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  • CAPÍTULO 2 -

    UN DÍA EN EL MINISTERIO DE JESÚS

    He vivido en dos continentes: África (Malawi) y América (Estados Unidos y Brasil). Una de las cosas que aprendí acerca de mi propia cultura estadounidense fue el hecho sorprendente de que quienes poseen más dispositivos "para ahorrar tiempo" son quienes menos tiempo tienen para los demás. Ocupados, ocupados, ocupados. Demasiado ocupados para conversar o relajarse, siempre en movimiento, siempre mucho para hacer.

    Si eso se parece a tu propia situación, bienvenido al club. La vida moderna es ajetreada, y los dispositivos que ahorran tiempo (teléfonos, computadoras y muchos otros dispositivos) no han reducido nuestra carga de ocupaciones. La vida antes de la era industrial era más lenta, y la gente parecía tener más tiempo para estar con los demás. Pero el primer capítulo de Marcos da la impresión de quejesús tuvo una vida muy ajetreada. ¿Cómo hacía para mantenerse sereno?

    Un poco de contexto

    Cada uno de los cuatro evangelios presenta el ministerio de Jesús de una manera diferente. Mateo registra el célebre Sermón del Monte (Mat. 5-7). Lucas relata el sermón inaugural de Jesús en la sinagoga de Nazaret (Luc. 4), el cual se destaca por la inclusión de su misión evangélica descrita en Isaías 61:1 y 2. Las palabras de Isaías predicen cómo será su ministerio a lo largo de todo el libro de Lucas y, sorprendentemente, la forma en que algunas personas reaccionarán ante él y su obra. Juan da cuenta del llamado de Jesús a los primeros discípulos: Andrés, Juan, Pedro, FelipeyNatanael(Juan 1).

    El Evangelio de Marcos presenta de manera singular la inauguración del ministerio de Jesús. Esa presentación podría llevar como título: "Un día en la vida de Jesús" o "Un día en el ministerio de Jesús". Esa inauguración tiene lugar un sábado en Capernaúm (Mar. 1).

    Marcos, con tan solo 16 capítulos, es el evangelio más breve. ;Presenta relatos en los que lo narrado ocurre en un período apro-'¡ ximado de veinticuatro horas. En los capítulos 4 y 5, encontramos 'i; parábolas, un viaje a través del lago, la curación de un endemonia-i!! do, un viaje de regreso a través del lago, la curación de una mujer ¡ y la resurrección de la hija de Jairo; todo ello en un lapso de unas treinta y seis horas. En el capítulo 8, Jesús da de comer a los cuatro mil, cruza el mar de Galilea, discute con algunos fariseos, vuelve ! a cruzar el lago, instruye a los discípulos y da la vista a un ciego. ¡ En el capítulo 9, encontramos la transfiguración y la curación de ' un endemoniado. Finalmente, en los capítulos 11 a 16, se relata la última semana de la vida de Jesús. Los acontecimientos incluyen su llegada ajerusalén, su muerte en la cruz y su resurrección. Los capítulos que presentan un período de veinticuatro horas o un !¡ tiempo continuo de aproximadamente una semana suman once J de los dieciséis capítulos del libro.

    Esto sugiere que Marcos tiende a presentarnos viñetas del ministerio de jesús, es decir, actividades que tienen lugar en momentos clave de su obra de sanación y salvación. Esto da al libro una fuerte sensación de que el lector está presente cuando se desarrolla la ii' acción. Es una presentación dramática, centrada en las acciones il y las actividades de Jesús más que en sus palabras. De hecho, ¡ solo hay dos discursos extensos de Jesús en todo el evangelio: las parábolas del capítulo 4 y el discurso escatológico del capítulo 13. I Las enseñanzas de Jesús son importantes para Marcos, pero este parece centrarse más en las acciones del Maestro.

    El llamado de los discípulos

    Tras una breve introducción al ministerio de Juan el Bautista y su interacción con Jesús (Mar. 1:4-13), Marcos pasa al ministerio inicial de jesús el cual consistió en predicar, curar y llamar a sus discípulos. En la época de Jesús, era típico que los interesados en aprender de un rabino se asociaran estrechamente a él.1 Pero Jesús no sigue esa pauta. En lugar de ello, llama a los discípulos a seguirlo y a convertirse en "pescadores de hombres" (vers. 17).

