados (caps. 2, 3). La misma palabra tambíén se ha traducido "atrios" en 2 Crón. 31: 2.
Todo leproso.
Ver com. Lev. 13: 2 y la nota adicional de Lev. 13. Los judíos consideraban esta enfermedad como una señal del desagrado de Dios. Ciertamente a veces fue así como quedó en evidencia en los casos de María (Núm. 12: 12), Giezi (2 Rey. 5: 27) y Azarías (2 Rey. 15: 5).
Que padecen flujo.
Ver com. Lev. 15. Esta clase no estaba excluida de la parte externa del campamento.
Contaminado con muerto.
Esta clase de personas estaba eliminada sólo de la parte más central del campamento (Lev. 11: 24; 21: 1,11).
La palabra aquí traducida "muerto" es néfesh, vertida muchas veces como "alma" en las diferentes versiones castellanas de la Biblia (ver com. Gén. 35: 18). Tiene varios significados y aquí se refiere a un cadáver, considerado como ceremonialmente inmundo (ver Núm. 6: 6, 11; 9: 6, 7, 10; Lev. 2 l: 11).
Las tres clases aquí especificadas tenían ciertas cosas en común: (1) la duración de la inmundicia- siete días después de la eliminación de la causa- y (2) el concepto de que los inmundos eran un medio para contaminar a otros que se ponían en contacto con ellos.
3.
Entre los cuales yo habito.
La misma expresión se usa para la Tierra Santa (cap. 35: 34) en una amonestación para no contaminarla con hechos de violencia e injusticia.
6.
El hombre o la mujer.
Las palabras hebreas aquí se refieren a individuos específicos.
Hombres.
De un término genérico que significa "humanidad".
Contra Jehová.
Un pecado contra un prójimo era considerado como un pecado contra la persona de Dios y, por lo tanto, requería la presentación de un sacrificio tanto como la restitución a favor de la persona perjudicada (ver Núm. 5: 7; cf. Lev. 6: 2-4). Aunque es posible pecar contra Dios sin que esto implique dañar a un prójimo, no es posible pecar 858 contra un hombre sin cometer un pecado contra Dios.
7.
Compensará enteramente el daño.
Literalmente, "devolverá su culpa". Aquí el término abstracto "culpa" se usa para el objeto concreto que robó o cualquier cosa que pudiera haber realizado disponiendo de él.
Quinta parte.
Nótese una compensación similar en Lev. 6: 5; 22: 14 (ver Lev. 27: 11, 27: 31).
8.
Pariente.
Esta es la palabra go'el, del verbo "redimir, actuar como un pariente". Se aplica a Cristo como el Redentor (ver Job 19: 25; Sal. 19: 14; 78: 35; 103: 4; Isa. 41: 14; 43: 14; 47: 4; 54: 5; 59: 20; 60: 16). Puesto que un israelita, por lo general, tenía un pariente, es posible que el hombre sin parentela fuera un prosélito.
A Jehová entregándola al sacerdote.
Literalmente, "para Jehová para el sacerdote". El sacerdote estaba como el representante personal de Jehová, y la propiedad llegaba a ser suya (ver Lev. 23: 20).
Carnero de las expiaciones.
La ofrenda requerida (Lev. 5: 15; 6: 6; 7: 7) perteneciente al sacerdote en lugar de Jehová.
9.
Ofrenda.
La palabra "ofrenda" tiene el significado de "lo que levanta", es decir proveniente de una cantidad mayor y que se dedica a un propósito sagrado. La enseñanza judía es que ésta es una referencia a los primeros frutos (Exo. 23: 19), de modo que ellos también llegaban a ser propiedad de los sacerdotes (Núm. 15: 19-21; 31: 29, 41, 52; Deut. 12: 6, 11). La idea de una contribución, ya fuera en un sentido general o para un propósito específico, se aplica aquí adecuadamente. La "ofrenda" llegaba a ser algo que correspondía al sacerdote (Lev. 7: 14,32, 34).
10.
Suyo será.
Este versículo menciona las dos fuentes de los ingresos sacerdotales: lo que se debía a Jehová y dádivas para los sacerdotes. Un sacerdote individual no podía reclamar dádivas específicas de los particulares. La dádiva dependía del dueño y estaba sujeta a esta admonición general y al principio de que cualquier cosa que demandara Jehová como suya debía colocarse primero.
13.
Ni hubiere testigo.
Se necesitaban dos testigos para conseguir un fallo de culpabilidad (Núm. 35: 30; Deut. 17: 6; 19: 15). La muerte era el castigo para una culpa comprobada (Lev. 20: 10; Deut. 22: 22-27). Hay amplios motivos de sospecha de parte del esposo por lo menos, pero no una verdadera prueba.
14.
Espíritu.
De rúaj palabra traducida "espíritu" en el AT. Aparece 377 veces en hebreo y se ha traducido como "espíritu" más de 250 veces en la VVR. La idea predominante en esta palabra es "poder". Cuando la reina de Sabá vio el esplendor de Salomón, literalmente "no quedó más espíritu en ella"; "quedó sin aliento" (BJ); "quedó asombrada" (VVR) (1 Rey. 10: 5). Cuando Isaías habla de los caballos de Egipto como carne "y no espíritu", quiere decir que eran débiles comparados con Dios. Un hombre que controla su espíritu, es tanto fuerte como digno (Prov. 16: 32; 25: 28). Aquí (Núm. 5: 14) el término indica un intenso impulso o emoción.
15.
Décima parte de un efa.
Aproximadamente 2,2 litros.
Harina de cebada.
Una clase más barata de harina, un alimento ordinario usado sólo por los muy pobres (Juec. 7: 13; Juan 6: 9, 13) y como forraje para los animales (1 Rey. 4: 28). La "flor de harina" requerida para otras ofrendas (Eze. 46: 14) no se permitía en un caso de esta naturaleza donde los motivos eran corrupción moral y deshonra. Los elementos ordinarios de esta oblación eran un indicio de la tosquedad y grosería del acto pecaminoso.
No echará sobre ella aceite.
Esta era una ocasión sumamente desventurada, de modo que quedaba excluido el aceite, símbolo de gozo y alegría. El aceite y el incienso, aunque incluidos con la ofrenda de las primicias, no se permitían en la ofrenda por el pecado de un pobre (Lev. 2: 15; 5: 11).
De celos.
La palabra hebrea aquí usada es de número plural puesto que la ofensa, si la mujer era culpable, era tanto contra Dios como contra su esposo. También más de una persona era culpable.
Recordativa.
Una frase para que recuerden los hombres que Dios no perdona la iniquidad ni la olvida hasta que ha sido confesada (1 Rey. 17: 18; Eze. 29: 16; Ose. 8: 13; Jer. 44: 21; Sal. 25: 7).
16.
Delante de Jehová.
Es decir, en el tabernáculo.
17.
Agua santa.
Era agua contenida en el lavatorio, reservada para las abluciones de los sacerdotes (Exo. 30:18, 19). Sin embargo, algunos mantienen que se refiere a agua corriente (ver Núm. 19: 17; Lev. 14: 5). Esta expresión no se usa en ninguna otra parte de 859 la Biblia. No hay semejanza ninguna entre ésta y la llamada agua bendita proporcionada por algunas iglesias hoy día.
Un vaso de barro.
La clase más barata de vasija para corresponder con la ínfima calidad de la harina y la atrocidad del pecado. El vaso probablemente era destrozado después de la ceremonia, como en el caso de la ofrenda por el pecado (Lev. 6: 28; cf. 14: 5, 50). Algunos comentadores sugieren que esto implicaba la vida quebrantada de la mujer, si resultaba culpable.
Polvo.
No es claro el motivo de esta disposición. Siendo sagrado en un sentido, quizá sólo haría daño a una persona culpable.
18.
Descubrirá la cabeza de la mujer.
Este era un ademán de vergüenza (ver Lev. 10: 6; 13: 45; 21: 10).
Sobre sus manos.
Estos diversos actos tenían el propósito de quebrantar la fortaleza de la mujer y hacer que confesara, si era culpable.
Aguas amargas.
La expresión literal en hebreo es "aguas de amargura". No porque el agua fuera en sí misma de gusto amargo sino porque, para la persona culpable, habría resultados amargos (ver Jer. 2: 19; 4.- 18; Eze. 23: 48).
19.
De tu marido.
El hebreo dice "bajo tu marido", con el significado de "sujeta a tu marido". En Eze. 23: 5 se ha traducido "estando en mi poder", literalmente, "cuando ella estaba debajo de mí", y en Rom. 7: 2, la palabra traducida "mujer" es un vocablo compuesto que significa "bajo un hombre", es decir bajo su dirección como cabeza del hogar.
Libre seas.
Es decir, libre de la maldición implicada, si no eres culpable.
21.
Te haga maldición.
Cuando maldecía o hacía prestar juramento, la gente recordaba el nombre de ella en sus imprecaciones pronunciadas sobre los transgresores, diciendo: "Jehová te haga como aquella mujer".
Tu muslo.
Quizá con el significado de que la mujer no daría más a luz un niño sano (vers. 28). Ella llegaría así a ser un amargo chasco para su esposo, incapaz de edificar su casa dándole hijos.
23.
Las borrará.
Las palabras escritas eran lavadas diluyéndose en el agua, y así eran transferidas a ella.
24.
A beber.
La mujer bebía el agua después de la ofrenda (vers. 26), pero aquí se anticipa el acto.
26.
En memoria.
Como un recordativo a Jehová para impedir que las aguas de amargura hicieran daño a la mujer si era inocente. El término es técnico (Lev. 2: 2, 9, 16; 5: 12; 6: 15; 24: 7).
27.
Será maldición.
Ella seria un ejemplo y una advertencia para otros.
28.
Libre.
Es decir, declarada inocente (ver Jer. 2: 35), y así no sufriría daño.
Será fecunda.
Una compensación que implicaba favor divino y, por lo tanto, muy estimada por los israelitas.
31.
Llevará su pecado.
El principio básico de toda esta ordalía era que su resultado estaba en las manos de Dios.


NÚMEROS - CAPÍTULO 6 - AUDIO
1 La ley de los nazareos. 22 La bendición sacerdotal sobre el pueblo.

1 HABLO Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer que se apartare haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Jehová,
3 se abstendrá de vino y de sidra; no beberá vinagre de vino, ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.
4 Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de la vid, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.
5 Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová, será santo; dejará crecer su cabello.
6 Todo el tiempo que se aparte para Jehová, no se acercará a persona muerta.
7 Ni aun por su padre ni por su madre, 860 ni por su hermano ni por su hermana, podrá contaminarse cuando mueran; porque la consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
8 Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Jehová.
9 Si alguno muriere súbitamente junto a él, su cabeza consagrada será contaminada; por tanto, el día de su purificación raerá su cabeza; al séptimo día la raerá.
10 Y el día octavo traerá dos tórtolas o dos palominos al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión.
11 Y el sacerdote ofrecerá el uno en expiación, y el otro en holocausto; y hará expiación de lo que pecó a causa del muerto, y santificará su cabeza en aquel día.
12 Y consagrará para Jehová los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.
13 Esta es, pues, la ley del nazareo el día que se cumpliere el tiempo de su nazareato: Vendrá a la puerta del tabernáculo de reunión,
14 y ofrecerá su ofrenda a Jehová, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin defecto por ofrenda de paz.
15 Además un canastillo de tortas sin levadura, de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y su ofrenda y sus libaciones.
16 Y el sacerdote lo ofrecerá delante de Jehová, y hará su expiación y su holocausto;
17 y ofrecerá el carnero en ofrenda de paz a Jehová, con el canastillo de los panes sin levadura; ofrecerá asimismo el sacerdote su ofrenda y sus libaciones.
18 Entonces el nazareo raerá a la puerta del tabernáculo de reunión su cabeza consagrada, y tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz.
19 Después tomará el sacerdote la espaldilla cocida del carnero, una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y las pondrá sobre las manos del nazareo, después que fuere raída su cabeza consagrada;
20 y el sacerdote mecerá aquello como ofrenda mecida delante de Jehová, lo cual será cosa santa del sacerdote, además del pecho mecido y de la espaldilla separada; después el nazareo podrá beber vino.
21 Esta es la ley del nazareo que hiciere voto de su ofrenda a Jehová por su nazareato, además de lo que sus recursos le permitieren; según el voto que hiciere, así hará conforme a la ley de su nazareato.
22 Jehová habló a Moisés, diciendo:
23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:
24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.
2.
El hombre o la mujer.
Tenemos pocos ejemplos de mujeres nazareas. Se hubiera esperado que cumplieran condiciones similares a las que se requerían de los hombres. Si una mujer estaba sometida a un padre o a un esposo, cualquiera de ellos tenía autoridad para anular el voto de ella (cap. 30: 3-8). El hecho de que la madre de Sansón no debía beber vino implica que estaba bajo un voto temporario de nazareo (Juec. 13: 4, 5). En relación con el primer uso de la palabra "nazareo", debiera destacarse que la forma de escribirla aquí empleada obedece a dos razones: es una mejor transliteración del hebreo; protege contra una fácil confusión del término como que se refiriera a un habitante de Nazaret. En la VVR es clara la diferencia entre "nazareo" y "nazareno".
Haciendo voto.
Compárese con Núm. 15: 3 8; Lev. 22: 21; 27: 2.
Nazareo.
La raíz hebrea significa "separar", "consagrar", "dedicar" en un sentido religioso o ceremonial. El sustantivo nazír significa "consagración", "corona" (como una señal de consagración), y se refiere también a la persona consagrada. La expresión más completa "nazareo a Dios" (Juec. 13: 5, 7), significa uno plenamente dedicado a Dios.
3.
Vino.
De una palabra para vino de uva, una bebida común (Gén. 14: 18; 27: 25; Juec. 19: 19; 2 Sam. 16: 2; Amós 5: 11; 9: 14; etc.). 861
Sidra.
"Bebidas embriagantes" (BJ). Bebidas embriagantes en general. Se usa para bebidas hechas de materiales que no son uvas. La raíz hebrea significa "IIegar a embriagarse" y se usa metafóricamente para indicar destrucción (Isa. 49; 26). Se prohibían vino y sidra para los sacerdotes que estaban ejerciendo como tales (Lev. 10: 9) y para los nazareos (Juec. 13: 4, 7, 14). Se consideraban esas bebidas como especialmente malas para los príncipes y otras personas que ocupaban puestos de responsabilidad (Prov. 31: 4), y todos los demás eran prevenidos en cuanto a su consumo (Prov. 20: 1; 23: 29-33; Hab. 2: 15).
Vinagre.
Un producto ácido proveniente de la elaboración de vino de contenido ácido de graduación alcohólica inferior. El común del pueblo lo diluía con agua y lo usaba como una bebida barata.
Licor de uvas.
"Zumo de uvas" (BJ). Podía referirse a cualquier bebida hecha con uvas frescas.
4.
Granillos.
Las palabras "granillos" y "hollejo" no se encuentran en ninguna otra parte del AT y su significado es dudoso.
5.
Navaja.
El ejemplo mejor conocido de cabello intonso es el de Sansón (Juec. 13: 5; cf. Núm. 8: 7). Esta prohibición se encuentra en todas las referencias a los nazareos pues las guedejas largas eran una señal externa de dedicación a Dios (ver Lev. 21: 5; Juec. 13: 5; 16:17; 1 Sam. 1: 11).
Sean cumplidos los días.
Ver Hech. 21: 24, 26.
Su cabello.
Las guedejas de cabello eran típicas del nazareo consagrado (ver Juec. 16: 17).
6.
Persona muerta.
Se prohibía que el nazareo tocara un cadáver, que estuviera en una casa con una persona muerta, o que acompañara el cadáver a la tumba (cap. 19: 11-16). De la misma manera se prohibía que el sumo sacerdote estuviera en contacto con un cuerpo muerto (Lev. 21: 11). La expresión literal aquí es "el alma del muerto" (ver com. Núm. 5: 2 y Gén. 35: 18). junto con otras prohibiciones, Sansón no observó ésta (Juec.14:19; 15: 8).
7.
Por su padre.
La misma orden se aplicaba al sumo sacerdote (Lev. 21: 11), aunque no a los sacerdotes que le ayudaban (Lev. 21: 1, 2).
La consagración.
Esto se refiere a sus guedejas intonsas como una corona real. Esta misma palabra es traducida "corona" en Exo. 29: 6; 39: 30; Lev. 8: 9; 21: 12; 2 Sam. 1: 10; 2 Rey. 11: 12; 2 Crón. 23: 11; Sal. 89: 39; 132: 18; Prov. 27: 24; Zac. 9: 16.
9.
Contaminada.
La contaminación era causada por el cadáver, y por lo tanto no había sido provocada a propósito por el nazareo. Aun el pecado no intencional u "oculto" era considerado como grave (Sal. 19: 12; 90: 8).
Raerá.
Como el cabello se había contaminado, era necesario eliminarlo. No se menciona qué método debía seguirse. Una práctica antigua entre otros pueblos era la de enterrar los objetos contaminados.
Su purificación.
Esto implicaba aspersión con agua que contenía las cenizas de la vaca alazana (Núm. 19).
10.
Dos tórtolas.
0 pichones de palomas. Los contaminados de impureza ofrecían las mismas ofrendas baratas como sustituto por otras más caras (Lev. 5: 7; 12: 8; 15: 14, 29). Uno que no era nazareo y se contaminaba por contacto con un cadáver no estaba obligado a hacer una ofrenda (Núm. 19: 19).
11.
En expiación.
El propósito de este sacrificio era eliminar la contaminación. Se ofrecía en la consagración de los sacerdotes (Exo. 29: 1, 14; Lev. 8: 2, 14), de los levitas (Núm. 8: 8, 12), también para la contaminación ceremonial como en este caso (Lev. 12: 6, 8; 14: 19; 15: 15) y para la consagración de objetos (Exo. 29: 36; Lev. 8: 14).
Holocausto.
Mediante esta ofrenda se hacía también dedicación.
Pecó.
Es decir, contrajo una impureza legal, y así pecó contra Dios pues no tomó las precauciones adecuadas para no ponerse en contacto con un cadáver. Compárese con el énfasis de Cristo en cuanto a la importancia de la limpieza del corazón (Mar. 7: 18-23).
Santificará su cabeza.
Otra vez retoma su estado de nazareo, reitera sus votos después de afeitarse la cabeza y reconsagrar su cabello.
12.
Consagrará.
Habiendo recobrado su limpieza, se le requería que comenzara otra vez todo el periodo de su voto de nazareo.
Un cordero.
El original hebreo dice: "El traerá un cordero, el hijo de un año, para una ofrenda de culpa". La palabra traducida "expiación por la culpa" siempre implica culpabilidad. Presentar esta ofrenda equivalía a reconocer la culpa (cf. Lev. 5: 15). 862
Serán anulados.
Los días de su voto de nazareo que ya había cumplido le eran invalidados por la contaminación.
13.
El tiempo de su nazareato.
Este puede haber sido un período variable. Sin embargo, los ejemplos de nazareato que tenemos en la Biblia en cada caso abarcan la vida entera: Sansón (juec. 13: 5), Samuel (1 Sam. 1: 11), Juan el Bautista (Luc. 1: 15).
14.
Ofrecerá su ofrenda.
Al completar el período de su voto, volvía a su forma usual de vida, de ahí la necesidad de una ofrenda por el pecado. Esta ofrenda normalmente se ofrecía antes del holocausto. La ofrenda por el pecado era por cualquier omisión de que pudiera haber sido culpable durante los días de su voto.
Ofrenda de paz.
La palabra hebrea empleada es de un origen dudoso, y podría relacionarse con la palabra "paz" o con el significado de "hacer restitución". Es una ofrenda para las ocasiones felices, una ofrenda de agradecimiento en la que el adorador come parte del sacrificio.
15.
Ofrenda.
"Oblaciones" (BJ). Es decir la ofrenda cereal de flor de harina, y las libaciones tales como las que se empleaban con el holocausto y con la ofrenda de paz del vers. 14; la ofrenda por el pecado no requería ofrenda de harina ni libaciones.
16.
Lo ofrecerá.
El sacerdote traía las ofrendas al altar.
18.
A la puerta.
La rasuración se hacía junto a la ofrenda de paz sacrificada (cf Lev. 3: 2) y el cabello era echado en el fuego del sacrificio sobre el altar que estaba delante de la puerta del tabernáculo (Exo. 40: 6). El cabello había sido dedicado a Jehová. Por lo tanto, era destruido para evitar cualquier peligro de contaminación.
19.
Espaldilla.
La espaldilla cocida había quedado lista para ser usada.
Sobre las manos.
Se lee en hebreo: "Sobre las manos vueltas hacia arriba" del nazareo (ver Exo. 29: 24; Ley. 8: 27).
20.
Mecerá aquello.
El sacerdote mecía y recibía para sí una porción mayor de la ofrenda del nazareo que de cualquier otra ofrenda, pues "la espaldilla" se añadía a "la espaldilla derecha" (o muslo derecho) que ya le había sido asignada (Lev. 7: 30-33).
Santa del sacerdote.
Esto alude a la espaldilla cocida, la porción adicional mencionada en el vers. 19. Probablemente el nazareo comía del sacrificio después de que había sido despedido por el sacerdote.
Podrá beber vino.
Tal vez quedaba en libertad de hacerlo en lo futuro. El hombre estaba entonces en libertad de vivir como los otros hombres. La palabra para "vino" es la misma que la del vers. 3.
21.
Además.
No había ley que prohibiera que el nazareo trajera holocaustos y ofrendas de paz adicionales si sus medios se lo permitían; pero se admitía una sola ofrenda por el pecado.
23.
Diciéndoles.
Esto sugiere que la bendición era pronunciada en presencia de toda la congregación (ver Lev. 9: 22; Deut. 21: 5).
24.
Te bendiga, y te guarde.
Una doble bendición de larga vida y felicidad, y protección contra pérdidas y pecados.
25.
Resplandecer su rostro.
La palabra significa "iluminar, envolver con gloria" (ver 1 Sam. 14: 29; Esd. 9: 8; Prov. 4: 18; Isa. 60: 19).
Tenga de ti misericordia.
Esto sugiere toda suerte de bondades y tierna consideración. Ningún atributo divino es más precioso para el pecador que la gracia de Dios.
26.
Alce sobre ti su rostro.
Compárese con Sal. 4: 6. Si el rostro de Jehová se oculta, la desesperación se apodera del hombre (Deut. 31: 17, 18; Job 13: 24). Si su rostro se vuelve contra el hombre, entonces la muerte y la destrucción caen sobre él (Lev. 17: 10; Sal. 30: 7; 34: 16; 44: 24, 25; 104: 29).
Paz.
Compárese con Isa. 26: 3. La palabra hebrea significa "unidad", "integridad" Y "perfección".
27.
Pondrán mi nombre.
Dios reveló personalmente su nombre (Exo. 3: 13-15; 6: 3) y es de una santidad inexpresable (Exo. 20: 7; 33: 19; 34: 6, 7).
La palabra hebrea "nombre" tiene muchos significados que son sumamente útiles: ver "por nombre" o "señal eterna" (Isa. 55: 13). Otros textos muestran la relación entre el nombre de Dios y su lugar de culto (Exo. 20: 24; Jer. 7: 10); también su carácter revelado (Amós 9: 6). La lección fundamental de la expresión "pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel" radica en que ellos eran la posesión privada de Dios, peculiarmente suyos (ver com. Exo. 19: 5) e íntimamente asociados con él (ver Deut. 28: 10; Jer. 14: 9).863
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
2 HAp 325
22-27 3JT 17
23-27 MC 217
27 MC 315

NÚMEROS - CAPÍTULO 7 - AUDIO
1 Ofrenda de los príncipes en la dedicación del tabernáculo. 10 Sus diversas ofrendas en la dedicación del altar. 89 Dios habla a Moisés desde el propiciatorio.

1 ACONTECIO que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus utensilios, y asimismo ungido y santificado el altar y todos sus utensilios,
2 entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron;
3 y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo.
4Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
5 Tómalos de ellos, y serán para el servicio del tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.
6 Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas.
7 Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio,
8 y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio bajo la mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón.
9 Pero a los hijos de Coat no les dio, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario.
10 Y los príncipes trajeron ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido, ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar.
11 Y Jehová dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.
12 Y el que ofreció su ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
13 Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
14 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
15 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
16 un macho cabrío para expiación;
17 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.
18 El segundo día ofreció Natanael hijo de Zuar, príncipe de Isacar.
19 Ofreció como su ofrenda un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
20 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
21 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
22 un macho cabrío para expiación;
23 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar.
24 El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón.
25 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
26 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
27 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
28 un macho cabrío para expiación; 864
29 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón.
30 El cuarto día, Elisur hijo de Sedeur, príncipe de los hijos de Rubén.
31 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
32 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
33 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
34 un macho cabrío para expiación;
35 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisur hijo de Sedeur.
36 El quinto día, Selumiel hijo de Zurisadai, príncipe de los hijos de Simeón.
37 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
38 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
39 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
40 un macho cabrío para expiación;
41 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisadai.
42 El sexto día, Eliasaf hijo de Deuel, príncipe de los hijos de Gad.
43 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
44 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
45 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
46 un macho cabrío para expiación;
47 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel.
48 El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud.
49 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
50 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
51 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
52 un macho cabrío para expiación;
53 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisama hijo de Amiud.
54 El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
55 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
56 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
57 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
58 un macho cabrío para expiación;
59 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de Pedasur.
60 El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
61 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
62 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
63 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
64 un macho cabrío para expiación;
65 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Abidán hijo de Gedeoni.
66 El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
67 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;865
68 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
69 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
70 un macho cabrío para expiación;
71 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahiezer hijo de Amisadai.
72 El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
73 Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
74 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
75 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
76 un macho cabrío para expiación;
77 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Pagiel hijo de Ocrán.
78 El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.
79 Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
80 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
81 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
82 un macho cabrío para expiación;
83 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahira hijo de Enán.
84 Esta fue la ofrenda que los príncipes de Israel ofrecieron para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro.
85 Cada plato de ciento treinta siclos, y cada jarro de setenta; toda la plata de la vajilla, dos mil cuatrocientos siclos, al siclo del santuario.
86 Las doce cucharas de oro llenas de incienso, de diez siclos cada cuchara, al siclo del santuario; todo el oro de las cucharas, ciento veinte siclos.
87 Todos los bueyes para holocausto, doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para expiación.
88 Y todos los bueyes de la ofrenda de paz, veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos, y sesenta los corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después que fue ungido.
89 Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.
1.
Cuando Moisés.
"El día en que Moisés" (BJ). De acuerdo con Exo. 40: 17, 18, éste habría sido el primer día del primer mes del segundo año de peregrinación. Es el día cuando se completó el tabernáculo y el ungimiento del altar (vers. 1, 10, 84, 88). El relato ahora vuelve al primer día del segundo año, el mes precedente al recuento de los ejércitos.
Acabado de levantar.
Moisés personalmente supervisó la erección del tabernáculo (Exo. 40: 18).
Lo hubo ungido.
Ver Exo. 40: 9; Lev. 8:10, 11.
2.
Los príncipes de Israel.
Este es el equivalente de "los jefes de la congregación" (caps. 1: 5, 16; 4: 34).
3.
Carros cubiertos.
Necesarios para las partes pesadas del tabernáculo, y cubiertos para proporcionar una protección adecuada contra las inclemencias del tiempo.
5.
Tómalos de ellos.
Los carros y los bueyes eran una ofrenda voluntaria (vers. 3) que debe haber sido recibida con gratitud por los levitas para efectuar el transporte. Es evidente que Moisés no aceptó el ofrecimiento hasta que fue específicamente autorizado por el Señor.
7.
Conforme a su ministerio.
Los gersonitas transportaban menos que los meraritas (vers.; ver cap. 4: 24-26, 31-33).
9.
Hijos de Coat.
Los coatitas no recibieron carros pues no estaba a su cargo la armazón misma del tabernáculo. Se encargaban del arca, la mesa del pan de la proposición, etc. 866 Esas cosas eran llevadas al hombro, sobre varas (cap. 4: 15).
10.
Ofrendas para la dedicación.
Es decir ofrecidas para el servicio santo antes de ser llevadas al altar. La ofrenda de objetos (vers. 13-17, etc.) para el servicio del altar en un sentido especial era una nueva dedicación del altar mismo. En lo que respecta a la consagración del altar, ver Exo. 29: 37; Lev. 8: 10, 15.
12.
La tribu de Judá.
Naasón, representando a su tribu, dio una contribución el primer día. Había sido nombrado para ayudar a Moisés en el censo y para ser el caudillo de Judá (caps. 1: 7; 2: 3).
13.
Jarro.
Traducido "tazones" en Exo. 27: 3 y en otros lugares.
14.
Una cuchara.
La palabra hebrea es la que se usa generalmente para la palma de la mano. Aquí se hace referencia a un recipiente semejante a un plato.
18.
Príncipe de Isacar.
La ofrenda de Natanael y la de los otros príncipes de la misma categoría de Naasón se describen en términos similares.
48.
Séptimo día.
Este puede haber sido, o no, el sábado que corresponde al séptimo día de la semana. Las palabras se refieren principalmente al séptimo día de la consagración del altar. Por lo menos uno de los días de las ofrendas de dedicación debe haber caído en sábado, si es que fueron consecutivos, como parece haber sido en este caso.
84.
Fue ungido.
Las ofrendas de dedicación de los príncipes fueron presentadas durante un período de 12 días.
89.
Oía la voz.
Jehová habló con Moisés audiblemente, así como lo había hecho con Adán y Eva en el huerto (Gén. 3: 9) y con Abrahán a la puerta de su tienda (Gén. 17: 1). En esta ocasión, sólo se permitió que Moisés entrara en el tabernáculo para oír el mensaje de Dios. Evidentemente, aun Aarón fue excluido (ver Exo. 25: 22; 40: 33, 34; Lev. 16: 2)
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
9 PP 764

NÚMEROS - CAPÍTULO 8 - AUDIO
1 Forma de encender las lámparas. 5 Consagración de los levitas. 23 Edad y duración de su servicio.

1 HABLO Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero.
3 Y Aarón lo hizo así; encendió hacia la parte anterior del candelero sus lámparas, como Jehová lo mandó a Moisés.
4 Y esta era la hechura del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero.
5 También Jehová habló a Moisés, diciendo:
6 Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos.
7 Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.
8 Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite; y tomarás otro novillo para expiación.
9 Y harás que los levitas se acerquen delante del tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel.
10 Y cuando hayas acercado a los levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas;
11 y ofrecerá Aarón los levitas delante de Jehová en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová.
12 Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerás el uno por expiación, y el otro en holocausto a Jehová, para hacer expiación por los levitas. 867
13 Y presentarás a los levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda a Jehová.
14 Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas.
15 Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el tabernáculo de reunión; serán purificados, y los ofrecerás en ofrenda.
16 Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel.
17 Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí.
18 Y he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel.
19 Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel, para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.
20 Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel.
21 Y los levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos.
22 Así vinieron después los levitas para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
23 Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:
24 Los levitas de veinticinco años arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del tabernáculo de reunión.
25 Pero desde los cincuenta años cesarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán.
26 Servirán con sus hermanos en el tabernáculo de reunión, para hacer la guardia,
pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.

2.
Cuando enciendas las lámparas.
Literalmente, "instales las lámparas".
Candelero.
Como una unidad, las siete lámparas del candelero iluminaban el santuario.
3.
Aarón lo hizo así.
Ver Exo. 27: 21; 30: 8; Lev. 24: 3; 2 Crón. 13: 11.
4.
Labrado a martillo.
Probablemente algo idéntico a la clase de obra a martillo, repujado, que ha sido común por todo el Oriente desde tiempos muy antiguos (ver Exo. 25: 18, 31, 36; 37: 7, 17-22). Estas palabras provienen de un término hebreo traducido "de plata maciza" en Núm. 10: 2 (BJ).
6.
Haz expiación por ellos.
Este ritual debía ser efectuado en beneficio de los levitas antes de que comenzaran sus deberes solemnes.
7.
El agua de la expiación.
Literalmente, "agua de transgresión", es decir el agua que quita la transgresión lavándola. Esta expresión no se encuentra en otra parte de la Biblia. No se nos dice lo que se le añadía al agua. Compárese con "aguas de amargura" y "agua de impureza" (ver com. cap. 19: 9, 18, 19) y el agua para limpiar al leproso (Lev. 14: 4-7).
Pasar la navaja.
Compárese este caso con el del nazareo (cap. 6: 9), el leproso (Lev. 14: 8) y la mujer cautiva (Deut. 21: 12).
10.
Pondrán... sus manos.
Este era un acto simbólico. Algunos comentadores piensan que quizá era llevado a cabo por los príncipes para transferir a los levitas las obligaciones de la congregación relacionadas con los servicios del tabernáculo. Los levitas eran dados a Dios en lugar de los primogénitos; y como toda la familia era santificada mediante el primogénito, así también se beneficiaba toda la congregación.
11.
Ofrecerá Aarón los levitas.
Esta orden se repite tres veces (vers. 11, 13, 15). Los levitas eran una ofrenda viviente para el servicio (ver Rom. 12: 1).
16.
Enteramente me son dedicados.
Ver com. cap. 3: 9.
En lugar de todo primer nacido.
Los cuales pertenecían a Dios (vers. 17, 18; cf. cap. 3: 12, 13). 868
19.
Reconcilien.
Literalrnente, "hacer una cobertura", la misma raíz de la cual viene la palabra traducida "propiciatorio". Al efectuar estos servicios, los levitas hacían expiación por los hijos de Israel.
Plaga.
Con frecuencia, un castigo por la desobediencia (Exo. 12: 13; 30: 12; Jos. 22: 17). Los levitas se colocaban entre Dios y la Congregación, proporcionándole así una cobertura (expiación) para ella.
21.
Se puirificaron.
Literalmente, "quedaron libres de pecado", con referencia a la preparación personal requerida y no a las aspersiones ceremoniales (vers. 7).
24.
Veinticinco.
Un levita, entre las edades de 25 y 50 años, debía aceptar las responsabiliades de los servicios del tabernáculo. Quedaba libre de tales deberes a los 50. Le quedaba el privilegio de realizar servicios menores en el santuario voluntariamente, como un motivo de honra. No era jubilado arbitrariamente contra sus propios deseos.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
16 PP 281


NÚMEROS - CAPÍTULO 9 - AUDIO
1 Se vuelve a ordenar la celebración de la Pascua. 6 Se permite una segunda pascua para los que estaban impuros o ausentes. 15 La nube guía a los israelitas en sus viajes.
1 HABLO Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:
2 Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo.
3 El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis.
4 Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen la pascua.
5 Celebraron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
6 Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día,
7 y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto;
¿Por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel?
8 Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros.
9 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes que estuviera inmundo por causa de muerto o estuviera de viaje lejos celebrará la pascua a Jehová.
11 En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán;
con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán.
12 No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.
13 Mas el que estuviera limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.
14 Y si morare con vosotros extranjero, y celebraré la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra.
15 El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. 869
16 Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego.
17 Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel.
18 Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados.
19 Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían.
20 Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían.
21 Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.
22 O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían.
23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
1.
El mes primero.
No se da el día exacto, pero es el mes en que se erigió el tabernáculo, el mes anterior al censo.
Segundo año.
El segundo contado inclusivamente. El primero fue el año en que se efectuó el éxodo (ver págs. 191, 192, 196, 197).
2.
Pascua.
Evidentemente la primera después de la promulgación de la ley. Parece ser nuevo el problema de las impurezas rituales, de las cuales son un prefacio estas observaciones (vers. 6-8).
3.
Entre las dos tardes.
Es difícil determinar el significado preciso de esta frase (ver com. Exo. 12: 6). La misma expresión también se encuentra en Exo. 16: 12; 29: 39, 41; 30: 8; Núm. 28: 4.
Ritos.
Ver Exo. 12: 3-28, 42-49; cf. 1 Cor. 5: 7; Col. 1: 14; Efe. 1: 7.
6.
A causa de muerto.
Por eso estaban inmundos (cap. 19: 11). Como en los caps. 5: 2; 6: 11, la palabra hebrea aquí traducida "muerto" es néfesh, "alma".
No pudieron celebrar.
Una persona inmunda que participaba de una festividad ceremonial debía ser "cortada" de su pueblo (Lev. 7: 20). Acerca de "cortada" ver com. Exo. 12: 15.
8.
Oiré.
Moisés no ofreció ninguna solución sin buscar la dirección divina (Núm. 15: 34; 27: 5; Lev. 24: 12).
10.
Descendientes.
Esta es una provisión para las generaciones futuras.
11.
Los catorce días del mes.
Se dedicó un mes a una preparación cabal, antes de observar la pascua.
12.
Ni quebrarán hueso.
Ver Exo. 12: 46; cf. Sal. 34: 20; Juan 19: 36.
13.
Será cortada.
Ver com. Gén. 17: 14; Exo. 12: 15,
14.
Extranjero.
"Forastero" (BJ). Literalmente, "peregrino", uno que se había radicado entre los hebreos. Uno completamente ajeno, un extranjero (de una palabra hebrea diferente), no hubiera tenido permiso para comer de la pascua (Exo. 12: 45, 48).
15.
Tienda del testimonio.
La expresión hebrea así traducida aparece sólo aquí y, como "tabernáculo del testimonio", en Núm. 17: 7, 8; 18: 2; 2 Crón. 24: 6.
Testimonio.
Es decir, las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios y colocadas dentro del arca. Esta ley moral, el Decálogo, era la piedra fundamental sobre la cual estaba basado el judaísmo. La nube cubría aquella parte del santuario que contenía el arca, en la cual descansaba la santa ley, los Diez Mandamientos.
Apariencia de fuego.
En Gén. 15: 17 Dios es representado con una figura similar.
18.
Mandato de Jehová.
Literalmente, "ante la boca de Jehová". No se nos dice si se pronunciaba una orden de viva voz. En todo caso, el alejamiento de la nube anunciaba el tiempo para levantar el campamento.
22.
O un año.
La palabra traducida "año" es literalmente "días". El sustantivo plural sugiere un período indefinido. La misma palabra hebrea se traduce de una manera diferente en Gén. 4: 3; 40: 4. Véase también Lev. 25: 29, donde la expresión "un año entero" (Bj) proviene de la misma palabra, "días".
Es sumamente atrayente el relato de la 870 forma en que dependió la iglesia de la dirección personal de Dios. Dios eligió la ruta, los lugares de reposo y la longitud de la permanencia en cada uno de ellos. La señal visible de su presencia en el desierto debe haber sido grandemente animadora, pues proporcionaba un vigoroso incentivo para la fe. En cuanto a las lecciones respecto a la nube, ver Exo. 13: 21; 14: 19, 20, 24; Lev. 16: 2; Neh. 9: 19.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
12 DTG 716

NUMEROS - CAPÍTULO 10 - AUDIO
1 Uso de las trompetas de plata. 11 Los israelitas se trasladan del Sinaí a Parán. 14 El orden de marcha. 29 Moisés ruega a Hobab que no los deje. 33 Bendición de Moisés al mover y al asentar el arca.

1 Jehova habló a Moisés, diciendo:
2 Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos.
3 Y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante ti a la puerta del tabernáculo de reunión.
4 Mas cuando tocaron sólo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, los jefes de los millares de Israel.
5 Y cuando tocareis alarma, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al oriente.
6 Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas.
7 Pero para reunir la congregación tocaréis, mas no con sonido de alarma.
8 Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones.
9 Y cuando salierais a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.
10 Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.
11 En el año segundo, en el mes segundo, a los veinte días del mes, la nube se alzó del tabernáculo del testimonio.
12 Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Parán.
13 Partieron la primera vez al mandato de Jehová por medio de Moisés.
14 La bandera del campamento de los hijos de Judá comenzó a marchar primero, por sus ejércitos; y Naasón hijo de Aminadab estaba sobre su cuerpo de ejército.
15 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar.
16 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.
17 Después que estaba ya desarmado el tabernáculo, se movieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.
18 Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de Rubén por sus ejércitos; y Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su cuerpo de ejército.
19 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
20 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Deuel.
21 Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entretanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabernáculo.
22 Después comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Efraín por sus ejércitos; y Elisama hijo de Amiud estaba sobre su cuerpo de ejército. 871
23 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
24 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
25 Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Dan por sus ejércitos, a retaguardia de todos los campamentos; y Ahiezer hijo de Amisadai estaba sobre su cuerpo de ejército.
26 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
27 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.
28 Este era el orden de marcha de los hijos de Israel por sus ejércitos cuando partían.
29 Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel.
30 Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela.
31 Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.
32 Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.
33 Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.
34 Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento.
35 Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
36 Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel.

COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA

2.
Trompetas de plata.
Hay tres palabras hebreas del AT que se traducen como "trompeta". Una es el cuerno de carnero usado en el Sinaí (Exo. 19: 13) y en Jericó (Jos. 6: 5). Había la trompeta empleada en las convocaciones seculares; además la que es llamada "clarín" por algunos escritores. Era un tubo recto y delgado con una abertura abocinada.
3.
Cuando las tocaren.
El sonido de ambas trompetas era una convocación para todo el campamento. En cuanto a un resonar significativo de las trompetas, véase Joel 2: 15.
5.
Tocareis alarma.
La palabra traducida "alarma" ha sido vertida como "voces" en Jer. 20: 16 y "estruendo" en Amós 1: 14.
8.
Los sacerdotes.
Puesto que se usaban las trompetas para prácticas religiosas y resonaban en armonía con los deseos expresados por Dios, resultaba natural colocar esos instrumentos bajo la custodia de los sacerdotes y que sólo ellos las tocaran.
9.
En vuestra tierra.
La referencia es a la Tierra Santa, cuando hubieran cesado sus peregrinaciones y hubiera terminado el uso para el cual fueron hechas las trompetas.
10.
El día de vuestra alegría.
Esto significaba cualquier ocasión nacional de acción de gracias (ver 2 Crón. 5: 12, 13; 7: 6; 29: 27; Est. 9: 19; Juan 10: 22).
En vuestras solemnidades.
Literalmente, "en vuestras reuniones establecidas", con referencia a la pascua, la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las semanas, la fiesta de las trompetas, el día de la expiación, la fiesta de los tabernáculos (Lev. 23).
Principios de vuestros meses.
Es decir, el primer día de cada mes, o cada nueva luna (ver artículo sobre el calendario judío en el t. ll).
11.
A los veinte días del mes.
Esta fue la primera jornada de los israelitas, cuando partieron del desierto del Sinaí, donde habían acampado durante casi un año (ver Exo. 16: 1; 19: 1).
Año segundo.
Un año y un poco más de un mes desde el comienzo del éxodo (ver págs. 196, 197).
La nube se alzó.
La nube ya había descansado sobre el tabernáculo durante 1 mes y 19 días (Exo. 40: 17, 34).
12.
Desierto de Parán.
No se han determinado los límites precisos de este desierto. En términos generales, estaba limitado por el golfo de Akaba al este, el golfo de Suez al oeste y las montañas del Sinaí al sur. Era la morada de Ismael (Gén. 21: 21; cf. Gén. 14: 6; Deut. 33: 2; Hab. 3: 3).
14.
Naasón.
En cada caso, el príncipe (vers. 14-27) era el caudillo nombrado para su tribu 872 (cap. 1: 4-16) y daba todas las órdenes cuando estaban en marcha.
21.
El santuario.
Esto no se refiere al tabernáculo, o tienda, a cargo de los gersonitas y los meraritas, sino a las cosas santas -el arca, etc.- llevadas sobre los hombros de los coatitas (cap. 4: 4, 15).
25.
Retaguardia.
Literalmente, "el colector". Neftalí, parte de la división comandada por Dan, estaba en realidad en la misma retaguardia. La palabra se aplica a Dios como protector en Isa. 52: 12; 58: 8.
29.
Hobab.
Este versículo no aclara si Ragüel u Hobab era el suegro de Moisés, pues la palabra tan sólo significa un "pariente político" de cualquier naturaleza. El contexto debe determinar cada caso. Pero Ragüel (o Reuel) era el suegro (Exo. 2: 16-21), puesto que su hijo Hobab era el cuñado de Moisés (ver PP 681).
31.
Tú conoces.
Como morador del desierto, Hobab estaba bien familiarizado con su topografía y sus caminos y sabía dónde buscar agua.
32.
Si vienes con nosotros.
Quizá al fin Hobab consintió en acompañarlos, pues los hijos de Hobab moraron entre los hijos de Judá (Juec. 1: 16; 4: 11).
33.
Arca del pacto.
Es decir, de los Diez Mandamientos (Núm. 14: 44; Deut. 10: 8; 31: 9, 25; Jos. 4: 7, 18; 6: 8). Un pacto es un convenio. El pacto entre Dios y los israelitas era un convenio en el que ambos participaron. Por este pacto, ellos debían ser pueblo de Dios, debían obedecerle y debían convertirse en sus representantes ante el mundo, y por su parte él los bendeciría y sería su Dios (ver com. Exo. 19: 5 y 24: 7). Debido a su elección voluntaria de aceptar el papel de ser el pueblo escogido de Dios, él les dio los Diez Mandamientos, que prometieron obedecer como su parte en el convenio (Exo. 19: 8; 24: 3, 7). Con justicia los Diez Mandamientos, escritos por la mano de Dios sobre dos tablas de piedra, llegaron a ser llamados el "pacto" (Deut. 4: 13), pues constituían una copia escrita de las condiciones sobre las que se basaba el pacto. Por lo tanto, el arca misma, que contenía los Diez Mandamientos, llegó a ser conocida como "el arca del pacto" (ver com. Exo. 25: 16 y Núm. 1: 50).
35.
Moisés decía.
La partida de los hijos de Israel, en su marcha hacia la Tierra Santa, fue una demostración de fe y esperanza. Sobre Moisés descansaba la mayor responsabilidad. Los vers. 35 y 36 registran su oración matutina en la que pedía una buena jornada diurna y su oración vespertina en la que pedía descanso y protección. El apóstol Pablo habla de los israelitas, que "en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar" (1 Cor. 10: 2).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
33 PP 393
34-36 SR 157 .
35, 36 Ed 36; PP 394


NÚMEROS - CAPÍTULO 11 - AUDIO
1 Incendio en Tabera provocado por la ira de Jehová y detenido por la oración de Moisés. 4 La gente siente vivo deseo de comer carne y rechaza el maná. 10 Moisés se queja de su cargo. 16 Dios divide su responsabilidades entre setenta ancianos. 31 Dios envía codornices en Kibrot- hataava.

1 ACONTECIÓ que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.
2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.
3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 873
6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.
7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.
8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.
9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.
10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada una a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.
11 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?
13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.
14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.
15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.
17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.
19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,
20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?
21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: les daré carne, y comerán un mes entero!
22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?
23 Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.
24 Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo.
25 Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.
26 Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.
27 Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.
28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.
29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.
30 Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel.
31 Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.
32 Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento.
33 Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la 874 ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.
34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.
35 De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó en Hazerot.

COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA
1.
El pueblo se quejó.
Literalmente, ellos "fueron como murmuradores del mal". Es decir, mal en el sentido de infortunio, desgracia. Quizá el desierto les parecía una trampa de muerte. Aterrorizados por su propia imaginación, comenzaron a predecir toda suerte de males que allí les sobrevendrían.
Los extremos del campamento. La gente extranjera (ver com. vers. 4) estaba en los bordes del campamento, pues el arreglo por tribus (cap. 2) no les dejaba otro lugar.
2.
Moisés oró.
Moisés era un gran hombre de oración, siempre listo para interceder por otros (ver caps. 12: 13; 14: 13-19; 16: 22).
3.
Tabera.
Este lugar sólo es mencionado una vez más (Deut. 9: 22). Nunca ha sido identificada su ubicación. El nombre proviene de un verbo que significa "quemar", "consumir", "exterminar".
4.
La gente extranjera.
Del Heb. ha'safsúf, una repetición del verbo 'asáf, "recoger". Se ha sugerido la palabra "gentuza" como una traducción moderna adecuada. En cuanto a la identidad de esa gente, ver com. Exo. 12: 38 (ver también Deut, 29: 11; Jos. 8: 35).
Tuvo un vivo deseo.
Literalmente, "tuvo un gran anhelo" (ver Sal. 106: 14; 78: 29).
Los hijos de Israel también volvieron a llorar.
Para los israelitas esto llegó a ser casi un hábito en momentos de disgusto y enojo (Núm. 14: 1; Deut. 1: 45; 34: 8; Juec. 2: 4; 20: 23, 26; 21: 2).
A comer carne.
Los israelitas eran ricos en ganado cuando salieron de Egipto (Exo. 12: 32, 38; 17: 3; 34: 3; Núm. 32: 1). Pero quizá no todos los israelitas tenían grandes rebaños y manadas, y sin duda la cantidad que tenían no era suficiente para proporcionarles un régimen regular de carne para todos, aun suponiendo que eso hubiera sido lo mejor para ellos.
5.
Nos acordamos.
Compárese con Exo. 16: 3.
Pescado.
Común y muy barato en Egipto (Exo. 7: 21; Isa. 19: 8).
Pepinos.
Refrescantes en los climas cálidos (Isa. 1: 8). Por supuesto, tales cosas no se conseguían en el desierto.
Melones.
Las sandías son un alimento favorito en los países cálidos y secos. Los pescados y las verduras que se mencionan en este versículo eran el alimento de las clases más pobres de Egipto, como todavía lo son hoy día.
6.
Nuestra alma se seca.
Por la falta de frutas y verduras que contenían mucha agua y que son especialmente refrescantes en un clima cálido y seco.
Maná.
El original hebreo dice: "No hay nada sobre lo cual caigan nuestros ojos, excepto este maná". Jesús usó el maná como un símbolo del alimento espiritual que nos es dado gratuitamente del cielo (Juan 6: 30-35, 41-58). Al cristiano vencedor se le promete "el maná escondido" (Apoc. 2: 17).
7.
Semilla de culantro.
De forma redonda, de color claro (Exo. 16: 14), tan fácilmente visto como el bedelio (Gén. 2: 12) en la luz del sol del desierto.
8.
Su sabor.
Es decir, tenía un gusto fresco y apetitoso como alimento recién cocido o frito en buen aceite. También sabía a barquillos hechos con miel (Exo. 16: 31).
9.
Cuando descendía el rocío.
El maná caía sobre la tierra, refrigerante y fresco, juntamente con el rocío (ver Sal. 78: 23-25).
10.
Cada uno.
Los orientales tienen la costumbre de participar a todo el mundo sus pesares y su duelo. En este caso hay toda la apariencia de un plan preconcebido de acción concertada; cada familia se lamentaba en voz alta y a la puerta de su tienda.
11.
Has hecho mal a tu siervo.
Moisés se refiere a su nombramiento como caudillo del pueblo, que ahora exageraba sus pruebas y rápidamente olvidaba sus bendiciones (ver Exo. 33: 1-3).
12.
Como lleva la que cría.
Moisés habla de Jehová como el que engendró a los hijos de Israel (Deut. 32: 18), sus hijos que le dieron problemas (Ose. 11: 1-3). Compárese este versículo con otras expresiones de la solicitud y del cuidado divinos (Deut. 1: 31; Isa. 40: 11; 16: 3; Ose. 11: 3, 4).
13.
De dónde.
Compárese esto con la expeiencia de los discípulos registrada en Mat. 15: 33; Mar. 8: 4. 875
14.
No puedo.
En realidad Moisés se mostró tan irrazonable como el pueblo, pues Dios nunca dejó solo a Moisés ni esperaba que él alimentara al campamento por su propia cuenta.
15.
Me des muerte.
El significado es "mátame y termina con eso" (ver Exo. 32: 32; 1 Rey. 19: 4).
16.
Setenta varones.
Estos ancianos (ver Exo. 24: 1, 9) eran hombres prominentes de diversas familias (Exo. 12: 21; cf. 1 Sam. 4: 3; 8: 4; 2 Sam. 17: 15).
Principales.
Esta es la palabra usada para designar a los capataces israelitas que trabajaban bajo los jefes de cuadrillas egipcios (Exo. 5: 15). El significado original de la palabra es "arreglador", "organizador", "secretario".
17.
Del espíritu.
Compárese esto con la transferencia del "espíritu de Elías" (2 Rey. 2: 15) a Eliseo. Aquí se hace referencia a los dones y actividades del Espíritu Santo como factores dinamizantes del espíritu del hombre para llevar a cabo los planes de Dios.
18.
Santificaos.
Una palabra usada con referencia a la purificación ceremonial mediante abluciones y abstenciones (ver cap. 19: 10, 14) y como una preparación para el sacrificio (Gén. 35: 2). La misma palabra es traducida "señálalos" como para una matanza, en Jer. 12: 3. Algunos comentadores judíos le daban ese significado aquí. En realidad, la palabra en sí misma es ambigua por lo que puede significar prepararse para bien o para mal.
20.
Menospreciasteis.
La palabra original tiene el sentido de "rechazar" (Jer. 6: 19; 7: 29; 8: 9; Ose. 4: 6).
23.
Se ha acortado.
Ver Isa. 50: 2; 59: 1.
25.
En la nube.
La misma palabra significa "una masa de nubes". Se usa en circunstancias diversas, como se ve en Gén. 9: 13; Exo. 13: 21, 22; 24: 18; Eze. 8: 11; 30: 3; Joel 2: 2; Sof. 1: 15.
26.
Los inscritos.
Es decir, en la lista de los 70, pero todavía no se habían unido a ellos.
29.
Espíritu.
Como instrumento de Dios (Gén. 1: 2; Juec. 3: 10; Isa. 11: 2; Joel 2: 28).
31.
Un viento.
Compárese con el uso que Dios dio al viento en Gén. 8: 1; Exo. 10: 13, 19; 14: 21.
Trajo codornices.
El verbo traducido "trajo" significa "quitar cortando", "seccionar", "separar". Indudablemente, la idea es que Jehová usó el viento para separar la bandada de su lugar de descanso a la orilla del mar y la trajo al campamento.
Dos codos.
Aproximadamente un metro. Una altura fácil de alcanzar para capturar las aves.
32.
Diez montones.
Literalmente, "diez hombres". Equivalen aproximadamente a algo más de 2 m cúbicos.
Las tendieron.
Tal vez para desecarlas y curarlas.
33.
Plaga.
A lo largo del libro de Números, varias plagas son el resultado de la desobediencia y de la rebelión (ver caps. 16: 47; 25: 9).
34.
Kibrot-hataava.
Este lugar no puede ser identificado con exactitud. El significado es "las tumbas de los codiciosos".
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-35 PP 397-401
1-6 PP 397
4 PP 325
5 1JT 34; MJ 125; 1T 137
8 3JT 21; PP 301
11, 13, 14 PP 398
16, 17 Ed 35
16-20 PP 398
16-23 CPA 449
21-28 PP 399
24, 25 PP 391
29 PP 400
31-33 CRA 450, 452; MC 240; PP 400
35 PP 401 876


NÚMEROS - CAPÍTULO 12 - AUDIO
1 Dios reprocha la sedición de María y Aarón. 10 La oración de Moisés cura la lepra de María. 14 Dios la hace echar fuera del campamento.

1 MARIA y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.
2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.
3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.
5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.
6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Porqué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.
10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
11 Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.
12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.
13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.
14 Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación.
15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.
16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.

COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA
NÚMEROS CAP. 12

1.
María y Aarón.
El nombre de María es dado en primer término pues ella presidió en la murmuración.
Hablaron.
El verbo hebreo está en género femenino y en número singular, lo que señala a María como la instigadora: "Ella habló".
Mujer cusita.
Ver com. Gén. 10: 6. El padre de Séfora era en realidad madianita (Exo. 2: 16-19; 3: l) y, por lo tanto, descendiente de Abrahán (Gén. 25: 1, 2; PP 402). Al reunirse con Moisés en el monte Sinaí (ver com. Exo. 4: 25 y 18: 2), Séfora había observado las pesadas responsabilidades que llevaba su esposo y le había expresado a Jetro sus temores por el bienestar de Moisés. Por lo tanto, Jetro le aconsejó a su yerno que eligiera a otros para que compartieran las responsabilidades de la administración con él. Cuando Moisés siguió este consejo sin consultar primero con María y Aarón, ellos quedaron celosos con él y echaron la culpa a Séfora porque consideraban que Moisés no los había tomado en cuenta (ver PP 402). El hecho de que Séfora fuera madianita, aunque adoradora del Dios verdadero, fue usado por María y Aarón meramente como una excusa para rebelarse contra la autoridad de Moisés. El no violó el principio de no casarse con paganos cuando la tomó como esposa, de lo que indudablemente lo acusaban.
2.
Solamente por Moisés ha hablado.
El hermano y la hermana aquí pretenden igualdad con Moisés, ignorando que Dios lo había colocado en una posición singular de autoridad (ver Exo. 4: 10-16; Deut. 34: 10).
Lo oyó Jehová.
El oye todas las quejas contra sus siervos (ver Núm. 11: 1; 2 Rey. 19: 4; Mal. 3: 16).
3.
Manso.
De una raíz que significa "humilde", 877 "sumiso", "modesto". La misma palabra se traduce de varias maneras, como "pobres" (Job 24: 4), "afligidos" (Sal. 9: 12) y "humildes" (Prov. 3: 34; 16: 19). El rasgo de carácter que aquí se describe como humildad es esencial para ser dirigente en la causa de Dios. Moisés no era naturalmente humilde (Exo. 2: 11-14); desarrolló esa cualidad como resultado de los 40 años pasados en la dura escuela del desierto de Madián. Sólo un hombre humilde sabe cómo ser sumiso ante Dios y ante sus subordinados y, al mismo tiempo, ser un caudillo valiente y dinámico. No hay lugar en la obra de Dios para un dirigente que cree tener la prerrogativa de dominar a sus colaboradores y ser su dictador.
6.
En visión.
Dios siempre ha revelado su voluntad a sus siervos los profetas mediante visiones y sueños, y promete continuar haciéndolo (Joel 2: 28; Amós 3: 7). Tomando como base Joel 2: 28, se ha sugerido que las "visiones" generalmente son concedidas a hombres y mujeres más jóvenes, y "sueños" a los que son mayores. Una "visión manifiesta" (1 Sam. 3: 1, Val. ant.) es una experiencia extenuante que agota físicamente (ver Dan. 10: 8-11, 16-19). Varios de los profetas hablan de experiencias similares a la de Daniel. Los sueños inspirados parecen extenuar menos al que los recibe.
7.
Mi siervo Moisés.
También es descrito así en Exo. 14: 31; Deut. 34: 5. Esta expresión también es aplicada a otros (Gén. 26: 24; Job 1: 8). Compárese la referencia que se hace a estas palabras en Heb. 3: 5.
Mi casa.
Aquí se refiere al pueblo de Dios (ver Heb. 3: 2, 5).
8.
Cara a cara.
Es decir, directamente, sin intermediarios.
La apariencia de Jehová.
No el verdadero ser de Dios, sino alguna forma visible que un hombre pudiera ver y apreciar. La palabra traducida aquí "apariencia" a veces se traduce "figura", "imagen", "semejanza" (Deut. 4: 15, 16, 23, 25; Sal. 17: 15; Isa. 40: 18; cf. Juan 1: 18 y 1 Tim. 6: 16).
Hablar contra mi siervo.
La equivocación fundamental de María fue la falta de respeto y la rebelión contra la autoridad legalmente constituida, en este caso instituida por Dios mismo. Los errores de criterio de parte de los dirigentes que Dios emplea hoy día no son una excusa para negarles nuestro leal apoyo. Por ejemplo, David permaneció leal en palabra y en hecho al rey Saúl, a pesar de que éste quería matarlo. "Guárdeme Jehová -dijo David - de extender mi mano contra el ungido de Jehová" (1 Sam. 26: 11). Aunque Cristo condenaba la hipocresía de los fariseos, ordenó a sus discípulos que cooperaran con ellos como los dirigentes legítimos de la nación (Mat. 23: 3). Cuando una persona se siente tentada a preguntar acerca de algún dirigente de la iglesia: "¿Y qué de éste?", el Señor responde como en los días de Pedro: "¿Qué a ti? Sígueme tú" (Juan 21: 21, 22). Es explícito el consejo de Pablo: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos " (Rom. 12: 19), y luego cita las Escrituras: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Cada verdadero discípulo del Maestro hoy día será leal a los que tienen autoridad dentro de la iglesia, aunque parezca que han errado en su juicio (1 Tim. 5: 1; Tito 3: 1).
10.
Leprosa como la nieve.
Compárese con Exo. 4: 6; 2 Rey. 5: 27; 2 Crón. 26: 19-21. Aarón no recibió castigo físico. Evidentemente todo el clamor fue promovido por María, quien recibió su merecido.
11.
No pongas ahora sobre nosotros este pecado.
En Zac. 14: 19 la misma palabra hebrea se traduce "castigo", puesto que se refiere tanto al pecado como a su castigo.
12.
Como el que nace muerto.
Es decir, condenado a morir. Ella fue alejada de los otros como una criminal.
14.
Escupido en su rostro.
Entre los orientales se supone que escupir tiene efectos tanto buenos como malos (ver Deut. 25: 9; Job 30: 10; Mar. 7: 33; 8: 23). Entre algunos pueblos, se supone que escupir es el medio de transferir poderes sobrehumanos.
Después.
Las palabras del vers. 14, según las cuales María podría volver una semana después de haber sido atacada de lepra, implican que fue sanada inmediatamente (ver vers. 13), y ahí mismo comenzó el ritual de purificación (Lev. 13: 4).


COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-16 PP 402-406
1, 2 PP 402
3 CE (1949) 38; DMJ 20; FE 508; PP 255, 403; 3T 2971 34 l; 4T 368
5, 7-16 PP 404
8 PP 418 878



NÚMEROS - CAPÍTULO 13
- AUDIO
1 Nombres de las personas que fueron enviadas como espías a Canaán. 17 Sus instrucciones. 21 Sus andanzas. 26 Su informe.

1 Y JEHOVA habló a Moisés, diciendo:
2 Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.
3 Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.
4 Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.
5 De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.
6 De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.
7 De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.
8 De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.
9 De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.
10 De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.
11 De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.
12 De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.
13 De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.
14 De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.
15 De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.
16 Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.
17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,
18 y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;
19 cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;
20 y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas.
21 Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.
22 Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrán; y allí estaban Abimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrán fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.
23 Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.
24 Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.
25 Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
26 Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.
27 Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.
28 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.
29 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.
33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, 879 a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

 

COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA
NÚMEROS CAP. 13


1.
Jehová habló.
Deut, 1: 22 aclara que aquí Dios accede a un pedido hecho originalmente por el pueblo.
2.
Canaán.
Prometida a Abrahán (Gén. 17: 8), a Jacob (Gén. 48: 3, 4; Sal. 105: 10, 11) y a Moisés (Exo. 6: 4). Dios amonestó a los israelitas a obedecer sus leyes y a no contaminar la tierra, para que no fueran arrojados de ella, como ocurrió con sus moradores anteriores (Lev. 18: 3, 24-28; cf. Exo. 16: 29).
3.
La palabra.
Esta fue dada a Moisés en "el tiempo de las primeras uvas" (vers. 20), lo que ubicaría este incidente en torno del quinto mes, del segundo año, después de que Israel salió de Egipto.
Desde el desierto de Parán.
Es decir, de Cades-barnea (Núm. 32: 8; Deut. 1: 19-22; 9: 23; Jos. 14: 7).
Príncipes.
Los gobernantes de centenares y millares (Exo. 18: 25) y príncipes de las tribus (Núm. 1: 16). Pero evidentemente éstos eran caudillos de una categoría inferior dentro de las tribus.
16.
Josué.
Este nombre puede haber sido dado a Oseas de la tribu de Efraín (vers. 8) poco después de que salieron de Egipto los hijos de Israel; de lo contrario, es usado anticipadamente en Exo. 17: 9. El nombre Oseas significa "salvación", y Josué una forma abreviada de Jehosué, "Jehová es salvación". Comúnmente los nombres bíblicos son significativos (ver Apoc. 2: 13, 17; 3: 12; 14: 1; 19: 12, 13, 16; 21: 12, 14; 22: 4).
17.
Al Neguev.
La zona meridional de Palestina (ver com. Gén. 12: 9). En realidad los espías fueron de Cades hacia el norte para llegar a la zona del "sur". Esta palabra - de una raíz que significa "seco" o "agostado"- generalmente se aplica a la zona desértico del límite meridional de Palestina. Esta era una región de transición entre el desierto meridional y la tierra más cultivable del norte, y por lo tanto buena para el pastoreo de ganado. Esta zona se conoce hoy día con el mismo nombre. En vista de que el Neguev está al sur de Palestina, la palabra llegó a ser el término hebreo usual para "sur".
Al monte.
La zona montañosa de la Palestina central (ver com. vers. 29).
20.
Fértil.
Ver Neh. 9: 25, 35.
21.
Desierto de Zin.
No debiera confundirse con el desierto de Sin, cerca del Sinaí (Exo. 16: 1). Cades estaba situada en el desierto de Zin (Núm. 20: 1; 27: 14; 33: 36; 34: 3, 4; Deut. 32: 51; Jos. 15: 1, 3) que estaba incluido en el desierto de Parán o unido con él (ver cap. 13: 3).
Hasta Rehob.
Este podría haber sido el Rehob cerca del mar de Galilea, u otro más al norte cerca del río Orontes.
22.
Hebrón.
Una ciudad a unos 30 km al sur de Jerusalén (Juec. 1: 10).
Hijos de Anac.
Algunos piensan que el nombre significa "los hijos del cuello", de lo que se inferiría que era gente de cuello muy largo. La palabra que sirve de raíz es traducida "collares" y "gargantillas". Es decir un collar para el cuello (Juec. 8: 26; Prov. 1: 9; Cant. 4: 9). Se infiere que los habitantes en torno de Hebrón eran altos y delgados (ver Deut. 1: 28; 9: 2).
23.
El arroyo de Escol.
'Eshcol significa "racimo". La misma palabra aparece en Gén. 40: 10; Deut. 32: 32; Isa. 65: 8; Miq. 7: 1.
27.
Leche y miel.
Un término general para expresar abundancia (ver com. Exo. 3: 8; cf. 13: 5; 33: 3). En esa época, Palestina era mucho menos seca y árida de lo que es hoy día (ver com. Gén. 12: 6).
28.
Mas.
La palabra aquí traducida "mas" sugiere algo imposible para el hombre. Su uso en este caso implica la falta de fe de ellos y revela su pecado. Si tan sólo hubieran presentado los hechos, habrían hecho todo lo que se requería de ellos, pero al usar esta palabra añadieron su opinión privada de que la tarea que tenían por delante era más de lo que podía realizar la fuerza de Israel.
29.
Amalec.
Descendientes de Esaú (ver com. Gén. 36: 12). Los amalecitas eran una tribu nómada de la zona desértica del sur de Palestina. En cuanto a su primer ataque contra Israel, ver Exo. 17: 8-16.
El heteo.
Súbditos de un imperio poderoso (ver com. Gén. 10: 15).
El jebuseo.
Un pueblo relativamente poco importante de las proximidades de Jerusalén, más tarde conquistado por David (2 Sam. 5: 6; ver com. Gén. 10: 16).
El amorreo.
Residuo de un pueblo antes poderoso. Se encontraba en la zona montañosa de la que se habla en Deut. 1: 19, 44 y en otros lugares (ver com. Gén. 10: 16). 880
junto al mar.
Es decir, el Mediterráneo.
La ribera del Jordán.
A lo largo o, literalmente, "por la mano" del jordán (ver cap. 2: 17).
30.
Caleb.
Quizá Josué era más guerrero que orador público (ver cap. 14: 6).
32.
Hablaron mal.
El mensaje dado fue completamente desanimador, aunque no necesariamente falso en lo que atañe a los hechos. La palabra traducida "hablaron" significa "inventar", "divulgar". Sin duda las apariencias parecían justificar el mal informe. Desde un punto de vista humano, la conquista de Canaán puede haber parecido imposible. Pero Dios les había prometido la tierra y les ordenó que entraran y la subyugaran. Su fracaso en realizar entonces lo indicado reflejaba duda en cuanto al poder de Dios para darles Canaán. El elocuente argumento de Pablo en favor de la fe se refiere a la triste experiencia de Cades-barnea como a una lección plena de significado para los cristianos (Heb. 3: 8 a 4: 16).
Traga a sus moradores.
No es claro el significado de la expresión así traducida. Difícilmente puede referirse a la pobreza de la tierra, puesto que acababa de ser descrita como una tierra que fluye leche y miel (vers. 27). Era una contradicción de su informe de que Canaán era una tierra fértil (vers. 27). La referencia a la condición física superior de los gigantes también parecería desmentir su informe.
Hombres de grande estatura.
Amós 2: 9 describe a los amorreos, altos como cedros y fuertes como encinas.
33.
Gigantes.
La palabra traducida "gigantes" podría provenir del verbo "caer". La misma palabra se usa en Gén. 6: 4. Esto podría referirse a hombres que cayeron por la espada, indicando así que la tierra tragaba a los habitantes (vers. 32), o podría significar hombres cuya estatura gigantesca hace que decaiga el corazón de otros debido al temor (ver com. Gén. 6: 4). El verbo afín se usa para expresar muerte violenta (1 Sam. 4: 10; 14: 13).
Como langostas.
En Isa. 40: 22 se usa la misma expresión aplicada a los hombres a la vista de Dios. Tales cuadros verbales son comunes en los idiomas semíticos (1 Sam. 24: 14; 26: 20; 1 Rey. 20: 27).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-33 CV 106; PP 407-409
1, 2 CV 106; SR 158
2 PP 407
7 4T 148
17-25 PP 407
23-29 SR 158
25-27 CV 106
27 PP 408; 5T 376
28 CV 106; 5T 376
28, 29 PP 408
30 CV 106; 2JT 29; MeM 320; SC 292; 5T 303, 376, 383
30, 31 Ed 144; PE 14
30-33 PP 409; SR 159
31 CV 106; 5T 377
32 CV 106; PP 409
32, 33 5T 377
33 CV 106; 4T 148



NÚMEROS - CAPÍTULO 14 - AUDIO
1 Las noticias de los espías hacen murmurar al pueblo. 6 Josué y Caleb procuran calmarlos. 11 Dios amenaza al pueblo. 13 Moisés persuade a Dios y consigue su perdón. 26 Se anuncia a los murmuradores que no podrán entrar en la tierra prometida. 36 Muerte de los espías sediciosos. 40 Derrota de los israelitas que entran en la tierra prometida contra la voluntad

1 ENTONCES toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.
2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!
3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvemos a Egipto? 881
4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.
5 Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.
6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,
7 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
9 Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
10 Entonces toda la multitud habló de apedrearles. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel,
11 y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
12 Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.
13 Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder;
14 y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;
15 y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán diciendo:
16 Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.
17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo:
18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
20 Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.
21 Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra,
22 todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,
23 no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.
24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.
25 Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.
26 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
27 ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.
29 En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí.
30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.
31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.
33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.
34 Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta 882 años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
35 Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
36 Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país,
37 aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová.
38 Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
39 Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho.
40 Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado.
41 Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien.
42 No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros.
44 Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento.
45 Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.

COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA
NUMEROS CAP. 14


1.
La congregación gritó.
Cuando los espías repitieron sus dudas a los príncipes de las tribus respectivas, el mal informe se esparció por todo el campamento.
2.
Se quejaron.
El lector puede imaginarse las violentas acusaciones que se habrán levantado contra Moisés y Aarón y la agitación para elegir a otros dirigentes que los condujeran de regreso a Egipto (vers. 4).
4.
Un capitán.
Llegaron al punto de querer designar un jefe para reemplazar a Moisés (Neh. 9: 17).
5.
Se postraron sobre sus rostros.
Moisés y Aarón se postraron desesperados a los pies de toda la congregación. Sin embargo, sus pensamientos estaban dirigidos hacia Dios.
6.
Rompieron sus vestidos.
Desgarrarse los vestidos era una manera antigua de expresar profundo pesar (Gén. 37: 29, 34; Job 1: 20; cf. Joel 2: 13).
8.
Se agradare de nosotros.
Una expresión del favor de Dios encontrada en 2 Sam. 22: 20, con referencia a David; en 1 Rey. 10: 9, a Salomón; y en Isa. 62: 4, a la iglesia.
9.
Los comeremos como pan.
Es decir, será fácil vencerlos (ver Núm. 13: 32; 24: 8; Deut. 7: 16; Sal. 14: 4; Jer. 10: 25). Esta expresión mostraba gran fe en la capacidad y voluntad de Dios para cumplir sus promesas.
Su amparo.
Literalmente, "su sombra". Quizá Josué y Caleb pensaban en la nube de Dios que estaba sobre el campamento de Israel para su conducción y protección, y así sugirieron la incapacidad de los dioses de los paganos para proporcionar protección.
10.
Gloria de Jehová.
La gloria que apareció en el monte Sinaí (Exo. 24: 16, 17) y llenó el tabernáculo cuando fue dedicado (Exo. 40: 34, 35). Sin duda la aparición de la santa Shekinah impidió que el pueblo apedreara a los dos espías.
11.
Hasta cuándo no me creerán.
A través de toda su historia, los judíos han puesto gran énfasis en que son descendientes de Abrahán. Sin embargo, han insistido en fallar precisamente en aquello por lo cual él fue honrado por Dios (Gén. 15: 6; Gál. 3: 7, 9). Esta falta de fe es lo que impidió que entraran en el reposo de Dios (Heb. 3: 19; 4: 11).
Todas las señales.
A pesar de que falta fe en amplios sectores del mundo moderno, las "señales" en su forma más explícita son una evidencia destinada a confirmar los mensajes de Dios (ver Exo. 14: 31; Juan 12: 37).
12.
Mortandad.
La palabra denota una plaga o pestilencia en general, tanto sobre los hombres como sobre las bestias.
Gente más grande.
Moisés (ver Exo. 32: 10) se convertiría de esa manera en un segundo Abrahán, cumpliéndose así todo lo que había sido prometido a aquel patriarca (Gén. 12: 2; 8:18; Deut. 26: 5; Isa. 51: 2).
13.
Oirán luego los egipcios.
Moisés usa 883 estas palabras para argumentar con Jehová en su petición a favor de Israel (ver Exo. 32: 12; Deut. 9: 28; Jos. 7: 9; Isa. 48: 9, 11; etc.).
14.
Esta tierra.
La referencia es a Canaán.
Cara a cara.
Literalmente, "ojo sobre ojo". Compárese con expresiones similares en Núm. 12: 8; Exo. 33: 11; Isa. 52: 8.
15.
Como a un solo hombre.
Una figura de destrucción completa, como la de un hombre que es matado de un solo golpe (Juec. 6: 16).
Tu fama.
La palabra hebrea significa "informe" o "noticias", ya sean verdaderas o falsas.
17.
Poder del Señor.
La palabra "Señor" en este versículo no es la que se ha traducido "Jehová", como en los vers. 16 y 18 (ver com. Exo. 6: 3; 15: 2). Aquí Moisés usa un argumento basado en la naturaleza de Dios como se reveló en el monte Sinaí (Exo. 34: 6, 7).
18.
Perdona la iniquidad y la rebelión.
Literalmente, "uno que levanta iniquidad y transgresión". La palabra traducida "iniquidad" significa "perversión", "distorsión", " torcedura"; y "rebelión", "desafío", "revuelta".
20.
Conforme a tu dicho.
Sin embargo, el pueblo perecería en el desierto (Exo. 32: 34), pero la oración de Moisés impidió su completo exterminio como nación. En su papel de intercesor, puede considerarse a Moisés como un precursor de Cristo (Sal. 106: 23; Jer. 15: 1).
21.
Como vivo.
La expresión equivalente "vivo yo" aparece en Isa. 49: 18; Jer. 22: 24; 46: 18; Sof. 2: 9. Se usa como confirmación de una afirmación solemnísima.
22.
Me han tentado.
La palabra hebrea aquí usada significa "poner a prueba" y no " tentar" en el sentido moderno. Compárese el siguiente uso del mismo verbo traducido "probar", en el sentido de "poner a prueba": Exo. 15: 25; 20: 20; Dan. 1: 12, 14; Mal. 3: 10.
24.
Mi siervo Caleb.
El cumplimiento de esta promesa aparece en Jos. 14: 6-15; Juec. 1: 20.
Otro espíritu.
Es decir, la influencia del Espíritu santo sobre el espíritu personal de Caleb (ver Juec. 3: 10; 6: 34; Isa. 59: 19; 6 1: 1).
Decidió ir en pos de mí.
Esto se repite varias veces (ver Juec. 14: 8; Núm. 32: 11; Deut. 1: 36).
25.
En el valle.
Si procuraban entrar en la Tierra Santa por el valle, los iban a derrotar los amalecitas y cananeos.
Volveos.
Así se le ordenó al pueblo que retrocediera, yendo hacia el sur en dirección del mar Rojo.
29.
Vuestros cuerpos.
"Vuestros cadáveres" (BJ). Palabra empleada para los cuerpos muertos de hombres (Amós 8: 3) y de animales (Gén. 18: 11), usada aquí con desprecio (ver Lev. 26: 30; Eze. 6: 5).
De veinte años arriba.
Generalmente se piensa que los levitas fueron excluidos de esta predicción porque no estuvieron entre los contados a partir de los 20 años de edad, sino de un mes (cap. 3: 15) o a partir de los 30 años (cap. 4: 3). Además ellos no habían tenido representantes entre los espías. Esto es confirmado por el hecho de que sobrevivió Eleazar, hijo de Aarón, quien evidentemente tenía más de 30 años cuando llegó a ser sacerdote (Jos. 17: 4; 24: 33).
30.
Por la cual alcé mi mano.
Ver Gén. 14: 22; Deut. 32: 40; Eze. 20: 5, 6, 15, 23.
31.
Vuestros niños.
Por debajo de 20 años de edad (ver vers. 3; Deut. 1: 39).
33.
Pastoreando.
Literalmente, "sed pastores". (La misma palabra original está en Gén. 13: 7; 47: 3; Exo. 2: 17; Isa. 31: 4; Jer. 6: 3; etc.) El pueblo había de peregrinar por el desierto cuidando de sus rebaños.
Consumidos.
Se refiere a la desaparición completa de los condenados a morir. Compárense los siguientes versículos en los cuales la misma palabra se ha traducido "se ha acabado" (Gén. 47: 18), "acabaron" (Jos. 5: 8), "terminan" (Job 31: 40), "sea perfecto" (Isa. 18: 5).
34.
Cada día.
De yom, una palabra traducida de diversas formas como "día", "muchos días" (Gén. 26: 8), "días" (Gén. 40: 4), "edad" (Gén. 18: 11), "cuándo" (Lev. 14: 57), "de antemano" (Deut. 31: 21), "un poco" (1 Sam. 9: 27), "años" (2 Sam. 13: 23), "siempre" (2 Rey. 17: 37), "larga vida" (Sal. 91: 16), "todos mis días" (Job 27: 6), "tiempo" (Prov. 25: 20) y "año" (Exo. 13: 10). Es obvio que yom era mucho más flexible en su significado que nuestra palabra "día". En el hebreo familiar, yamim, "días", con frecuencia se usaba para "año" (ver Exo. 13: 10; Lev. 25: 29; Núm. 9: 22; Jos. 13: 1; Juec. 11: 40; 17: 10; 21: 19; 1 Sam. 1: 3; 2: 19; 20: 6; 27: 7; 2 Sam. 14: 26; 1 Rey. 1: 1; 2 Crón. 21: 19; Amós 4: 4).
La palabra yom es una forma suavizada de 884 jom, "calor", de la raíz yajámm, "estar caliente" (ver com. Gén. 9: 2). Cada día se decía que estaba compuesto de " tarde", la parte oscura o "fresca" del día (Gén. 1: 4, 5; 3: 8), y "mañana", la parte luminosa o "cálida" del día (Gén. 1: 4, 5; 18: 1). De la misma manera, un año estaba compuesto del frío del invierno y del calor del verano (ver Gén. 8: 22). De modo que, con respecto a sus ciclos de temperatura -una característica importante común a ambos -, se parecían mutuamente el día y el año. En Gén. 8: 22, las diversas expresiones "la sementera y la siega", "el frío y el calor", "el verano y el invierno" y "el día y la noche" se usan en este sentido paralelo. Las primeras dos parejas son el producto, o resultado, de las últimas dos. En las dos primeras, el calor sigue al frío; en las dos últimas, el frío sigue al calor. Nótese especialmente el estricto paralelismo de las dos últimas parejas, donde el calor y el frío del año corren parejas con el calor y el frío del día.
Aquí (Núm. 14: 34) aparece el primer uso de las palabras "día" y "año", juntas en un sentido correlativo, dentro de un marco profético. Los espías habían pasado 40 días escudriñando la tierra de Canaán y habían informado desfavorablemente en cuanto a las perspectivas de ocuparla. Al proceder así habían demostrado una falta de fe en las promesas de Dios y en su poder para cumplir esas promesas. Sin embargo, su informe fue aceptado por el pueblo (ver com. vers. 4). Como resultado de esta decisión, la nación fue sentenciada a 40 años de sufrimiento en el desierto. Los 40 días literales se convirtieron así en una profecía de 40 años literales: un año de peregrinaje reparador en el desierto por cada día desprovisto de fe pasado recorriendo la tierra prometida. Que éste no es un ejemplo aislado del uso del principio del día año en la profecía, resulta evidente por Eze. 4: 6, donde se aplica otra vez el mismo principio. Dios específicamente le dijo a Ezequiel: "Día por año te lo he dado", y al hacer eso confirmó el principio establecido en Núm. 14: 34.
Mi castigo.
"Lo que es apartarse de mí" (BJ). De un verbo que significa "estorbar",
"frustrar", "restringir". También se traduce "vedar" (cap. 30: 5, 8, 1 l), "desanimar" (cap. 32: 7), "desalentar" (cap. 32: 9) y "hacer nulo" (Sal. 33: 10). Se habían opuesto a Dios y apartado de él. A fin de que aprendieran a cooperar con Dios, ordenó que ellos experimentaran la oposición divina, la frustración divina de sus planes.
37.
De plaga.
Literalmente, un "golpe". La misma palabra se usa para las diez plagas de Egipto (Exo. 9: 14), para la plaga que siguió a la rebelión de Coré, Datán y Abiram (Núm. 16: 48, 49) y para la matanza por la espada (1 Sam. 4: 17; 2 Sam. 17: 9; 18: 7). No se revela la clase de "golpe" que castigó aquí al pueblo.
Delante de Jehová.
Es decir, la "plaga" fue un juicio divino.
40.
Monte.
Es decir el "monte del amorreo" (Deut. 1: 19, 20), o la zona montañosa del Neguev, al norte de Cades-barnea (ver com. Núm. 13: 17).
Henos aquí.
Un reconocimiento de que estaban listos para hacer como Caleb y Josué les habían instado que hicieran (caps. 13: 30; 14: 9).
41.
Por qué.
Dios les había ordenado que retrocedieran y no que avanzaran (vers. 25).
42.
No está en medio de vosotros.
El arca no los acompañaría (Núm. 14: 44; cf. Jos. 6: 8, 9)ni la nube iría delante de ellos.
44.
Se obstinaron.
Un caso notorio de necedad y conducta insolente contra la voluntad de Dios.
El arca.
La nube descansaba sobre el tabernáculo. Por lo tanto, Moisés no hizo ningún movimiento para abandonar el campamento, y los levitas no llevaron el arca delante del pueblo (caps. 9: 21, 22; 10: 33). Evidentemente, con excepción de los levitas, todas las otras tribus partieron.
45.
Horma.
Significa "dedicada a la destrucción". Una ciudad asignada después a Judá o Simeón, Horma se menciona varias veces en las Escrituras (Núm. 21: 3; Juec. 1: 17; 1 Sam. 30: 30). El camino de la persecución se da más plenamente en Deut. 1: 44. Su extensión sugiere que no fue pequeño el número de heridos y de muertos.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-45 CV 106, 107; PP 409-416; SR 159-163; 4T 152-154
1 5T 377
1, 2 CV 106 885
1-5 PP 410; SR 159
2 CV 106; PP 412; SR 163
2-4 5T 377
3 4T 150
4 SR 160; 4T 150
5 4T 149, 151; 5T 377
6 4T 149; 5T 377
6-8 SR 175
7-9 CV 106; PP 410; SR 160; 5T 377
9 MC 408
10 PE 14; 4T 151; 5T 378
10-12 PP 411
11-16 SR 161
12 PR 232; 4T 152
13-16 4T 152
16 CV 107
17-19 PP 411; PR 232; SR 162; 4T 152
19 MeM 297 20 MeM
20 297 201 21 PR 232
20-24 SR 162
21 MeM 297
23, 24 4T 153
24 CV 107; PP 412; 5T 303
25 SR 162
26-30 SR 163
28, 29 PP 412
29 4T 153
29, 30 FE 508; 4T 153; Te 13
30 Ed 144; FE 505
31 PP 412; SR 163; 4T 153
33 FE 505; SR 163
34 CS 371; DTG 200; Ev 504, 505 PP 412; PR 515; SR 163
36, 37 PP 412
37 4T 153
39, 40 PP 413
41-43 PP 415
43-45 4T 154
44, 45 PP 466



NÚMEROS - CAPÍTULO 15 - AUDIO
1 Leyes sobre las ofrendas de comida y de bebida, 13, 29 El natural y el extranjero están bajo las mismas leyes. 17 Ofrenda de lo Primero que se amasara en la tierra prometida. 22 Sacrificio por pecado de ignorancia. 30 Castigo de la presunción. 32 Lapidación de los violadores del sábado. 37 Ley de las franjas en los vestidos.

1 JEHOVA habló a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación que yo os doy,
3 y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas;
4 entonces el que presente su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite.
5 De vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del sacrificio, por cada cordero.
6 Por cada camero harás ofrenda de dos décimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite;
7 y de vino para la libación ofrecerás la tercera parte de un hin, en olor grato a Jehová.
8 Cuando ofrecieres novillo en holocausto o sacrificio, por especial voto, o de paz a Jehová,
9 ofrecerás con el novillo una ofrenda de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite;
10 y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
11 Así se hará con cada buey, o carnero, o cordero de las ovejas, o cabrito.
12 Conforme al número así haréis con cada uno, según el número de ellos.
13 Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
14 Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que estuviera entre vosotros por vuestras generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor grato a Jehová, como vosotros hiciereis, así hará él. 886
15 Un mismo estatuto tendréis vosotros de la congregación y el extranjero que con vosotros mora; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero delante de Jehová.
16 Una misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que con vosotros mora.
17 También habló Jehová a Moisés, diciendo:
18 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo,
19 cuando comencéis a comer del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda a Jehová.
20 De lo primero que amaséis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis
21 De las primicias de vuestra masa daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones.
22 Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés,
23 todas las cosas que Jehová os ha mandado por medio de Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y en adelante por vuestras edades,
24 si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación.
25 Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yermos.
26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
27 Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación.
28 Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado.
29 El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.
30 Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.
31 Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.
32 Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.*
33 Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;
34 y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.
35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.
36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.
37 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul.
39 Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.
40 Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.
41 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.
2.
Cuando hayáis entrado en la tierra.
Estas palabras aclaran que la legislación aquí ordenada no era para el desierto y que Israel estaba seguro de entrar en la tierra prometida. Por lo tanto, suponemos que la referencia aquí no es para toda la congregación (cap. 14: 31) sino para la gente joven que no estaba condenada a morir en el desierto.
3.
Ofrenda encendida.
Es decir, cualquier sacrificio quemado sobre el altar, ya fuera total o parcialmente. 887
Holocausto.
Esta ofrenda se quemaba completamente. Cada mañana y cada tarde se ofrecía un cordero por toda la congregación (Exo. 29: 38-40; ver com. Lev. 1: 3).
Sacrificio.
Esta es la ofrenda de paz como aparece en el vers. 8 (ver Exo. 18: 12; Lev. 3; 17: 5, 8).
Por especial voto.
Corresponde con un "sacrificio", es decir una ofrenda de paz ofrecida de acuerdo con un voto, por la libre voluntad de la persona (Lev. 7: 16; 22: 21).
En vuestras fiestas solemnes.
Oportunidades apropiadas para ofrendas adicionales (ver Lev. 23 y Núm. 29: 39).
Olor grato.
En cuanto a que la vida del cristiano se asemeja a una fragancia, ver com. 2 Cor. 2: 15.
4.
Ofrenda.
La palabra hebrea que significa "presente" o "tributo", originalmente significaba cualquier clase de sacrificio (ver Gén. 4: 4). En el Sinaí se limitó a sacrificios en los que se empleaban cereales.
La décima parte de un efa de flor de harina.
Es decir un homer, la décima parte de un efa (Exo. 16: 36), o 2,2 litros.
La cuarta parte de un hin.
Un poco menos de un litro.
5.
Libación.
De una raíz que significa "vaciar" (Jer. 7: 18; Ose. 9: 4). También usada cuando se trata de fundir metales (Isa. 40: 19); el sustantivo derivado se traduce "imágenes fundidas" e "imágenes ... de fundición" (Isa. 41: 29; 48: 5; Jer. 10: 14; 51: 17).
Por cada cordero.
Si había más de un cordero, la libación y la ofrenda de cereal se aumentaban proporcionalmente. Expresamente se hacía así en día sábado (cap. 28: 4-9). Aquí no se hace mención de la sal; sin embargo debe haberse añadido puesto que estaba prohibida su omisión en cualquier sacrificio (Lev. 2: 13).
6.
Porcadacarnero.
Esto se ha considerado como un sacrificio más aceptable que el de un cordero. Lo acompañaban mayores ofrendas de cereal y mayores libaciones, en proporción con el tamaño del animal.
7.
Vino.
Es posible que hubiera un tiempo cuando la libación se derramaba sobre el sacrificio. Posteriormente se derramó en torno del altar (Josefo, Antigüedades iii. 9. 4). Un tercio de un hin sería aproximadamente 1, 22 litro.
8.
En holocausto.
Esta era una ofrenda voluntaria y se consideraba como sumamente aceptable para Dios. No se ofrecía en pago de un voto, sino tan sólo como una muestra de amor a Dios.
9.
Una ofrenda.
Una minjáh, u ofrenda cereal. Tales ofrendas eran aumentadas en proporción con el tamaño de los holocaustos con los que se ofrecían: cierta cantidad para un cordero (vers. 4), algo más para un carnero (vers. 6), y para un novillo tres décimas de flor de harina con medio hin de aceite.
12.
Conforme al número.
Las proporciones de comidas y de libaciones eran prescritas y reguladas estrictamente.
13.
Todo natural.
Es decir, los israelitas autóctonos.
14.
Extranjero.
Uno que estuviera de paso (cap. g: 14). La LXX traduce "prosélito".
15.
Un mismo estatuto.
Es decir, para los sacrificios.
Así será el extranjero.
Después los judíos interpretaron que esto no incluía un derecho al Sanedrín o al concilio de Jerusalén.
16.
Una misma ley y un mismo decreto.
Esta actitud liberal tenía el propósito de animar a los extranjeros a convertirse en prosélitos de la religión judía y para asegurar que ellos recibirían un tratamiento bondadoso de parte de los judíos
19.
Pan de la tierra.
Es decir, lo que producía la tierra (ver Sal. 104: 14, 15).
20.
Una torta.
No se la colocaba sobre el altar, sino que se la daba a los sacerdotes a quienes eran asignadas todas las ofrendas que se alzaban (cap. 18: 8). Esas ofrendas eran elevadas en presencia del Señor como Creador y Dador de todas las cosas buenas.
24.
Por yerro.
Es decir, sin premeditación, o sin una intención deliberada de parte del transgresor. La palabra hebrea denota una transgresión cometida inconscientemente (Lev. 4: 2).
Con ignorancia de.
Literalmente, "de los Ojos de" (ver Lev. 4: 13), es decir, un pecado personal no conocido públicamente.
25.
Expiación.
De la misma palabra hebrea también traducida "propiciatorio", que significa originalmente "cubrir". Es significativo que toda la congregación parece estar implicada en el pecado de esta persona y en el sacrificio hecho por él. Esto resalta en el vers. 26.
27.
Una persona.
Literalmente, "alma de vida", es decir una criatura que tenga vida.
Una cabra.
En Lev. 4: 28 se especifica "una cabra 888 sin defecto", sin hacerse mención de la edad.
30.
Con soberbia.
Literalmente, "con mano altiva", con la intención expresa (ver Deut. 17: 12; Sal. 19: 13).
Cortada.
El sistema de sacrificios no proporcionaba expiación para la oposición deliberada a la voluntad y a las órdenes de Dios.
31.
Tuvo en poco la palabra.
Compárese con la experiencia de David en 2 Sam. 12: 9; véase también Prov. 13: 13; 19: 16.
32.
Recogía leña.
La observancia del día de reposo, del séptimo día de la semana de la creación, era tan obligatoria en el desierto como en la Tierra Santa (Exo. 16: 27-30), bajo pena de muerte por su profanación (Exo. 31 : 14, 15; 35: 2). En el desierto, con su clima cálido, el fuego era innecesario para la salud y no debía ser encendido en sábado (ver com. Exo. 16: 23; 35: 3). El pecado de ese hombre era claramente insolente, y por lo mismo era una ilustración de la clase de pecado de que se habla en Núm. 15: 30.
33.
La congregación.
Es decir, tal vez al concilio de los ancianos que representaban a la congregación (Exo. 18: 25, 26).
34.
Qué se le había de hacer.
Indudablemente, el castigo era la muerte (Exo. 31: 14; 35: 2). Pero no se sabía a ciencia cierta cómo debía aplicarse. Moisés deseaba aclaración acerca de esto.
35.
Apedréelo.
Este era el castigo para crímenes notorios (Lev. 20: 2; 24: 14). Ese hombre fue el primero en quebrantar el santo sábado desde que se dio la ley, a lo menos hasta donde sepamos por lo que está registrado.
Fuera del campamento.
Probablemente para evitar la contaminación ceremonial del campamento (Hech. 7: 58; Heb. 13: 12).
36.
Murió.
Fue su actitud desafiante la que provocó el severo castigo. Deliberadamente quebrantó el sábado.
38.
Franjas en los bordes.
Literalmente, "en las alas" de sus vestimentas, refiriéndose quizá a los dobleces (ver Mat. 14: 36; Mar. 6:56). La palabra traducida "bordes" se usa para la lámina de oro que estaba sobre la mitrade Aarón (Exo. 28: 36); en Jer. 48: 9 se traduce "alas" y en Eze. 8: 3 "guedejas" de cabello.
39.
Para que cuando lo veáis.
Los "bordes" debían ser un recordativo constante para el pueblo de que pertenecía a Dios y de que en su vestido y en otras costumbres debía seguir los principios que él había impartido.
40.
Seáis santos.
No se alcanza la santidad por una observancia externa -tal como la de usar borlas y cintas- sino sólo por la obediencia a la voluntad de Dios.
41.
Jehová vuestro Dios.
Esta frase se da dos veces en este corto versículo. Puede haberse puesto tanto énfasis debido a que la gente era proclive a adorar y a servir a otros dioses.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
15 PP 541
30 PR 226
32-35 PP 433
38 3T 171
38-41 1T 524


NÚMEROS - CAPÍTULO 16 - AUDIO
1 Rebelión de Coré, Datán y Abiram. 23 Moisés aleja al pueblo de las tiendas de los rebeldes. 31 La tierra se abre y se traga a Coré, y el fuego consume a los demás. 36 Los incensarios se reservan para uso sagrado. 41 Muerte de catorce mil setecientas personas que murmuran contra Moisés y Aarón. 46 Aarón toma el incensario y hace expiación por la congregación deteniendo la mortandad.

CAPÍTULO 16
1 CORE hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente,
2 y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre.
3 Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué,889 pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
4 Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro;
5 y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiera, él lo acercará a sí.
6 Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito,
7 y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiera, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví.
8 Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví:
9 ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio de¡ tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles,
10 y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?
11 Por tanto, tú y todo tu quito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
12 Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.
13 ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?
14 Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.
15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.
16 Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón;
17 y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.
18 Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón.
19 Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación.
20 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
21 Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.
22 Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?
23 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
24 Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.
25 Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él.
26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados.
27 Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos.
28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.
29 Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.
30 Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieron vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.
31 Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.
32 Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.
33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. 890
35 También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
36 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
37 Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados
38 los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel.
39 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar,
40 en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.
41 El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová.
42 Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová.
43 Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión.
44 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
45 Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros.
46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado.
47 Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo,
48 y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad.
49 Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré.
50 Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.
l.
Coré.
Coré era descendiente de Leví (Exo. 6: 16, 18, 21; 1 Crón. 6: 37, 38). Los coreítas acampaban al lado sur del tabernáculo, cerca de los rubenitas. A los hijos de Coré se les asignó la misión de la música y del canto en los servicios del santuario (véanse los títulos de Sal. 42, 44 a 49, 84, 85, 87, 88).
Datán y Abiram.
El nombre de Datán no se encuentra en ninguna otra parte del AT. El padre de estos dos hombres era el hijo de Falú, el segundo hijo de Rubén (cap. 26: 5, 8, 9).
On.
Este nombre no vuelve a mencionarse. Algunos han pensado que esto podría indicar que se apartó de la conspiración, rehusando cualquier parte activa en ella.
Hijos de Rubén.
Datán y Abiram, príncipes de la tribu de Rubén, pretendían para sí el derecho del liderazgo civil en Israel, como descendientes del primogénito de Jacob.
Tomaron gente.
No hay razón para la palabra añadida "gente". En hebreo no se da el complemento del verbo. Algunos sugieren que aquí debiera leerse "ofrendas" en lugar de "gente". Quizá es mejor traducir el complemento de la forma verbal "tomaron" como que fuera "varones de los hijos de Israel" del vers. 2.
2.
Contra Moisés.
Literalmente, "contra el rostro de Moisés", es decir, abiertamente y en forma desafiante.
Príncipes de la congregación.
Estos hombres de la congregación evidentemente pertenecían a otras tribus tanto como a la de Leví.
De los del consejo.
O "distinguidos en la asamblea" (BJ). Esto probablemente se refiere a que eran llamados a consultas públicas, en deliberaciones de asuntos importantes.
Varones de renombre.
Literalmente, "hombres de nombre". Varones tenidos en alta estima en la iglesia estuvieron implicados 891 en esta insurrección, haciéndola así más grave. Expresiones similares se encuentran en Gén. 6: 4; 1 Crón. 5: 24; 12: 30. Nótese también el contraste en Job 30: 8, donde la expresión "hijos de viles" literalmente es "hijos de hombres sin nombre".
3.
Todos ellos son santos.
Es decir, calificados para ser sacerdotes. Esta expresión puede tener referencia al hecho de que antes del tiempo de Moisés cualquiera ofrecer sacrificios dentro de su propia familia. Pero ahora este cargo estaba restringido a una familia, y ella disfrutaba de todos los beneficios que procedían de dicho privilegio. Por supuesto, es cierto que en un sentido toda la congregación era santa puesto que el pueblo era escogido por Dios y separado de las naciones circunvecinas (Exo. 19: 6; Lev. 20: 26). Pero ahora Dios había ordenado que la iglesia teocrática ejerciera sus funciones sacerdotales externas por medio de aquella familia que había sido apartada para ese propósito.
En medio de ellos.
Particularmente en la columna de nube y en el santuario. Los rebeldes sugerían que, fuera de Jehová, no era necesario ningún otro dirigente (ver Exo. 29: 45).
Sobre la congregación.
La palabra aquí traducida "congregación" es diferente de la anterior en este versículo. La primera "congregación" proviene de la raíz "nombrar", "encontrarse por nombramiento". El sustantivo derivado del verbo casi siempre se traduce "congregación", y con frecuencia se usa para una reunión espontánea del pueblo. En Juec. 14: 8 se usa para un "enjambre" de abejas; en Sal. 68: 30, para una "multitud" de toros. En el segundo caso en que se traduce "congregación", se refiere a toda suerte de reuniones de la gente, ya fuera para instrucción religiosa, para oración, para guerra o para quejarse. Se traduce "asamblea" en la Bj.
4.
Se postró sobre su rostro.
Posiblemente Aarón también oró, como en el cap. 14: 5, aunque es posible que él no tomara parte activa en esta oración junto a Moisés mientras éste se postraba delante del Señor.
5.
Habló a Coré.
Moisés se levantó de su oración y se dirigió a Coré como al caudillo del grupo. Dios inmediatamente contestó la oración de Moisés dirigiéndolo con su Espíritu.
Mañana.
Literalmente, "la mañana". No debía haber demora ni suspenso más allá del resto del día, para darles tiempo para pensar en lo que estaban haciendo, y para arrepentirse y retractarse si se sentían inclinados a hacerlo.
Mostrará Jehová.
Jehová se haría cargo de la situación, dando probablemente alguna señal externa que ellos debían esperar.
Quién es santo.
Es decir, "quiénes son suyos". Los hombres que son de Dios son los individuos santos, separados, consagrados, los elegibles para un servicio de la más alta calidad y significación.
Se acerque.
Es posible que el significado aquí sea el de aproximarse al altar para ministrar allí. Esta expresión se usa comúnmente para los sacerdotes (Lev. 21: 17; Eze. 40: 46).
6.
Incensarios.
La misma palabra hebrea se traduce "braseros" (Exo. 27: 3). El ofrecimiento de incienso era considerado como una de las más santas de todas las funciones sacerdotales (ver com. Luc. 1: 9). Coré y los hombres que estaban con él fueron invitados a realizar un importantísimo deber del oficio al cual aspiraban.
7.
Esto os baste.
Nótese cómo Moisés adopta las palabras de Coré presentadas en el vers. 3.
8.
Hijos de Leví.
Puesto que Moisés dirige sus observaciones a los levitas, parecería que un número considerable de ellos habían sido influidos por los argumentos de Coré.
9.
Os es poco.
Más bien, "¿es demasiado pequeño para vosotros?" Compárese con Núm. 16: 13; Isa. 7: 13. Coré y los levitas que lo acompañaban ya poseían grandes privilegios, mayores que los de otras tribus, pero no estaban satisfechos. Deseaban tener las mismas prerrogativas de la familia de Aarón.
Acercándoos a él.
Los levitas ya habían sido destinados al servicio sagrado; por lo tanto, que ellos procuraran también el sacerdocio era una evidente soberbia.
11.
Contra Jehová.
La rebelión no fue contra Aarón sino contra Dios (ver Exo. 16: 8; 1 Sam. 8: 7; Hech. 5: 3).
Aarón, ¿qué es?
Aarón era el siervo de Dios, nombrado por Dios; de modo que la responsabilidad no era suya.
12.
Datán y Abiram.
Habiendo desafiado a Coré, el caudillo, y a sus seguidores levitas para una prueba por la mañana (vers. 5-7), 892 Moisés citó a Datán y a Abiram, los conspiradores rubenitas.
No iremos allá.
Esos hombres rehusaron someter su caso a un arbitraje ante un tribunal. La expresión "iremos" es el término hebreo para presentarse delante de un tribunal (ver Deut. 25: 7; Juec. 4: 5). Negaron la autoridad legal de Moisés.
13.
Leche y miel.
La referencia es a Egipto como que abundaba en cosas buenas, en contraste con el árido desierto donde se encontraban entonces.
Te enseñorees de nosotros.
Una observación descarada por la que se infería que Moisés ejercía una autoridad autocrática sobre ellos.
14.
¿Sacarás los ojos?
0 "cegarás". Estas palabras implican que Moisés procuraba engañar al pueblo. Algunos han visto un sentido literal en las palabras, como en Juec. 16: 21 respecto a Sansón. La explicación primera parece más probable aquí (ver PP 422).
15.
Se enojó en gran manera.
O, se puso "excesivamente triste" (LXX). La mansedumbre de Moisés no pudo soportar su insolencia (ver com. cap. 12: 3).
No mires.
La referencia es al incienso que estaban por ofrecer esos hombres (ver Gén. 4: 4, 5).
Un asno.
Compárese con la protesta de Samuel (1 Sam. 12: 3).
Ni a ninguno de ellos he hecho mal.
Moisés no había ejercido ninguna clase de opresión en absoluto. Por el contrario, no se había escatimado en hacer el bien.
17.
Doscientos cincuenta incensarios.
El número de los príncipes rebeldes (vers. 2).
Delante de Jehová.
Es decir, en el atrio del tabernáculo.
18.
Cada uno su incensario.
Es decir, del grupo de 250 hombres.
Pusieron en ellos fuego.
Probablemente del altar de los holocaustos que estaba en el atrio (ver Lev. 16: 12, 13). Los hombres estaban dentro del atrio.
19.
La gloria de Jehová.
Esta es la segunda aparición especial de la gloria de Jehová (cap. 14: 10), que salía del lugar santísimo, donde moraba usualmente.
Toda la congregación.
Este debe haber sido un espectáculo sumamente asombroso. La inconsciente mayoría del pueblo estaba de acuerdo con Coré.
21.
Apartaos.
La congregación que se había reunido ante la llamada de Coré, por ese acto se había aliado con la rebelión y se había convertido en objeto del disgusto de Dios (ver Gén. 19: 17, 22; Jer. 51: 6, 9).
22.
Se postraron sobre sus rostros.
Para suplicar a Dios (vers. 4).
Dios de los espíritus de toda carne.
El que creó al hombre -cuerpo, alma y espíritu- no pudo menos que estar plenamente al tanto de los pensamientos que piensa un hombre. Dios es plenamente capaz de distinguir entre el culpable y el inocente.
25.
Los ancianos.
Es decir, los 70 ancianos que habían sido nombrados para ayudar a Moisés (cap. 11: 16). Es evidente que Moisés tenía el apoyo de los dirigentes oficiales del pueblo.
26.
Estos hombres impíos.
El pueblo es exhortado a una instantánea y completa separación de los que estaban en rebelión.
No toquéis ninguna cosa suya.
Todos los bienes de los rebeldes, junto con sus personas, eran anatema destinados a la destrucción; por lo tanto no debían ser tocados (Deut. 13: 17; cf. Acán, Jos. 7: 1).
Perezcáis en todos sus pecados.
Literalmente, "barridos lejos con todas sus transgresiones". Compárese con la experiencia similar de los sodomitas (Gén. 18: 23; 19: 15).
27.
Datán y Abiram.
No se menciona a Coré, pero evidentemente estuvo con ellos puesto que se da su nombre en la primera parte del versículo.
Sus pequeñuelos.
La palabra que sirve de raíz, traducida "pequeñuelos", significa "dar pasos rápidos", "mover rítmicamente los pies a lo largo de", y se refiere a los niños que tienen suficiente edad para caminar con seguridad por sus propios medios. La misma palabra se usa en 2 Crón. 20: 13; 31: 18. Dios no impuso esta pena de muerte sobre niños pequeños. Pero, como sucede con frecuencia, niños inocentes sufrieron por la obstinación de sus mayores que rehusaron arrepentirse o aun hacer caso a la advertencia de huir. Por lo menos, sobrevivieron algunos de los hijos de Coré (Núm. 26: 11; Exo. 6: 24).
28.
De mi propia voluntad.
Literalmente, "de mi propio corazón". Moisés no había sido movido por una ambición personal, No hay palabra en el hebreo bíblico para "mente" (en este caso como asiento de la "voluntad") (ver Jer. 23: 16, 20). 893
29.
Jehová no me envió.
Resalta más enfáticamente en el hebreo: "No es Jehová quien me envió". Para un uso similar del negativo, colocado en una posición enfática, ver Gén. 45:8; 1 Sam. 6: 9.
30.
Hiciere algo nuevo.
Literalmente, "pero si Jehová creara una creación". Moisés estaba pidiendo una manifestación extraordinaria (ver Exo. 34: 10; Jer. 31: 22) que no pudiera ser explicada sin una intervención divina.
Vivos al Seol.
Así como estaban allí, en perfecta salud. El seol es la tumba, el lugar de los muertos (ver com. Gén. 37: 35 y Sal. 16: 10 ).
Irritaron a Jehová.
Literalmente, fue "despreciado, considerado indigno" de ser tomado en cuenta (ver cap. 14: 23).
31.
Cesó él de hablar.
Una vindicación notable de Moisés, pues apenas salieron las palabras de su boca, cuando Dios actuó para confirmarlas y vindicarlo.
32.
Los tragó a ellos.
Un acto instantáneo de Dios para evitar la propagación de un espíritu rebelde que va había pervertido a toda la congregación.
A todos los hombres.
Esto puede referirse a los miembros de la familia de Coré, aunque no se hace mención de los niños menores de su casa (ver cap. 26: 11 ). Asimismo podría referirse a esclavos paganos o a israelitas que eran seguidores de Coré.
33.
Los cubrió la tierra.
Todo el grupo descendió vivo como Moisés había predicho (vers. 30), y la tierra se cerró otra vez como un notable testimonio de la directa intervención divina.
34.
Todo Israel.
Aunque el pueblo estaba a cierta distancia, pues se había apartado (vers. 27), el sonido de la convulsión de la tierra que tragaba a los rebeldes y los agudos gritos de terror y espanto de las víctimas, hicieron que huyeran a una distancia todavía mayor.
No nos trague también.
Conscientes de su murmuración e incredulidad previas (cap. 14) y reconociendo su simpatía por el bando rebelde, temieron correr la misma suerte.
35.
Fuego de delante de Jehová.
De "la gloria de Jehová" que "apareció a toda la congregación" (vers. 19; PP 424).
37.
Eleazar.
El también fue nombrado para oficiar cuando se ofrecía la vaca alazana (cap. 19: 3). Evidentemente, en ambos casos se estimó imperativo que el sumo sacerdote evitara la inmundicia ceremonial (Lev. 21: 10-15).
De en medio del incendio.
De entre los .cuerpos quemados.
Son santificados.
Los incensarios se habían ,usado para ofrecer incienso a Jehová, y habían contenido fuego sagrado procedente del altar (Núm. 16: 7,18,46; cf. Lev. 16: 12, 13). Anteriormente sólo habían sido la propiedad privada de los príncipes (Núm. 16: 6).
38.
Pecaron contra sus almas.
Quizá debiéramos entender esto "al precio de sus propias vidas" (ver Prov. 20: 2; Hab. 2: 10; Heb.16:12: 3).
Para cubrir el altar.
El altar del incienso era de oro (Exo. 30: 3; 37: 26); de modo que la referencia evidentemente es al altar de bronce del atrio. Sin embargo, ese altar estaba recubierto de bronce cuando fue hecho primero en el Sinaí (Exo. 27: 2; 38: 2). Luego esto probablemente fue una cobertura de bronce adicional para cubrir la superficie primitiva de metal. Los incensarios de Coré y de los suyos estaban hechos de bronce (Núm.16: 39). En el tiempo de Salomón los incensarios estaban hechos de oro (1 Rey. 7: 50; 2Crón. 4: 22).
Señal.
Así también lo fue la vara de Aarón (cap. 17: 10).
40.
En recuerdo.
Como explicación de las palabras precedentes "serán como señal" (vers. 38).
Ningún extraño.
En cuanto a la forma en que Uzías transgredió esta advertencia, ver 2 Crón. 26: 16-19.
Como Coré.
Para que no sufriera la misma terrible suerte.
Por medio de Moisés.
Moisés era el mediador entre Eleazar y Dios (vers. 36, 37).
41.
El día siguiente.
Al día siguiente ocurrió un notable ejemplo de la determinación del corazón del hombre para ignorar los juicios de Dios.
Murmuró.
Sería difícil encontrar un ejemplo más resaltante de rebelión después de una demostración tan impresionante de la desaprobación divina como la que había sido presenciada.
Vosotros habéis dado muerte.
El pronombre "vosotros" es enfático en el hebreo, Evidentemente el pueblo atribuyó la muerte de los 250 príncipes a Moisés y a Aarón, quienes habían sugerido que ofrecieran incienso en sus incensarios. Quizá también creyeron que 894 Moisés y Aarón debieran haber rogado a Dios que perdonara a los príncipes, antes que hacer descender un castigo sobre ellos.
42.
Se juntó la congregación contra Moisés.
La mera murmuración dio paso a amenazas de violencia física (ver PP 425).
43.
Vinieron Moisés y Aarón.
Para recibir instrucciones de Dios y descansar bajo su protección.
44.
A Moisés.
La LXX añade el nombre de Aarón. Eleazar puede haber estado también con ellos (ver com. vers. 45).
45.
Apartaos.
Refiriéndose sin duda a los tres hombres, Moisés, Aarón y Eleazar. Así lo indica el plural del verbo hebreo: "apartaos".
Se postrazon.
Implorando misericordia para el pueblo que merecía castigo (vers. 2 l).
46.
Dijo Moisés a Aarón.
Moisés actuaba como portavoz de Dios.
Toma el incensario.
Es decir, el que Aarón usaba como sumo sacerdote. El incienso era un símbolo de mediación e intercesión (ver Sal. 141: 2; Apoc. 8: 3, 4).
A la congregación.
Generalmente el incienso se ofrecía tan sólo ante el altar de oro, dentro del santuario. Pero ahora, por orden de Dios, Aarón lo llevó entre la gente que estaba afuera, demostrando así su autoridad procedente de Dios, y el poder de Dios que obraba en él y mediante él.
Expiación.
No había tiempo para elegir un animal y sacrificarlo. Fue hecha la expiación por medio del incienso en el incensario pues la plaga ya se había difundido entre el pueblo.
47.
Corrió.
Es decir, del campamento de una tribu a otra. La plaga había estallado por doquiera y la gente estaba muriendo por todos lados.
48.
Entre.
Como si hubiera estado delante de una marea para impedir que avanzara.
Cesó la mortandad.
Aarón fue aquí un símbolo de Cristo, quien descendió entre los pecadores y se convirtió a sí mismo en ofrenda por ellos (Efe. 5: 2).
49.
Los que murieron.
Sin duda fueron raídas familias enteras como terrible ejemplo de lo que significa rebelarse contra la explícita voluntad de Dios. Esto fue en adición a "los muertos por la rebelión de Coré". Quizá perecieron, en total, no menos de 15.000 personas.
50.
Volvió Aarón.
Para reemplazar su incensario y unirse con Moisés que todavía estaba en el tabernáculo.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-50 PP 417-429; 3T 343-352
1 3T 343
1, 2 CRA 514; PP 417
2 3T 344
3 1JT 169; 2T 440; 3T 345
3-5 PP 421
5-11 3T 347
61 7 PP 421
9-14 PP 422
13 3T 345
13, 14 3T 347
16-18 3T 348
19 PP 423; 3T 354
19-22 3T 349
21, 22 PP 423
22-30 3T 349
24 3T 354
24-32 PP 423
32 3T 353
33 PP 424
34 PP 425; 3T 350, 357
34, 35 PP 424
36-38 3T 350
41 PP 425, 429; 3T 351, 357; 5T 66
42-44 PP 426
42-45 3T 352
45 3T 357
45-47 PP 426
46 1JT 343
46-50 3T 352
48 OE 138; PE 99,426; 1T445; 3T 238; 5T 157,252
49 PP 426 895



NÚMEROS - CAPÍTULO 17 - AUDIO
1 La vara de Aarón es la única que florece entre todas las varas de las tribus. 10 Es conservada como recordativo contra los rebeldes.

1 LUEGO habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.
3 Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.
4 Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros.
5 Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.
6 Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.
7 Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio.
8 Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
9 Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.
10 Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran.
11 E hizo Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo.
12 Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.
13 Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?
1.
Habló Jehová a Moisés.
Quizá poco después de la detención de la plaga, de modo que se pudieran dar más pasos para desarraigar completamente el espíritu de rebelión,
2.
Habla a los hijos de Israel.
Dios todavía reconocía a Moisés como mediador entre él y su pueblo.
De ellos.
No como individuos, sino como representantes de cada tribu.
Doce varas.
Eran los símbolos oficiales de la autoridad tribal conferida a los príncipes. No se hace referencia a varas o ramas recién sacadas de los árboles. La misma palabra hebrea se usa para la vara de Judá (Gén. 38: 18) y para la vara de Moisés (Exo. 4: 2). Había 12 tribus además de los levitas; pero había también una vara para Aarón. Los comentadores no están de acuerdo en cuanto a si José era contado como una tribu, o separadamente como Efraín y Manasés, o si la vara de Aarón estaba además de las 12 de los príncipes tribales.
Escribirás.
Compárese con Eze. 37: 16. La escritura puede haber sido hecha con alguna clase de tinta, o quizá en forma de una incisión. Los nombres de los príncipes, uno para cada vara, fueron colocados en los cayados.
3.
El nombre de Aarón.
Puesto que no había príncipe para representar a Leví, Moisés inscribió el nombre de Aarón en la vara de la tribu de Leví. Sólo Aarón debía retener el elevado cargo para el cual había sido asignado. Ningún otro, ni aun de la tribu de Leví, podía aspirar a ese cargo.
4.
Delante del testimonio.
Evidentemente esto era en el lugar santísimo (ver Núm. 17:7-10; Heb. 9: 4).
Donde yo me manifestaré.
Literalmente, "donde yo me encuentro con vosotros". El mismo lugar donde Dios había dicho que hablaría con Moisés (Exo. 25: 22) y, mediante él, con el pueblo.
5.
Haré cesar.
Más murmuraciones contra Aarón habrían sido un abierto desafío a Jehová.
7.
Delante de Jehová.
Literalmente, "en la presencia de Jehová".
8.
El día siguiente.
Moisés tenía fe implícita en la acción inmediata del poder divino.896
Tabernáculo del testimonio.
Es decir, el lugar santísimo (ver com. vers. 4).
Producido almendras.
Aquí estaba la evidencia del agrado de Dios. El cayado que había sido colocado allí para Aarón no podría haber recibido vida, no podría haber germinado, dado capullo, flor y fruto maduro si Dios no le hubiese impartido vida y un crecimiento milagroso. Nadie podía dudar de que se había realizado un milagro.
9.
Lo vieron.
Es decir, examinaron las varas. Cada príncipe identificó su propio cayado. Era clara la evidencia.
10.
Vuelve la vara de Aarón.
Literalmente, "haz que regrese la vara de Aarón". Debía ser llevada de vuelta al lugar donde se había realizado el milagro (Heb. 9: 4).
A los hijos rebeldes.
Literalmente, "contra los hijos de rebelión" (ver 2 Sam. 7: 10; Isa. 30: 9).
Harás cesar sus quejas.
El pueblo se convencería de que oponerse a Moisés y a Aarón sería colocarse en oposición contra Dios.
Para que no mueran.
Como Dios lo había advertido (cap. 16: 21, 45). El rey Uzías no tuvo en cuenta el privilegio especial de la tribu sacerdotal, y fue herido con lepra mientras sostenía un incensario en la mano (2 Crón. 26: 19).
12.
Hablaron a Moisés.
Un sentimiento adecuado de reverencia y temor entró en el corazón del pueblo y lo predispuso para acercarse a Moisés cómo el mediador elegido por Dios.
Somos muertos.
El pueblo se dio cuenta de que su seguridad futura dependía de obedecer la voluntad de Dios.
13.
Se acercare ... al tabernáculo.
Cualquiera, es decir además de los sacerdotes (ver cap. 16: 40). Entonces comprendió el pueblo que el acceso a Jehová, el privilegio que había buscado mediante Coré (cap. 16: 3-5), sólo podía ser suyo por la mediación de los dirigentes asignados por Dios. Sin duda también recordó la maldición del cap. 14: 35, que "en este desierto serán consumidos, y ahí morirán".
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1- 13 PP 426
8 PE 32



NÚMEROS - CAPÍTULO 18 - AUDIO
1 Cargo de los sacerdotes y levitas. 9 La parte de los sacerdotes. 21 La parte de los levitas. 25 Ofrenda mecida de los sacerdotes tomada de la porción de los levitas.

1 JEHOVA dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio.
2 Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, haz que se acerquen a ti y se junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.
3 Y guardarán lo que tú ordenes, y el cargo de todo el tabernáculo; mas no se acercarán a los utensilios santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros.
4 Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del tabernáculo de reunión en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de acercar a vosotros.
5 Y tendréis el cuidado del santuario, y el cuidado del altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel.
6 Porque he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo de reunión.
7 Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo lo relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño, que se acercare, morirá.
8 Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también el cuidado de mis ofrendas; 897 todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.
9 Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas, reservadas del fuego; toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, y toda expiación por la culpa de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.
10 En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.
11 Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones, y todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti y a tus hijos y a tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
12 De aceite, de mosto y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán a Jehová, para ti las he dado.
13 Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán a Jehová, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
14 Todo lo consagrado por voto en Israel será tuyo.
15 Todo lo que abre matriz, de toda carne que ofrecerán a Jehová, así de hombres como de animales, será tuyo; pero harás que se redima el primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo.
16 De un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de veinte geras.
17 Mas el primogénito de vaca, el primogénito de oveja y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor grato a Jehová.
18 Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la ofrenda mecida y como la espaldilla derecha, será tuya.
19 Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.
20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
22 Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran.
23 Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel.
24 Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
25 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
26 Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.
27 Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como producto del lagar.
28 Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.
29 De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada.
30 Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado a los levitas como producto de la era, y como producto del lagar.
31 Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo de reunión.
32 Y no llevaréis pecado por ello, cuando hubierais ofrecido la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis.
1.
Llevaréis el pecado.
Los sacerdotes, siendo diferentes del resto de los levitas, debían 898 encargarse de que ninguna persona no autorizada se acercara al tabernáculo, contaminado de esa manera. Esto mitigaría los temores de la congregación de que al acercarse al tabernáculo corría peligro de muerte.
2.
Tus hermanos también.
Una referencia a los gersonitas y a los meraritas, las otras dos ramas de la tribu de Leví.
Se junten contigo.
La forma verbal aquí traducida "junten" es probablemente la palabra que sirve de raíz al nombre de Leví (ver com. Gén. 29: 34).
3.
Guardarán lo que tú ordenes.
Eran los guardianes nombrados del santuario.
No se acercarán.
Esto no se refería a los coatitas (cap. 4: 15), sino sólo a los otros levitas. Los coatitas no debían manejar los utensilios cuando estaban descubiertos, ni aun debían mirarlos (cap. 4: 19, 20). Esta prohibición también incluía el altar de bronce (Exo. 29: 37) tanto como el altar del incienso, pues ambos eran "santos".
Los utensilios.
Literalmente, "el mobiliario". La palabra traducida "utensilios" incluye todos los vasos sagrados y muebles del santuario.
4.
Se juntarán, pues, contigo.
Los sacerdotes debían considerar a sus hermanos los levitas como una parte integral del cuerpo de hombres designados para servir a Jehová en el oficio sagrado, aunque en una categoría inferior.
Ningún extraño.
Es decir, cualquiera que no fuera levita (cap. 1: 51).
5.
No venga más la ira.
Los levitas eran responsables fuera del tabernáculo, como los sacerdotes lo eran dentro. Los sacerdotes debían cuidar de todas las cosas santas, tales como el pan de la proposición (el pan de la Presencia, Bj), las lámparas, etc. y debían cubrirlas al trasladarlas. Los levitas debían ver que los miembros de la congregación no profanaran el santuario inadvertida o impíamente.
6.
Vuestros hermanos los levitas.
Los levitas no debían procurar el oficio del sacerdocio, como lo hizo Coré, sino que debían ayudar a los sacerdotes en el ministerio del Señor. Pero los sacerdotes no debían menospreciarlos, sino siempre recordar que habían de ser tratados y considerados como "hermanos".
Don de Jehová.
Ver caps. 3: 12, 41, 45; 8: 6, 16, 18.
7.
Guardaréis vuestro sacerdocio.
Los obreros de Dios debieran estar orgullosos de su ministerio y servicio en la obra del Señor, y siempre debieran conservarlos íntegros delante de Dios.
El altar, y del velo adentro.
Estas palabras sirven para explicar la expresión "vuestro sacerdocio". Los sacerdotes debían ofrecer los sacrificios ante el altar de bronce, en el atrio, y debían realizar todos los deberes sagrados dentro del santuario mismo, como el ofrecimiento del incienso, la disposición de los panes de la proposición, recortar las mechas de las lámparas y encenderlas, así como los otros deberes relacionados con las ocasiones solemnes, tales como el día de la expiación.
El extraño.
Es decir, cualquiera que no fuera sacerdote. Los tales no debían atreverse a aproximarse al tabernáculo con la intención de realizar alguna función sacerdotal.
8.
Ofrendas.
Esta es una referencia a las contribuciones, aquellas partes del sacrificio que no se quemaban sobre el altar sino que eran reservadas para ser comidas por el sacerdote oficiante. Aarón debía ser responsable por ellas.
Por razón de la unción.
Algunos comentadores se refieren a Lev. 8: 12, y por eso leen: "Porque tú has sido consagrado por el aceite de la unción". El hebreo dice literalmente: "A ti, ellas son dadas como una porción consagrada, y a tus hijos como un privilegio para siempre" (ver Lev. 7: 35).
9.
Cosas santas.
"Cosas sacratísimas" (BJ). Para especificar las cosas que concernían al sacerdocio y para preservar la distinción entre "lo muy santo" y "las cosas santificadas", como se presenta en Lev. 21: 22.
Reservadas del fuego.
Es decir, del altar de los holocaustos. Los sacerdotes recibían algunas cosas que no provenían del altar, tales como las 12 hogazas del pan de la proposición, o pan de la Presencia (ver com. Exo. 25: 30; Lev. 24: 5-8).
Para ti y para tus hijos.
Esas porciones debían ser una compensación parcial por su falta de herencia entre las tribus de Israel.
10.
En el santuario la comerás.
Generalmente se ha entendido que esto se refiere al tabernáculo en contraste con el atrio exterior. En armonía con la intención obvia de las Escrituras (Lev. 16: 2; Heb. 9: 6, 7), Straubinger traduce "en lugar santísimo". 899
Todo varón comerá de ella.
Y ningún otro, como se declara específicamente en otras partes (Lev. 2: 3, 10; 6: 17, 18, 29; 7: 6).
11.
Esto también será tuyo.
"Esto" se refiere a las cosas menos santas.
La ofrenda elevada.
El pecho del sacrificio de paz era mecido delante de Jehová y la espaldilla (o muslo) era elevada delante de él (ver com. Exo. 29: 27 y Lev. 7: 14). Ambos llegaban a ser de los sacerdotes (Ley. 7: 30-34). Lo mismo se hacía con la espaldilla del carnero ofrecido por un nazareo (Núm. 6: 19, 20).
Y a tus hijas.
Estas dádivas no eran exclusivamente para el uso de los varones (Lev. 10: 14; 22: 13). Sin embargo, la comida debía hacerse en un lugar limpio (Lev. 10: 14) dentro del campamento (Deut. 12: 6, 7, 17, 18) y no se permitía que participara ninguna persona inmunda (Lev. 7: 20, 21; 22: 4).
12.
Todo lo más escogido.
Literalmente, "la gordura". La gordura era un símbolo de riqueza tanto en alimentos como en sacrificios (Deut. 32: 14; Sal. 63: 5; Exo. 23: 18; 29: 13, 22; 1 Sam. 2: 15, 16). También se usaba para referirse a los mejores productos de la tierra (Gén. 45: 18). Aquí se hace referencia a los productos de la tierra, antes de ser procesados para su consumo.
Las primicias de ello.
Esto puede ser una referencia al tiempo, lo primero que maduraba de la cosecha, pero podría también referirse a la calidad (cf. "las primicias de los primeros frutos" en Exo. 23: 19).
13.
Todo limpio.
Se permitía que todos los miembros de una familia sacerdotal comieran de "las primicias de todas las cosas". Sólo estaban excluidos los que se encontraban bajo el entredicho de inmundicia.
14.
Todo lo consagrado.
Todo lo que estaba sometido a un voto era completamente dado a Dios y no podía ser redimido (Lev. 27: 1-29; cf. Núm. 21: 2; Mar. 7: 11).
15.
Que abre matriz.
Lo que nacía primero, ya fuera varón o animal macho, pertenecía a los sacerdotes. Si nacía primero una hembra y un macho después, el macho no debía ser de los sacerdotes, puesto que en ese caso no había abierto la matriz (Exo. 13: 2).
Se redima.
Dos clases de primogénitos que pertenecían a los sacerdotes debían redimirse, es decir recobrarse por dinero: (1) los animales inmundos, que no se aceptaban como sacrificios, y (2) los seres humanos.
16.
Cinco siclos.
El precio fijado cuando el primogénito era permutado por los levitas (cap. 3: 46, 47). Los judíos de hoy celebran una ceremonia derivada de esta redención, cuando un hijo primogénito tiene un mes de edad.
17.
No redimirás.
Es decir, no se aceptaba una suma de dinero como redención, sino que el animal mismo debía ser sacrificado. Estos eran animales limpios, y sólo los inmundos que no podían ser sacrificados debían ser redimidos (vers. 15).,
Rociarás.
La fórmula usada para los sacrificios de paz (Lev. 7: 31-33).
18.
La carne de ellos.
Con la excepción de las partes con grasa, que eran quemadas, todo el sacrificio venía a ser de los sacerdotes.
El pecho de la ofrenda mecida.
Como esto y el muslo derecho ("espaldilla") de las ofrendas de paz se convertían en propiedad de los sacerdotes (ver Lev. 10: 14, 15), así también en este caso todo el cadáver les pertenecía.
19.
Pacto de sal.
Un pacto indisoluble, uno que nunca se deteriora, un vínculo de amistad sagrada. La sal, que en sí misma preserva otros cuerpos de la corrupción, es un símbolo apropiado de lo que es incorruptible. Es un emblema de una alianza valedera, como cuando dos hombres comían juntos pan y sal. La sal siempre se añadía a los sacrificios ofrecidos al Señor (Lev. 2: 13; Mar. 9: 49).
20.
De la tierra de ellos no tendrás heredad.
Es decir, los levitas no recibieron herencia territorial en la Tierra Santa como las otras tribus. Aarón mismo no entró en la Tierra Santa, pero se le hace a él esta declaración como representante de los levitas. Ciertos deberes sagrados iban a ocupar el lugar de una herencia de tierra.
Yo soy tu parte.
Los sacerdotes estaban consagrados completamente a Dios (Deut. 10: 9). Por su parte, el pueblo debía manifestar un espíritu de generosidad con sus hermanos los sacerdotes que no habían recibido una herencia de tierra (ver Deut. 12: 12; Jos. 13: 14). Los sacerdotes vivían del altar de Dios y, por así decirlo, comían en la mesa de Dios.
21.
Todos los diezmos.
Como una recompensa por su servicio, los levitas debían recibir una décima parte de todo lo producido (vers. 26, 30). En Heb. 7: 5 el pago de los diezmos entra en el argumento de que el sacerdocio aarónico era inferior al sacerdocio de Cristo. 900
22.
No lleven pecado por el cual mueran.
Para que no murieran, los miembros de la congregación no debían osar aproximarse al tabernáculo con la idea de ocuparse en obra alguna del sacerdocio o de los levitas.
23.
Llevarán su iniquidad.
Si los levitas permitían que una persona no autorizada hiciera la obra de ellos, ellos mismos recibirían el castigo que correspondía al perpetrador de la falta.
24.
En ofrenda.
Para que el pueblo estuviera bien dispuesto a dar sus diezmos a los levitas, los diezmos son representados como una "ofrenda" para Jehová. Esto no significa que se seguía el ritual de las ofrendas elevadas o alzadas, sino más bien que los diezmos debían ser ofrecidos a Dios, y que él a su vez los daba a los levitas.
26.
Cuando toméis.
Una confirmación para Moisés (vers. 25) de las palabras dichas a Aarón (vers. 20).
Presentaréis.
Los levitas mismos debían dar un diezmo de lo que recibían de los diezmos de Israel.
27.
Vuestra ofrenda.
La contribución de los levitas, que debían dar a los sacerdotes, era una décima parte de los diezmos que recibían.
Se os contará.
Compárese con Lev. 7: 18, donde la misma palabra se ha traducido "tendrá cuenta" (BJ) o sea algo imputado. Se usa también en cuanto a la fe de Abrahán (Gén. 15: 6, "se lo reputó", BJ).
Como.
Los levitas no tenían cereales ni vino propios, pero debían diezmar su ingreso como si procediera de sus propias eras o de sus propios lagares.
28.
Al sacerdote Aarón.
Los que no eran levitas eran mucho más numerosos que los levitas, en una proporción, aproximadamente, de 30 a 1 (ver caps. 2: 32; 3: 39). Eso significaba que los levitas ciertamente estaban bien provistos. Por lo tanto, era adecuado que así como los levitas recibían diezmos del pueblo, a su vez pagaran diezmo a los sacerdotes.
29.
De todos vuestros dones.
De todo lo que llegaba a su mano los levitas debían dar ofrendas a los sacerdotes.
De todo lo mejor.
Nada menos que lo mejor podía ofrecerse a Dios.
La porción que ha de ser consagrada.
Esto era el diezmo, la parte del Señor (Lev. 27: 30).
31.
En cualquier lugar.
No en algún "lugar santo" designado.
Vuestra remuneración.
Quedaba librado a su arbitrio, para ser usado en el hogar, participado con toda la familia, o vendido para comprar otras cosas (ver Mat. 10: 10; Luc. lo: 7; 1 Cor. 9: 4; 1 Tim. 5: 18).
32.
No llevaréis pecado.
No serían culpados por usarlo para sus propios fines y necesidades.
Ofrecido.
Después de que habían sacado la décima parte para Dios.
No contaminaréis las cosas santas.
No habría contaminación, con su castigo acompañante, por el hecho de que usaran en forma personal y no religiosa lo que les quedara de los diezmos que habían recibido.
No moriréis.
Como ciertamente sucedería con los que dieran un uso común a las cosas santas.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
12 HAp 27 l; 1JT 466
15, 16 PP 281
20 6T 312
21 CMC 76, 108; MB 289, 291; PP 570



NÚMEROS - CAPÍTULO 19 - AUDIO
1 Las cenizas de una vaca alazana destinadas para el agua de Purificación. 11 Leyes para su uso en la purificación de los inmundos.

1 JEHOVA habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
2 Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;
3 y la daréis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar en su presencia.
4 Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera 901 del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces;
5 y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol, hará quemar.
6 Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.
7 El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta la noche.
8 Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua, también lavará en agua su cuerpo, y será inmundo hasta la noche.
9 Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.
10 Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de Israel, y para el extranjero que mora entre ellos.
11 El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días.
12 Al tercer día se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.
13 Todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y su inmundicia será sobre él.
14 Esta es la ley para cuando alguno muera en la tienda: cualquiera que entre en la tienda, y todo el que esté en ella, será inmundo siete días.
15 Y toda vasija abierta, cuya tapa no esté bien ajustada, será inmunda;
16 y cualquiera que tocare algún muerto a espada sobre la faz del campo, o algún cadáver, o hueso humano, o sepulcro, siete días será inmundo.
17 Y para el inmundo tomarán de la ceniza de la vaca quemada de la expiación, y echarán sobre ella agua corriente en un recipiente;
18 y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, sobre todos los muebles, sobre las personas que allí estuvieron, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro.
19 Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercero y al séptimo día; y cuando lo haya purificado al día séptimo, él lavará luego sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será limpio a la noche.
20 Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová; no fue rociada sobre él el agua de la purificación; es inmundo.
21 Les será estatuto perpetuo; también el que rociare el agua de la purificación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la purificación será inmundo hasta la noche.
22 Y todo lo que el inmundo tocare, será inmundo; y la persona que lo tocare será inmunda hasta la noche.

COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA
l.
A Moisés y a Aarón.
A ambos atañía la instrucción que sigue: Moisés como mediador para dar la instrucción, y Aarón como instrumento para llevarla a cabo.
2.
La ordenanza de la ley.
Los hijos de Israel estaban en peligro de perder sus vidas debido a la contaminación ceremonial (caps. 16: 49; 17: 12, 13). Se dio esta ley para mostrar cómo podrían ser purificados de la contaminación.
Una vaca alazana.
"Una vaca roja" (BJ). Simbólicamente, el color rojo sugiere sangre como instrumento de purificación; también fuego.
Perfecta.
Literalmente, "impecable", "sana", "saludable".
En la cual no haya falta.
Sin defectos físicos (ver Lev. 22: 2022).
No se haya puesto yugo.
Puesto que este animal era elegido con un propósito especial, no debía haber sido usado para trabajos domésticos comunes (ver Deut. 21: 3; 1 Sam. 6: 7).
3.
A Eleazar.
Puesto que el sacrificio de la vaca era para un asunto importantísimo, no debía matarla ningún sacerdote común. Eleazar era el que seguía a Aarón en categoría y Finalmente lo reemplazó en el cargo. No era adecuado que Aarón, como sumo sacerdote, se contaminara incapacitándose así temporalmente para sus deberes sagrados (vers. 7). 902
Fuera del campamento.
Compárese con Exo. 29: 14; Lev. 4: 12,21; 16: 27; Heb. 13: 11, 12. Como sacrificio por impurezas, el animal debía ser muerto a alguna distancia del santuario.
La hará degollar.
Eleazar supervisaba el sacrificio, pero en realidad otro mataba el animal. La presencia de Eleazar hacía resaltar que era un sacrificio para el servicio de Dios, aunque ofrecido a cierta distancia del altar del tabernáculo.
4.
Rociará ... con la sangre.
Eleazar tomaba de la sangre como en un sacrificio expiatorio (Lev. 4: 6), y luego la rociaba en la dirección del tabernáculo, hacia la presencia de Dios.
Siete veces.
El número de la perfección (ver Lev. 4: 17), y así denota simbólicamente la perfección de la expiación. Las "obras muertas" de Heb. 9: 13, 14 pueden ser una referencia al uso frecuente de las cenizas de la vaca muerta para limpiar la contaminación. Las "obras muertas" son un peso eliminado por el verdadero arrepentimiento. No hay vida espiritual en ellas, y uno no puede servir a un Dios viviente con "obras muertas", los frutos de la muerte espiritual. Las "obras muertas" deben ser limpiadas por la sangre de Cristo, y la vida del Salvador debe ser aceptada como un instrumento renovador.
5.
Hará quemar la vaca.
Todo era convertido en cenizas después de rociar la sangre (ver Exo. 29: 14). Este es el único sacrificio en el cual es consumida la sangre con el resto del sacrificio, en vez de ser derramada cerca del altar. Algunos han sugerido que la razón era la falta de un lugar consagrado lejos del altar, donde la tierra pudiera recibir la sangre.
6.
Madera de cedro, e hisopo, y escarlata.
Estos mismos artículos se usaban en la limpieza del leproso (Lev. 14: 4, 6, 49, 51l). Echados sobre la vaca que todavía ardía, se mezclaban con las cenizas del cadáver para formar ingredientes de limpieza. Los antiguos atribuían tanto al cedro como al hisopo varias propiedades medicinales. La hebra escarlata hacía juego con el color de la vaca. La madera de cedro era considerada como un emblema de fragancia e incorrupción, el hisopo como un símbolo de purificación. El color escarlata era un símbolo del pecado (Isa. 1: 18). En los tres había una referencia simbólica al derramamiento de la sangre de Cristo (ver Heb. 9: 13, 14).
7.
El sacerdote lavará.
Puesto que Eleazar se había puesto en contacto con el cadáver de la vaca alazana y había tocado su sangre, ceremonialmente se convertía en inmundo. Por lo tanto, estaba obligado a pasar por la purificación ceremonial antes de volver al campamento (ver Lev. 16: 24).
Inmundo ... hasta la noche.
Cada detalle aquí prescrito se daba para aclarar el efecto virulento y fatal de la impureza espiritual. Tales detalles sólo pueden ser debidamente apreciados como un anuncio previo de la obra expiatorio de Jesucristo en la cruz (ver Lev. 11: 24-27, 31, 39; 14: 46; 15; 17: 15).
8.
El que la quemó.
Esa persona debía hacer exactamente como el hombre que llevaba el macho cabrío al desierto (Lev. 16: 26), pero debía quedar inmundo hasta la noche.
9.
Un hombre limpio.
Es decir, libre de impureza ceremonial. Debía ser otra persona y no el hombre que quemó la vaca.
Recogerá las cenizas.
Es decir, de la vaca, del cedro, del hisopo y de la hebra de escarlata, todas mezcladas.
Las pondrá.
Para mezclarlas con agua corriente, cuando se necesitara, para tener agua para la limpieza de la impureza ceremonial (vers. 17). Compárese esto con las cenizas del becerro de oro (Exo. 32: 20).
Las guardará.
Se entiende que son las cenizas aunque la palabra hebrea está en número singular.
Para el agua de purificación.
Es decir, para la purificación de hombres que, habiéndose convertido en impuros por así decirlo, quedaban separados o desterrados de la congregación. La palabra hebrea traducida "purificación" significa cualquier cosa impura, como la idolatría o inmoralidad. También se traduce "inmundicia" (2 Crón. 29: 5; Esd. 9: 11; Zac. 13: 1).
10.
El que recogió las cenizas.
Las cenizas eran un medio de purificación para el arrepentido que las usaba, pero un instrumento de contaminación para el que las reunía.
Para el extranjero.
La ley de la pureza aplicada también para los que no eran israelitas. De la misma manera, la remisión de pecados por medio de Jesucristo era también para el "extranjero" que estaba "lejos" (Hech. 2: 39).
11.
Cadáver de cualquier persona.
Tocar el cadáver de un animal inmundo provocaba impureza hasta la noche (Lev. 11: 24). Lo mismo le sucedía al que tocaba la cama de una 903 persona con flujo (Lev. 15: 5). Pero el período más largo de siete días se requería en el caso de contacto con el cadáver de una persona (ver Lev. 21: 1; Núm. 5: 2; 6: 6; 9: 6).
12.
Se purificará.
Literalmente, "él se quitará el pecado".
Con aquella agua.
Es decir, con el agua de purificación (vers. 9).
Tercer día.
Compárese con el cap. 31: 19.
13.
El tabernáculo ... contaminó.
Si la persona contaminada se aproximaba al santuario sin haber usado el agua de purificación, contaminaba el santuario (ver Exo. 2 5: 8; Lev. 15: 3 1). Sin embargo, si la transgresión se cometía por ignorancia, se aceptaba un sacrificio como expiación (Lev. 5: 3, 6, 17, 18).
14.
Esta es la ley.
La regla establecida acerca de una contaminación tal, en la que se incurría por contacto con el cadáver de una persona. La palabra hebrea aquí traducida "ley" es toráh. En este caso es obvio que toráh no se aplica sólo a los Diez Mandamientos. En realidad, tiene muchas aplicaciones. Se usa para la instrucción de una madre (Prov. 1: 8; 6: 20) o de un padre (Prov. 3: 1; 4: 2; 7: 2), de un poeta (Sal. 78: 1), de gente sabia (Prov. 13: 14; 28: 4, 7, 9; 29: 18), y de una esposa sabia (Prov. 31: 26). Proviene de un verbo que significa "arrojar", "disparar", y por lo tanto implica dar dirección o instrucción a alguien.
En la tienda.
Aplicable especialmente al tiempo de la permanencia en el desierto. Sin embargo, la LXX dice "en una casa", sugiriendo así que la ley había de permanecer en vigencia después de que el pueblo se hubiera establecido en la Tierra Santa.
15.
Toda vasija abierta.
Se deducía que la falta de una cobertura exponía el contenido de la vasija a la contaminación resultante de la muerte (Lev. 11: 32, 33).
16.
Muerto a espada.
Es decir, el que moría de muerte violenta.
Hueso.
Esto es, sacado de una tumba, o desenterrado por un bestia.
O sepulcro.
De ahí la costumbre de blanquear la parte externa de las tumbas para que resaltaran (ver Mat. 23: 27; Luc. 11: 44).
Siete días.
El mismo período que se prescribe si se tocaba un cadáver humano.
17.
Ceniza de la vaca quemada.
Literalmente, "las cenizas de la quema del pecado". Esto indica que las cenizas de la vaca quemada eran consideradas como que tenían en algunos respectos las virtudes de una ofrenda por el pecado. Nada se dice en cuanto a la cantidad de cenizas requerida. Quizá se estimaba suficiente una cantidad muy pequeña.
En cuanto a la naturaleza y los propósitos de la "expiación" (vers. 9, 17) que se realizaba echando el "agua de purificación" (vers. 9, 21), pueden hacerse dos preguntas: (1) ¿Cuál era la naturaleza del "pecado" (vers. 9, 17 Bj) o "impureza" (vers. 13) que se purificaba así? (2) ¿Cuál era la naturaleza del acto de "purificación"?
1. El agua era "un sacrificio por el pecado" (vers. 9, 17 BJ) en que se incurría al tocar a una persona muerta o el cadáver de un animal inmundo, o cualquiera de sus partes (vers. 11-13), o por entrar en una casa donde había ocurrido una muerte, o por tocar una tumba (vers. 14-16), intencionalmente o por accidente. Es obvio que el contacto con la muerte no era una infracción del código moral sino del ceremonial. Sin embargo, se hace referencia a él como a un "pecado". ¿En qué sentido se usa así la palabra "pecado"?
La palabra aquí traducida "pecado" (BJ) es jatta'th, que significa literalmente "un paso en falso", "un resbalón del pie". De acuerdo con Prov. 13: 6, "el pecado subvierte al pecador" (Nácar-Colunga), es decir, le echa una zancadilla. En la VVR Prov. 19: 2 dice en parte: "Aquel que se apresura con los pies, peca". pero se lee en la BJ: "El de pies precipitados se extravía", es decir se aparta de la senda correcta. jatta'th también significa "culpa". En Gén. 43: 9, Judá se ofrece para ser considerado "culpable para siempre", literalmente, "ser un pecador para siempre" si volvía sin Benjamín. Se proponía hacer lo mejor posible, pero si fracasaba sería "culpable", literalmente "llevaría el pecado" por ello.
2. Es evidente la naturaleza ceremonial de la purificación efectuada por el "agua de purificación" debido a su uso para purificar objetos materiales (Núm. 31: 22, 23). En el caso de una muerte, la tienda misma donde había ocurrido la muerte, y su contenido, se volvían inmundos y debían ser purificados (cap. 19: 14-17). Esto ciertamente no provenía de ninguna contaminación moral que acompañara al fallecimiento, sino sólo una contaminación ceremonial. Otra evidencia de la naturaleza ceremonial de la purificación efectuada es el hecho de que después de que se rociaba el agua, la persona todavía quedaba "inmunda" hasta la noche o aun por varios días (vers. 10-12, 19). 904 El asunto de la inmundicia y la purificación realizada por medio de la vaca alazana sólo asumía un aspecto moral cuando una persona dejaba de obedecer las disposiciones establecidas por Dios en relación con esto. De manera que dejar de usar el "agua de purificación" como Dios había ordenado, en las circunstancias cuando se la prescribía, era una ofensa grave que aislaba a un hombre de la misericordia de Dios (vers. 13, 20).
Agua corriente.
Literalmente, "agua de vidas" o agua viviente (ver Lev. 14: 5; Juan 4: 10).
18.
Hisopo.
En el vers. 6 el hisopo era quemado junto con la vaca alazana. Aquí se usa como un instrumento para rociar (ver Exo. 12: 22; Sal. 51: 7).
19.
El limpio rociará.
Una aclaración del vers. 12.
A sí mismo se lavará.
Aun después de la ceremonia, la persona contaminada era todavía inmunda hasta la caída de la noche.
20.
El que fuere.
El vers. 20 es una repetición para dar énfasis (ver vers. 13).
21.
El que tocare el agua.
Como cuando juntaba las cenizas y el agua corriente. Aun hoy, la mente oriental piensa en una íntima relación entre los lavamientos ceremoniales y la santidad personal.
22.
Todo lo que el inmundo tocare.
Se volvía inmundo todo lo que fuera tocado por una persona contaminada por contacto con un cadáver, y cualquiera que tocara esas cosas quedaba inmundo hasta la noche. Es evidente que los objetos inanimados podían volverse ceremonialmente inmundos. Había gran cuidado respecto a la contaminación de las cosas externas a fin de impresionar al pueblo con la necesidad, el valor y la exigencia de la pureza interior.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-22 1JT 483-485
2 1JT 483
3, 4 1JT 484
13 4T 123
16-19 PP 281
17, 18 1JT 484
19 1JT 485
20 TM 94


NÚMEROS - CAPÍTULO 20- AUDIO
1 Los israelitas llegan a Zin, donde María muere. 2 Murmuran por falta de agua. 7 Moisés hiere la roca en Meriba y saca agua de ella. 14 Moisés en Cades pide permiso para cruzar por Edom, pero le es negado. 22 Aarón entrega su cargo a Eleazar.

1 LLEGARON los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada.
2 Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón.
3 Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!
4 ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?
5 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber.
6 Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos.
7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.
9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.
10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?
11 Entonces alzó moisés su mano y golpeó 905 la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
13 Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos.
14 Envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades, diciendo: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido;
15 cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en Egipto largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres;
16 y clamamos a Jehová, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad cercana a tus fronteras.
17 Te rogamos que pasemos por tu tierra. No pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos; por el camino real iremos, sin apartarnos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos pasado tu territorio.
18 Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré contra ti armado.
19 Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino principal iremos; y si bebiéramos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; déjame solamente pasar a pie, nada más.
20 Pero él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte.
21 No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio, y se desvió Israel de él.
22 Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.
23 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo:
24 Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla.
25 Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor,
26 y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá.
27 Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación.
28 Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte.
29 Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel.
1.
Al desierto de Zin.
Es decir, al territorio desértico lindante con Edom (ver vers. 14, 15).
En el mes primero.
Era Abib, más tarde llamado Nisán, cuando el pasto todavía estaba verde (ver Juan 6: 10). Se secaba en mayo o junio. Este probablemente era el 40° año de las peregrinaciones por el desierto (ver Núm. 27: 14; 33: 36-38; PP 434), aquí pasado por alto sin comentario.
En Cades.
Evidentemente, en esta ocasión el pueblo quedó en Cades durante varios meses, en parte debido a los buenos pastos y en parte por la muerte de María.
Allí murió María.
No se dan detalles acerca de su muerte; ni la causa ni la fecha. Probablemente tenía 132 años (Exo. 2: 4,7). Aarón, que murió unos pocos meses después, tenía 123 (Núm. 33: 38, 39) y Moisés 120 (Deut. 34: 7).
Y allí fue sepultada.
No hay registro de un período de duelo, como se hizo después para Aarón (vers. 29). Esto fue unos cuatro meses antes de la muerte de Aarón (cap. 33: 38), y once meses antes de la muerte de Moisés. Ella era la mayor de los tres.
2.
No había agua.
Así comienza el relato de los acontecimientos que llevaron a la exclusión de Moisés y de Aarón de la tierra prometida. Evidentemente, el agua que les fue proporcionada desde el milagro de Horeb (Exo. 17: 1-7), unos 40 años antes, ya había sido suprimida. Esto fue causado por Dios a fin de probar la fe de la nueva congregación que había crecido en el desierto (ver PP 436).
Contra Moisés.
Compárese con Exo. 17: 2, 3, donde los padres de ellos habían manifestado el mismo espíritu. 906
3.
Habló el pueblo.
"El pueblo protestó" (BJ). Es decir, "se opuso bulliciosamente", lo que podría haber llevado a la violencia física.
Perecieron nuestros hermanos.
La alusión es a varios actos retributivos de Dios como los registrados en los caps. 11: 1, 33; 14: 37, particularmente en la rebelión de Coré (cap. 16: 32, 35, 46). Es evidente que pensaban en una muerte súbita como preferible a la lenta y creciente tortura de la sed.
4.
¿Por qué hacéis venir?
Palabras que reflejan el espíritu de sus padres (Exo. 17: 3).
5.
Subir de Egipto.
Olvidaban los sufrimientos y las lamentaciones de sus padres en Egipto (Exo. 2: 23, 24; 3: 17).
6.
De delante.
Parece haberse vuelto amenazadora la actitud del pueblo. Moisés y Aarón se dirigieron al santuario en busca de consejo y protección.
Se postraron sobre sus rostros.
Para pedir que fuera perdonado su pecado de queja rebelde, y que fueran satisfechas sus necesidades físicas.
La gloria de Jehová apareció.
Sin duda esto fue visible para toda la congregación, y debiera haber sido tanto una advertencia para ellos como un reproche por su falta de confianza en Dios (ver caps. 14: 10; 16: 19, 42).
7.
Habló Jehová.
Es decir, desde dentro de la gloria que apareció como una indicación de la presencia de Dios.
8.
Hablad a la peña.
Nada se dice en las Escrituras en cuanto a lo que debía hacerse con la vara. Quizá Dios tenía el propósito de que Moisés la levantara en la dirección de la roca mientras hablaba.
9.
Tomó la vara de delante de Jehová.
Estas palabras parecen implicar que fue la vara de Aarón la que tomó Moisés. Pero en el vers. 11 se habla de la vara como perteneciente a Moisés, y la vara de Moisés era "la vara de Dios" (Exo. 4: 20; 17: 9). Aunque no tenemos el registro de una orden para que Moisés colocara su propia vara en el santuario, puede haber sido guardada allí.
10.
Reunieron ... a la congregación.
En armonía con la instrucción de Dios (vers. 8).
Rebeldes.
El mismo lenguaje que Dios había usado acerca de sus padres (cap. 17: 10). Pero en el caso de Moisés reflejaba ira personal más bien que celo para Dios, y allí estribó su pecado,
¿Os hemos de hacer salir?
Con estas palabras Moisés se exaltó a sí mismo y exaltó a Aarón, al paso que descartaba a Dios, como si ellos hubieran querido que pensara el pueblo que podían realizar un milagro por su propio poder.
11.
Golpeó la peña con su vara dos veces.
Parte del pecado de Moisés dependió de que golpeara dos veces la roca, pues Dios no le había dicho que la golpeara. Además Moisés olvidó la paciencia de Dios en su trato con el pueblo que debería haberse reflejado en su propia actitud y comportamiento. Habló y actuó como si las quejas hubieran sido contra él.
Salieron muchas aguas.
Dios hizo frente a la situación con una abundante provisión de agua, a pesar de la actitud de Moisés y Aarón.
12.
No creísteis en mí.
Aquí es donde falló Moisés.
Para santificarme.
La falta de fe impidió una demostración de la santidad de Dios por medio de Moisés y de Aarón.
No meteréis.
Se infiere que Moisés y Aarón por la muerte serían quitados de su elevado cargo antes de que el pueblo entrara en la Tierra Santa.
13.
Aguas de la rencilla.
"Meribá" (BJ). Un uso similar de la palabra se encuentra en Exo.17:7 y Deut. 32: 51. La raíz hebrea de la cual se ha formado la palabra significa "disputar", "contender", "agitar", "querellar bulliciosamente", con frecuencia usando de violencia física.
El se santificó en ellos.
Es decir, Dios demostró su santidad y poder en el acto misericordioso de hacer que brotaran las aguas en presencia del pueblo. Además asignó un castigo a sus dirigentes favoritos cuando se apartaron de su orden.
14.
Al rey de Edom.
Moisés estimó que no era prudente procurar entrar en Canaán desde el sur, sin duda debido a la actitud de las huestes hebreas que conducía. Los edomitas, a quienes se dirigió, ocupaban el territorio que estaba al sur del mar Muerto; hacia el oeste llegaba hasta Cades, y hacia el sur hasta el brazo oriental del mar Rojo.
Israel tu hermano.
Como es costumbre en el Oriente hoy día, a los que tienen relación sanguínea puede llamárselos "hermanos". Los edomitas eran los descendientes de Esaú (Gén. 25: 30). 907
Todo el trabajo.
Así sugirió Moisés a los edomitas que, como parientes, mostrarán una actitud de simpatía hacia los descendientes de Jacob. La palabra traducida "trabajo" proviene de la raíz hebrea "estar cansado", "estar exhausto". Aquí se refiere a las dificultades de su largo viaje, peligroso y cansador, sin hogar estable propio.
15.
Egipto.
La experiencia de los hijos de Israel era bien conocida entre las naciones circunvecinas.
16.
Clamamos.
Ver Exo. 2: 23-25; 3: 7, 8.
Envió un ángel.
Ver Gén. 24: 7; Exo. 3: 2; 23: 20; 33: 2. El Ángel en este caso era Cristo mismo, el eterno Príncipe del pueblo de Dios (PP 382).
Nos sacó.
Ver Exo. 13: 21; 14: 19.
17.
Por tu tierra.
A fin de entrar en la tierra de Canaán desde el este, los israelitas debían o bien pasar por Edom o dar un largo rodeo hacia el sur y luego volver en dirección al norte.
Por el camino real iremos.
Esta era la principal arteria para viajar al este del Jordán, desde Damasco en el norte hasta Ezión-geber en el golfo de Akaba. Los mapas actualizados de los remotos tiempos bíblicos indican esa ruta de comercio. Vinieron a lo largo de ese camino, procedentes de Siria, los cuatro reyes que atacaron a Sodoma en los días de Abrahán. Reparado siglos más tarde por los romanos, "el camino real" está en uso todavía hoy. Una fotografía aérea de una sección de esta carretera aparece en la página 40 de The Westminster Historical Atlas to the Bible.
18.
Armado.
Ver Gén. 27: 40. Sin duda el pueblo de Edom temía que su territorio fuera ocupado, o al menos saqueado.
19.
Nada más.
Moisés reitera el apacible espíritu de los israelitas para con Edom y dice que pasarían sin hacer "nada más". Literalmente, "no es una cosa", es decir que no harían cosa alguna sino pasar tan rápidamente como fuera posible.
20.
No pasarás.
Edom temía dejar pasar a Israel por su territorio. Sin embargo, le vendió las provisiones necesarias (ver Deut. 2: 28, 29).
Mano fuerte.
El rey alistó sus tropas e hizo una exhibición de fuerza, manifestando su intención de resistir por la fuerza de las armas cualquier intento de pasar por su territorio.
21.
Se desvió Israel.
Dios mismo le ordeno a Israel que se desviara, pero que comprara las provisiones necesarias de los edomitas (Deut. 2: 5, 6).
22.
Monte de Hor.
Hasta hoy este sitio no ha sido definidamente ubicado. Los eruditos identifican cuatro diferentes montañas con el monte de Hor donde murió Aarón. En jebel Nebi Harún, es decir el monte del profeta Aarón, hay una mezquita en el sitio donde se supone que está la tumba del profeta que es visitada por los devotos peregrinos. Esta ubicación contradice el relato bíblico, según el cual debe tratarse de una montaña fuera de los límites de Edom (vers. 23; cap. 33: 37), al paso que el, Jebel Nebi Harún está bien dentro de los límites del país, no lejos de las ruinas de la ciudad de Petra.
23.
En el monte de Hor.
Quizá Israel acampó al pie de la montaña.
24.
Será reunido a su pueblo.
La misma expresión se usa para la muerte de Abrahán (ver com. Gén. 25: 8), de Ismael (Gén. 25: 17), de Isaac (Gén. 35: 29), de Jacob (Gén. 49: 33) y de Moisés (Núm. 27: 13; 31: 2).
25.
Al monte de Hor.
De acuerdo con Deut. 10: 6, el monte de Hor también era conocido como monte Mosera; o puede ser que el campo al pie del monte fuera conocido como Mosera.
26.
Desnuda a Aarón.
Una descripción de las vestimentas del sumo sacerdote se da en Lev. 8: 7-9.
Allí morirá.
Con la transferencia de las vestimentas y la muerte de Aarón se hizo resaltar la sucesión sacerdotal.
27.
A la vista de toda la congregación.
Así no podía levantarse ninguna duda en cuanto a la legalidad de la sucesión de Elcazar al sagrado oficio después de la muerte de su padre.
28.
Moisés desnudó a Aarón.
Moisés hizo esto actuando para Dios de acuerdo con la orden divina y como una señal de la transferencia del oficio sacerdotal, que continuaba a pesar de la muerte del que lo poseía.
Aarón murió allí.
La fecha de la muerte de Aarón y su edad, 123 años, se dan en el pasaje del cap. 33: 38, 39. La muerte de Aarón hace resaltar la imperfección del sacerdocio levítico respecto a su inestabilidad. Pablo habla del contraste en este respecto entre él y el sacerdocio de Cristo (Heb. 7: 24). De acuerdo con Deut, 10: 6, Aarón fue sepultado en Mosera (ver com. vers. 25). 908
29.
Treinta días.
Este es el mismo número de días de duelo observados por causa de Moisés algunos meses más tarde (Deut. 34: 8).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-29 PP 439-454; SR 164-169
1 PP 434
2 FE 509
2-5 SR 164
3-5 PP 440
4, 5 FE 509
6-8 PP 440; SR 165
1 0 PP 441, 442, 452, 506; PR 128; 3T 302; 4T 369
10, 12 FE 509
10-12 Te 13
11 PP 441, 452, 506
12 PP 443, 452, 502; SR 166
14-20 PP 447
22-24 PP 450
25-27 PP 450
28 PP 452; 3T 293
29 PP 453



NÚMEROS - CAPÍTULO 21- AUDIO
1 Israel destruye al cananeo en Horma. 4 El pueblo descontento y murmurador es castigado con serpientes ardientes. 7 La serpiente de bronce. 10 Diversos viajes de los israelitas. 21 Derrota de Sehón, 33 y de Og.

1 CUANDO el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que venía Israel por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de él prisioneros.
2 Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.
3 Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo, y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.
4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.
5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
10 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en Obot.
11 Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol.
12 Partieron de allí, y acamparon en el valle de Zered.
13 De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; porque Arnón es límite de Moab, entre Moab y el amorreo.
14 Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el Mar Rojo, Y en los arroyos de Arnón;
15 Y a la corriente de los arroyos Que va a parar en Ar, Y descansa en el límite de Moab.
16 De allí vinieron a Beber: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua.
17 Entonces cantó Israel este cántico: Sube, oh pozo; a él cantad;
18 Pozo, el cual cavaron los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo, el legislador, con sus báculos.
Del desierto vinieron a Matana,
19 y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot;
20 y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Pisga, que mira hacia el desierto.
21 Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo:
22 Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que asemos tu territorio.
23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y peleó contra Israel.
24 Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde Amón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte.
25 Y tomó Israel todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
26 Porque Hesbón era la ciudad de Schón rey de los amorreos, el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.
27 Por tanto dicen los proverbistas: Venid a Hesbón, Edifíquese y repárese la ciudad de Schón.
28 Porque fuego salió de Hesbón, Y llama de la ciudad de Sehón, Y consumió a Ar de Moab, A los señores de las alturas de Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab! Pereciste, pueblo de Quemos. Fueron puestos sus hijos en huida, Y sus hijas en cautividad, Por Sehón rey de los amorreos.
30 Mas devastamos el reino de ellos; Pereció Hesbón hasta Dibón, Y destruimos hasta Nofa y Medeba.
31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo.
32 También envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí.
33 Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.
35 E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.

COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTAS
l.
El rey de Arad.
Arad está a unos 80 km. al norte de Cades y a unos 27 km. al sur de Hebrón, y se conoce hoy día como Tell Arad.
Prisioneros.
Evidentemente el rey aisló a unos pocos rezagados de la retaguardia o de los flancos de la línea de marcha; pues si hubiera atacado al grueso de la fuerza, posiblemente habría algún registro de los muertos en la batalla.
2.
Hizo voto.
Esta es una forma de pedido de ayuda a Jehová para castigar al rey de Arad (ver Gén. 28: 20; Juec. 11: 30; 1 Sam. 1: 11; 2 Sam. 15: 8).
Destruiré sus ciudades.
Literalmente, "dedicaré sus ciudades", usando la raíz verbal de la palabra traducida "separada" en Lev. 27: 29. Lo importante de esto es que los despojos de esas ciudades debían ser separados para Dios y su servicio (ver Deut. 7: 1, 2; Jos. 6: 17, 21). Cuando una cosa era dedicada a Dios, no podía ser empleada para un uso secular.
3.
Entregó al cananeo.
En armonía con su voto, que aceptó Jehová, Josué efectuó la destrucción de las ciudades al entrar en la Tierra Santa (Jos. 12: 14).
Horma.
La palabra significa "destrucción" en el sentido de dedicación a Dios, y por lo tanto no redimible para el uso del hombre. La forma verbal de la misma palabra se da en el vers. 2 como "destruiré", es decir, ofreceré a Dios como sacrificio. Evidentemente, el nombre se aplicaba a la ciudad y sus alrededores (Núm. 14: 45; Deut. 1: 44; Jos. 12: 14; 15: 30).
4.
Camino del Mar Rojo.
Se había hecho necesaria una alteración de la ruta elegida, pues se les había negado el paso por Edom. Ahora estaban en camino hacia Ezión-geber (Deut. 2: 8), dando la espalda a la Tierra Santa. En cuanto a los lugares donde acamparon entre Cades y la región de Moab, ver Núm. 33: 41-44.
El rumbo de la marcha de Israel se dirigía 910 hacia el sur, pasando por el Arabá, y por la frontera meridional de Edoin, desde donde continuaba hacia el este. Finalmente, volviendo hacia el norte, pasaron al este tanto de Edom como de Moab (PP 454, 461; ver nota en la pág. 589).
Por el camino.
Literalmente, "en el camino". Hubo varios factores para provocar el desánimo. La parte del territorio por el cual estaban viajando, el Arabá, es tina planicie árida sembrada de piedras y arena y generalmente calurosa y seca. Además, sabían que viajaban dando la espalda a Canaán; iban alejándose en vez de entrar en ella.
5.
Nos hiciste subir.
La forma del verbo hebreo que aquí se usa es otra señal de su impaciencia creciente. La forma es causal: "Nos hiciste subir".
No hay pan.
Había abundancia de alimento, pero se rebelabais por la monotonía de su dieta celestial.
Pan tan liviano.
La palabra hebrea traducida "liviano", que no aparece en ninguna otra parte de la Biblia, proviene de la raíz "ser liviano", es decir, tenido en poca estima. El pueblo pensaba en los alimentos sabrosos y variados de Egipto.
6.
Serpientes ardientes.
Literalmente, "las serpientes, las ardientes". La palabra traducida "ardientes" aparece en otras partes como "serafines" (Isa. 6: 2, 6). Proviene de la raíz "arder" (Jos. 11: 9; Isa. 44: 16; Eze. 43: 21). Las serpientes fueron llamadas ardientes debido a la inflamación violenta causada por su mordedura (PP 456).
Murió mucho pueblo de Israel.
Las muertes se debieron a que se retiró la mano protectora de Dios. La parte de la región por donde viajaban estaba infestada de serpientes, escorpiones, etc. (Deut. 8: 15); de ahí que cada día se vieran milagros de la protección divina. Pero el Señor repentinamente retiró su protección y permitió que las serpientes atacaran al pueblo.
7.
Hemos pecado.
El pueblo se humilló delante de Dios, sabiendo que eran falsas sus acusaciones contra él.
Ruega a Jehová.
Compárese con la petición de Job por sus amigos (Job 42: 10).
8.
Una serpiente ardiente.
Una réplica de la clase de serpientes que eran una plaga para el pueblo.
Sobre una asta.
La palabra traducida "asta" es la que se usa para un estandarte militar. Es la que aparece en Exo. 17: 15: Jehová-nisi, "Jehová, mi estandarte". También una "bandera" (Sal. 60: 4), "pendón" (Isa. 11: 10) y "bandera" (Jer. 51: 27). No importa lo que fuera, el asta era lo bastante alta como para ser vista por todo el campamento.
9.
Miraba a la serpiente.
La gente sabía que la serpiente era un símbolo del Salvador venidero. También se daba cuenta de que no era suficiente tan sólo mirar a la serpiente, sino que la mirada debía ir acompañada de fe, puesto que no había curación en la serpiente misma. Era posible contemplar la imagen sin ser curado, si no se empleaba fe en Dios como el Sanador divino. De la misma manera, no tenían valor las ofrendas si no iban acompañadas por la fe (ver Juan 3: 14, 15; PP 457, 458).
10.
Acamparon en Obot.
Antes de Obot (cap. 33: 41-43) los israelitas habían acampado en otros dos lugares que Moisés no menciona aquí. No se ha determinado la ubicación de Obot.
11.
Ije-abarim.
Literalmente, "las ruinas de Abarim". La primera palabra proviene de la misma raíz que Hai, que significa "montón de piedras" o "ruinas". La segunda significa "el otro lado" y de ella proviene la palabra "hebreos", es decir, los que pasaron del otro lado: inmigrantes de más allá del Eufrates. Por lo tanto, algunos traducían Ije-abarini como "los lugares de los hebreos" (ver com. Gén. 10: 21).
Que está enfrente de Moab.
El desierto de Moab (Deut. 2: 8). Los israelitas ahora iban hacia el norte.
12.
El valle de Zered.
Literalmente, el "arroyo de Zered". Si lecho estaba seco en la estación calurosa. Esta palabra se usa en el idioma urdu de la India, derivada a través del árabe, y se aplica a los canales del Punjab. El "valle de Zered" ahora se conoce como el Wadi el-Hesa, un arroyo que entra en el mar Muerto por su esquina sudeste. Antiguamente, el Zered separaba a Edom de Moab.
13.
Arnón.
El río Arnón fluye por el actual Wadi el Mojib, que tiene unos 550 m de profundidad y unos 3.200 m de ancho, y penetra cortando la altiplanicie de Moab. Su barranco es una miniatura del gran cañón del Colorado.
En el desierto. Los israelitas estaban todavía al este de Moab, en el desierto de Cademot (Deut. 2: 26). 911
Entre Moab y el amorreo.
El río Arnón nace en las altiplanicies de Arabia y desemboca en el mar Muerto. El territorio de Moab está al sur del río y el de los amorreos al norte (ver com. Gén. 10: 16). Los moabitas habían sido desplazados hacia el sur del Arnón por Sehón (Núm. 21: 26; Juec. 11: 22).
14.
El libro.
Al igual que el libro de Jaser (Jos. 10: 13; 2 Sam. 1: 18), se ha perdido este registro.
Lo que hizo en el Mar Rojo.
Más exactamente, por una transliteración literal del hebreo: "Waheb in Sufah". Waheb era el nombre de un pueblo. Sufah, literalmente "torbellino" (como en Job 37: 9; Prov. 10: 25; Isa. 21: 1; 66: 15; Ose. 8: 7; etc.), quizá un valle o región donde eran comunes los torbellinos (ver Deut. 1: 1, "frente a Suf ", (BJ). Los torbellinos generalmente provenían del sur (Job 37: 9; Isa. 2 1: 1). Los otros lugares mencionados en el contexto (Núm. 21: 12-16) dan asidero a la sugestión de que Suf estaba al norte del Arnón. Algunos lo han identificado con Khirbet Sufa, a unos 12 km. al sudeste del monte Nebo.
15.
El límite de Moab.
La cita de los vers. 14 y 15, tomada del libro de las batallas de Jehová, sugiere que los amorreos habían tomado a la fuerza esos lugares de los moabitas. Quizá los israelitas estaban en territorio amorreo y más allá de los límites de Moab.
16.
Beer.
Esta es la palabra hebrea común para "fuente", "pozo" (Gén. 21: 19, 25, 30; 26: 15; etc.). Se ha sugerido de primera intención que éste es el Beer-elim, o pozo de Elim (Isa. 15: 8).
17.
A él cantad.
En los países orientales es difícil exagerar la importancia de un buen pozo. Los pozos fueron motivos de cantos de alabanza y de violentas disputas (Gén. 21: 25; 26: 15-22; Juec. 1: 15; cf. Juan 4: 12).
18.
El legislador.
De la misma palabra traducida "cetro" en Gén. 49: 10. Esto sugiere un milagro de parte de Dios. El terreno era blanda arena. Cuando los 70 ancianos y los principales de las tribus metieron sus cayados en la arena, Dios hizo que fluyera abundantemente el agua como para formar un pozo de aguas surgentes.
Matana.
Sitio desconocido. Posiblemente se identifica con la moderna El-Medeiyineh.
19.
De Nahaliel a Bamot.
En los límites de Moab. Nahaliel, "el wadi de Dios", que se ha identificado de primera intención con el Wadi Zerqa Ma'in. De la misma manera Bamot, "alturas", podría ser Bamot-baal (Jos. 13: 17) o "los lugares altos de Baal" (Núm. 22: 41).
20.
Los campos de Moab.
Literalmente, "el campo de Moab", con probable referencia a la región reclamada por Moab.
Pisga.
El monte Pisga ofrece un magnífico panorama de toda la Palestina occidental. El nombre proviene de un verbo que significa "cortar", "hender"; el sustantivo relacionado significa "farallón" y se refiere al borde quebrado y dentado de la altiplanicie moabita que desciende a pique hacia el mar Muerto y el valle del Jordán (Núm. 23: 14; Deut. 3: 27; 34: 1). Pisga está cerca de la extremidad noreste del mar Muerto, en el lado opuesto de Jericó, y se conoce ahora como Ras esSiyaghah.
Mira hacia el desierto.
Literalmente, "mira hacia el rostro del desierto". En hebreo es "Jeshimón", sustantivo que significa "lugar desolado", del verbo "ser desolado" y se usa para los desiertos por los cuales pasó Israel (Deut. 32: 10; Sal. 68: 7) y para la tierra desolada al norte del mar Muerto (1 Sam. 23: 19, 24; 26: 1, 3).
21.
Sehón.
Los israelitas estaban en el desierto de Cademot, que está en los límites del reino de Sehón (Deut. 2: 26). La tierra de los amorreos estaba incluida en el territorio prometido a Israel. Los amorreos no tenían parentesco con los israelitas -como era el caso de los amonitas, edomitas y moabitas- pues eran de origen cananeo (Gén. 10: 16; Deut. 1: 7, 19, 27). Sehón es llamando rey de los amorreos, como en este versículo, o rey de Hesbóri (Deut. 2: 26, 30), o es identificado con una combinación de los dos nombres (Deut. 1: 4; 3: 2). Hesbón era la residencia del rey o la ciudad real.
22.
Pasaré por tu tierra.
Los israelitas enviaron un mensaje de paz similar al que previamente mandaron a Edom (cap. 20: 14), aunque habían recibido órdenes de vencer a Schón (Deut. 2: 26, 24).
23.
Jahaza.
Quizá una ciudad en la planicie de Moab, más tarde una parte del territorio de Rubén. Se desconoce su ubicación exacta (ver Deut. 2: 32; Isa. 15: 4; Jer. 48: 21).
Peleó contra Israel.
Los israelitas habían recibido la seguridad de que saldrían victoriosos (Deut. 2: 31). El pueblo amorreo estaba destinado a la destrucción (Jos. 3: 10) y él 912
CAMPAÑA DE ISRAEL AL ESTE DEL JORDÁN
913 mismo trajo sobre sí el desastre al salir con el propósito de destruir al pueblo de Dios.
24.
Lo hirió Israel.
Una animadora victoria para Israel -bisoño en cuestiones bélicas sobre un enemigo que acababa de vencer a Moab.
Desde Arnón hasta Jaboc.
El Arnón formaba la frontera meridional del territorio de Sehón (vers. 13); el Jaboc, el límite septentrional, y el río Jordán, el límite occidental. Al este estaban los amonitas. El Jaboc todavía lleva su antiguo nombre.
Era fuerte.
Preferiblemente "era Jazer" ("Yazer" BJ), una ciudad en el límite entre los amorreos y los amonitas.
25.
Todas las ciudades.
Es decir, las ciudades de los amorreos mencionadas en los vers. 25 a 30.
Hesbón.
La ciudad real, el lugar donde residía el rey y el asiento de su gobierno. El montículo de Tell Hesbán, situado a unos 29 km. al este del Jordán, frente a Jericó, ha conservado el nombre antiguo.
Todas sus aldeas.
Literalmente "todas sus hijas", lo que se refiere a la ciudad de Hesbón como la metrópoli, o ciudad madre, y a las aldeas como sus descendientes que dependían de ella para su bienestar económico y social.
27.
Dicen los proverbistas.
O "los trovadores" (BJ). La referencia es al canto de los vers. 27 a 30 que narra la victoria de Sehón sobre los moabitas. El territorio que habían tomado los israelitas pertenecía a los amorreos.
28.
Fuego.
Esto se refiere a las conquistas de Sehón de los territorios circunvecinos de Hesbón; el fuego y las llamas son un símbolo de guerra (ver Amós 1: 7, 10, 12, 14; 2: 2, 5).
29.
Quemos.
El dios de los moabitas (1 Rey. 11: 7; Jer. 48: 7), a quien se ofrecían sacrificios humanos (2 Rey. 3: 26, 27), pero que no libró a sus fieles en esta crisis.
Puestos sus hijos en huida.
Lo que significa que Quemos se disgustó con sus adoradores y no los salvó de sus enemigos (ver Jer. 48: 13).
30.
Dibón.
Hay una moderna Dibán a unos 5 km. al norte del Arnón (ver Jer. 48: 18, 22), junto a la antigua Dibón, que hoy yace en ruinas. Fue aquí donde se encontró, la famosa Piedra Moabita, en 1868.
Nofa.
Ver Juec. 8: 11.
Medeba.
Identificada con la moderna Madeba. Su nombre aparece en la Piedra Moabita como Mehedeba.
31.
La tierra del amorreo.
El territorio que entonces ocupaba Israel, al este del Jordán, era el de los amorreos y no el de los moabitas, que habían sido desplazados de él.
32.
Jazer.
No se conoce la ubicación de Jazer. Se han sugerido varios lugares, pero ninguno puede ser identificado exactamente. No estaba lejos del monte Galaad (2 Sam. 24: 5, 6; 1 Crón. 26: 31). Al tomar esta ciudad, Israel completó la conquista del país de los amorreos.
33.
Basán.
Basán adquirió fama por sus excelentes campos de pastoreo, en los cuales medraban grandes rebaños de ganado, y también por sus bosques de encinas (Deut. 32: 14; Sal. 22: 12; Eze. 27: 6).
Og.
Un descendiente de los poderosos refaítas (Gén. 14: 5; Jos. 12: 4; 13: 12).
Edrei.
Se ha identificado con Edrea o Dera a unos 35 km. al noroeste de Bosra. Evidentemente era la segunda ciudad real de Basán (ver Deut. 1: 4; Jos. 12: 4; 13: 12), y estaba a unos 50 km. al sudeste del mar de Tiberias, y a otros 50 km. al oeste de los montes Haurán en el límite meridional de Basán (Deut. 3: 1, 10), sobre uno de los afluentes del Yarmuk. Las ruinas macizas de la ciudad están sepultadas debajo de la aldea moderna. Si Og hubiese permanecido detrás de sus torres fortificadas, Israel apenas podría haberlo tocado. La Divina Providencia hizo que dejara sus fortificaciones y presentara batalla en campo abierto.
34.
No le tengas miedo.
Se necesitaba una seguridad tal de parte de Dios debido a la gigantesca estatura de los hombres (Deut. 1: 28; 3: 11), y la fama de sus fortificaciones.
35.
Hirieron a él.
Después de derrotar al ejército de Og, Israel ocupó toda la comarca, excepto algunas partes de ella que resistieron algún tiempo más. La conquista final fue realizada por Jair, el hijo de Manasés, quien recibió la tierra de Argob como su recompensa (Núm. 32: 39, 41; Deut. 3: 14).
Y a sus hijos.
No mencionados en Deut. 3: 3.
Se apoderaron de su tierra.
Esto incluía unas 60 ciudades fortificadas, además de una cantidad de pueblos más pequeños (Deut. 3: 4, 5; Jos. 13: 30). Esto fue dado a la media tribu de Manasés, como ya fue mencionado (Deut. 3: 13; Jos. 13: 29, 30; 1 Rey. 4: 13). 914
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-35 PP 454-474
2-5 PP 455
3 PP 463
6, 7 PP 456
6-9 8T 50
8 FE 198
8, 9 PP 457
9 PP 463; 5T 202
16-18 Ed 158
33 PP 464



NÚMEROS - CAPÍTULO 22
- AUDIO
Balaam rechaza la primera invitación de Balac. 15 Acepta su segunda invitación. 22 Un ángel lo habría muerto si el asna no lo salva. 36 Balac recibe a Balaam.

1 PARTIERON los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó.
2 Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo.
3 Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.
4 Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.
5 Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí.
6 Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.
7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.
8 El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
9 Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo?
10 Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme:
11 He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo.
12 Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.
13 Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.
14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.
15 Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros;
16 los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;
17 porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo.
18 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.
19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová.
20 Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.
21 Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. 915
22 Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.
23 Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino.
24 Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro.
25 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla.
26 Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda.
27 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo.
28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?
29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!
30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.
32 Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.
33 El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de í no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.
34 Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
35 Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
36 Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio.
37 Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?
38 Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot.
40 Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.
41 El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.


l.
Los campos de Moab.
Esta llanura había pertenecido antes a los moabitas. Aunque la habían conquistado los amorreos (cap. 21: 26), la comarca retuvo su nombre original. No se nos dice el mes cuando los hijos de Israel acamparon en la planicie de Moab, pero generalmente se piensa que fue cerca del fin del 40º año cuando partieron de las montañas de Pisga o Abarim (caps. 21: 20; 33: 48). La llanura abarca unos 150 km².
Junto al Jordán.
Es decir, en el lado este, frente a Jericó. No cruzaron el Jordán hasta que Josué tomó el mando (Jos. 3: 1).
2.
Balac.
Significa "saqueador", "devastador", de la raíz "dejar asolado", "saquear". Se lo menciona otra vez en Jos. 24: 9; Miq. 6: 5 y en Juec. 11: 25, sin hacer referencia a Balaam.
Zipor.
Significa "pajarito". La forma femenina del nombre es Séfora, el nombre de la esposa de Moisés. La forma masculina del nombre no aparece otra vez en el AT a menos que Zofar (Job 2: 11) sea una variante en la grafía del mismo nombre.
Había hecho al amorreo.
Es decir, a los reyes amorreos Sehón y Og (ver com. Gén. 10: 16), los más poderosos de los gobernantes cananeos de ese tiempo (Deut. 3: 8).
3.
tuvo gran temor.
No conocían la orden dada por Dios a Israel de que no los molestaran, y por lo tanto temían ser desposeídos de su territorio (cf. la actitud de los 916 egipcios en Exo. 1: 12). El temor que ahora sentían los moabitas había sido predicho (Exo. 15: 15).
4.
Los ancianos de Madián.
Moab y Madineran enemigos tradicionales (Gén 36: 35),pero estuvieron dispuestos a unirse contra Israel. Parece que los "ancianos" también eran llamados "reyes" (Núm. 31: 8) 'príncipes" (Jos. 13: 21). Entre los orientales, aun hoy día, los hombres de edad y experiencia son llamados "ancianos". Los madianitas eran descendientes de Abrahán y de Cetura (Gén. 25: 2, 4) y eran un pueblo de pastores y comerciantes intinerantes (Gén. 37: 28).
La grama del campo.
Literalmente, "el verdor del campo", lo que significa todo rastro de vegetación.
5.
Envió mensajeros.
Evidentemente enviados por convenio con los madianitas (ver. vers. 4).
Balaam.
De un verbo que significa "tragar", "sumir", "destruir violentamente".
Petor.
Se ha identificado ahora definitivamente con Pitru, a una corta distancia del Eufrates, al sur de Carquemis. Esta identificación requiere que "el río" deba ser el Eufrates (ver Exo. 23: 31; Jos. 24: 2, 3, 14). De acuerdo con la propia afirmación de Balaam (Núm. 23: 7), él era de Aram, nombre con que se conocía la región de la alta Mesopotamia (ver PP 467).
Su pueblo.
Literalmente, "Ammav" (BJ), identificado positivamente, por una inscripción en la estatua de Idrimi, con la región del valle del Sajur. Este valle está situado entre Alepo y Carquemis. El viaje desde Pitru (véase arriba), una distancia de unos 650 km, requería 2 semanas (ver PP 468).
Un pueblo.
Una nación organizada que 40 años antes había despojado a Egipto y humillado a Faraón.
Delante de mí.
Una constante amenaza de partidas invasoras organizadas. Naturalmente, una situación tal hizo que los moabitas sintieran gran temor.
6.
Maldíceme este pueblo.
Balac y su pueblo creían en el poder de los hechiceros y en sus encantamientos. La nigromancia, la magia negra, la posesión demoníaca son compañeras inseparables de la idolatría.
Más fuerte que yo.
Balac se daba cuenta de que necesitaba más que ayuda humana para hacer frente al indiscutible poder de Israel.
Será maldito.
Balac tenía el plan de destruir a Israel, pero temía intentarlo con su propia fuerza. Había oído de la eficacia de los poderes de Balaam. En la antigüedad eran comunes tanto la bendición como la maldición, como en el caso de Noé (Gén. 9: 25-27), Isaac (Gén. 27: 27), Jacob (Gén. 49), Josué (Jos. 6: 26) y Eliseo (2 Rey. 2: 24). Así también Goliat inició su combate con David invocando la maldición de su dios sobre el muchacho (1 Sam. 17: 43). Es un despropósito querer explicar todos los fenómenos de la magia pagana atribuyéndolos únicamente a tretas o artificios.
7.
Dádivas de adivinación.
Moab y Madián se unieron en este plan. Las dádivas de adivinación e intercesión eran consideradas como una ganancia legitima (ver 1 Sam. 9: 7, 8; 1 Rey. 14: 3; 2 Rey. 8: 8). Desde tiempos remotos, era difícil que alguien se aproximara a una persona eminente sin un obsequio en la mano (Gén. 43: 11, 25, 26; Mal. 1: 8).
8.
Os daré respuesta.
Un profeta apóstata juega con fuego esperando un beneficio pecuniario. Balaam ya sabía de los israelitas y de la actitud de Dios hacia ellos (PP 468, 469).
Jehová.
Muchos comentadores encuentran sumamente extraño que Balaam usara la palabra "Jehová", pues lo consideran como un adivino pagano. La realidad es que Balaam fue originalmente un verdadero profeta de Dios que pervirtió sus dones debido a su afán por obtener ganancias materiales (PP 468). De la misma manera, Melquisedec y Jetro (PP 129, 252) fueron representantes del Dios verdadero. Labán permitió que hubiera idolos familiares en su hogar, y sin embargo en determinadas circunstancias Dios condescendió en comunicarse con él (Gén. 31: 9, 247 30).
9.
¿Qué varones son éstos?
Esta no fue una pregunta en procura de información, pues Dios sabía todo acerca de ellos (ver Gén. 3: 10, 11). Fue una pregunta aclaratorio con el propósito de que Balaam comprendiera los peligros de la senda en la que estaba por posar sus pies (ver 1 Rey. 19: 9; Isa. 39: 3, 4).
10.
Balac.
Esto implica que el participante más poderoso de la coalición era Balac, rey de los moabitas, y que los madianitas eran los aliados más débiles.
12.
No vayas.
Balaam conocía su deber (ver com. vers. 8). Ambicionaba recompensas, 917 pero también sabía que sus maldiciones no dañarían a Israel.
Bendito es.
Ningún ser humano podía trastornar la bendición de Dios y convertirla en una maldición.
13.
Jehová no me quiere.
Otra vez Balaam usa el nombre de Jehová, como lo hizo en el vers. 8. Omite informar a los mensajeros de Balac que los hijos de Israel eran benditos por Dios.
14.
Balaam no quiso.
Naturalmente los príncipes interpretaron mal los motivos de Balaam (ver com. vers. 13), y no pudieron dar un informe fidedigno a Balac. También deben haber estado inclinados a culpar a Balaam por el fracaso de su misión.
15.
Príncipes, y más honorables.
Un típico proceder oriental en tales circunstancias. Balac supuso que Balaam se mantenía firme esperando mayor respeto, el cual él podría demostrarle enviándole hombres de categoría superior, y un mayor aprecio por sus servicios mediante la oferta de mayores recompensas.
16.
No dejes de venir.
Literalmente, "no te retengas". La forma reflexiva del verbo implica que Balac entendía que la poca disposición de Balaam se debía a un deseo de mayor reconocimiento y mayor recompensa.
17.
Te Honraré mucho.
La traducción literal es: "Ciertamente te honraré al máximo" (ver Dan. 2: 6).
Todo lo que me digas.
No respecto a las recompensas, sino en cuanto a la cooperación en conseguir el propósito de Balac.
18.
Su casa llena.
Compárese con la experiencia del profeta anónimo de 1 Rey. 13: 8.
Plata y oro.
Un reflejo de los pensamientos de Balaam enfocados en las riquezas mundanales. La avaricia era el pecado que lo acosaba.
No puedo traspasar la palabra de Jehová.
Literalmente, "no soy capaz de pasar por alto la boca de Jehová mi Dios". Una expresión tal implica un conocimiento personal del Dios del cielo.
Cosa chica ni grande.
Esto significa "ninguna cosa" (ver 1 Sam. 20: 2; 22: 15; 25: 36). Balaam sabia que Dios podía controlar sus acciones, aunque no podía controlar sus pensamientos.
19.
Reposéis.
Trató con ellos como con los primeros mensajeros.
Para que yo sepa.
Balaam ya sabía lo que diría el Señor (ver vers. 12 y com. vers. 8). Estaba tratando de entenderse con Dios como si fuera un débil hombre capaz de cambiar su pensamiento.
20.
Vino Dios.
El mensajero divino es otra vez el mismo Todopoderoso.
Si vinieren . . . estos hombres.
Es decir, si venían por la mañana para oír su respuesta.
Levántate y vete.
El Señor permitió que el profeta hiciera lo que estaba determinado a hacer. Balaam no estaba buscando sinceramente la voluntad de Dios pues ya sabía cuál era (vers. 12). Estaba empecinado en su propia conducta, y buscaba una apariencia de permiso.
Lo que yo te diga.
Por esta afirmación Balaam sabia que no se le permitiría maldecir a Israel, y concordar en apariencia con los mensajeros de Balac significaba recibir ricos presentes y cubrirse de una máscara de falsedad.
21.
Enalbardó su asna.
Los asnos eran usados entonces comúnmente por gente de toda categoría, especialmente para viajes cortos. Se usaban camellos para jornadas más largas. Se habla de asnas en el hebreo de Juec. 5: 10 y 2 Rey. 4: 22, pero se habla con más frecuencia de asnos (Exo. 4: 20; Jos. 15: 18; 1 Sam. 25: 20; 2 Sam. 16: 2; 17: 23; etc.). En varios casos del AT, enalbardar un asno se relaciona con una tragedia (2 Sam. 17: 23; 1 Rey. 2: 40; 13: 13).
22.
La ira de Dios.
En el vers. 12 Dios había hecho conocer su voluntad a Balaam. En el vers. 20 el Señor le permitió que fuera. Esta fue una instrucción meramente permisivo, basada no en la voluntad de Dios sino en la propia voluntad de Balaam. Si el profeta hubiera deseado cumplir la voluntad de Dios, las palabras registradas en el vers. 12 habrían definido el asunto. Pero cuando un hombre es rebelde de corazón, Dios puede permitirle seguir sus deseos y sufrir las consecuencias (ver Sal. 81: 11, 12; Ose. 4: 17).
Balaam es sin ejemplo de un profeta que prostituyó su vocación al procurar obtener ganancias con su don divino. Por eso leemos de "la doctrina de Balaam" (Apoc. 2: 14), "el error de Balaam" (Jud. 11 ) y "el camino de Balaam" (2 Ped. 2: 15).
El ángel de Jehová.
Esto se refiere a Cristo con frecuencia (Exo. 3: 2, 14; 23: 20, 23; 32: 918 34; PP 320, 381), aunque no siempre es cierto que esto sea así (ver Heb. 1:14; PP 53). Aquí parecería ser Cristo ( PP 381; cf Exo. 23:20 ).
Adversario.
Heb. satan, 'adversario' o 'enemigo' . Puesto que Satanás es el gran enemigo de Dios y del hombre, llegó a ser llamado literalmente " el adversario ", o Satanás(1 Crón. 21: 1; Job 1: 6; Zac. 3: 1). Jehová estuvo en el camino de Balaam como un adversario, no tanto por que el profeta estuvo determinado a seguir su propia senda de destrucción, si no más bien por que se estaba colocando como oponente del pueblo escogido de Dios. La palabra "Satanás", una transliteración del término hebreo se considera como equivalente en significado e importancia con la palabra " diablo " del NT. El es el enemigo de las almas de los hombres , dedicado a su destrucción eterna .
Con él dos criados suyos.
No se menciona que los príncipes de Balac estubieran con Balaam. Esos mensajeros-hombres de alcurnia, con grandes dádivas en su mano y la promesa de más (vers.15-17)- estaban desconcertados por que Balaam no había accedido imediatamente a acompañarlos . Anticipando otra negativa , ya se habían puesto en marcha de regreso ( PP 471). Balaam procuraba alcanzarlos y por eso cualquier demora le molestaba de un modo especial. Los dos criados no figuran en la escena, nisiquiera paraayudar a su amo a dominar su asna.
23.
El asna vio.
Evidentemente los dos criados eran tan siegos como su amo. El Señor le abrió los ojos al asna, como le abriría la boca poco después .
Con su espada desnuda.
Literalmente "un arma de ataque", del verbo "atacar", "herir derribando" (ver Jos. 5: 13).
Se apartó . . . del camino.
Había vallados para sercar la viñas, pero no los campos.
24.
Pared.
En su marcha por el campo cultivado, el profeta llegó a un lugar cerrado entre dos viñedos, con una pared a cada lado y el camino en el medio.
25.
Se pegó.
Aproximándose mucho a la pared el asna pudo pasar al ángel, el que nuevamente se le puso por delante.
Apretó . . . el pie de Balaam.
Al tratar de pasar nuevamente al ángel, el asna apretó violentamente el pie de Balaam entre su cuerpo y la pared.
26.
No había camino.
El asna no podía volverse ni a la derecha ni a la izquierda; tampoco podía dar la vuelta para emprender una rápida retirada.
27.
Se hechó.
El asna comprendió lo desesperado de la situación. El profeta, cegado por la avaricia y la ira, sólo podía darse cuenta de la terquedad de la conducta de ella.
28.
Jehová abrió.
El único otro ejemplo registrado en la Biblia de un animal que hablara es el de la serpiente de Gén. 3.
29.
Te has burlado de mí.
Literalmente, " has jugado conmigo como un niño ", (es decir), me has tratado caprichosamente y has jugado conmigo. La misma forma verbal se traduce como "abusaron" en Juec. 19: 25; "escarnezcan" en 1 Sam. 31: 4; "hundido" en Job 16: 15 (BJ); "hacen" iniquidad en Sal. 141: 4.
Ahora te mataría.
Quedó de manifiesto la falta de sinceridad del profeta. Se estaba jactando de que podía destruir a una nación con sus encantamientos y sin embargo era importante para matar a su asna . Difícilmente un hombre podía estar más ciego al no sorprenderse de que un asna pudiera conversar con él.
30.
Desde que tú me tienes.
Literalmente, "desde tú existencia", es decir, "desde que comenzaste a cabalgar".
¿He acostumbrado?
"¿Es ésta la forma en que procedo siempre?" El comportamiento peculiar del asna debería haber bastado para mostrarle a Balaam que se encontraba frente a una situación anormal, pues el asna nunca antes se había portado mal.
31.
Los ojos de Balaam.
Compárese con la experiencia del siervo de Eliseo (2 Rey. 6: 17).
Vio al ángel.
A Balaam le faltaba visión espiritual. Evidentemente sus dos siervos no vieron nada. Compárese con la experiencia de los compañeros de Pablo (Hech. 9: 7).
Se inclinó sobre su rosto.
No por verdadero arrepentimiento debido a sus malos propósitos, si no por un terror abyecto .
32.
Perverso.
Literalmente, " descuidado". La idea es que Balaam estaba emprendiendo un viaje motivado por su terquedad y que no estaba en armonía con la voluntad de Dios.
33.
Te mataría a ti.
El profeta debía su vida al asna , a la cual había golpeado brutalmente. El espíritu que controlaba a Balaam se manifestó plenamente en su conducta.
A ella dejaría viva.
Dios habría preservado al asna así como habría muerto a Balaam. La obediencia es una virtud a la vista de Dios. Compárese con la experiencia del asno de 919 otro profeta desobediente (1 Rey. 13: 24).
34.
He pecado.
Al decirlo tuvo quizá en cuenta su insensato vapuleo del asna, tanto como su obstinada búsqueda de las dádivas de Balac.
Si te parece mal.
Sabía que el viaje había sido permitido tan sólo debido a su terquedad.
35.
Ve con esos hombres.
Compárese con el vers. 20 donde primero fue dado el mismo permiso y donde Dios también se identifica con el que habla.
36.
Salió.
Balaac salió con una gran comitiva de príncipes y signatarios para honrar al profeta que -así se esperaba- libraría al país de los temores de una invasión.
La ciudad de Moab.
Compárese con el cap. 21: 15. Ar puede ser el nombre de la ciudad designada aquí.
Al límite.
Sehón, rey de los amorreos, había conquistado el territorio de los moabitas hasta el Arnón. Balac fue hasta la misma frontera de su territorio para encontrarse con el profeta.
37.
¿No envié yo a llamarte?
Una galantería para Balaam, puesto que Balac no trató de ocultar o disminuir su ansiedad.
¿No puedo yo honrarte?
Ver el vers. 17; cap. 24: 11.
38.
Dios pusiere en mi boca.
Balaam le indicó a Balac que él estaba sometido a restricciones, no importando cuánto le pesara eso (ver Núm. 23: 5, 12, 16; 1 Rey. 22: 14).
39.
Quiriat-huzot.
Literalmente, "la ciudad de las calles". Se desconoce la ubicación. Algunos comentadores la identifican con Quiriataim (cap. 32: 37).
40.
Balac hizo matar.
Con toda probabilidad una fiesta de sacrificios para honrar a Balaam y predisponer un comienzo propicio de la ceremonia de la maldición. Así demostró Balac su gozo porque el profeta había llegado a salvo (cf. 1 Sam. 9: 23, 24).
41.
El día siguiente.
Literalmente, "en la mañana".
Bamot-baal.
Es decir, "los lugares altos de Baal"; probablemente lo mismo que Bamot (cap. 21: 19). El nombre indica que era un santuario pagano. Es posible que Balac tuviera la idea de que la maldición de Balaam sería más eficaz si veía a los israelitas mientras los maldecía.
Los más cercanos.
Puede ser que Balaam pudiera ver todo el campamento, o quizá sólo las partes más cercanas a la colina donde él estaba. No resulta claro el propósito de esto.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-41 PP 467-474
1-4 PP 467
5, 6 PP 468
7 PP 468
8 PP 468
11-19 3T 73
12, 13 PP 468
14-20 PP 469
20-25 PP 471
26-29 PP 471
31 CC 21
31-33 PP 472
34 5T 637
34-38 PP 473
41 PP 474



NÚMEROS - CAPÍTULO 23- AUDIO
1, 13, 28 El sacrificio de Balac. 7, 18 La parábola de Balaam.

1 Y BALAAM dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
2 Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.
3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto. 920
4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
6 Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
7 Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente; Ven, maldíceme a Jacob, Y ven, execra a Israel.
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los collados lo miraré; He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, Y mi postrimería sea como la suya.
11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
12 El respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?
13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí me los maldecirás.
14 Y lo llevó al campo de Zofím, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
16 Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
18 Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y oye; Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
20 He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla.
21 No ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel. Jehová su Dios está con él,
Y júbilo de rey en él.
22 Dios los ha sacado de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
23 Porque contra Jacob no hay agüero,
Ni adivinación contra Israel.
Como ahora, será dicho de Jacob y de
Israel:
¡Lo que ha hecho Dios!
24 He aquí el pueblo que como león se levantará,
Y como león se erguirá;
o se echará hasta que devore la presa, Y beba la sangre de los muertos.
25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas.
26 Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer?
27 Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas.
28 Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia el desierto.
29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada
altar.
1.
Edifícame aquí.
Es decir, en el lugar alto, el santuario de Baal, donde se acostumbraba ofrecer sacrificios y desde el cual era visible el campamento de los israelitas. Siete becerros y siete carneros. Multiplicando el número de los sacrificios, Balaam pensó aplacar a Dios. Su mente estaba entonces del todo dominada 921 por los conceptos paganos de Dios, según los cuales la cantidad es más importante que la calidad y las ofrendas materiales son más efectivas que la obediencia sincera.
2.
Ofrecieron Balac y Balaam.
Como rey pagano, Balac realizó funciones sacerdotales ayudando a Balaam. La parodia de todo esto no era evidente para el profeta -un perverso profeta de Dios- que cooperaba con un rey pagano oficiando en un sacrificio a Baal, mientras pensaba al mismo tiempo que su propio Dios podría ser aplacado con ese sacrificio.
3.
Ponte junto a tu holocausto.
Para cuidarlo.
Quizá.
Balaam tan sólo podía esperar que el Señor condescendiera en encontrarse con él, pues sabía que lo que habla en su corazón era contrario a la voluntad de Dios.
Descubierto.
"Pelado" (BJ). Literalmente, "desnudo", "liso", "llano". La raíz verbal significa "allanar", "alisar", "desbastar", "pelar". Balaam deseaba estar solo, aunque ya estaba en un lugar "descubierto" (un alto), donde estaban construidos los altares.
4.
Vino Dios al encuentro de Balaam.
¡La paciencia infinita de Dios!
Siete altares.
Balaam pretendía que los sacrificios eran ofrecidos a Dios y que, por lo tanto, el Altísimo debía condescender con los planes de Balaam y estar dispuesto a cooperar con él. Compárese con 1 Sam. 13: 12 en lo que respecta a un sacrificio como forma de súplica y con Ose. 12: 11 en cuanto a la disposición de Dios hacia un sinnúmero de altares y sacrificios.
5.
Puso palabra en la boca de Balaam.
Es una señal de un verdadero profeta el llevar la palabra, o el mensaje, de Jehová (Deut. 18: 18; Jer. 1: 9). Se ha hecho notar que así como Dios, yendo en contra de la naturaleza, puso palabras en la boca del asna, también puso palabras en la boca de Balaam, contrarias a la terca voluntad de ese profeta.
7.
Parábola.
La palabra hebrea se refiere a una afirmación presentada en lenguaje figurado en vez de recto.
Rey de Moab.
Un fingimiento de que Balaam había ido contra su voluntad.
De los montes del oriente.
Probablemente una referencia a la parte árida, pedregosa y montañosa de Mesopotamia.
8.
¿Por qué maldeciré?
Esto sugiere que Balac estaba pidiéndole a Balaam que hiciera lo imposible. La bendición de Dios descansaba sobre su pueblo y la maldición del hombre no podía prevalecer contra él.
9.
De la cumbre de las peñas.
Balaam estaba sobre la cima de la montaña contemplando el campamento de Israel que se extendía a sus pies (caps. 22: 41; 23: 3).
Habitará confiado.
"Vive aparte" (BJ). Vivir apartado era un símbolo de seguridad (Deut. 33: 28, BJ; Miq. 7: 14). Además el pueblo de Dios debía separarse de las prácticas y costumbres de las naciones circunvecinas.
No será contado.
Escogidos por Dios, debían ser un pueblo separado (ver Exo. 33: 16; 1 Rey. 8: 53). Los judíos llegaron a considerarse como enteramente superiores a todas las otras naciones.
10.
¿Quién contará?
Al leer este pasaje en hebreo, se advierte la gran sorpresa de que alguien siquiera pensara hacer una cosa tal. Compárese con la promesa a Abrahán (Gén. 13: 16) y a Israel (Gén. 28: 14).
La cuarta parte.
Los comentadores judíos ven aquí una referencia a que el campamento de Israel estaba dividido en cuatro partes.
La muerte de los rectos.
La avaricia pecaminosa de Balaam impedía que él tuviera un fin apacible (Núm. 31: 8; Prov. 28: 9). Los hijos de Israel eran "rectos" porque Jehová los había transformado y los había elegido para ser su pueblo (Deut. 7: 68).
Mi postrimería. La palabra hebrea aquí traducida "postrimería" significa con frecuencia "posteridad", "descendientes" (Sal. 109: 13; Dan. 11: 4; Amós 4: 2). Podría ser preferible entenderla de esta manera aquí.
11.
Te he traído para que maldigas.
No había engaño o subterfugio de parte de Balac. No entendía que Balaam hubiera sido autorizado para presentarse sólo con la condición de hablar las palabras que Dios pusiera en su boca. Por supuesto, él le había dicho eso a Balac (cap. 22: 38), pero al igual que Balaam 922 -quien debiera haber obrado correctamente- sin duda el rey pensaba que Dios podría ser persuadido a cambiar su voluntad. La llegada de Balaam le hizo parecer a Balac que el mismo profeta pensaba que eso era posible.
Has proferido bendiciones.
El hebreo es muy enfático: "Ciertamente tú has bendecido". Balaam no sólo se había refrenado de maldecir a Israel, sino que lo había bendecido definidamente.
12.
Jehová ponga.
Parecería que Balac hubiera reconocido que Balaam no estaba en libertad de seguir su propio mal camino, sino que estaba sometido al Espíritu de Dios (ver cap. 22: 35, 38).
13.
Otro lugar.
Aquí Balaam tuvo la oportunidad de retirarse, pero lo detuvo su ambición de ganancias materiales.
Los más cercanos.
Pensando que Balaam podía estar demasiado aterrado ante el vasto campamento de los israelitas, Balac esperaba que al ver sólo una pequeña parte de él, el profeta sería más osado. De esa manera, yendo a varios sitios, desde cada uno de los cuales fuera visible sólo una porción del campamento de Israel, finalmente todo el conjunto quedaría maldito.
14.
Al campo de Zofim.
De una palabra que significa "atisbar", "vigilar". El nombre Zofim significa "el campo de los vigilantes" (ver 1 Sam. 14: 16; Isa. 56: 10 ; Jer. 6: 17; Eze. 3: 17). No se conoce la ubicación de Zofim. Indudablemente era otro "lugar alto" (ver Núm. 22: 41).
Pisga.
Una elevada montaña del territorio moabita, desde la cual se puede tener un amplio panorama del territorio circunvecino (Deut. 3: 27; 34: 1, 2; ver com. Núm. 21: 20).
Siete altares.
Se repitió lo hecho originalmente. Sin embargo, en su corazón Balaam debe haber sabido que no podía invertir el primer mensaje de Dios. Pero trató de hacer todo lo que podía para ganar el favor de Balac y las recompensas prometidas.
15.
Ponte aquí.
Literalmente, "quédate así". Balaam no le está mostrando a Balac dónde estar, sino cómo comportarse. Quizá Balaam quería decir que Balac, por lo menos en parte, era culpable de su fracaso anterior.
Yo iré a encontrar a Dios allí.
Literalmente, "y yo rogaré así". Otra vez el profeta habla de cómo hacer su petición, y no del lugar desde el cual la hizo. Sin embargo, fuera de duda Balaam se retiró a otro lugar para encontrarse con Jehová.
16.
Jehová salió al encuentro de Balaam.
Otra vez es Jehová el que encuentra al profeta.
Dile así.
Era imposible que Balaam hablara contra Israel mientras éste fuera fiel a las revelaciones de Dios.
17.
¿Qué ha dicho Jehová?
Balac comprendió que el mensaje provenía de Dios, pues Balaam era evidentemente impotente.
18.
Balac, levántate.
Esto puede significar: "Presta atención y escucha, Balac". O también puede significar sencillamente levantarse en una actitud reverente y escuchar el mensaje de Jehová. La primera sugestión es la más probable.
Escucha mis palabras.
El profeta comprendió plenamente la importancia del mensaje que estaba constreñido a pronunciar, y eso sin alterar una sola palabra. La expresión hebrea sugiere no sólo escuchar sino examinar bien la importancia del mensaje.
19.
Dios no es hombre.
Parece extraño que Balaam no comprendiera que estaba tratando a Jehová como si fuera un mero hombre sobre el que se pudiera influir para cambiar su pensamiento. Ese era un concepto puramente pagano.
Ni hijo de hombre.
La palabra aquí traducida "hombre" es el vocablo genérico que significa cualquier miembro de la raza humana. Dios no es un ser mortal.
Arrepienta.
En el sentido de apesadumbrarse por lo que ha hecho. El cambio de ubicación, los altares adicionales y los sacrificios ofrecidos en ellos, no convencieron a Jehová de que había cometido un error al no haberse dejado influir por el primer lugar y las primeras ofrendas. Sólo el sincero arrepentimiento del pecador y su alejamiento del pecado, es lo único que puede influir para que Dios retenga el debido castigo (ver Jer. 18: 8; 26: 3; Mal. 3: 6, 7; Rom. 11: 27 -32). 923
20.
Orden de bendecir.
Jehová había bendecido a Israel como a su pueblo peculiar. Los perversos deseos de hombres malos que querían dañar a Israel nunca harían que Dios se desdijera.
21.
Perversidad.
Esta afirmación declara enfáticamente que mientras Israel permaneciera leal a Dios, ningún mal caería sobre la nación. La palabra traducida "iniquidad" denota maldad, idolatría, palabras falsas o cualquier desviación de la voluntad de Dios, desviación que, al fin, siempre resulta infructuosa. Esta palabra expresa una relación moral entre el pecado y su justo castigo. "Perversidad" hace resaltar el hecho de que el pecado ha convertido la vida en algo pesado de llevar; ha transformado las actividades normales de la vida en una carga penosa. Esta palabra es comúnmente traducida "trabajo" (Gén. 41: 51; Sal. 55: 10), "miseria" (Job 3: 10), "aflicción" (Job 5: 6, 7; Sal. 25: 18), "calamidad" (Job 7: 3), "duro trabajo" (Sal. 73: 16), y "molestia" (Sal. 90: 10).
Júbilo.
Literalmente, "el sonido de un cuerno", que resonara como alarma, o por gozo, o por fervor religioso (ver Lev. 23: 24; Sal. 47: 5; Jer. 4: 19). Posiblemente aquí se expresa la idea de "voces de alegría".
22.
Ha sacado de Egipto
Ciertamente, con el propósito de que le sirvieran con lealtad y rectitud (ver Lev. 11: 45; 25: 38; Núm. 15: 41).
Búfalo.
Probablemente un buey en estado salvaje. Sin duda un animal de gran fortaleza, valor y de dos cuernos (Deut. 33: 17; Sal. 22: 21; nótese el plural "astas", "cuernos"). La LXX traduce esta palabra hebrea con un término griego que significa "un cuerno", pensando que se refiere al rinoceronte. Evidentemente los traductores no advirtieron que otros pasajes ya señalados hablan de este animal como de dos cuernos.
23.
No hay agüero.
La fortaleza de Israel radicaba en la abstinencia total de la nación de la práctica de consultar augurios, presagios, oráculos y magia negra en general. Tales costumbres siempre han descarriado a los hombres de Dios y están prohibidas estrictamente (Deut. 18: 10; Jer. 27: 9; Eze. 13: 6; Ose. 4: 12; Zac. 10: 2).
¡Lo que ha hecho Dios!
La gloriosa realización del plan de Dios para la salvación de su pueblo está más allá de lo que puede expresar el lenguaje humano (Sal. 44: 1; Isa. 40: 21; 52: 7-15).
24.
Como león.
El sustantivo hebreo puede significar tanto "leona" como "león". Tal como ocurre en otros idiomas semíticos y en libros religiosos orientales, en el AT las cualidades de los animales comúnmente se atribuyen a seres humanos (Gén. 49: 9, 27; Núm. 24: 8, 9; Deut. 33: 20; Jer. 49: 19; Miq. 5: 8).
Como león se erguirá.
Levantándose con vigor de su guarida para tomar su presa.
Devore la presa.
Un cuadro de las conquistas pasadas y futuras de los israelitas. En la guerra contra los madianitas poco después de la entrevista de Balaam y Balac ni un israelita perdió la vida (cap. 31: 49).
25.
Tampoco lo bendigas.
Balac temía que las bendiciones de Balaam fueran tan poderosas como había esperado que fueran sus maldiciones.
26.
Todo lo que Jehová me diga.
Balaam comprendió que no podía guardar silencio si el Señor le ordenaba que bendijera (caps. 22: 20; 23: 3, 12).
27.
Desde allí.
Una esperanza renovada en el corazón de Balac lo indujo a pensar que el contemplar el campamento de Israel desde otra ubicación podría influir en Balaam. Esta fue una oportunidad más para que el profeta cortara sus relaciones con Balac y regresara a su tierra (ver caps. 22: 6; 23: 13; 24: l).
28.
Peor.
La ubicación de Peor no ha sido localizada definidamente. El nombre se usa en palabras compuestas que designan varios lugares: Bet-peor (Deut. 3: 29; 4: 46; 34: 6; Jos. 13: 20) y Baal-peor (Núm. 25: 3). Peor era una montaña de Moab, en las proximidades del Pisga, sobre la cual había un altar, o quizá un templo, de Baal o de algún otro dios pagano.
29.
Edifícame.
Aquí se repitió un procedimiento idéntico al de los vers. 1 y 14. Evidentemente, Balac y Balaam estaban ofuscados pues, a pesar de los dos fracasos previos, no 924 podían pensar en otro medio para obtener su propósito.
30.
Como Balaam le dijo.
En esta ocasión, Balaam no se retiró para estar solo. No pretendió estar recurriendo, en secreto, a artes mágicas, sino que permaneció con Balac ante el altar. Sin preguntar nada, Balac cumplió con las instrucciones dadas por Balaam. La responsabilidad era enteramente de Balaam.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
30 PP 474-478
7-10 PP 474
7-23 Ed 155
8 CS 584
9 PP 137, 475; 7T 109
10 CS 584; PP 476, 481; PVGM 206
11-21 PP 476
20, 21 CS 584
21 2JT 240
21, 23 PP 487
23 CS 584; 2T 274; 4T 276, 368
23, 25, 27-30 PP 477



NÚMEROS - CAPÍTULO 24 - AUDIO
1 Balaam profetiza la felicidad de Israel. 10 Balac lo despide enojado. 15 Profetiza acerca de la Estrella de Jacob y la destrucción de algunas naciones.

1 CUANDO vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto;
2 y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.
3 Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor,
Y dijo el varón de ojos abiertos;
4 Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:
5 ¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, Tus habitaciones, oh Israel!
6 Como arroyos están extendidas, Como huertos junto al río, Como árboles plantados por Jehová, Como cedros junto a las aguas.
7 De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas;
Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.
8 Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo. Devorará a las naciones enemigas, Desmenuzará sus huesos, Y las traspasará con sus saetas.
9 Se encorvará para echarse como león, Y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeron, Y malditos los que te maldijeron.
10 Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido ya tres veces.
11 Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra.
12 Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo:
13 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo?
14 He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha e hacer a tu pueblo en los postreros días.
15 Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Dijo el varón de ojos abiertos;
16 Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo,
El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:925
17 Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca: Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y herirá las sienes de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Set.
18 Será tomada Edom, Será también tomada Seir por sus enemigos, E Israel se portará varonilmente.
19 De Jacob saldrá el dominador, Y destruirá lo que quedare de la ciudad.
20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo: Amalec, cabeza de naciones; Mas al fin perecerá para siempre.
21 Y viendo el ceneo, tomó su parábola y dijo: Fuerte es tu habitación; Pon en la peña de tu nido;
22 Porque el ceneo será echado, Cuando Asiria te llevará cautivo.
23 Tomó su parábola otra vez y dijo: ¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
24 Vendrán naves de la costa de Quitim, Y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber; Mas él también perecerá para siempre.
25 Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.
1.
Parecía bien a Jehová.
Balaam ya conocía perfectamente cuál era la voluntad del Señor (cap. 23: 20).
En busca de agüero.
Dos veces se había retirado Balaam para procurar un encuentro con Dios (ver cap. 23: 3, 15).
Hacia el desierto.
Es decir, hacia el campamento de Israel, en la planicie de Moab (cap. 22: 1). No se apartó de su lugar cerca de los altares, en Peor. Al contemplar el campamento de Israel, su mente quedó preparada a fin de recibir el mensaje de Jehová. Sabía que no podía hacer otra cosa sino permitir que el Espíritu de Dios viniera sobre él. Puesto que profesaba ser profeta de Dios, debía presentar el mensaje de Dios.
2.
Vio a Israel.
Mientras estaba acampado de acuerdo con las instrucciones de Dios (ver cap. 2).
El Espíritu de Dios vino sobre él.
En dos ocasiones anteriores Jehová había puesto palabras en la boca de Balaam (cap. 23: 5, 16). Más tarde, la misma experiencia sobrevino a los mensajeros de Saúl (1 Sam. 19: 20) y a Saúl mismo (1 Sam. 19: 23). Cuando surge la necesidad, Dios puede usar a una persona mala para que dé un mensa e verdadero. Dios puede comunicarse directamente con una persona o mediante un sueño (Núm. 22: 9, 20), o bien por medio de un mensajero (vers. 32). Compárese esta experiencia de Balaam con Isa. 48: 16; 61: 1; Miq. 3: 8.
3.
Dijo.
Comúnmente se usa esta forma en los libros proféticos de la Biblia para comenzar un mensaje divino (cap. 14: 28). No hay sino tres o cuatro excepciones a esta regla.
El varón.
Hay varias palabras hebreas traducidas "varón" u "hombre". La más común es 'adám. Esta palabra aparece más de 450 veces, generalmente en un sentido genérico. Otra palabra, 'ish, se usa para un hombre en contraste con una mujer, un esposo en contraste con una esposa, un amo en contraste con un siervo, una persona eminente en contraste con otra humilde. Hace resaltar la individualidad. Una tercera palabra, 'enósh, pone énfasis en la inferioridad, pues procede del verbo "estar enfermo", "ser incurable". Este vocablo nunca se usa en relación con el Mesías. La palabra final para hombre es guéber, usada aquí por Balaam para sí mismo. Puesto que esa palabra procede de una raíz que significa "ser poderoso", algunos comentadores piensan que el empleo que hace de ella Balaam indica arrogancia.
De ojos abiertos.
Los comentadores no están de acuerdo en cuanto al significado de esta expresión. Muchos la traducen: "Cuyos ojos están cerrados", es decir, cuya vista física, natural, era inútil, de modo que no veía nada con los ojos pero estaba en un éxtasis. La palabra hebrea no parece en otra parte del AT. Ya sea que se traduzca como "abiertos" o "cerrados", resalta el pensamiento de que la vista física de Balaam era reemplazada por la visión espiritual. Los ojos permanecían abiertos pero sin vista.
4.
Omnipotente.
De Shaddái, una palabra acerca de cuyo significado exacto ha habido mucha discusión. "El Omnipotente" se ha 926 adoptado como un equivalente convencional en la traducción y así se traduce siempre, quizá debido a la adopción del vocablo latino Omnipotens empleado por Jerónimo. Algunos eruditos hebreos piensan que el nombre se remonta a una raíz que significa "ser dadivoso". Si es así, el uso de esta palabra como título para Dios indica la plenitud y riqueza de su gracia. Lo hace resaltar como aquel que generosamente nos abastece con todo lo que necesitamos.
Caído, pero abiertos los ojos.
Literalmente, "cayendo y sus ojos descubiertos". El significado parece ser que cayó sobre su rostro en el terreno, pero sus ojos quedaron abiertos. El doble fenómeno físico implica el control del Espíritu Santo. Compárese con la experiencia de Saúl (1 Sam. 19: 23, 24), de Ezequiel (Eze. 1: 28), de Daniel (Dan. 8: 17, 18; 10: 8-19), de Juan (Apoc. 1: 17). Algunos también piensan en las experiencias de Adán (Gén. 2: 21) y Abrahán (Gén. 15: 12) como que fueran similares. Balaam cayó dormido, por así decirlo, y Dios le habló mientras estaba en esa condición. El cuerpo de Balaam pudo encontrarse en cualquier posición, postrado o erecto, pero sus sentidos naturales no funcionaban normalmente, y su percepción sensorial estaba controlada por el Espíritu de Dios.
5.
Tus tiendas.
El arreglo bien ordenado del campamento anonadó muchísimo al profeta.
6.
Extendidas.
Literalmente, "se estiran solas". Quizá una referencia a las largas hileras de tiendas con amplios espacios intermedios. La palabra traducida así también se ha vertido como "ríos" (Lev. 11: 9, 10), "arroyos" (Lev. 23: 40; Núm. 21: 14, 15) y "torrentes" (cap. 34: 5).
Como huertos junto al río.
Literalmente, "como huertos junto a un río". Compárese con Isa. 58: 11, "huerto de riego", e Isa. 1: 30, "huerto al que le faltan las aguas". Balaam debe haber estado pensando en el río Eufrates, que para él era el río (ver Isa. 7: 20; también Sal. 1: 3; Jer. 17: 8).
Aloes.
Este árbol no se conocía en Palestina, porque era oriundo del sudeste del Asia de donde se exportaba su madera. En otras partes de la Biblia la palabra se refiere a un perfume (Sal. 45: 8;Prov.7: 17). Algunos comentadores prefieren "palmeras" o "álamos" antes que "áloes".
Plantados por Jehová.
Compárese con Isa. 21; 61: 3; Sal. 80: 8. En el AT, con frecuencia los árboles son un símbolo del pueblo de Dios.
Junto a las aguas.
Los cedros orientales generalmente no crecen en la proximidad de las corrientes de aguas, pero con frecuencia se refiere a ellos la Escritura como plantados por Jehová (Sal. 104: 16). Algunos comentadores sugieren que las dos expresiones -"plantados por Jehová" y "junto a las aguas"- se han traspuesto accidentalmente. De cualquier manera, mediante el uso de estas metáforas y bajo la dirección del Espíritu Santo, Balaam presentó la prosperidad futura que Dios planeaba para su pueblo (ver Sal. 65: 9).
7.
Destilarán aguas.
La figura es la de un hombre que lleva sus baldes de agua y riega abundantemente su huerto: un cuadro de paz y prosperidad. Así debía sucederle a Israel.
Su descendencia.
Una referencia a la prosperidad de Israel en la tierra prometida (ver Deut. 8: 7; 11: 11), donde serían como árboles plantados junto a las aguas y, por lo tanto, prolíficos en frutos y en simiente (ver Isa. 32: 20; 44: 4; 65: 22, 23).
Agag.
El nombre Agag probablemente era genérico para referirse a los reyes de los amalecitas, como Faraón lo era de los egipcios y Abimelec de los filisteos (ver com. Gén. 20: 2). Es posible que Balaam (mediante el Espíritu) tuviera en cuenta la victoria de Saúl sobre Agag como un ejemplo de la futura grandeza de Israel entre las naciones, si hubiera permanecido leal a Dios (ver Gén. 17: 6; 35: 11; 1 Sam. 15).
Será engrandecido.
El cumplimiento supremo de estas palabras se produjo durante los días de David y Salomón, como símbolo de la venida del Mesías.
8.
Dios lo sacó.
Todo el poder imperial de Egipto, desplegado sin misericordia, no pudo retener a Israel en la esclavitud cuando llegó el tiempo de la liberación (Exo. 13: 9; 14: 8).
Fuerzas.
La misma palabra aparece en Job 22: 25 como "abundancia" y otra vez en Sal. 95:4 como "alturas" (ver también Núm. 23: 22). Algunos traductores prefieren "cuernos" en vez de "fuerzas" y traducen "cuernos como de búfalo".
Las naciones.
Principalmente la destrucción de las siete naciones de la tierra de Canaán. 927
Traspasará.
Un cuadro de victoria completa en el que Israel es irresistible.
9.
Se encorvará.
Esto sigue como una figura natural derivada de la expresión del vers. 8: "Devorará a las naciones enemigas" (ver Núm. 23: 24; Gén. 49: 9).
¿Quién lo despertará?
Las grandes fieras de los bosques se molestan si se las perturba en sus cubiles, y se ponen furiosas.
Benditos.
Compárese con la bendición de Jehová sobre el patriarca Abrahán (Gén. 12: 3) y la que Isaac pronunció sobre su hijo Jacob (Gén. 27: 29).
10.
Se encendió la ira de Balac.
Sin duda comprendió entonces todos los alcances del engaño a que lo había sometido Balaam.
Batiendo sus manos.
Una expresión de desprecio y una señal de gran ira (ver Job 27: 23; Lam. 2: 15; Eze. 21: 17). Puede haber pensado que Balaam se entendía con Israel y por lo tanto se mofaba de él (de Balac).
Tres veces.
Balac tenía en cuenta el trabajo y los gastos implicados en construir tres veces los altares y ofrecer los sacrificios, y las falsas esperanzas que se habían despertado cada vez.
11.
Huye.
Esta fue una orden de que volviera a su casa, puesto que su sola presencia se había hecho desagradable para el rey.
Jehová.
El rey pagano había llegado a comprender que Jehová era mayor que cualquier poder terrenal que pudiera invocar un mago.
13.
Lo que hable Jehová.
La insinceridad del profeta se revela en estas palabras. Había ido a Balac con un espíritu de terquedad y avaricia, sabiendo perfectamente que su presencia despertaría falsas esperanzas en el corazón del rey.
14.
En los postreros días.
Literalmente, "en el fin de los días", una expresión común en el AT que denota el futuro lejano, especialmente los días del Mesías y de su reino.
16.
Los dichos de Jehová.
Un reconocimiento de que el mensaje provenía de Dios y no del ejercicio de la magia (ver Amós 3: 7; Jer. 23: 18, 22).
Altísimo.
Título de Dios usado por primera vez en Gén. 14: 18- 22, en el relato de Melquisedec. Moisés también lo usó al hablar de la división de la tierra entre las naciones (Deut. 32: 8; ver Hech. 17: 26). Esta expresión hebrea también se encuentra ocasionalmente en los Salmos (Sal. 18: 13; 78: 35; 89: 27). El término no se limita al uso sagrado, sino que se encuentra en Gén. 40: 17 como "más alto", en 1 Rey. 8: 8 como "en estima", en 2 Rey. 18: 17 y Jer. 36: 10 como "arriba", en 2 Crón. 7: 21 como "tan excelente", en Neh. 3: 25 como "alta" y en Jer. 20: 2 como "superior".
17.
Lo veré.
Una predicción mesiánica. La hueste de Israel estaba delante de los ojos de Balaam, claramente visible desde el lugar elevado donde él se encontraba. El profeta se estaba refiriendo a Aquel que había de venir, a quien podía ver con los ojos de la mente pero no con su vista física.
Estrella.
Usada con frecuencia como símbolo de un gran personaje (Job 38: 7; Isa. 14: 12; Dan. 8: 10; Apoc. 1: 20; 2: 28; 22: 16).
Cetro.
Compárese con la profecía de Jacob (Gén. 49: 10). "Cetro" significa "gobierno", de la raíz "herir". Es un instrumento para herir (Exo. 21: 20), para castigar a una nación (Isa. 10: 24; 30: 31) o a un individuo (Job 9: 34; 21: 9). También es el cayado del pastor (Sal. 23: 4; Miq. 7: 14).
Herirá.
La victoria sobre los enemigos de Israel es un anticipo de la destrucción final de los impíos y del establecimiento del reino eterno de Cristo (Sal. 2: 9; 149: 69; Apoc. 2: 27; 12: 5; 19: 15).
18.
Será tomada Edom.
Compárese con Sal. 60: 8. Esto se cumplió en el tiempo de David (2 Sam. 8: 14), pero el cumplimiento final espera el establecimiento del reino de Cristo (Isa. 63: 1- 4).
Seir.
El antiguo nombre de la tierra de Edom (ver com. Gén. 36: 6, 20). Puesto que también era el nombre de las montañas de Edom, puede sugerir que los lugares fortificados no podrían resistir la conquista (ver 1 Crón. 18: 13).
19.
Saldrá el dominador.
Aunque esto se cumplió inmediatamente con David, la consumación final sólo puede realizarse con Jesucristo (Sal. 72: 8).
La ciudad.
No se nombra ninguna ciudad. Muchos comentadores judíos refieren esto a Roma, usando el nombre "Edom" como alusión al Imperio Romano, y "la ciudad" a la capital imperial, Roma.
20.
Viendo a Amalec.
Probablemente no con la vista física sino proféticamente, mientras estaba en la cima del monte Peor (Núm. 23: 28; cf. Gén. 36: 12; Exo. 17: 8; Núm. 14: 25, 43).
Amalec.
Muchos entienden esto como una 928 referencia genérica a todos los enemigos de Israel. Amalec sería un símbolo.
Cabeza de naciones.
Elifaz, el hijo de Esaú, fue el progenitor de los amalecitas (Gén. 36: 12). Sin embargo, la palabra "cabeza" puede hacer referencia a los amalecitas como al primer pueblo que atacó a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto (Exo. 17: 8). La palabra puede ser usada ya sea para jerarquía o para tiempo.
Perecerá para siempre.
Los amalecitas fueron condenados a la destrucción cuando atacaron a Israel (Exo. 17: 14, 16). Más tarde se le ordenó al rey Saúl que ejecutara la sentencia (1 Sam. 15: 3, 15); y el rey David les infligió severas pérdidas (1 Sam. 30). Evidentemente fueron exterminados en el tiempo de Ezequias (1 Crón. 4: 42, 43; ver también com. Gén. 36: 12).
21.
Ceneo.
Este pueblo, emparentado con Jetro, estaba relacionado con los madianitas (Juec. 1: 16; Núm. 10: 29). También estaba estrechamente relacionado con judá (Juec. 1: 16; 5: 24; 1 Sam. 27: 10).
Tu nido.
Juego de palabras con ken, "nido", y el gentilicio "ceneos"; "quenitas" (BJ). Esta declaración también es simbólica en cuanto a confiar en el poder y la ayuda humanos (Abd. 3).
22.
Echado.
Poco a poco fueron disminuyendo los ceneos a pesar de su segura morada.
Te llevará cautivo.
Esto puede referirse a la acción de los asirios contra un remanente tribal de los ceneos (2 Rey. 16: 9).
23.
¿Quién vivirá?
Compárese con Joel 2: 11; Mal. 3: 2. Cuando Dios usa a una nación para castigar a otra, entonces se cumple la voluntad de Dios, ya sea que la nación implicada reconozca al Señor o no (Isa. 10: 5 -15; Dan. 4: 30; 5: 1 -4).
24.
Quitim.
Kittim, del antiguo nombre de la moderna Chiti, Kition, localidad de Chipre (ver com. Gén. 10: 4; ver también 1 Mac. 1: 1). La misma expresión ocurre en Dan. 11: 30 (ver también Jer. 2: 10; Eze. 27: 6).
Asiria.
Generalmente se sostiene que Asiria y Heber juntos representan a las grandes potencias del Oriente. Sin embargo, es dudoso el significado exacto de Heber, aunque algunos aplican este nombre a los hebreos. En cuanto a la aplicación de Asiria al imperio persa, ver 1 Mac. 1: 1, que se refiere a las conquistas de Alejandro Magno. Más tarde Persia conquistó el territorio de Asiria.
25.
Volvió a su lugar.
Ver vers. 11. Al llegar a casa concibió una estratagema por la cual podría producirse la caída de Israel (PP 480). Murió poco después en una batalla (cap. 31: 8).
También Balac se fue.
Quizá a Quiriathuzot, como en el cap. 22: 39.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-25 PP 478-482
1, 2 PP 478
3, 4 PP 472
4-6 Ed 156
5-7 PP 478
9 CS 584; PP 478
10, 11 PP 480
12, 13 PP 480
16-19 Ed 156
17 DTG 42; PP 480, 507; PR 504
20-22, 25 PP 480



NÚMEROS - CAPÍTULO 25- AUDIO
Los israelitas cometen fornicación e idolatría en Sitim. 6 Finees da muerte a Zimriy Cozbi. 10 Dios da a Finees el pacto del sacerdote perpetuo. 16 Dios pide la destrucción de los madianitas.

1 MORABA Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.
4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los 929
NORTE DE PALESTINA EN LOS TIEMPOS BÍBLICOS
príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.
5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.
6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.
7 Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
8 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
10 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.
12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.
14 Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
15 Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
16 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
17 Hostigad a los madianitas, y heridlos,
18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.


1.
En Sitim.
Literalmente, "árboles de acacia". Puesto que la palabra aquí está en plural y, en hebreo, tiene el artículo definido con la preposición "en" o "entre", la expresión puede traducirse "entre los árboles de acacia". Desde aquí es de donde Josué envió, posteriormente, a algunos hombres para que espiaran la tierra de Canaán en las proximidades de Jericó (Jos. 2: 1; 3: 1). La forma más completa del nombre es Abelsitim (Núm. 33: 49). Aunque no se conoce con exactitud su ubicación, está en las llanuras de Moab.
Fornicar.
La fornicación literal fue seguida por su acompañante espiritual: la adoración de ídolos. Si no se hubiera dado el primer paso, probablemente el segundo no lo habría seguido.
2.
Invitaban al pueblo.
Es decir, las mujeres moabitas llamaban a los israelitas. La participación en las fiestas de sacrificios en honor de los dioses paganos fue una secuela natural de la fornicación literal (ver Deut. 12: 5, 7, 17, 18; Juec. 9: 27).
El pueblo comió.
Es decir, de la fiesta de sacrificios en honor del dios (ver Sal. 106: 28).
Se inclinó.
Es decir, las mujeres moabitas y los israelitas que ellas habían invitado. Al comer así de la comida de sacrificios y al inclinarse ante el dios pagano, proclamaron ser sus seguidores (ver Exo. 34: 15).
4.
Ahórcalos.
"Despéñalos" (BJ). Debían ser ejecutados los principales de las tribus, si eran culpables. Su jerarquía en el pueblo y su participación en la idolatría los hacían principalmente responsables. Por el hebreo es difícil decir en qué forma se realizó el castigo. El mismo verbo se usa en Gén. 32: 25 al referirse a la dislocación del muslo de Jacob, con la diferencia de que aquí se usa la forma transitiva del verbo. Aparece también en 2 Sam. 2 1: 6 para la ejecución de los siete hijos de Saúl. Muchos comentadores piensan que la forma de castigo a que aquí se hace referencia fue ahorcamiento o empalamiento.
Ante Jehová.
Probablemente frente al tabernáculo del Señor, cuyo culto habían abandonado. No había ofrenda para un pecado como el de ellos (Heb. 6: 4-6; 10: 26); por lo tanto su propia sangre fue derramada para pagar el castigo de sus transgresiones.
Delante del sol.
Literalmente, "a la vista del sol", es decir públicamente, como una advertencia para todo el campamento (ver 2 Sam. 12: 12; Jer. 8: 2).
Se apartará.
Mediante un proceder tan drástico, los jueces (vers. 5) probarían su celo por Dios y su culto. 930
5.
Los jueces de Israel.
Probablemente los 70 ancianos (Núm.11: 25; cf. Exo. 18: 12). No hay registro de la ejecución de la orden de matar a los participantes de la fiesta idolátrica.
Cada uno a aquellos.
Cada jefe o anciano debía llevar a cabo la sentencia que caía sobre los que estaban bajo su autoridad y por quienes era responsable (ver Exo. 18: 25, 26; 32: 27).
6.
Una madianita.
Moab y Madián evidentemente estaban colaborando en la conspiración para destruir a Israel. Esta mujer fue introducida con propósitos inmorales (ver cap. 31: 16).
A ojos de Moisés.
Con deliberado desacato de la autoridad de Moisés.
7.
Finees.
Ver Exo. 6: 25. Era el único hijo de Eleazar, y debía suceder a su padre en el cargo de sumo sacerdote (1 Crón. 9: 20).
Se levantó.
Ver Sal. 106: 30.
Tomó una lanza.
Esta palabra siempre se traduce "lanza" o "lanzas" en el AT, excepto una vez, "lancetas" en 1 Rey. 18: 28 y una vez "pavés" en 1 Crón. 12: 8.
8.
La tienda.
La palabra traducida aquí "tienda" no se usa en ninguna otra parte del AT y, por lo tanto, su significado es algo dudoso. Puede referirse a la parte interior de la tienda principal, a la cual se retiraban las mujeres del hogar. Otros sugieren que puede referirse a tiendas especiales levantadas por los israelitas cuando se unieron con los moabitas y madianitas en el culto idolátrico de Baal.
Cesó la mortandad.
La indignación de Finees, traducida en acción, agradó al Señor (vers. 11) y la plaga fue detenida. La celosa indignación de Finees llegó a ser un ejemplo para las generaciones posteriores (1 Mac. 2: 26).
9.
Veinticuatro mil.
Compárese con los 23.000 de 1 Cor. 10: 8. La diferencia puede explicarse con las palabras "cayeron en un día". O quizá mil fueron muertos por los jueces en otro día y así no están incluidos en el número redondo de Pablo de los que "cayeron en un día".
10.
Jehová habló.
Después de un acontecimiento tan deplorable, probablemente Moisés entró en el santuario para tener comunión con Dios.
11.
Apartar mi furor.
Compárese con Sal. 106: 23; Jer. 18: 20.
Llevado de celo.
Literalmente, "estuvo celoso de mis celos". Su celo culminó en acción para restaurar el honor del nombre de Dios y de su pueblo. En su celo por el nombre de Dios se convirtió en un símbolo adecuado de Cristo (Sal. 69: 9; Juan 2: 17).
Yo no he consumido.
Es decir, mediante la plaga que entonces asolaba al pueblo (ver 1 Rey. 18: 19; 19: 10; 2 Rey. 10: 16).
12.
Mi pacto de paz.
Literalmente, "mi pacto, paz" (Isa. 54: 10; Eze. 34: 25; 37: 26; Mal. 2: 5). Fuera de duda esta promesa de paz incluía la protección divina para Finees de la ira vengativa de los parientes de Zimri (ver vers. 14). La paz proviene de estar en los debidos términos con Dios.
13.
Sacerdocio perpetuo.
Los que recibieron originalmente el pacto de Dios fueron los varones de Leví (Jer. 33: 21; Mal. 2: 4, 8), quizá debido a su celo en una ocasión anterior (Exo. 32: 25-29). Cristo aseguró en la cruz todas las bendiciones del pacto de paz para su simiente espiritual (Sal. 89: 28, 29). A su debido tiempo, Finees fue el sucesor de Eleazar como sumo sacerdote (Juec. 20: 28). Se supone que debido a algún pecado resaltante, que no es mencionado en el registro divino, hubo una interrupción temporaria en la sucesión en el tiempo de Elí. La sucesión fue restaurada por el rey Salomón con Sadoc, descendiente de Finees, y así continuó en esa familia hasta el período griego.
Hizo expiación.
Compárese con cap. 16: 47.
14.
Zimri.
Este osado pecador fue un príncipe de la tribu de Simeón. En cuanto a otros casos del mismo nombre, ver 1 Rey. 16: 9; 1 Crón. 8: 36. Zimri se deriva de la palabra hebrea usada para "antílope" (Deut. 14: 5).
15.
Hija de Zur.
Compárese con cap. 31: 8, donde se nombra a Zur como uno de los cinco reyes madianitas muertos por los israelitas.
Tanto Zimri como Cozbi eran de familias destacadas, pero esto no acobardó a Finees, cuyo celo por Dios le hacía perder de vista cualquier peligro personal que podría haberle sobrevenido.
16.
Jehová habló.
No se nos dice cuánto tiempo pasó desde que fue dada la orden por Dios.
17.
Los madianitas.
Los madianitas habían colaborado con los moabitas en la maligna campaña contra Israel. Como descendientes de Abrahán deberían haber mostrado una 931 actitud diferente para con el pueblo de Dios. Los moabitas no escaparon completamente del debido castigo, pero quizá debido a la promesa hecha a Lot (Deut. 2: 9) o debido a que su copa de pecado no estaba todavía llena (ver Gén. 15: 16), por un tiempo fueron pasados por alto. Finalmente, los moabitas fueron excluidos de la congregación de Jehová hasta la décima generación (Deut. 23: 3, 4).
18.
Os han engañado.
Por medio de sus mujeres, debido a la maligna sugestión de Balaam (cap. 31: 16).
En lo tocante a Baal-peor.
Por el culto de Baal-peor, al cual fueron seducidos por las invitaciones de las mujeres a las fiestas de sacrificios y a los ritos licenciosos que las seguían.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-18 PP 483-493
1-3 PP 484, 739
1-5 HAd 295
8, 11-13, 15 PP 486



NÚMEROS - CAPÍTULO 26
- AUDIO
1 Censo del pueblo en Moab. 52 Orden para la repartición de la tierra. 57 Censo de la tribu de Leví. 63 Caleb y Josué como únicos sobrevivientes de los israelitas contados por Moisés en el Sinaí.

1 ACONTECIO después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a la guerra en Israel.
3 Y Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
4 Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó Jehová a Moisés y a los hijos de Israel que habían salido de tierra de Egipto.
5 Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;
6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmí, la familia de los carmitas.
7 Estas son las familias de los rubenitas; y fueron contados de ellas cuarenta y tres mil setecientos treinta.
8 Los hijos de Falú: Eliab.
9 Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová;
10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento.
11 Mas los hijos de Coré no murieron.
12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas;
13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas.
14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidos mil doscientos.
15 Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas;
16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas;
17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas.
18 Estas son las familias de Gad; y fueron contados de ellas cuarenta mil quinientos.
19 Los hijos de judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas.
21 Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas. 932
22 Estas son las familias de Judá, y fueron contados de ellas setenta y seis mil quinientos.
23 Los hijos de Isacar por sus familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas;
24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas.
25 Estas son las familias de Isacar, y fueron contados de ellas sesenta y cuatro mil trescientos.
26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas.
27 Estas son las familias de los zabulonitas, y fueron contados de ellas sesenta mil quinientos.
28 Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín.
29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas.
30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;
31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas;
32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas.
33 Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
34 Estas son las familias de Manasés; y fueron contados de ellas cincuenta y dos mil setecientos.
35 Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas.
36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas.
37 Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron contados de ellas treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;
39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas.
40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas.
41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y fueron contados de ellos cuarenta y cinco mil seiscientos.
42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
43 De las familias de los suhamitas fueron contados sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
44 Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de lsúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas.
45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas.
46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sera.
47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron contados de ellas cincuenta y tres mil cuatrocientos.
48 Los hijos de Neftalí, por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas;
49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas.
50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y fueron contados de ellas cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.
52 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
53 A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
54 A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados.
55 Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
57 Los contados de los levitas por sus familias son estos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merar, la familia de los meraritas.
58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.
59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, 933 hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana.
60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.
62 De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
63 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó.
64 Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
65 Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.
2.
Tomad el censo.
Una orden similar había sido dada a Moisés y Aarón, registrada en los caps. 1: 2 y 4: 1, 2. Aarón ya había muerto, y su hijo Eleazar compartía con Moisés las responsabilidades del liderazgo. En el primer censo, fue nombrado un hombre de cada tribu, como principal de la casa de su padre, para cooperar con Moisés y Aarón en el recuento del pueblo. Aunque un arreglo tal no se menciona ahora, sin duda se siguió un plan similar. El censo del pueblo debía ser la base para la división de la tierra prometida (cap. 26: 53). Todavía los hijos de Israel estaban en las llanuras de Moab (cap. 22: 1).
Las casas de sus padres.
La relación tribal de un hijo se computaba por su linaje paterno (ver cap. 1: 2).
3.
Los campos de Moab.
El primer censo se había efectuado en el desierto (cap. 1: 1).
4.
De veinte años arriba.
El censo previo se había tomado 38 años antes, y los censados entonces ya habían muerto (vers. 64).
5.
Rubén, primogénito.
Ver Gén. 46: 8, 9; Exo. 6: 14; Núm. 1: 20; 1 Crón. 5: 3. Los cuatro nombres consignados en los vers. 5 y 6 eran de familias distinguidas dentro de la tribu de Rubén, y concuerdan con las otras listas de las referencias dadas.
7.
Fueron contados de ellas.
Los hijos de Rubén eran aproximadamente 3.000 menos que 38 años antes (ver cap. 1: 21). La considerable disminución puede haberse debido en parte a la rebelión de Datán y Abiram, que eran rubenitas (cap. 16: 1)
8.
Los hijos.
En plural, aunque no había sino un hijo. Era la fórmula correcta que se usaba aunque no correspondiera en este caso (ver también Gén. 46: 23; Núm. 26: 36; 1 Crón. 1: 41).
9.
Cuando se rebelaron.
Ver cap. 16: 1-11.
10.
Escarmiento.
Una referencia al pasaje del cap. 16: 38 donde se dice que los incensarios personales de esos hombres llegaron a ser una "señal". El significado aquí de la palabra así traducida es el de fama, a fin de llamar la atención y constituir una advertencia. El signficado general es de "estandarte" o "bandera".
11.
Los hijos de Coré.
Continuaron teniendo un buen nombre aun en tiempo de David, y no perecieron como los descendientes de Datán y Abiram. Los hijos de Coré, una subdivisión de los levitas, constituían uno de los coros del templo. Véanse los sobrescritos de los Sal. 42, 44-49, 84, 85, 87, 88.
12.
Hijos de Simeón.
Compárese con las listas de Gén. 46: 10; Exo. 6: 15. Sólo Ohad está aquí omitido, quizá porque no tuvo hijos y su familia se había extinguido. En las listas de Génesis y Exodo, Nemuel es llamado Jemuel. La forma Nemuel permanece en 1 Crón. 4: 24, pero aquí Jaquín es llamado Jarib. Con el transcurso de los años, cambió algo la forma de escribir algunos nombres, lo que es común en la mayoría de los idiomas.
13.
Zera.
Quizá el Zohar de Gén. 46: 10 y Exo. 6: 15.
Saúl.
El hijo de una cananea (Gén. 46: 10).
14.
Simeonitas.
Una disminución de 37.100. Se les dio una parte de la heredad de Judá (Jos. 19: 9).
15.
Zefón.
Este nombre aparece como Zifión en Gén. 46: 16.
16.
Ozni.
En Gén. 46: 16 se escribe Ezbón.
17.
Arod.
Arodi en Gén. 46: 16.
18.
Las familias de Gad.
Unos 5.000 menos que en el censo anterior (cap. 1: 25).
19.
Er y Onán murieron.
Ver Gén. 38: 7-10 donde se narra su muerte.
20.
Los hijos de Judá.
Compárese con Gén. 46: 12. 934
Sela.
El hijo de Judá y la hija de Súa (Gén. 38: 2-5).
Fares.
Fares y Zera eran hijos mellizos de Judá y Tamar (Gén. 38: 29, 30).
21.
Hezrón.
Judá tuvo cinco hijos, pero Er y Onán murieron sin descendientes. Hezrón y Hamul tomaron sus lugares (Gén. 46: 12).
22.
Las familias de Juda.
La tribu de Judá era más numerosa que cualquier otra. Con excepción de Caleb, había muerto la generación vieja, pero la nueva excedía a la antigua en casi 2.000 personas (ver cap. l: 27).
23.
Tola.
Ambos nombres, Tola y Fúa, provienen de tinturas. "Tola" era la cochinilla, insecto del que se obtiene la tintura escarlata, y "Fúa" una especie de rubia, planta herbácea, trepadora, de flores amarillas de las cuales se hacía una tintura. La familia de Tola fue la más prolifera, llegó a 22.600 hombres en tiempo de David (1 Crón, 7: 2).
24.
Jasub.
En Gén. 46: 13, por alguna razón, es llamado Job.
25.
Las familias de Isacar.
Casi 10.000 más que en el primer censo (cap. l: 29; 2: 6).
26.
Zabulón.
No hubo cambio en la lista de las familias de Zabulón desde que entraron en Egipto (Gén. 46: 14).
Elón.
Un zabulonita de este nombre se encuentra entre los jueces (Juec. 12: 11).
27.
Zabulonitas.
Su número había aumentado grandemente. Su incremento era de más de 3.000 sobre el primer censo (cap. 1: 31).
28.
José.
Compárese con Gén. 46: 20.
29.
Hijos de Manasés.
En el pasaje del cap. 32: 39 se registra que la tierra de Galaad fue dada a Maquir por Moisés. Los términos de la genealogía aluden aquí a ese hecho. Esa es la razón por la cual los descendientes de Maquir fueron llamados tanto galaaditas como maquiritas. Su herencia se menciona en Jos. 17: 1, 2.
30.
Jezer.
En Jos. 17: 2 figura como Abiezer.
31.
Siquem.
En cuanto a Siquem y Semida (vers.32), compárese con Jos. 17: 2.
33.
Zelofehad.
Compárese con Núm. 27: 1; 36: 11; Jos. 17: 3.
34.
Las familias de Manasés.
Esta tribu registró un aumento de más de 20.000 (cap. 1: 35). Compárese con la profecía de Jacob acerca de cuán fructíferos serían los hijos de José (Gén. 49: 22).
5.
Efraín.
Se menciona a continuación al hermano menor de Manasés. Efraín mantenía el estandarte bajo el cual acampaba y marchaba Manasés (cap. 2: 18).
Sutela.
Se menciona otra vez en 1 Crón. 7: 20.
Bequer.
En la lista de 1 Crón. 7: 20 aparece como un clan con el nombre de Bered.
Tahán.
Quizá Tohu, de 1 Sam. 1: 1.
37.
Los hijos de Efraín.
En el primer censo (cap.1: 33) eran 8.000 más que en éste.
38.
Benjamín.
Esta tribu, como la de Manasés, también estaba bajo el estandarte de Efraín. Eran siete familias en total, de las cuales cinco llevaban los nombres de los hijos y dos de los nietos. Cuando los hijos de Benjamín fueron a Egipto eran diez (Gén. 46: 21), pero aquí en Núm. 26: 38, 39 hay sólo cinco. Cinco murieron o no dejaron descendientes. El tiempo había provocado cambios en la forma de escribir sus nombres, y las genealogías, en algunos lugares, son difíciles de reconciliar.
Bela.
Bela y Asbel son nombrados como en Génesis.
Ahiram.
El Ehi de Gén. 46: 21 y el Ahara de 1 Crón. 8: l.
39.
Sufam.
El y su hermano Hufam aparecen en Gén. 46:21 como Mupim y Hupim; en 1 Crón. 7: 12
como Supim y Hupim y en 1 Crón. 8: 5 como Sefufán e Hiram.
40.
Ard y Naamán.
Etos dos nietos de Benjamín, los hijos de Bela, se convirtieron en familias separadas en Israel. Uno de estos nietos fue llamado Ard, como su tío, el hijo menor de Benjamín, llamado Adar en 1 Crón. 8: 3.
41
Los hijos de Benjamín.
El registro muestra un aumento de más de 10.000 por encima del cómputo previo (cap. 1: 37).
42.
Súham.
En Gén. 46: 23 es llamado Husim, un cambio de grafía que es común en todos los idiomas. Esto sucede hoy día, con frecuencia y en todos los países, con los apellidos extranjeros. Tales cambios en la Biblia no se limitan a los nombres de gente. Esto se puede encontrar tratándose de árboles, tales como el "almugguim" de 1 Rey. 10: 11, 12 (BJ) que es "algummim" en 2 Crón. 2: 8 (2: 7 en la BJ). Los nombres de ciudades también han sufrido cambios. Por ejemplo, el lugar de la sepultura de Josué-Timnat-Séraj en Jos. 24: 30 (BJ)- aparece como Timnat-jeres en Juec. 2: 9 (BJ).
46.
Sera.
Otra forma de "Sara". La raíz hebrea significa "princesa". 935
47.
Los hijos de Aser.
Esta tribu informó un aumento considerable, pues tuvo cerca de 12.000 personas más que en el censo del cap. 1:41.
48.
Neftalí.
Los nombres de los cuatro hijos de Neftalí no experimentaron ningún cambio desde el registro de Gén. 46: 24.
50.
Las familias de Neftalí.
Hay una disminución de 8.000 desde el censo del cap. 1: 43.
51.
Los hijos de Israel.
El censo muestra que el pueblo sólo había disminuido en 1.820 personas desde el censo del cap. 1: 46, tomado 38 años antes.
53.
A éstos.
Es decir, a las familias contadas de los versículos precedentes. No fueron incluidos los levitas.
Heredad.
La tierra de Canaán debía ser asignada a esas familias, y nunca quitada de ellas. La extensión del territorio recibido dependía del número de personas de cada tribu, y cada herencia llevaba el nombre del progenitor tribal.
54.
Darás.
Palabras dirigidas a Moisés, pero no cumplidas plenamente hasta que fue tomada toda la tierra de Canaán (Jos. 13: 15-23; 14: 1-5). Por lo tanto, las palabras significan que Moisés debía transmitir la orden del Señor.
55.
Repartida por suerte.
Decidir por medio de un sorteo es un método que se remonta a tiempos muy antiguos. Se creía que la suerte era decidida por intervención divina, como se nota en Prov. 16: 33. El mismo método fue usado a veces en la iglesia primitiva (Hech. 1: 23-26).
Por los nombres.
Tal vez los nombres fueron colocados en un recipiente común y fueron sacados uno por uno, a medida que se echaban suertes. A veces se hacía un reajuste de territorio, de acuerdo con el número de personas que había en una tribu (Jos. 19: 9, 47).
57.
Levitas.
El censo de los levitas se tomó por separado, como también se hizo en el primer censo (cap. 1: 47).
58.
Libnitas.
Se piensa que se relacionan con Libna, en el sur de Judá. Los libnitas eran descendientes de Libni, el hijo mayor de Gersón.
Hebronitas.
Descendientes de Hebrón, sin hijo de Coat (Exo. 6: 18; Núm. 3: 19). Parecería natural relacionar a esta gente con la ciudad llamada Hebrón, cerca de Libna.
Mahlitas.
Una hija de la familia de Zelofehad es llamada Maala en el vers. 33, pero los mahlitas y musitas provenían de los dos hijos de Merari, llamados Mahli y Musi (Exo. 6:19; Núm. 3: 20).
Coreítas.
Ver com. vers. 11. Los coreítas son mencionados varias veces posteriormente, en 1 Crón. 9: 1 9 como porteros y en 2 Crón. 20: 19 como coristas.
60.
Nadab,Abiú.
Ver Lev. 10:1; Núm. 3:4.
62.
Fueron contados.
En comparación con su número en el censo del cap. 3: 39, el recuento de los hijos de Leví mostró un aumento de 1.000.
64.
Ninguno.
Compárese con Núm. 14:
23, 28, 29; Deut. 2: 14, 15.
65.
Caleb.
Dios había prometido preservar a Josué y a Caleb y permitirles entrar en la tierra de Canaán debido a su valeroso informe (cap. 14: 24, 30, 38). Con estos dos hombres estaban Moisés y Eleazar, como sobrevivientes del primer censo tomado en el monte Sinaí. Una generación había perecido, con la excepción de unas pocas personas que estaban bajo el cuidado protector de Dios, y a quienes él había destinado para cosas mayores. Jehová conoce quiénes son suyos (2 Tim. 2: 19); siempre conserva los nombre de sus santos delante de él (Exo. 33: 17; Isa. 43: l) en el libro de la vida (Apoc. 3: 5; Fil. 4: 3). Caleb resalta como un digno ejemplo de lealtad a los principios bajo las circunstancias más adversas y penosas.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
64, 65 PP 486 936



NÚMEROS - CAPÍTULO 27 - AUDIO
1 Petición de las hijas de Zelofehad. 6 La ley de las herencias. 12 Moisés se entera de la proximad de su muerte. 18 Josué es designado como sucesor de Moisés.

1VINIERON las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa;
2 y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron:
3 Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos.
4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
5 Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.
6 Y Jehová respondió a Moisés, diciendo:
7 Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.
8 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija.
9 Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
10 y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre.
11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, y de éste será; y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.
12 Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
13 Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón.
14 Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
15 Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo:
16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación,
17 que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor.
18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos.
20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca.
21 El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.
22 Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación;
23 y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés.
l.
Las hijas de Zelofehad.
Fueron primero mencionadas en el cap. 26: 33, y ahora se las menciona otra vez en relación con las leyes de la herencia (ver Jos. 17: 3).
Hijo de José.
Las hijas de Zelofehad remontaron su ascendencia hasta José, y buscaron una herencia en la tierra que amó su antepasado y donde pidió que estuviera su lugar de descanso final (Gén. 50: 25).
Maala.
La hija de Hamolequet (1 Crón. 7: 18).
Noa.
Compárese con Nea, el nombre de un lugar (Jos. 19: 13). 937
Hogla.
Una localidad llamada Bet-hogla se menciona en Jos. 15: 6.
Milca.
Otra persona del mismo nombre fue Milca, hija de Harán y esposa de Nacor (Gén. 11: 27-29).
Tirsa.
También el nombre de un lugar, la capital de Israel durante el reinado de Baasa y sus sucesores inmediatos (1 Rey. 15: 21). En casos tales como éstos, cuando un pueblo o una ciudad es también el nombre de una persona, sería natural esperar que la persona que lleva el nombre, o sus descendientes, hubieran tenido alguna relación con el lugar, ya fuera fundándolo o teniendo allí propiedades.
2.
La puerta del tabernáculo.
Sin duda era una costumbre, pues Moisés, Eleazar y los príncipes se congregaban como un tribunal (Exo. 18: 25, 26) para reunirse a la puerta del tabernáculo. Esto significaba que, si la ocasión lo exigía, Moisés fácilmente podía acercarse a Dios para consultarlo.
3.
Nuestro padre murió.
Quizá las hermanas habían redactado una petición para leerla ante el tribunal. Comenzaron llamando la atención al hecho de que su padre estaba incluido entre aquellos de los que se habla en el cap. 26: 64, 65 que ya habían llegado a los 20 años de edad cuando salieron de la tierra de Egipto.
No estuvo en la compañía.
Su padre, Zelofehad, era de la tribu de Manasés. El hecho de que no estuvo en el grupo de Coré -aunque evidentemente entonces podría haber estado- sugiere que miembros de diversas tribus participaron en esa revuelta. Puesto que su padre no había provocado la ira divina en esa ocasión (cap. 16: 11), las hijas creían que debían recibir una herencia.
En su propio pecado murió.
Es decir, pecados personales de los que todos eran culpables, y no un pecado de franco desafío o de negligencia voluntaria. Los hijos, de ninguna manera, podían ser tenidos como responsables de las faltas de los padres (Núm. 16: 27- 30; Eze. 18: 20).
No tuvo hijos.
Las hijas eran descendientes legítimas y, por lo tanto, creían que debía concedérselas una parte en la herencia. Compárese con la experiencia de Absalón, que no tuvo descendientes masculinos (2 Sam. 18: 18). A menos que se tomaran medidas, se extinguirían el nombre y linaje de su familia. Aun cuando se casaran y tuvieran hijos que perpetuaran el nombre de la familia, no tendrían propiedad que transmitir a los hijos.
4.
Heredad.
Pedían una porción de tierra junto con los otros descendientes de Manasés. Así podría perpetuarse el nombre de su padre: mediante un hijo de una de ellas que tomara el nombre del abuelo de su madre, Hefer (vers. 1). Posteriormente se estableció una ley general con este fin (Deut. 25: 6).
5.
Moisés llevó su causa.
La decisión del tribunal convocado fue considerada inadecuada para resolver el asunto. Puesto que Moisés no quería tomar la decisión solo, refirió el asunto a Dios, como se le había ordenado que hiciera en varias ocasiones (Exo. 25: 22; Núm. 7: 89).
7.
Bien dicen.
Jehová aprobó la causa de las hijas de Zelofehad. El caso surgió otra vez, después de que entraron en Canaán (Jos. 17: 3-6).
Les darás.
En hebreo, la palabra "les" es del género masculino, y se refiere a la descendencia en perspectiva. Las hijas eran consideradas como representantes de sus propios y posibles hijos.
La heredad de su padre.
Las hijas ocupaban el lugar de su padre difunto y, por lo tanto, eran herederas de su parte. Presentaron su petición y recibieron la parte de su padre cuando Canaán fue dividida (Jos. 17: 2, 3).
8.
Cuando alguno muriere.
Este caso se convirtió en un precedente y se escribió un estatuto formal para tratar casos similares en el futuro.
9.
Si no tuviere hija.
En los vers. 9-11 encontramos la declaración formal de la enmienda de la ley de la herencia, basada en el precedente del caso de las hijas de Zelofehad. Las disputas entre hermanos, debido a cuestiones de propiedades, pueden ser causa de gran amargura (Luc. 12: 13).
12.
Abarim.
La palabra´Abarim está en plural, y quizá se refiere a la cadena de montañas que forman el borde occidental de la meseta moabita. Pisga es otro nombre de Abarim, o se refiere a la sección norte de la cadena (Deut. 3: 27; 34: 1). El monte Nebo es una cumbre de la sección norte (Deut. 32: 49; 34: l). Proveniente del verbo "cruzar al otro lado", el sustantivo significa "vado", un lugar adecuado para cruzar una corriente de agua. De ahí que las montañas fueran llamadas 938 Abarim, literalmente "vados", por estar situadas al otro lado del río Jordán, frente a Jericó (cf. Núm. 21: 11).
Verás la tierra.
Desde la cumbre del Nebo disponía de un panorama pleno de la tierra de Canaán extendida a sus pies (Deut. 3: 17; 34: 1-4). Moisés ya sabía que no debía entrar en la tierra prometida (Núm. 20: 12). El privilegio de ver Canaán fue una respuesta a su oración (Deut. 3: 24-27).
13.
Reunido a tu pueblo.
Ver com. Gén.15: 15; 25: 8. Las cercanías del Nebo debían ser su lugar temporario de sepultura.
Como ... Aarón.
Dios había hablado a Moisés y Aarón en el monte Hor (cap. 20: 23, 24).
14.
Fuisteis rebeldes.
Compárese con el pasajedel cap. 20: 1, 12, 24. El pecado de Moisés y de Aarón, registrado en el cap. 20: 8-13, aquí es llamado rebelión.
15.
Respondió Moisés.
La grandeza de Moisés como dirigente se ve en el hecho de que se olvidó de sí mismo y comenzó a trazar planes para el pueblo de Dios.
16.
Ponga Jehová.
Compárese con el pasaje del cap. 16: 21. Dios conoce plenamente el espíritu, o disposición, de todos los hombres, y puede muy bien justipreciar la idoneidad de una persona para el servicio.
Sobre la congregación.
Para asumir el cargo y la autoridad que Moisés estaba por dejar.
17.
Salga.
Las expresiones "salir" y "entrar" se usan para denotar las experiencias comunes de la vida (Deut. 28: 6; 31: 2). Hacer salir y hacer entrar sugieren la relación del pastor con su rebaño (Juan 10: 3-9). En cuanto al pensamiento de ovejas sin pastor, ver 1 Rey. 22: 17; Eze. 34: 5; Zac. 10: 2; 13: 7; Mat. 9: 36; Mar. 6: 34.
18.
Toma a Josué.
Josué había ayudado muy de cerca a Moisés (Exo. 24: 13), y por lo tanto conocía su administración.
En el cual hay espíritu.
Literalmente, "en quien está espíritu" (ver el vers. 16). La referencia aquí es a la riqueza de espíritu necesaria, mantenida en el temor de Dios y bajo el control del Espíritu Santo, el único que puede capacitar al hombre para las responsabilidades en la obra del Señor.
Pondrás tu mano.
Una ceremonia de bendición (Gén. 48: 14) y consagración (Núm. 8: 10), acompañada y ejecutada por la conducción y sabiduría del Espíritu Santo (Deut. 34: 9). En la iglesia cristiana, la imposición de las manos en el rito de la ordenación combina los tres aspectos de bendición, sucesión en el cargo y autoridad para enseñar (Hech. 6: 6; 13: 3; 2 Tim. 1: 6).
19.
Lo pondrás delante del sacerdote Eleazar.
Eleazar tuvo una parte pequeña en esta ceremonia; tan sólo la de ser testigo.
Delante de toda la congregación.
La ceremonia debía ser tan pública como fuera posible, para que no hubiera duda ni incertidumbre en cuanto a la autoridad de Josué.
Le darás el cargo.
Literalmente, "le ordenarás" (ver Deut. 31: 7, 8, 14, 15, 23).
20.
De tu dignidad.
La palabra traducida "dignidad" se usa con frecuencia para la autoridad y majestad reales. Moisés debía comenzar inmediatamente a colocar algo de su propia responsabilidad y autoridad sobre Josué, para que él pudiera comenzar a ejercerlas junto con Moisés.
Le obedezca.
Para que el pueblo pudiera comenzar a reconocer y obedecer la autoridad de Josué.
21.
Delante del sacerdote Eleazar.
En algunos respectos, es evidente que la autoridad de Josué era menor que la de Moisés. Moisés recibía consejo directamente de Dios, pero Josué debía ir al sumo sacerdote como a un mediador entre él y Dios. A su vez, el sumo sacerdote debía consultar el Urim (Exo. 28: 30; Lev. 8: 8).
Por el dicho de él.
Es decir, la orden del sumo sacerdote Josué debía dirigir al pueblo, pero bajo la dirección del sumo sacerdote.
23.
Puso sobre él sus manos.
Moisés estaba ansioso de que Josué tuviera abundantemente la misma sabiduría y dirección que habían sido suyas. El debía ser el pastor de la grey, para proporcionar descanso y paz al pueblo.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
16-20 PP 494
21 SR 183
21-23 PP 495 939



NÚMEROS - CAPÍTULO 28
- AUDIO
1 Las ofrendas diarias. 3 El holocausto continuo. 9 Ofrendas del sábado, 11 ofrendas mensuales, 16 ofrenda de la pascua, 26 ofrenda de las primicias.

1 HABLO Jehová a Moisés, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo.
3 Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a Jehová: dos corderos sin tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo.
4 Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde;
5 y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas, en ofrenda.
6 Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
7 Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario.
8 Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde; conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato a Jehová.
9 Mas el día de reposo,* dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación.
10 Es el holocausto de cada día de reposo,* además del holocausto continuo y su libación.
11 Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año sin defecto;
12 y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada carnero;
13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
14 Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y la tercera parte de un hin con cada carnero, y la cuarta parte de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
15 Y un macho cabrío en expiación se ofrecerá a Jehová, además del holocausto continuo con su libación.
16 Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Jehová.
17 Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura.
18 El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
19 Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a Jehová, dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto.
20 Y su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero;
21 y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima.
22 Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros.
23 Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.
24 Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor grato a Jehová; se ofrecerá además del holocausto continuo, con su libación.
25 Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
26 Además, el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
27 Y ofreceréis en holocausto, en olor grato a Jehová, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año;
28 y la ofrenda de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
29 y con cada uno de los siete corderos una décima;
30 y un macho cabrío para hacer expiación por vosotros.
31 Los ofreceréis, además del holocausto 940 continuo con sus ofrendas, y sus libaciones; serán sin defecto.
l.
Habló Jehová.
El Señor ahora promulga su voluntad respecto a ciertas ofrendas, para los servicios diarios matutino y vespertino, para los días de descanso, para las nuevas lunas.
2.
Mi ofrenda.
Heb. qorbán, de la raíz "aproximar", "acercar", es decir con un propósito específico. Se usa para aproximarse a un juez con un caso, para venir a fin de dedicar algo, venir para presentar una ofrenda. Por lo tanto, qorbán llegó a ser un término genérico para cualquier oblación (ver Mar. 7: 11).
Mi pan.
Literalmente, "mi alimento". El hebreo dice literalmente: "mi ofrenda, aun mi pan", más bien que "mi ofrenda, y mi pan". La costumbre pagana de ofrecer alimento a sus dioses, probablemente para ser comido por ellos, es una parodia de la costumbre de presentar a Dios las ofrendas de un pueblo arrepentido como evidencia de dolor poi, el pecado y un sincero deseo de perdón (ver DTG 20; Lev. 21: 6, 8, 17, 21; 22: 25; Mal. 1: 7).
Mis ofrendas encendidas.
Quizá esto se refiera especialmente a las partes de grasa quemadas sobre el altar.
En olor grato.
Compárese con Lev. 1: 9,13, 17; Núm. 15: 3; etc.
3.
La ofrenda encendida.
Se hace referencia particularmente, aquí, al servicio "continuo" del sacrificio diario (Exo. 29: 38-40) con sus promesas (vers. 42, 43, 45).
Sin tacha.
Se requería y hacía resaltar expresamente la perfección en el cordero (Heb. 9: 14). Esta condición se exigía también de otros sacrificios (Exo. 12: 5; Lev. 1: 3; Núm. 19: 2; 1 Ped. 1: 19).
El holocausto continuo.
La forma equivalente "continuo sacrificio" se encuentra en Dan.8: 11-13; 11: 3 l; 12: 11. (Así aparece en la VVR. En la Val. ant. la palabra "sacrificio" está en cursiva, con lo que se indica que no se halla en el texto hebreo. El texto original del libro de Daniel sólo dice "continuo".) La característica continua de esta ofrenda proporcionaba un notable paralelo con el Cordero de Dios, cuyo único sacrificio es continuamente eficaz; él murió una sola vez por todos (Heb. 7: 3; 10: 12, 14).
4.
Ofrecerás por la mañana.
Compárese con las palabras del Sal. 5: 3: "De mañana me presentaré delante de ti", que originalmente pueden haber significado un sacrificio.
A la caída de la tarde.
Literalmente, "entre las tardes" (ver Exo. 12: 6; Núm. 9: 3).
6.
Holocausto continuo.
Es decir, para ser ofrecido diariamente (Exo. 29: 42). El holocausto continuo y el "incienso; rito perpetuo" (Exo. 30: 8) eran similares a las oraciones matutinas y vespertinas de los cristianos.
Ordenado en el monte Sinaí.
Literalmente, "hecho en el monte Sinaí". Es decir, donde Moisés recibió las leyes de los sacrificios.
7.
Libación.
También ordenada en el monte Sinaí (Exo. 29: 40).
En el santuario.
Probablemente en la base del altar de los holocaustos, que estaba dentro del atrio (Exo. 29: 42).
Vino superior.
Heb. shekár. La libación, con esta sola excepción, se hacía con vino ordinario, yáyin. La cantidad usada para cada cordero era aproximadamente de un litro. La palabra shekár se usa frecuentemente para denotar una bebida que no está hecha de uvas; generalmente se hacía de cereales o de miel. Por ejemplo, en Lev. 10: 9 se ordenó a Aarón y a sus hijos que no bebieran ni yáyin ni shekár cuando se preparaban para entrar en el tabernáculo. Muchos comentadores insisten en que en este caso shekár debe referirse al vino más noble y mejor. Los comentadores judíos, por regla general, sostienen que en este caso del uso de shekár se excluye el concepto de vino diluido con agua, y favorecen en cambio la idea de vino recién exprimido.
8.
El segundo cordero.
Es decir, el del sacrificio de la tarde. Las instrucciones precedentes atañen al cordero matutino, pero tainbién se aplican al de la tarde. Este sacrificio concluía las ofrendas del día; ningún otro se ofrecía después.
9.
El día de reposo.
La ofrenda sabática se añadía a los sacrificios diarios, continuos, hechos cada día de la semana. Esto significaba que el sábado los sacerdotes tenían que cumplir deberes dobles. Esto quizá haya estado en la mente del Señor cuando dijo que "los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa" (Mat. 12: 5). En años posteriores, se cantaba un himno especialmente 941 dedicado al sábado para acompañar el derramamiento de la libación (Sal. 92).
Dos décimas.
Unos 4 litros. Con los dobles holocaustos del sábado había también una porción doble de otros elementos accesorios, tales como harina y vino. La orden en cuanto a la libación que debía ofrecerse junto con el holocausto se encuentra en el cap. 15: 5.
10.
Además.
Es decir, en adición. El sacrifico diario no debía ser omitido debido a las ofrendas adicionales del sábado. Las ofrendas adicionales exigidas eran siete (Núm. 28: 11, 19, 26; 29: 35-37).
11.
Al comienzo.
Esto puede haber sido dado por Dios para neutralizar las celebraciones idolátricas de cada luna nueva, que por supuesto se centralizaban en el culto de la luna. Entonces se tocaban trompetas de plata (cap. 10: 2, 10). En años posteriores se suspendieron las ocupaciones en ese día (Amós 8: 5; 1 Sam. 20: 5; Isa. 1: 13).
12.
Tres décimas.
Aproximadamente 6,6 litros.
Como ofrenda.
Por cada novillo había una cantidad precisa de harina (ver cap. 15: 9).
Dos décimas.
Unos 4,4 litros, lo mismo que para un carnero (cap. 15: 6).
13.
Una décima.
Compárese con el cap. 15: 4. La ofrenda de cereal debía acompañar a cada uno de los siete corderos mencionados en el vers. 11.
14.
Sus libaciones.
Para acompañar los diversos sacrificios en cantidades prefijadas.
Cada mes.
Con las nuevas lunas debía ofrecerse un número mayor de sacrificios, y por lo tanto se requerían más atención y más trabajo que los necesarios aun en los días sábados. Quedaban poco tiempo y pocas oportunidades para que el hijo de Dios fuera tentado por los ritos idolátricos de las naciones circunvecinas en ocasión de la luna nueva.
15.
Un macho cabrío.
Compárese con el pasaje del cap. 15: 24.
16.
La pascua.
La única ofrenda especial ordenada para el día de la pascua, el 14º de Nisán, era el cordero pascual mismo (Exo. 12: 6; ver también pág. 721). Esta fiesta no había sido observada desde que Israel salió de Cades-barnea 38 años antes.
17.
A los quince días.
A la tarde del 14º día era la fiesta de la pascua (Exo. 12: 6, 14). El 15º día era el día de la fiesta de los panes sin levadura (Lev. 23: 6). El cordero pascual era muerto bien avanzada la tarde del 14º día y comido -junto con panes sin levadura y hierbas amargas- después de la puesta del sol, es decir ya en el día 15º.
Siete días.
Compárese con Exo. 12: 15; 13: 6, 7; Lev. 23: 6.
18.
Ninguna obra de siervos.
Literalmente, "obra alguna de labor". Se prohibía cualquier ocupación que requiriera un trabajo fatigoso (Exo. 12: 16; Lev. 23: 7, 8).
19.
Como ofrenda.
Este sacrificio particular no había sido ordenado previamente (ver Lev. 23: 8). Los sacrificios señalados son los mismos que los del primer día de cada mes (vers. 11).
20.
Su ofrenda de harina.
Compárese con el vers. 12, donde las mismas órdenes fueron establecidas para el primer día de cada mes.
22.
Un macho cabrío.
Lo mismo que para la nueva luna (vers. 15).
23.
Además.
Es decir, en adición al holocausto diario. Todos se ofrecían por la mañana después del sacrificio matutino diario.
24.
Conforme a esto.
Todas las ofrendas especiales consignadas en los vers. 16-25, lo mismo que las correspondientes al primer día de cada mes, eran ofrecidas cada día de la fiesta de los panes sin levadura (Lev. 23: 5-8).
25.
El séptimo día.
Compárese con Exo.13: 6; Lev. 23: 7, 8. Los requisitos del primero y del último días de la fiesta eran los mismos.
26.
El día de las primicias.
Esta es una frase desacostumbrada. También se llama "la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores" (Exo. 23: 16) y "la fiesta de las semanas" en el tiempo de recolectar los primeros frutos de la cosecha del trigo (Exo. 34: 22; Deut. 16: 10; ver también Lev. 23: 15-21).
Ofrenda nueva.
Compárese con Lev. 23: 16. La principal característica de este día era la nueva ofrenda de cereales. Consistía en dos hogazas llamadas las "primicias para Jehová" (Lev. 23: 17). Esas hogazas eran hechas del trigo temprano. Con esas dos hogazas se ofrecían siete corderos, un becerro, dos carneros, dos corderos como ofrenda de paz, y un macho cabrío por expiación por el pecado (Lev. 23: 18, 19).
En vuestras semanas.
Es decir, las siete semanas contadas desde el primer día de los panes sin levadura (Lev. 23: 15-21).
28.
La ofrenda.
Compárese con los vers. 12, 20, que tratan de la luna nueva y la fiesta de los panes sin levadura.942
29.
Una décima.
Compárese con los vers.13, 21.
30.
Un macho cabrío.
Además del que se ofrecía con los dos corderos (Lev. 23: 19).
31.
Además.
El sacrificio diario debía ofrecerse aun cuando no se ordenaran otros sacrificios (ver vers. 10, 15, 23). La importancia del sacrificio diario no debía ser subordinada a la de los otros.



NÚMEROS - CAPÍTULO 29 - AUDIO
1 Holocausto de la fiesta de las trompetas, 7 en el día de la aflicción de las almas, 13 y de los ocho días de la fiesta de los tabernáculos.

1 EN EL séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas.
2 Y ofreceréis holocausto en olor grato a Jehová, un becerro de la vacada, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
3 y la ofrenda de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
4 y con cada uno de los siete corderos, una décima;
5 y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros,
6 además del holocausto del mes y su ofrenda, y el holocausto continuo y su ofrenda, y sus libaciones conforme a su ley, como ofrenda encendida a Jehová en olor grato.
7 En el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis;
8 y ofreceréis en holocausto a Jehová en olor grato, un becerro de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto.
9 Y sus ofrendas, flor de harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
10 y con cada uno de los siete corderos, una décima;
11 y un macho cabrío por expiación; además de la ofrenda de las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo y de sus ofrendas y de sus libaciones.
12 También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis, y celebraréis fiesta solemne a Jehová por siete días.
13 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida a Jehová en olor grato, trece becerros de la vacada, dos carneros, y catorce corderos de un año; han de ser sin defecto. Harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada uno de los trece becerros, dos décimas con cada uno de los dos carneros,
15 y con cada uno de los catorce corderos, una décima;
16 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.
17 El segundo día, doce becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto,
18 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
19 y un macho cabrío por expiación; además del holocausto continuo, y su ofrenda y su libación.
20 El día tercero, once becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
21 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
22 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, y su ofrenda y su libación.
23 El cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
24 sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
25 y un macho cabrío por expiación; además 943 del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.
26 El quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
27 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
28 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.
29 El sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
30 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
31 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.
32 El séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
33 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
34 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.
35 El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra de siervos haréis.
36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová, un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
37 sus ofrendas y sus libaciones con el becerro, con el carnero y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
38 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.
39 Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras ofrendas de paz.
40 Y Moisés dijo a los hijos de Israel conforme a todo lo que Jehová le había mandado.
1.
Santa convocación.
El séptimo mes -primer mes del año civil - había sido apartado de un modo especial para propósitos religiosos (Lev. 23: 23-44), y tenía más días dedicados a ritos religiosos que cualquier otro mes del año. La santa convocación que aquí se indica ya había sido ordenada (Lev. 23: 24, 25).
Día de sonar las trompetas.
El sonar de las trompetas de plata ya había sido ordenado en varias ocasiones (ver cap. 10: 10), incluso las lunas nuevas. Pero el primer día del séptimo mes, o día de año nuevo del calendario civil, era especialmente el día de hacerlas sonar. La palabra "trompetas" no aparece aquí ni en Lev. 23: 24. El término teru'ah, traducido aquí "sonar las trompetas", aparece en Lev. 25: 9 con shofar, "cuerno de carnero".
2.
Ofreceréis holocausto.
Además de todos los otros sacrificios ya ordenados para este día (Lev. 23: 25). Los animales destinados para los sacrificios eran menos que los señalados para las festividades de Núm. 28: 19, 27, puesto que se añadían a otros que correspondían con el mismo día.
3.
Tres décimas.
Unos 6,6 litros, la porción acostumbrada para todos los sacrificios de esta naturaleza (cap. 15: 6, 9).
4.
Una décima.
Compárense los vers. 4 y 5 con el pasaje del cap. 28: 15, 22, 30.
6.
Holocausto del mes.
Un holocausto de dos becerros se había ordenado previamente para el comienzo de cada mes (cap. 28: 11, 12). No debía omitirse ese rito en el primer día del séptimo mes.
Conforme a su ley.
Es decir, en el orden previamente señalado: el holocausto diario luego los sacrificios indicados para el primer día de cada mes, y finalmente los que se indicaban especialmente para el primer día del séptimo mes.
7.
El diez de este mes.
El día de la expiación (Lev. 23: 27), el pináculo de todo el sistema de sacrificios. El ritual de este gran día se halla en Lev. 16 y 23: 26-32.
Afligiréis vuestras almas.
Literalmente, "examinaos", "afligíos", "humillaos". Esto incluía ayuno. Este fue y es el gran ayuno anual observado estrictamente por los judíos ortodoxos (cf. Lev. 16: 29; 23: 27-29, 32; Sal. 35: 13; Isa. 58: 3, 5; Hech. 27: 9).
Ninguna obra.
El día debía ser observado estrictamente como un sábado de reposo (Lev. 16: 29, 31; 23: 28-32).
8.
Holocausto.
Ver vers. 2.
9.
Sus ofrendas.
Los ingredientes de esta ofrenda debían estar en la misma proporción como la indicada en los vers. 3, 4.
11.
La ofrenda de las expiaciones por el pecado.
Este es el rito del cual derivaba su nombre especial la festividad (ver Lev. 16). Nótese que Heb. 9: 7-12, 23-28 se basa en la descripción de Lev. 16. La sangre de la ofrenda de la expiación por el pecado era llevada por el sumo sacerdote dentro del lugar santísimo. La sangre del becerro ofrecido como una ofrenda por el pecado, para la familia de Aarón, también era llevada dentro del lugar santísimo (Lev. 16: 11, 14). Fuera de estos dos casos, nunca se llevaba sangre dentro del lugar santísimo.
Holocausto continuo.
Otra vez se hace resaltar que las diversas ofrendas mencionadas no debían ser omitidas, ni aun en el gran día de la expiación. Aun este día excelso debía comenzar con el holocausto continuo y las otras ofrendas pertenecientes a él. Estas eran seguidas por la ofrenda por el pecado, de la que trata este versículo. Luego venía el sacrificio de expiación, tal como se especifica en Lev.16.
12.
A los quince días.
Es decir, el primer día de la fiesta de los tabernáculos, que comenzaba a la puesta del sol del 14º día (Lev. 23: 34, 35). Esta fiesta seguía a la cosecha de los frutos y de las uvas (Deut. 16: 13). Los siete días eran una ocasión de alegría y de regocijo delante del Señor.
13.
Trece becerros de la vacada.
El mismo tipo de sacrificio se ordenaba para otras festividades. Pero al paso que 2 becerros eran suficientes en otras festividades, aquí se indican 13 (cap. 28: 11, 19, 27). Cada día -durante 7 días consecutivos - se ofrecía un becerro menos (vers. 17, 20, 23, 26, 29, 32). Así se ofrecían 7 becerros el 7º día, totalizando 70 becerros para los 7 días.
16.
Por expiación.
"Sacrificio por el pecado" (BJ). No se aumentaban los requisitos
de la ofrenda por el pecado.
17.
El segundo día.
Un becerro menos que en el día precedente. No cambiaba el número de carneros y de corderos. Todo el sistema de ritos descansaba sobre el sacrificio diario; no importa qué sacrificios se añadieran, nunca se ponía a un lado la ofrenda diaria. De la misma manera, el Cordero de Dios nunca puede ser reemplazado. Ninguna actividad, ningún rito, ninguna regla puede tomar el lugar del Hijo de Dios, el único por cuyo medio hay salvación del pecado.
35.
Solemnidad.
El octavo día era dedicado como un día de gozo solemne delante de Jehová. La palabra así traducida proviene de una raíz que significa "restringir". Un sustantivo de la misma raíz se traduce "magistrado", literalmente, "un poseedor de restricción", como en Juec. 18: 7. Los hijos de Israel en este día debían abstenerse de todo trabajo secular y dedicar sus pensamientos a Jehová.
36.
Holocausto.
Un sacrificio especial indicado para este día (ver vers. 13).
37.
Según el número de ellos.
Compárese con cap. 15: 1-13.
38.
Un macho cabrío por expiación.
"Sacrificio por el pecado" (BJ). Cualquiera que fuera la festividad, se requería una ofrenda por el pecado (caps. 28: 15, 22, 30; 29: 5; etc.). El pueblo siempre necesitaba perdón. Era importante que no perdiera de vista ese hecho.
39.
Estas cosas ofreceréis.
El Señor había señalado ciertas festividades para ciertas ocasiones. Debían realizarse en la manera exacta en que él las había prescrito.
Además de vuestros votos.
En adición a todos estos sacrificios, regularmente prescritos, un individuo podía ofrecer un holocausto más, ya fuera como una muestra de gratitud a Jehová o en el cumplimiento de algún voto.
Holocaustos.
Compárese con Lev. 22: 18-21; Núm. 15: 1-13. Los sacrificios de este capítulo fueron ordenados por encima y más allá de todos los holocaustos, las ofrendas de cereales, las libaciones y los sacrificios de paz presentados en cumplimiento de votos especiales.
40.
Y Moisés dijo.


NÚMEROS - CAPÍTULO 30
- AUDIO
1 Los votos no deben ser quebrantados. 3 Excepción en el caso del voto de una doncella. 6 En el caso de una mujer casada. 9 En el caso de una viuda o de una divorciada.

1 HABLO Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado.
2 Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;
4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciaré de sus labios cosa con que obligue su alma;
7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará.
9 Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme.
10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento,
11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará.
13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó.
15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella.
16 Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.
1.
Los príncipes de las tribus.
Los mismos hombres a los que se hace referencia en los caps. 1: 4, 16; 7: 2; etc. Se usan varias expresiones: "Los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos" (Deut. 5: 16), "toda la congregación de los hijos de Israel" (Jos. 18: 1; 22: 12); "los jefes de todo el pueblo" (Juec. 20: 2), "todo Israel" (1 Sam. 7: 5), "todos los príncipes de Israel, los jefes de las tribus"(1 Crón. 28: 1)," a los ancianos de Israel y a todos los príncipes de las tribus, los jefes de las familias"(2 Crón. 5: 2), "de los príncipes y de los ancianos" (Esd. 10: 8).
2.
Voto.
Un compromiso o promesa de dar algo a Dios: una promesa de servicio personal, como hizo Jacob en Betel (Gén. 28: 20; 31: 13), la consagración del hijo de Ana (1Sam. 1: 11), el voto de Jefté acerca de su hija (Juec. 11: 30, 39).
Obligación.
Una obligación tal como la abstinencia de vino, alimento, etc. (ver 1 Sam. 14: 24; Sal. 132: 3; Hech. 23: 21). El verbo hebreo se usa con frecuencia con el significado de "atar", "aprisionar", "enjaezar".
No quebrantará su palabra.
Literalmente, "no desatará su palabra comprometida", en el sentido de "aflojar", "liberar de una obligación", "hacer legítimo", "profanar". Abstenerse de realizar una promesa solemne hecha a Dios es un acto de ruin ingratitud y descuido pecaminoso (Deut. 23: 21; Ecl. 5: 4; Mat. 5: 33). Es mejor que un hombre no haga un voto, antes que prometer y no cumplir (Ecl.5: 2-5). 946
3.
La mujer, cuando hiciere voto.
Se consideraba que una mujer soltera estaba bajo el control de su padre, y por lo tanto no era libre para hacer planes y decidir sin el consejo de él. No se menciona a las solteronas ya entradas en años.
4.
Callare a ello.
Literalmente, "queda en silencio" o "no hace objeciones".
Los votos de ella serán firmes.
No estaba dentro de la potestad del padre anular parte alguna de un voto si no había hecho objeciones cuando oyó de él o escuchó que su hija lo hacía.
5.
El día.
Es decir, tan pronto como él oye.
Se lo vedó.
El consentimiento del padre era necesario para que tuviera fuerza el voto o promesa. Pero si al conocer el voto no dijo nada, entonces su silencio se consideraba como un consentimiento. Sin embargo, si el padre hacía objeciones, entonces la joven quedaba libre de su voto u obligación, y no necesitaba cumplirlo.
6.
Si fuere casada.
Lo mismo se aplicaba a una mujer comprometida que todavía viviera en la casa de su padre, pues un novio tenía autoridad sobre su novia. Por ejemplo, si ella cometía adulterio, moría apedreada como si ya se hubiera realizado el casamiento. Ella y todas sus posesiones se consideraban como pertenecientes a su novio (Deut. 22: 23, 24; ver también Mat. 1: 19, 20).
Hiciere votos.
Literalmente, "y sus votos estén sobre ella". El voto podía haber sido hecho antes de su compromiso y podía haber tenido el consentimiento de su padre en ese tiempo. Ahora, estando comprometida y bajo la jurisdicción legal de su prometido esposo, él podía pedirle que renunciara a su voto.
8.
Su marido lo oyó.
Compárese con el vers. 5, donde el mismo principio se aplica a una hija en la casa de su padre, como aquí a una esposa en relación con su esposo.
9.
De viuda.
Tanto una viuda como una divorciada estaban en libertad de hacer votos y cumplirlos. Sin embargo, una viuda o una divorciada que había vuelto a la casa de su padre y estaba bajo su protección, otra vez se hallaba sometida a la autoridad de él. La palabra traducida "repudiada" literalmente es "expulsada". Las disposiciones de Deut. 24: 1 tácitamente se aplican aquí.
11.
Sus votos.
Si el voto había sido hecho mientras vivía el esposo, en un caso, o antes de que la esposa fuera divorciada, en el otro, y no se levantó ninguna objeción, entonces el voto debía ser cumplido por la mujer que lo hizo. El cambio de las condiciones matrimoniales no afectaba a los votos vigentes antes del cambio.
12.
Los anuló.
Una viuda o una divorciada no era responsable por los votos previamente anulados por su esposo.
14.
Callare.
Su silencio, estando plenamente enterado de lo que ella estaba haciendo, establecía y confirmaba los votos de ella.
15.
Llevará el pecado.
La responsabilidad plena era de él; ella quedaba libre. En cuanto a la naturaleza de la culpa en que se había incurrido y el ritual requerido para librarse de ella, ver Lev. 5: 4-10.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1, 2 1JT 551
2 HAp 61


NÚMEROS - CAPÍTULO 31 - AUDIO
1 Destrucción de los madianitas y muerte de Balaam. 13 Moisés reprocha a los oficiales por salvar a las mujeres. 19 Purificación de los soldados con sus cautivos y despojos. 25 Instrucciones para dividir el botín. 48 Ofrenda voluntaria para el Señor.

1 JEHOVA habló a Moisés, diciendo:
2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián.
4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra. 947
5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra.
6 Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar.
7 Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón.
8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada.
9 Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes,
10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias.
12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó.
13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?
16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.
19 Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete días, y os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos.
20 Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.
21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés:
22 Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo,
23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.
24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.
25 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación;
27 y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación.
28 Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas.
29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová.
30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová.
31 E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mandó a Moisés.
32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,
33 setenta y dos mil bueyes,
34 y sesenta y un mil asnos.
35 En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido varón, eran por todas treinta y dos mil.
36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas;
37 y el tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas setenta y cinco.
38 De los bueyes, treinta y seis mil; y de 948 ellos el tributo para Jehová, setenta y dos.
39 De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová, sesenta y uno.
40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová, treinta y dos personas.
41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.
42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra
43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas;
44 de los bueyes, treinta y seis mil;
45 de los asnos, treinta mil quinientos;
46 y de las personas, dieciséis mil);
47 de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.
48 Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas,
49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
50 Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová.
51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
53 Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí.
54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión, por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.
1.
Jehová habló.
Como se registró en el cap. 25: 16-18, la orden de herir a los madianitas ya había sido dada a Moisés; ahora debía organizar la expedición militar para ejecutar la voluntad de Dios. Los madianitas, por sugestión de Balaam, habían inducido a Israel a cometer un grave pecado, lo que a su vez trajo una plaga de Dios sobre su pueblo.
2.
Haz la venganza.
La ofensa de los madianitas había ocurrido mientras Moisés era jefe; ahora él fue comisionado por Dios para castigar a los ofensores antes de dejar su autoridad.
Después.
Dios había hablado previamente a Moisés acerca de su muerte inminente (cap. 27: 12, 13). Además de la campaña contra los madianitas, restaba el deber de comunicar instrucciones acerca de la conquista de la tierra de Canaán (caps. 32 y 34) y tomar algunas medidas en favor de los levitas (cap. 35: 1-8).
3.
Armaos algunos de vosotros.
Literalmente, "armad de entre éstos con vosotros, hombres". El vers. 2 habla de vengar a los hijos de Israel; este versículo le da el nombre de la venganza de Jehová. Así se identifican íntimamente los intereses de Dios con los de su pueblo.
4.
Mil.
Este pequeño número sugiere una selección cuidadosa, puesto que algunas de las tribus más grandes fácilmente podrían haber proporcionado un número mucho mayor.
Cada tribu.
Algunos piensan que esto podría haber incluido a los levitas, quizá no para que llevaran armas, sino como una unidad de servicio auxiliar que debía operar detrás de la línea de batalla. Pero el hecho de que los levitas recibieran su parte del botín de la porción asignada a los que no fueron a la guerra (vers. 30, 37-41) parece excluir una idea tal.
5.
Doce mil.
Compárese con Juec. 21: 10, cuando el mismo número fue enviado contra Jabes-galaad. La idea implicada en el vers. 5 es que los jóvenes fueron alistados. El número parece pequeño en comparación con los madianitas, que tenían a cinco reyes con sus fuerzas armadas.
6.
Moisés los envió.
Es decir, los comisionó con autoridad para llevar a cabo la orden de Dios.
Finees.
No se nos dice si Finces fue como jefe de la expedición, reemplazando así a Josué, o si sólo fue en su papel de sacerdote principal (ver Jos. 22: 13). Su anterior y valerosa hazaña efectuada para honra de Dios sin duda le había dado una gran reputación de decisión y valor (cap. 25: 8). 949
Los vasos del santuario.
"Objetos sagrados" (BJ). Es decir, los vasos sagrados. No se nos dice qué vasos (u "objetos") fueron llevados. Algunos han sugerido el arca (ver Núm. 10: 33; Jos. 3: 14; 6: 8), otros, la lámina de oro que Aarón llevaba sobre la cabeza (Exo. 28: 36). La palabra aquí traducida "vasos" u "objetos" (BJ) es la misma traducida "utensilios" en Núm. 3: 31 (VVR). Puede admitirse que las trompetas del santuario fueran "objetos sagrados".
7.
Pelearon.
Posiblemente las fuerzas israelitas cruzaron la frontera y entraron en territorio madianita, donde lucharon.
Mataron a todo varón.
Es decir, de la fuerza atacante, posiblemente los varones de edad militar. Otra destrucción de los madianitas, efectuada por Gedeón, se registra en Juec. 8:12. El exterminio de toda la población masculina habría producido la extinción de la nación; sin embargo, los madianitas aparecen vez tras vez como violentos enemigos de Israel (Juec. 6: 1, 2; 7: 14; 8: 22; 9: 17, 28; Isa. 60: 6).
8.
Los reyes de Madián.
Varios títulos se usan para estos hombres: ancianos (cap. 22: 4), y duques o príncipes (Jos. 13: 21).
Evi.
Ver Jos. 13: 21.
Requem.
Ver Jos. 13: 21; 1 Crón. 2: 43; 7: 16. También el nombre de una ciudad benjaminita (Jos. 18: 27).
Zur.
Ver Núm. 25: 15; Jos. 13: 21.
Hur.
También el nombre de un israelita (Exo. 17: 10), pariente de Caleb.
Balaam.
Su fin fue muy diferente de la esperanza que había expresado para sí mismo (Núm. 23: 10; Jos. 13: 22).
9.
Llevaron cautivas a las mujeres.
Era una costumbre antigua matar a los hombres pero no a las mujeres ni a los niños (Gén. 34: 25; 1 Rey. 11: 16). En ciertos casos posteriores, Dios indicó que se matara sólo a los hombres; en otros casos, debía morir toda la población (Deut. 20: 13, 14, 16).
Bestias.
La palabra así traducida proviene del verbo "ser trabado de lengua", "ser mudo". Con frecuencia incluye todos los animales domésticos más grandes. Los madianitas eran famosos por sus camellos (Juec. 6: 5), que no se mencionan aquí por separado (ver Exo. 9: 25; 12: 12; Sal. 135: 8; Jer. 50: 3).
10.
Sus ciudades.
La destrucción de esos lugares fortificados tendería a impedir una seria rebelión posterior.
Habitaciones.
Literalmente, "sus campamentos", una referencia a los campamentos circulares de las tribus nómades. Ver Gén. 25: 16, donde se usa la misma palabra.
11.
El despojo.
Se habían posesionado del despojo, como se vio en el vers. 9, y ahora se lo llevaron.
12.
Los cautivos.
Fue completa la conquista de esta tribu de madianitas. Los "cautivos" eran las mujeres y los niños; y el "botín" estaba formado por los camellos, los bueyes, las ovejas y las cabras; y los "despojos" eran los metales preciosos, las joyas, los vestidos, etc.
La congregación.
Quizá una referencia a los 70 ancianos y a los príncipes de las tribus, que representaban al pueblo.
Los llanos de Moab.
Desde donde habían partido para presentar batalla a los madianitas (ver caps. 22: 1; 26: 3, 63).
13.
Salieron.
Se trataba de una comisión de recepción para dar la bienvenida a los vencedores y hacer los arreglos que fueran necesarios para la purificación, separación o destrucción de las cosas impuras.
14.
Se enojó Moisés.
Especialmente porque mujeres madianitas inaceptables habían sido traídas como cautivas, lo que incluía precisamente a las que habían sido la causa de la plaga que había barrido el campamento (ver vers. 15, 17).
Capitanes.
Literalmente, "inspectores" o "supervisores".
15.
¿Habéis dejado?
El castigo de las mujeres -instrumentos usados por Satanás para llevar el pecado al campamento de Israel- estaba implícito en la orden: "Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas" (cap. 31: 2). Compárese con el castigo de las mujeres amalecitas (1 Sam. 15: 3).
17.
Matad... a todos los varones.
A fin de reducir a la impotencia a una nación idólatra.
A toda mujer que haya conocido varón.
Incluía probablemente a las mismas que habían sido responsables del envilecimiento de Israel.
18.
Las niñas.
Puesto que eran jóvenes e impresionables, existía la posibilidad de que fueran desarraigadas de la idolatría y sus prácticas impuras.
Dejaréis con vida.
En cuanto a una ley posterior, cuya promulgación pudo haberse debido a la captura de estas mujeres, ver Deut. 21: 10-14. 950
19.
Permaneced fuera del campamento.
Ver cap. 19: 9-11.
Purificaréis.
Con agua mezclada con la ceniza de una vaca alazana (ver cap. 19). La impureza ceremonial era algo grave para los hijos de Israel (ver Mar. 7: 15).
20.
Purificaréis.
Esto podía efectuarse con el agua de separación, o en aguas corrientes (Lev. 11: 32, 33). Evidentemente, ambas estaban incluidas en el rito aplicable para los que habían tocado cuerpos muertos.
De pieles.
Incluyendo calzado, cojinetes, etc.
Pelo de cabra.
Esto se aplicaba a tiendas (Exo. 25: 4), y también a alfombras y ropa de cama (1 Sam. 19: 13, 16).
22.
El bronce.
O cobre (ver com. Exo. 27: 3).
Plomo.
Ver Jer. 6: 29. Los seis metales aquí mencionados eran comunes en Egipto y otros países antiguos.
23.
Fuego.
El agua no es un purificador adecuado de los metales, pero sí lo es el fuego. Los diversos utensilios tomados de los madianitas eran impuros por razones de contacto con cuerpos muertos y también por haber sido usados por los paganos.
24.
Lavaréis.
Ver cap. 19: 19.
25.
Jehová habló.
Es decir, después de que se había completado el ritual de la purificación y los hombres habían entrado en el campamento.
26.
La cuenta del botín.
Literalmente, "la cabeza del botín". No se hace mención del despojo de joyas, metales preciosos y vestidos. Esas cosas después proporcionaron una ofrenda voluntaria (vers. 50, 53).
Partirás ... el botín.
Todo el campamento había sufrido a manos de los madianitas. Por lo tanto, era justo que los que habían quedado en el campamento también recibieran una porción.
28.
Apartarás ... el tributo.
Literalmente, "levanta una suma fija". La palabra aquí traducida "tributo" sólo reaparece en los vers. 37-41. Para otros ejemplos de la división de un botín, ver Jos. 22: 8; 1 Sam. 30: 24, 25.
Ovejas.
La palabra hebrea incluye tanto cabras como ovejas.
29.
Darás al sacerdote Eleazar.
Como un diezmo para sostener a los sacerdotes y a los levitas (ver cap. 18: 21, 24, 26).
30.
Uno de cada cincuenta.
Esto era el 2 por ciento del despojo asignado a la congregación. La porción de los levitas fue 320 doncellas, 6.750 ovejas y cabras, 720 cabezas de ganado y 610 asnos. Sin duda, el porcentaje fue ordenado en proporción con el número relativo de levitas. Sin embargo, a los sacerdotes no se les permitía casarse con mujeres que no fueran israelitas (Lev. 21: 14).
3l.
Moisés y ... Eleazar.
La orden fue dada a Moisés (vers. 25), con Eleazar como ayudante (vers. 26). Aquí no se hace mención de "los padres de la congregación" (vers. 26). Sin duda ellos tenían plena confianza en la integridad de Eleazar.
32.
El resto del botín.
Quizá mejor, "el resto que quedaba", es decir de la presa. El botín tomado en el campo de batalla disminuía por una cantidad de factores: la matanza de algunos animales para alimento, la muerte de algunos por las penalidades de la marcha, al extraviarse y por enfermedad.
48.
Los jefes.
Los que tenían autoridad presentaron a Moisés un informe personal del cumplimiento de sus responsabilidades.
49.
Ninguno ha faltado.
Cuando se pasó la lista de todos los que habían participado en la expedición, quedó de manifiesto que los israelitas no habían sufrido una sola baja. Ciertamente había sido la batalla de Jehová (vers. 3). Sin duda se hubiera considerado como una tragedia que algunos hombres perdieran la vida en los mismos umbrales de la herencia prometida.
50.
Ofrenda.
Por lo general, los nómades llevaban adornos de metales preciosos. Con frecuencia, los adornos para el cuello, las muñecas y los tobillos eran de monedas de plata u oro ensartadas (ver Juec. 8: 24-26).
Cada uno.
Cada uno quería ofrecer a Jehová alguna cosa en agradecimiento por la victoria y el feliz retorno (ver Gén. 14: 20; 2 Sam. 8: 11, 12; 1 Crón. 26: 26, 27).
Alhajas de oro.
Mejor, "adornos de oro" (ver Gén. 24: 53; Exo. 3: 22).
Brazaletes.
Para los tobillos y quizá también para la parte superior de los brazos.
Manillas.
"Ajorcas" (BJ). Ver Gén. 24: 47; Eze. 16: 11.
Anillos.
Ver Gén. 41: 42; Est. 3: 10.
Zarcillos.
Muy comunes entre los pueblos orientales, tanto antiguos como modernos.
Para hacer expiación.
Quizá se refiere al asunto del vers. 14, tanto como a otros incidentes personales que implicaban impureza y 951 culpabilidad que pudieran haber ocurrido durante la batalla.
53.
Cada uno para sí.
Fuera de duda había habido pillaje individual y saqueo; pero de todo lo que recibió cada hombre, gozosamente dio una porción a Dios con gratitud de corazón.
54.
Por memoria.
Sin duda una parte considerable de la gran cantidad de oro fue fundida y convertida en vasos para ser usados en el santuario.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-54 PP 487
2, 7 PP 487
8 PP 481, 487; SR 177
16 2JT 240; PP 481


NÚMEROS - CAPÍTULO 32 - AUDIO
1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad piden que se les asigne una comarca ganadera. 6 Moisés los reprocha, 16 Ofrecen condiciones aceptables a Moisés. 33 Moisés les asigna la tierra pedida. 39 Ellos la conquistan.

1 LOS hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado.
2 Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo:
3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón,
4 la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que le ha dado Jehová?
8 Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que viesen la tierra.
9 Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Jehová les había dado.
10 Y la ira de Jehová se encendió entonces, y juró diciendo:
11 No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová.
13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.
14 Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel.
15 Si os volvierais de en pos de él, él volerá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.
16 Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán al oriente.
20 Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Jehová a la guerra, 952
21 y todos vosotros pasáis armados el Jorán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí,
22 y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová.
23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
24 Edificaos ciudades para vuestros niños y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca.
25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.
26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad;
27 y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice.
28 Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
29 Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión;
30 mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán.
31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos.
32 Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jorán.
33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor.
34 Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer,
35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha,
36 Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron también majadas para ovejas.
37 Y los hijos de Rubén edificaron Hesón, Eleale, Quiriataim,
38 Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron nombres a las ciudades que edificaron.
39 Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella.
40 Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella.
41 También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair.
42 Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó Noba, conforme a su nombre.

1.
Hijos de Rubén.
Los rubenitas y gaditas estaban acampados en el lado sur del tabernáculo, probablemente no como vecinos, sino con la tribu de Simeón entre ellos (cap. 2: 10-14). Rubén era el primogénito de Jacob y, por lo tanto, es mencionado primero de acuerdo con la antigüedad tribal. En los versículos siguientes Gad es mencionado primero, puesto que esa tribu tomó la iniciativa para establecerse en el lado este del Jordán. El hecho de que hubieran vivido muy cerca durante 38 años tendió a influir en ellos para que estuvieran juntos en su ubicación permanente.
Muy inmensa muchedumbre de ganado.
Es decir, en comparación con el resto de los israelitas. No se informa cómo llegaron a ser tan ricos en ganado (ver Juec. 5: 16, 17).
La tierra de Jazer.
Este nombre aparece en otras partes como el de una ciudad. Se piensa que estuvo al norte o noroeste de Rabá de Amón.
De Galaad.
El nombre de un distrito mencionado primero en Gén. 37: 25, situado al norte y al sur del arroyo Jaboc. Era notable por su suelo fértil. El nombre Galaad se usa a veces para indicar todo el territorio ocupado por Israel al este del Jordán.
Lugar de ganado.
Basán se incluía en su territorio, notable por su excelente ganado (ver Sal. 22: 12).
2.
Gad.
Gad tomó la iniciativa en la proposición de su idea. No se hace mención de 953 Manasés que también tenía mucho ganado y compartía el territorio al este del Jordán con Gad y Rubén (ver Deut. 3: 12, 13; 4: 43; 29: 8; Jos. 12: 6; 13: 29, 31; 14: 3; 18: 7).
3.
Atarot.
Que se asignó a Gad (vers. 34).
Dibón.
En el reino de Sehón (cap. 21: 30), también se asignó a Gad (vers. 34).
Jazer.
Ver vers. 1. Otro lugar perteneciente a Gad (vers. 34).
Nimra.
Se llama Bet-nimra en el vers 36. Quizá significa "el lugar del leopardo".
Hesbón.
La capital de Sehón, rey de los amorreos (cap. 21: 26-28), adjudicada a los rubenitas (vers. 37).
Eleale.
Mencionada como adyacente a Hesbón (Núm. 32: 37; Isa. 15: 4; 16: 9; Jer. 48: 34). Probablemente la moderna el-Al, al noreste de Hesbón.
Sebam.
También recibe el nombre de Sibma (vers. 38; Isa. 16: 8, 9; Jer. 48: 32). Sus viñas eran famosas.
Nebo.
Asignada a los rubenitas (vers. 38).
Beón.
En el vers. 38 encontramos Baalmeón, transformada en Beón por los israelitas a fin de eliminar el nombre de Baal. Posteriormente, cuando cayó en manos de los moabitas, le restauraron el nombre completo, dándole la designación de Bet-meón (Jer. 48: 23). Se llama Bet-baal-meón en Jos. 13: 17. Probablemente fue asignada a los rubenitas. Sus ruinas se conocen como Ma'in hoy día, a unos 8 km al sur del monte Nebo.
4.
Jehová hirió.
Es decir, con la intención de darla a su pueblo como heredad (cap. 21: 24, 25).
6.
¿Os quedaréis aquí?
En vista de la relativa facilidad con que había sido conquistado el territorio al este del Jordán, sin duda Gad y Rubén pensaron que sería rápidamente ocupado el territorio al oeste del Jordán.
7.
Desanimáis.
Literalmente, "oponéis", "hacéis indiferente". Moisés temía que el proceder de las dos tribus indujera a las otras tribus a rehusarse a cruzar el Jordán. Entonces el efecto habría sido muy parecido al del informe falto de fe de los espías, que dio como resultado que toda una generación pereciera en el desierto.
8.
Vuestros padres.
No meramente los antepasados de las dos tribus, sino de toda la nación.
Cades-barnea.
Ver cap. 13: 3, 26.
9.
El torrente de Escol.
Ver cap. 13: 21-23. Los espías desanimaron a los israelitas para que no entraran en la tierra prometida, al describir a los enemigos como gente demasiado fuerte para que pudieran hacerle frente y vencerla (cap. 13: 31).
10.
La ira de Jehová.
Ver cap. 14: 21-23, 28.
11.
No verán los varones.
Ver cap. 14: 22, 23, 29, 35.
12.
Cenezeo.
Ver cap. 14: 24. El mismo nombre es dado en Jos. 14: 6, 14. Se deriva de Cenaz (ver Gén. 36: 15, 42; 1 Crón. 1: 36, 53). Es posible que Cenaz fuera el antepasado común de Otoniel y Caleb, del cual tomó el nombre el padre de Otoniel. Jefone es llamado cenezeo (Jos. 14: 14).
Perfectos.
"Fieles" (BJ). Es decir, "completamente fieles" (ver cap. 14: 24, 30, 38).
14.
Prole de hombres pecadores.
Mejor, "una ralea de hombres pecadores". La palabra hebrea aquí traducida "prole" no se halla en ninguna otra parte del AT. Moisés se alteró muchísimo por este pedido.
15.
Si os volvierais.
Como lo habían hecho sus padres, y perecieron en el desierto.
Destruiréis a todo este pueblo.
El pueblo podría entonces rehusarse a cruzar el Jordán y afianzar su demanda de Canaán. Después de haber quedado libres del servicio militar con la bendición de Josué, estas mismas tribus provocaron un incidente que hizo que temieran sus hermanos -aunque sin razón- un castigo de la ira de Dios (ver Jos. 22: 1-29).
16.
Majadas.
Construidas con hiladas de piedras sin pulir, piedras del campo amontonadas, y sin techo.
Ciudades.
Quizá viviendas de los amorreos que ya estaban en pie y que fueron reparadas. Una debilidad de este plan era que sus mujeres y niños, su ganado y ovejas, difícilmente se podían dejar en un territorio recién conquistado y hostil, sin una fuerza poderosa y bien armada que los protegiera.
17.
Nos armaremos.
Literalmente, "nos equiparemos para la guerra, dándonos prisa". Esta era una promesa de no demorar en manera alguna el cruce del Jordán, sino de actuar como una unidad de vanguardia o avanzada delante de la hueste principal (ver Deut. 3: 18; Jos. 4: 12).
Los moradores.
Los amorreos y moabitas, que previamente ocupaban el territorio (cap. 21: 26).
18.
Hasta.
Una promesa de continuar con su deber para con la nación hasta que se completara 954 la conquista de Canaán. De acuerdo con Deut. 33: 21 Gad había logrado su primera parte, es decir, había ocupado el territorio de Sehón y Og, y había ejecutado la orden del Señor: cumplió con su promesa de ayudar a sus hermanos a ocupar Canaán.
19.
No tomaremos heredad.
Renunciaron a cualquier deseo de pretender herencia alguna al oeste del Jordán.
A este otro lado del Jordán.
La misma palabra hebrea es traducida "al otro lado" y a "este lado". Proviene del verbo "pasar de largo", "cruzar". El sustantivo derivado significa "la región más allá", y en su forma masculina plural se aplica a los hebreos.
20.
Delante de Jehová.
Jehová es considerado como un Dios de batallas, que va delante de la nación en marcha para turbar a sus enemigos (ver Núm. 21: 14; Jos. 4: 5, 11-13; 6: 8, 9; Juec. 5: 23).
22.
Libres de culpa.
La palabra así traducida proviene del verbo "ser limpio", "ser libre de castigo". El segundo significado es preferible aquí.
En heredad delante de Jehová.
Es decir, con plena aprobación del Señor.
23.
Vuestro pecado os alcanzará.
Literalmente, "y sabed que vuestro pecado, el cual os hallará". Dios expresó la misma idea al dirigirse a Caín: "El pecado está a la puerta" (Gén. 4: 7).
25.
Como mi señor ha mandado.
Una típica forma oriental de hablar, puesto que lo que decía Moisés era precisamente lo que ellos mismos ya habían sugerido (vers. 17).
26.
Ciudades de Galaad.
Lugares fortificados que antes estuvieron ocupados por el enemigo.
27.
Armados todos.
Para servir como guarniciones al este del Jordán y como una fuerza expedicionaria que acompañaría al núcleo principal de los israelitas para cruzar el Jordán.
28.
Les encomendó ... al sacerdote Eleazar.
Moisés sabía que él no cruzaría el Jordán, y por lo tanto colocó sobre Eleazar y Josué la responsabilidad de ver que Rubén y Gad cumplieran sus promesas (ver Jos. 1: 13, 14; 22: 1-6).
29.
La tierra de Galaad.
No se podía decir que estuvieran en posesión de todo el territorio de Galaad entonces. Estaban fortificando una cantidad de ciudades, no sólo como refugios seguros para sus familias, sino también como lugares fuertes desde los cuales podían completar la conquista de la tierra.
30.
Si no pasan.
Su promesa, tal como se registra en el vers. 17, debía ser cumplida honorablemente; de lo contrario serían obligados a vivir en el lado oeste del río Jordán.
31.
Haremos.
Reiteraron y confirmaron su promesa a Moisés (vers. 25), invocando el nombre de Jehová como evidencia de su buena fe.
32.
A este lado del Jordán.
Confirmando sus promesas anteriores en la presencia de Eleazar y de Josué, hablaron del lado oriental del Jordán como "este lado", pues estaban en la tierra de Galaad.
33.
Media tribu de Manasés.
Eran reconosidos como guerreros (Jos. 17: 1); y como había lugar, también se les concedió una posesión en Galaad. Es evidente, por el vers. 39, que la media tribu de Manasés había cooperado en la conquista de Galaad, y quizá sin ayuda había sometido ciertos sectores.
Sehón.
Los territorios de Sehón y Og fueron los primeros en ser tomados por los israelitas y el pueblo fue subyugado (ver Núm. 21: 24, 29; 2 Rey. 15: 29).
34.
Los hijos de Gad edificaron.
La lista de las ciudades nombradas en los vers. 34-38 corresponde muy de cerca con la del vers. 3. Una lista adicional y más completa se halla en Jos. 13: 24-28.
Dibón.
El lugar donde fue encontrada la piedra moabita en 1868. Esta ciudad constantemente cambió de dueños. Aquí es adjudida a Gad. En Jos. 13: 17 está en la lista de Rubén (ver también Núm. 21: 30; Isa. 15: 2; Jer. 48: 18, 22).
La edificación de estas ciudades debe referirse más bien a la reparación de los estragos de la guerra. Los habitantes fueron destruidos, pero no las ciudades (Deut. 2: 34, 35). Compárese esto con la experiencia de Jeroboam cuando "reedificó" a Siquem (1 Rey 12: 25). Así también Azarías "reedificó" a Elat al restaurarla a Judá (2 Rey. 14: 22).
Atarot.
La moderna Atarus, a unos 11 km al norte de Dibón, la moderna Dibán.
Aroer.
Una ciudad amorrea conquistada por Sehón (Deut. 2: 36; 3: 12; 4: 48). El nombre moderno de esta ciudad es Arair y está situada cerca del río Arnón, unos 5 km al sur de la moderna Dibán. El mismo nombre se encuentra en Jos. 13: 25, 1 Sam. 30: 28 e Isa. 17: 2, pero se refiere a diferentes sitios. 955
35.
Atarot-sofán.
No se ha identificado todavía.
Jazer.
Que significa "útil". Es la Jazer del vers. 3.
Jogheba.
Ahora Jubeihat, a unos 10 km al noroeste de Rabat Amón.
36.
Bet-nimra.
Quizá la moderna Tell el Bleibil, a unos 9 km al este del Jordán y a unos 13 km al norte del mar Muerto.
Bet-arán.
Algunos dicen que es la moderna Tell Iktanu, a unos 10 km al noreste de la desembocadura del Jordán.
Ciudades fortificadas.
Para la protección de las mujeres y de los niños que iban a quedar atrás con sus guarniciones.
Majadas para ovejas.
Estas se edificaban dentro de la protección de las fortificaciones exteriores. Era una excelente comarca para el pastoreo, lo que comprendían muy bien los moabitas (2 Rey. 3: 4).
37.
Los hijos de Rubén edificaron.
Otra vez la idea es la de reparar y hacer habitables y seguras las ciudades que habían sido dañadas por la guerra.
Hesbón.
Otra ciudad que pasó por muchas vicisitudes. En el cap. 21: 25 está en posesión de los amorreos. En Jos. 13: 17, como aquí, está bajo el control de Rubén. En Jos. 21: 39 Gad es su dueño. Otra vez la posee Moab de acuerdo con Isa. 15: 4; 16: 9; Jer. 48: 2. Finalmente quedó bajo el dominio de los hijos de Amón (Jer. 49: 1-3).
Quiriataim.
Conocida como la ciudad de gigantes llamados emitas (Gén. 14: 5; Deut. 2: 10, 11). Probablemente El-Qereiyat, entre Dibán y el mar Muerto.
38.
Nebo.
Probablemente se relaciona con las palabras hebreas "profetizar" y "profeta". Posiblemente situada cerca del monte Nebo, donde murió Moisés (ver Deut. 32: 49). Quizá sea la moderna Neba, en el rincón noreste del mar Muerto, o Khirbet el-Mekhaiyet.
Mudados los nombres.
Literalmente, "cambiados de nombre". Los nombres de Nebo y Baal-meón fueron cambiados porque representaban a dioses cuyo culto se centralizaba allí. Sin embargo, persistieron los nombres antiguos (Jos. 13: 17; Eze. 25: 9).
Sibma.
Ver com. vers. 3.
Edificaron.
Otra vez, en el sentido de reparar o reedificar (ver 1 Rey. 9: 17; 2 Crón. 11: 6).
39.
Galaad.
Quizá aquí la referencia sólo es a la parte norte, y no en un sentido más general como en los vers. 1, 26, 29.
41.
Jair.
Jair era el hijo de Segub, hijo de Hezrón, quien se había casado con la hija de Maquir (1 Crón. 2: 21, 22), un hijo de Manasés.
Havot-jair.
Literalmente, "las poblaciones de Jair", como en Jos. 13: 30. Estos, o posiblemente otros grupos de ciudades sin murallas, se mencionan en Juec. 10: 4; 1 Rey. 4: 13; 1 Crón. 2: 22, 23.
42.
Noba.
Compárese con Juec. 8: 11. Evidentemente, un príncipe muy importante.
Kenat.
Identificada con Qanawat, a unos 100 km hacia el este del mar de Galilea (ver 1 Crón. 2: 23).
Lo llamó Noba.
Es probable que fueran tomadas 60 poblaciones. Jair, como el jefe de la expedición, quedó con 23 para él y dividió el resto entre los que participaron con él en la campaña. Noba fue uno de ellos.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
2 PP 562


NÚMEROS - CAPÍTULO 33 - AUDIO
1 Jornadas de Israel desde Egipto hasta el Jordán. 50 Se ordena la expulsión de los canaannitas.

1 ESTAS son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón.
2 Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas.
3 De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a vista de todos los egipcios,
4 mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre 956 ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses.
5 Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon en Sucot.
6 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al confín del desierto.
7 Salieron de Etam y volvieron sobre Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.
8 Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara.
9 Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí.
10 Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.
11 Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.
12 Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.
13 Salieron de Dofca y acamparon en Alús.
14 Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber.
15 Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.
16 Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-hataava.
17 Salieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot.
18 Salieron de Hazerot y acamparon en Ritma.
19 Salieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres.
20 Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libna.
21 Salieron de Libna y acamparon en Rissa.
22 Salieron de Rissa y acamparon en Ceelata.
23 Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer.
24 Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada.
25 Salieron de Harada y acamparon en Macelot.
26 Salieron de Macelot y acamparon en Tabat.
27 Salieron de Tahat y acamparon en Tara.
28 Salieron de Tara y acamparon en Mitca.
29 Salieron de Mitca y acamparon en Hasmona.
30 Salieron de Hasmona y acamparon en Moserot.
31 Salieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán.
32 Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad.
33 Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata.
34 Salieron de Jotbata y acamparon en Abrona.
35 Salieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.
36 Salieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades.
37 Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom.
38 Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.
39 Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.
40 Y el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Neguev en la tierra de Canaán, oyó que habían venido los hijos de Israel.
41 Y salieron del monte de Hor y acamparon en Zalmona.
42 Salieron de Zalmona y acamparon en Punón.
43 Salieron de Punón y acamparon en Obot.
44 Salieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera de Moab.
45 Salieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad.
46 Salieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.
47 Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, delante de Nebo.
48 Salieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
49 Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abelsitim, en los campos de Moab.
50 Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
51 Habla a los hijos de Israel, y diles: 957 Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán,
52 echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos;
53 y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.
54 Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis.
55 Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitaréis.
56 Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos.
1.
Las jornadas.
Del verbo hebreo "tirar hacia arriba", como en el caso de las estacas de carpas. Se hace referencia a las etapas de un campamento a otro, cuando "tiraban para arriba" las estacas y se ponían en marcha hacia un nuevo lugar para acampar.
Por sus ejércitos.
Literalmente, "de acuerdo con sus huestes", lo que sugiere una disposición ordenada (ver Exo. 12: 41, 51; 13: 18).
Bajo el mando de Moisés y Aarón.
Ver Exo. 12: 1, 28, 50. Estos dos hombres cumplieron sus tareas como pastores designados y ministros de la grey.
2.
Moisés escribió.
Moisés fue el cronista de estos acontecimientos, y escribió "por mandato de Jehová" (ver Exo. 17: 14; 24: 4; 34: 27; Deut. 31: 9, 24).
3.
Ramesés.
También se menciona en Gén. 47: 11; ver com. Exo. 1: 11; 12: 37.
4.
Todo primogénito.
Ver Exo. 12: 29-33.
Contra sus dioses.
Ver com. Exo. 7: 17; 8: 2; 12: 12; ver también Isa. 19: 1; Jer. 43: 12. El Señor procedió de la misma forma más tarde respecto a los dioses de Babilonia (Isa. 21: 9).
5.
Sucot.
Ver com. Exo. 12: 37.
6.
Etam.
Ver com. Exo. 13: 20.
7.
Pi-hahirot.
Para los lugares mencionados en este versículo, ver com. Exo. 14: 2.
8.
En medio del mar.
Ver com. Exo. 14: 17-30.
Mara.
La palabra así traducida proviene de un verbo que significa "ser amargo", "estar angustiado". Ver com. Exo. 15: 23-25.
9.
Elim.
Ver com. Exo. 15: 27. La palabra así traducida proviene de una raíz que significa "ser primero", "ser fuerte". El sustantivo se aplica al roble, al pino, y también a los bosquecillos de árboles donde se efectuaba el culto idolátrico.
11.
Desierto de Sin.
No debe confundirse con el desierto de Zin mencionado en el cap. 13: 21. Ver com. Exo. 16: 1.
13.
Dofca.
Ni Dofca ni Alús se mencionan en otra parte de las Escrituras y tampoco se pueden identificar con ningún lugar conocido hoy día.
14.
Refidim.
Ver com. Exo. 17: 1, 8 y 19: 2.
No tuvo aguas para beber.
Ver com. Exo. 17: 2-6. Refidim fue también un lugar de desastre provocado por los amalecitas (ver com. Exo. 17: 8-12; ver también 1 Sam. 15: 2). Los rezagados sufrieron pérdidas, pero los amalecitas fueron derrotados por Josué y sus fuerzas.
15.
Desierto de Sinaí.
Ver com. Exo. 3: 1; 19: 1.
16.
Kibrot-hataava.
Literalmente, "las tumbas de la concupiscencia" (ver cap. 11: 34). Muchos murieron allí por quejarse debido al maná. Este también fue el lugar donde Dios confirió su Espíritu a los 70 ancianos.
17.
Hazerot.
Compárese con los pasajes de los caps. 11: 35; 12: 1, 10 en cuanto a la actitud de envidia de María y de Aarón para con Moisés.
18.
Ritma.
El nombre de una planta. Ver 1 Rey. 19: 5, donde la misma raíz hebrea se traduce "enebro" (cf. Job 30: 4). Algunos han identificado a Ritma con la moderna Wadi Retemat, cerca de Cades, pero esto no es definitivo.
19.
Rimón-peres.
No figura en ninguna otra parte del AT. La segunda mitad del nombre aparece con frecuencia en otras combinaciones (2 Sam. 5: 20; 6: 8; 1 Crón. 13: 11; 14: 11).
20.
Libna.
Probablemente un campamento que no estaba cerca de ninguna comunidad establecida. La raíz de la palabra significa "ser blanco", y el nombre aquí puede deberse a 958 formaciones de piedra caliza de las proximidades. El nombre propio Labán quizá es una variante de esta misma raíz. Ver Jos. 10: 29; 15: 42 donde figura otra población del mismo nombre. La palabra hebrea para "luna" viene de la misma raíz, tal vez como referencia a su luz pálida. El nombre posiblemente puede indicar alguna relación con el culto a la luna.
21.
Rissa.
Los nombres fácilmente se corrompen en su pronunciación y en su ortografía. Algunos han sugerido que Rissa es lo mismo que Rasa, a unos 25 km de Ezión-geber.
22.
Ceelata.
Nada se sabe con certeza en cuanto a los lugares mencionados en los vers. 22-28.
29.
Hasmona.
Algunos identifican este lugar con Hesmón (Jos. 15: 27).
30.
Moserot.
Quizá Mosera de Deut. 10: 6, donde tuvieron lugar la muerte y sepultura de Aarón y la elevación de Eleazar a su cargo.
31.
Bene-jaacán.
Su ubicación es desconocida (ver Deut. 10: 6).
32.
Monte de Gidgad.
Ver Deut. 10: 7 donde una forma diferente de escribir posiblemente señala el mismo lugar. Ubicación desconocida.
33.
Jotbata.
Se ha sugerido que Jotba, mencionada en 2 Rey. 21: 19, puede ser el mismo lugar (ver también Deut. 10: 7).
34.
Abrona.
Ubicación desconocida.
35.
Ezión-geber.
Compárese con Deut. 2: 8; 1 Rey. 9: 26; 22: 48; 2 Crón. 8: 17; 20: 36. Un puerto para los barcos mercantes del rey Salomón, en la extremidad septentrional del golfo de Akaba. Ahora se conoce como Tellel-Kalifa.
36.
Cades.
Ver cap. 20: 1. Esta localidad es la misma Cades-barnea situada en los límites de Canaán.
40.
Rey de Arad.
Compárese con el pasaje del cap. 21: 1. Este versículo parece fuera de lugar en este contexto.
41.
Zalmona.
Ubicación desconocida. Compárese con el monte Salmón (Juec. 9: 48; Sal. 68: 14).
42.
Punón.
Ver Gén. 36: 41 y 1 Crón. 1: 52, pues el nombre Pinón probablemente es una variante en la escritura de Punón. Se ha identificado con Feinán de la actualidad, unos 40 km directamente al sur del mar Muerto.
43.
Obot.
Ver cap. 21: 10.
44.
Ije-abarim.
Ver com. cap. 21: 11.
45.
Dibón-gad.
Ver caps. 21: 30; 32: 34. Son dificiles de seguir algunas etapas del éxodo.
46.
Almón-diblataim.
Quizá lo mismo que Bet-diblataim de Jer. 48: 22.
47.
Abarim.
Ver com. cap. 21: 11; ver también Núm. 27: 12; cf. Jer. 48: 22.
48.
Campos de Moab.
Ver com. cap. 22: 1.
49.
Bet-jesimot.
Ver Jos. 12: 3; 13: 20; Eze. 25: 9. Se ha sugerido Tell el-Azeimeh, de la actualidad, entre el monte Nebo y el Jordán, como el sitio de su ubicación.
Abel-sitim.
Ver cap. 25: 1. En la actualidad, Tell el-Hammam, a unos 8 km al norte de Bet- jesimot.
50.
Habló Jehová.
Se dieron instrucciones definidas en cuanto a la ley de la posesión de la tierra de Canaán.
51.
Cuando hayáis pasado.
Compárese con Núm. 34: 2; 35: 10; Deut. 11: 31; 18: 9.
52.
Echaréis.
No se debía permitir que quedaran en la tierra los antiguos habitantes, pues estaban entregados a la idolatría y corromperían a Israel (ver Exo. 23: 33; Deut. 20: 16-18).
Idolos.
Literalmente, "piedras esculpidas". Esto puede referirse a figuras grabadas en las columnas dentro de los templos de los ídolos, tales como son comunes hoy en la India.
Lugares altos.
Una referencia a los santuarios paganos y altares edificados en las colinas elevadas.
53.
Echaréis.
En cuanto al procedimiento y proceso, ver Exo. 23: 29, 30; Deut. 7: 22.
54.
Por sorteo.
En cuanto a las instrucciones, ver cap. 26: 53-55.
Cada uno.
Aun para la herencia familiar individual.
55.
Aguijones.
Compárese con el lenguaje de Jos. 23: 13 y Eze. 28: 24 y de Pablo (2 Cor. 12: 7).
Os afligirán.
Debían ser una fuente continua de molestia (ver Juec. 2: 18; 4: 3; 6: 6).
56.
Haré a vosotros.
En realidad, los habitantes idólatras de Canaán nunca fueron exterminados del todo. Su funesta influencia continuó a través de toda la historia de Israel, que también fue juzgado por Dios (ver Juec. 3: 8, 14; 6: 2).
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55 PP 586 959


NÚMEROS - CAPÍTULO 34 - AUDIO
1 Límites de la tierra de Canaán. 16 Nombres de las personas encargadas de la división de la tierra.

1 JEHOVA habló a Moisés, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, esto es, la tierra que os ha de caer en herencia, la tierra de Canaán, según sus límites,
3 tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta la frontera de Edom; y será el límite del sur al extremo del Mar Salado hacia el oriente.
4 Este límite os irá rodeando desde el sur hasta la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin; y se extenderá del sur a Cades-barnea; y continuará a Hasar-adar, y pasará hasta Asmón.
5 Rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y sus remates serán al occidente.
6 Y el límite occidental será el Mar Grande; este límite será el límite occidental.
7 El límite del norte será este: desde el Mar Grande trazaréis al monte de Hor.
8 Del monte de Hor trazaréis a la entrada de Hamat, y seguirá aquel límite hasta Zedad;
9 y seguirá este límite hasta Zifrón, y terminará en Hazar-enán; este será el límite del norte.
10 Por límite al oriente trazaréis desde Hazar-enán hasta Sefam;
11 y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el límite, y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente.
12 Después descenderá este límite al Jordán, y terminará en el Mar Salado: esta será vuestra tierra por sus límites alrededor.
13 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que se os repartirá en heredades por sorteo, que mandó Jehová que diese a las nueve tribus, y a la media tribu;
14 porque la tribu de los hijos de Rubén según las casas de sus padres, y la tribu de los hijos de Gad según las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés, han tomado su heredad.
15 Dos tribus y media tomaron su heredad a este lado del Jordán frente a Jericó al oriente, al nacimiento del sol.
16 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
17 Estos son los nombres de los varones que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun.
18 Tomaréis también de cada tribu un príncipe, para dar la posesión de la tierra.
19 Y estos son los nombres de los varones: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.
20 De la tribu de los hijos de Simeón, Semuel hijo de Amiud.
21 De la tribu de Benjamín, Elidad hijo de Quislón.
22 De la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buqui hijo de Jogli.
23 De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Haniel hijo de Efod,
24 y de la tribu de los hijos de Efraín, el príncipe Kemuel hijo de Siftán.
25 De la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elizafán hijo de Parnac.
26 De la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel hijo de Azán.
27 De la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de Selomi.
28 Y de la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Pedael hijo de Amiud.
29 A éstos mandó Jehová que hiciesen la repartición de las heredades a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.


1.
Jehová habló.
En el mismo lugar, como cuando habló a Moisés acerca del establecimiento en Canaán (cap. 33: 50), pues no se habían trasladado desde entonces.
2.
Cuando hayáis entrado.
Es decir, dentro del territorio entre el Jordán y el mar Mediterráneo (ver Núm. 32: 32; Jos. 22: 11, 32).
3.
Mar Salado.
El mar Muerto, donde confluían los límites oriental y meridional. En Eze. 47: 18, el profeta lo llama "el mar oriental" (ver también Gén. 14: 3; Deut. 3: 17; 4: 49). 960
4.
Este límite os irá rodeando.
Es decir, la línea limítrofe debía seguir una dirección suroeste.
La subida de Acrabim.
Es decir, "el paso de los escorpiones", lo que sugiere que los escorpiones eran numerosos en esa comarca (ver Jos. 15: 3; Juec. 1: 36). Se cree que es Naqb-es-Safa, un paso de 22 km que conduce hacia el noroeste del Arabah.
Zin.
El desierto de Zin puede haber recibido su nombre de este lugar. Sólo se menciona aquí y en Jos. 15: 3.
Del sur a Cades-barnea.
Ver com. cap. 13: 17, 32.
Hasar-adar.
Compárese con Jos. 15: 3, donde el nombre de este sitio se da en una forma más corta: Adar, y se indica Hezrón como un lugar separado. Ha sido identificado con Kirbet el-Qudeirat.
Asmón.
Tampoco se ha identificado. Algunos comentadores sugieren el moderno Ain el-Kasaymeh.
5.
Rodeará.
Literalmente, "dar una vuelta", es decir, en una dirección más hacia el oeste.
El torrente de Egipto.
No el río Nilo, sino el Wadi el-Arish, que debía formar la frontera occidental de Israel hasta llegar al mar Mediterráneo a unos 80 km por debajo de Gaza. Este había de ser su límite con Egipto.
6.
Mar Grande.
El Mediterráneo.
7.
Monte de Hor.
No el monte de Hor en el límite de Edom (caps. 20: 22; 33: 38), donde murió Aarón. La ubicación de esta montaña es desconocida; algunos comentadores la identifican con una estribación del monte Libano.
8.
La entrada de Hamat.
Puede ser el valle del Orontes o el moderno Lebweh, 112 km al suroeste de Hamat, en el mismo valle. La palabra traducida "entrada", se piensa, es parte del nombre de un lugar distinto, y no se refiere a Hamat mismo. Ambos: Lebweh o el valle del Orontes, bien podrían ser designados "la entrada de Hamat", como aproximándose a Hamat desde el sur.
9.
Zifrón.
No se conoce una identificación segura con ningún lugar moderno. Algunos sugieren Sibraim, en Eze. 47: 16, como una variante de la grafía del mismo nombre.
Hazar-enán.
Marcaba la terminación de la frontera septentrional, formando su rincón noreste (ver Eze. 47: 17; 48: 1). Se ha sugerido Qaryataín como la ubicación moderna de este sitio. Este nombre hebreo significa "el patio de la fuente", lo que quizá se refiere a que allí había una fuente de agua.
10.
Sefam.
Sitio desconocido. Constituía la extremidad sur de la frontera oriental.
11.
Ribla.
Sin duda cerca del río Jordán, pero su ubicación es desconocida.
Aín.
Literalmente, "fuente". Como el nombre de ningún otro lugar se relaciona con la palabra "fuente", es imposible identificar a Aín.
Cineret.
El mar de Galilea. El nombre Cineret posiblemente proviene del lugar mencionado en Jos. 19: 35 (ver también Deut. 3: 17). Las palabras traducidas "la costa" se refieren a las laderas montañosas del noreste del mar de Galilea. Una traducción mejor sería "ladera". La BJ traduce: "orilla".
12.
Límite.
Es decir, el límite oriental.
13.
Nueve tribus.
Dos tribus y media se establecieron al otro lado del Jordán (ver vers. 14, 15).
15.
A este lado del Jordán.
Mejor, "más allá del Jordán".
17.
Estos son los nombres.
Fueron designados hombres responsables, cuyas decisiones debían ser respetadas (ver cap. 26: 54, 55). Nótese que Eleazar y Josué debían supervisar la división de la tierra en la presencia de Dios a la puerta del tabernáculo (Jos. 18: 6, 8, 10; 19: 51).
18.
De cada tribu un príncipe.
Hombres de autoridad, y respetados por todos, fueron asociados con Eleazar, el sumo sacerdote, y Josué, el comandante en jefe del ejército. Así se aseguraron imparcialidad y equidad en la división del territorio.
20.
Semuel.
Corresponde con el nombre Samuel (ver 1 Sam. 1: 20; 1 Crón. 7: 2).
Amiud.
Ver cap. 1: 10.
21.
Elidad.
Ver cap. 11: 26, donde hay una variante en la grafía.
22.
Buqui.
El mismo nombre está en Esd. 7: 4 y con una diferente grafía en 1 Crón. 25: 4, 13.
23.
Haniel.
Ver 1 Crón. 7: 39.
24.
Kemuel.
Un nombre que se encuentra en otros lugares pero atribuido a personas diferentes (Gén. 22: 21; 1 Crón. 27: 17).
25.
Elizafán.
Ver cap. 3: 30.
26.
Paltiel.
Ver 2 Sam. 3: 15.
La exactitud con que la inspiración ha preservado un registro de los límites de las asignaciones de tierra correspondientes a las diversas 961
PALESTINA CENTRAL EN LOS TIEMPOS BÍBLICOS
tribus, hace resaltar la forma ordenada en que debe procederse en la obra de Dios. Nada debe dejarse librado a la casualidad; todo debe ser cuidadosamente planificado y ejecutado.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-13 PP 546


NÚMEROS - CAPÍTULO 35
- AUDIO
1 Cuarenta y Ocho ciudades para los levitas. 6 Seis de ellas serían ciudades de refugio. 9 Leyes contra el homicidio. 31 No hay rescate para el homicida.

1 HABLO Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel que den a los levitas, de la posesión de su heredad, ciudades en que habiten; también daréis a los levitas los ejidos de esas ciudades alrededor de ellas.
3 Y tendrán ellos las ciudades para habitar, y los ejidos de ellas serán para sus animales, para sus ganados y para todas sus bestias.
4 Y los ejidos de las ciudades que daréis a los levitas serán mil codos alrededor, desde el muro de la ciudad para afuera.
5 Luego mediréis fuera de la ciudad al lado del oriente dos mil codos, al lado del sur dos mil codos, al lado del occidente dos mil codos, y al lado del norte dos mil codos, y la ciudad estará en medio; esto tendrán por los ejidos de las ciudades.
6 Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se refugie allá; y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades.
7 Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos.
8 Y en cuanto a las ciudades que diereis de la heredad de los hijos de Israel, del que tiene mucho tomaréis mucho, y del que tiene poco tomaréis poco; cada uno dará de sus ciudades a los levitas según la posesión que heredará.
9 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado al otro lado del Jordán a la tierra de Canaán,
11 os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis, donde huya el homicida que hiriere a alguno de muerte sin intención.
12 Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador, y no morirá el homicida hasta que entre en juicio delante de la congregación.
13 De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de refugio.
14 Tres ciudades daréis a este lado del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán, las cuales serán ciudades de refugio.
15 Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, y para el extranjero y el que more entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiriere de muerte a otro sin intención.
16 Si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
17 Y si con piedra en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
18 Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
19 El vengador de la sangre, él dará muerte al homicida; cuando lo encontrara, él lo matará.
20 Y si por odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere;
21 o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida; el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrara.
22 Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas, 962
23 o bien, sin verlo hizo caer sobre él alguna piedra que pudo matarlo, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;
24 entonces la congregación juzgará entre el que causó la muerte y el vengador de la sangre conforme a estas leyes;
25 y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.
26 Mas si el homicida saliere fuera de los límites de su ciudad de refugio, en la cual se refugió,
27 y el vengador de la sangre le hallare fuera del límite de la ciudad de su refugio, y el vengador de la sangre matare al homicida, no se le culpará por ello;
28 pues en su ciudad de refugio deberá aquél habitar hasta que muera el sumo sacerdote; y después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.
29 Estas cosas os serán por ordenanza de derecho por vuestras edades, en todas vuestras habitaciones.
30 Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera.
31 Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá.
32 Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.
33 Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.
34 No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel.


2.
Ciudades en que habiten.
A los levitas no se les dio como heredad tierra, viñas, olivares, etc. Sin embargo, era conveniente que tuvieran casas adecuadas para morar; por lo tanto se destinaron ciudades para que vivieran (Lev. 25: 32).
Ejidos.
Literalmente, "campo abierto", o "tierra de pastoreo", del verbo hebreo "conducir hacia afuera". Aquí se hace referencia al distrito rural fuera de la ciudad, al cual podía llevarse ganado para pastar, o que podía usarse para huertas. "Ejidos", como aquí se usa, es equivalente a la expresión castellana "pastos comunes", referente al campo abierto a disposición de toda la comunidad (ver Eze. 48: 10-20).
3.
Animales.
Los animales más grandes, tales como bueyes y camellos.
Bestias.
Esto puede referirse a ovejas y cabras o puede incluir ganado.
4.
Mil codos.
Unos 440 m. Fuera de los límites de la ciudad se proporcionaba campo abierto para su ganado, huertos particulares y parques de recreación, y para efectuar entierros.
6.
Seis ciudades serán de refugio.
Tres en Canaán y tres al lado este del Jordán (ver Núm. 35: 14; Deut. 4: 43; Jos. 20: 7, 8).
De refugio.
Las ciudades de refugio eran un santuario, y por lo tanto un símbolo de Cristo, que ampara al pecador que se refugia en él por fe (ver Exo. 21: 13; Deut. 19: 2-9; Sal. 46: 1; 142: 5; Isa. 4: 6; Rom. 8: 1, 33, 34; Fil. 3: 9; Heb. 6: 18, 19).
7.
Cuarenta y ocho.
Compárese con Jos. 21: 41.
8.
Según la posesión que heredará.
Las ciudades debían ser distribuidas de acuerdo con la población (ver Núm. 26: 54; 33: 54; Jos. 21: 16-32).
11.
Sin intención.
De una palabra cuya raíz significa "extraviarse", "cometer un error". La palabra aquí usada significa literalmente "por equivocación", "por error" (ver Jos. 20: 3; Ecl. 5: 6). El derecho del santuario fue reconocido por la mayoría de las naciones desde la más remota antigüedad.
12.
Vengador.
De una palabra cuya raíz significa generalmente "redimir", "actuar como un pariente", lo que implica una relación personal íntima. Los deberes de este "pariente-redentor" llegaron a ser variados y numerosos. Uno de sus deberes era vengar el asesinato de un pariente. También debía contraer matrimonio de acuerdo con la ley del levirato (Rut 3: 13), comprar rescatando a un pariente de la esclavitud a la que lo hubieran forzado circunstancias desafortunadas (Lev. 25: 47, 48), 963 impedir la enajenación de la propiedad familiar (Jer. 32: 8-12), y rescatar por medio de una compra la propiedad que pudiera haber caído en manos ajenas (Lev. 25: 25).
Delante de la congregación.
No se presentan con detalles cuáles eran los deberes que cumplía la congregación. Pero sin duda todo el procedimiento era forense, con presentación de pruebas, debate y decisión por medio de un jurado (ver Núm. 27: 2; Deut. 19: 17; Jos. 20: 6). Nótese que Deut. 19: 12 contiene la expresión "los ancianos de su ciudad".
13.
Seis ciudades.
Las seis ciudades puestas aparte eran un refugio seguro. Se mantenían expeditos los caminos que conducían a ellas.
15.
Estas seis ciudades.
En cuanto a sus nombres, ver Jos. 20: 7, 8.
Extranjero.
O "poblador", para referirse quizá a una persona que se había unido a una familia hebrea en alguna forma más permanente.
16.
Instrumento de hierro.
Esta frase no sólo incluye tales armas como espadas y lanzas, sino diversos instrumentos hechos de hierro, cuya función principal no era bélica sino pacífica. A lo que aquí se hace referencia es a la intención de matar, ya fuera con premeditación o debido a un arrebato de ira.
17.
Con piedra en la mano.
Literalmente, "con una piedra de la mano", lo que significa una piedra lo bastante grande como para ser levantada y arrojada para ocasionar la muerte de alguien (ver Exo. 21: 18).
18.
Con instrumento de palo.
Tales como el cayado de un pastor, un garrote, un bastón, etc.
19.
Vengador.
El go'el o "pariente" (ver com. vers. 12).
Cuando lo encontrare.
Es decir, fuera de la ciudad de refugio.
20.
Lo empujó.
Esto es, desde un lugar elevado del cual una caída causaría la muerte (ver Eze. 34: 21).
21.
Su mano.
Esto es, su puño.
22.
Sin enemistades.
Es decir, en un súbito arrebato de ira, siendo provocado pero sin premeditación o intención previa de matar (Exo. 21: 13 ; Deut. 19: 5).
24.
Juzgará.
El acusado era sacado de la ciudad de refugio, probablemente bajo la protección de una escolta, hasta algún lugar donde la comunidad consideraba las pruebas del caso (Exo. 21: 12-14; Deut. 19: 1-13).
25.
Sumo sacerdote.
La seguridad del acusado radicaba en su obediencia a la ley de la ciudad de refugio y debía vivir en ella. Al proceder así, literalmente estaba bajo protección levítica o eclesiástica, y por lo tanto sometido al sumo sacerdote. Figuradamente, una nueva administración le daba un nuevo curso a su vida.
30.
Testigos.
Compárese con Deut. 17: 6; 19:15; Mat. 18: 16.
31.
Precio.
De la forma sustantiva de una raíz verbal comúnmente traducida "hacer una expiación", "hacer reconciliación", "purgar". Aquí significa que un asesino no podía ser redimido pagando un precio de rescate. Esta disposición hace resaltar la dignidad del hombre y el valor de su vida a la vista de Dios.
32.
Precio.
La misma palabra del caso anterior. El morar forzosamente en la ciudad de refugio se consideraba como un castigo por el descuido al cometer un homicidio accidental. Al que cometía homicidio sin intención no se le permitía volver a su hogar a cambio de una suma de dinero.
33.
Contaminaréis la tierra.
No podía haber expiación para la tierra (ver Gén. 4: 10; Deut. 21: 1-9; Sal. 106: 38).
34.
En medio de la cual yo habito.
El santuario de Dios estaba entre su pueblo, y constituía una razón poderosa para precaverse contra "contaminar" la tierra (ver Exo. 29: 45; Núm. 23: 21; 2 Crón. 20: 11; Zac. 2: 10). Compárese con la enseñanza del NT en 2 Cor. 6: 16, acerca de la iglesia, y el estado ideal en la tierra nueva (Apoc. 21: 3).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
7 PP 546
11-15 PP 551
26-33 PP 552 964


NÚMEROS - CAPÍTULO 36
- AUDIO
1 Problema de la herencia de las hijas. 5 Se resuelve ordenándoles que se casen dentro de su propia tribu, 7 para evitar que la heredad a pase a alguna otra tribu. 10 Las hijas de Zelofehad se casan con hijos de sus tíos paternos.


1 LLEGARON los príncipes de los padres de la familia de Galaad hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron delante de Moisés y de los príncipes, jefes de las casas paternas de los hijos de Israel,
2 y dijeron: Jehová mandó a mi señor que por sorteo diese la tierra a los hijos de Israel en posesión; también ha mandado Jehová a mi señor, que dé la posesión de Zelofehad nuestro hermano a sus hijas.
3 Y si ellas se casaren con algunos de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, la herencia de ellas será así quitada de la herencia de nuestros padres, y será añadida a la herencia de la tribu a que se unan; y será quitada de la porción de nuestra heredad.
4 Y cuando viniera el jubileo de los hijos de Israel, la heredad de ellas será añadida a la heredad de la tribu de sus maridos; así la heredad de ellas será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.
5 Entonces Moisés mandó a los hijos de Israel por mandato de Jehová, diciendo: La tribu de los hijos de José habla rectamente.
6 Esto es lo que ha mandado Jehová acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense como a ellas les plazca, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán,
7 para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel estará ligado a la heredad de la tribu de sus padres.
8 Y cualquiera hija que tenga heredad en las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres,
9 y no ande la heredad rodando de una tribu a otra, sino que cada una de las tribus de los hijos de Israel estará ligada a su heredad.
10 Como Jehová mandó a Moisés, así hicieron las hijas de Zelofehad.
11 Y así Maala, Tirsa, Hogla, Milca y Noa, hijas de Zelofehad, se casaron con hijos de sus tíos paternos.
12 Se casaron en la familia de los hijos de Manasés, hijo de José; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.
13 Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó Jehová por medio de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
1.
La familia de Galaad.
Esta gente representaba la otra mitad de la tribu de Manasés, que no se había establecido en el lado oriental del Jordán, en la tierra de Galaad, sino que debía recibir su herencia en la tierra de Canaán.
Hablaron delante de Moisés.
Fue una reunión con Moisés dentro de una gran asamblea (ver cap. 27: 2).
2.
Por sorteo.
Ver cap. 26: 52-55.
3.
Quitada de la herencia de nuestros padres.
Existía el deseo de evitar cambios constantes en las fronteras de las tribus, debido a las posesiones que las mujeres trasmitan a sus hijos por medio de sus esposos de otra tribu.
4.
Jubileo.
Literalmente, "un cuerno de carnero", debido a que se tocaba un cuerno tal el décimo día del séptimo mes, para inaugurar el año del jubileo (ver Lev. 25: 10-15, 28, 30-33, 40, 50-54; Jos. 6: 4-13).
6.
Pero en la familia.
Se formularon dos limitaciones. Las mujeres sin hermanos no debían casarse con hombres de otras tribus, ni con hombres de otra rama de la misma tribu. Estas dos precauciones preservarían a las familias y las herencias, tan importantes en el sistema de administración israelita.
11.
Hijos de sus tíos paternos.
Es decir, sus primos (ver 1 Crón. 23: 22).
13.
Estos son los mandamientos.
Esta afirmación probablemente se refiere a todo el libro de Números (ver Lev. 27: 34), incluyendo especialmente sus preceptos en cuanto al culto (caps. 28 a 30) y sus reglamentaciones civiles (caps. 27: 11; 35: 29).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
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