    Estos discípulos, y los otros que se unen más tarde, siguen a Jesús a lo largo de todo el Evangelio de Marcos. Experimentan altibajos, éxitos y fracasos, pero permanecen con Jesús hasta el final. A pesar de los fracasos de ellos cuando va a Jerusalén, Jesús no los abandona, sino que decide reunirse con ellos en Galilea después de su resurrección.

    Puesto que los discípulos parecen manifestar cierta torpeza k durante el relato, algunos eruditos creen que el Evangelio de Marcos rechaza a estos hombres, aunque con el tiempo se conviertan en los líderes de la iglesia cristiana primitiva. Pero esta opinión es errónea, al menos por dos razones. En primer lugar, Jesús no se da por vencido con ellos, ni siquiera cuando cometen grandes errores. Se reúne con ellos después de su resurrección (ver la negación de Pedro en Mar. 14:66 al 7¿, a pesar de la cual Jesús le pide que se reúna con él en Galileaen Mar. 16:7). En segundo lugar, Jesús predice que serán sus emisarios al mundo después de su resurrección (Mar. 10:35-45; 13:9-13). Todo esto se cumple, validando su aceptación de los discípulos.

    La formación de los discípulos se realiza por etapas. Al principio, Jesús no predice adonde conducirá el camino del discipulado. Comienza con un simple llamado a seguirlo y la promesa de que los discípulos se convertirán en pescadores de hombres. Acaba eligiendo a doce hombres (Mar. 3) y los envía en misión de predicación y curación (Mar. 6). En Marcos 8 al 10, los instruye cuidadosamente acerca de su cercana muerte y resurrección, conectando estos acontecimientos con verdades importantes para todos sus futuros discípulos.

    El sábado especial

    Como he mencionado antes, el evangelista relata sobre un día al principio del ministerio de Jesús (Mar. 1:21-39). Es un sábado en Capernaúm, una ciudad situada en la orilla noroeste del mar de Galilea. El mar de Galilea es un pequeño lago de unos trece kilómetros de ancho y veintiuno de largo. Aunque no es muy grande, el mar de Galilea es la mayor masa de agua dulce de Palestina, una tierra caracterizada por su clima seco y pocas fuentes de agua.

    Es difícil calcular cuántas personas vivían en Capernaúm en tiempos de Jesús. Las estimaciones oscilan entre mil seiscientos y diez mil.15 Los alrededores de Capernaúm contienen basalto, una piedra ígnea oscura, y los habitantes de la ciudad utilizaban bloques de este tipo de piedra para construir sus casas. Actualmente se pueden ver las hiladas inferiores de las paredes de piedra basáltica de las casas cuando se visita el lugar. En Capernaúm, aún se conservan las ruinas de una famosa sinagoga del siglo IV d.C., conocida como la Sinagoga Blanca. Se la llama así por (a piedra caliza de color claro utilizada en su construcción. Sin embargo, los cimientos de la sinagoga son de piedra basáltica oscura, típica de la zona. Esto ha llevado a proponer que la antigua sinagoga, tal vez aquella en la que Jesús predicó según se describe en Marcos 1, fue construida antes en el mismo lugar.

    Aquel sábado se produce una experiencia inolvidable en la sinagoga: un hombre con un espíritu impuro aborda a Jesús. Sus acciones muestran la lucha de poder entre las fuerzas del mal y las fuerzas del bien. Sus palabras expresan el miedo de los demonios ante su inminente derrota: "¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: ¡El Santo de Dios!" (vers. 24).

    El demonio hace tres afirmaciones. Primero, cuestiona qué tiene que ver Jesús con ellos, los espíritus impuros o demonios. El pronombre "nosotros" probablemente se refiere a los demonios que se oponen a la obra de Jesús. Sin embargo, alguien sentado en la sinagoga puede pensar fácilmente que el endemoniado está hablando de la congregación de la sinagoga.

    Si el pronombre "nosotros" se refiere a la congregación, entonces la siguiente afirmación, significaría que Jesús vino a destruir a la gente de la sinagoga, tal vez a toda la población de Capernaúm. Tal perspectiva va en contra de todo lo que Jesús representa en su relación con la gente. Él viene a sanar y salvar a la humanidad, no a destruirla (Luc. 19:10; Juan 3:16, 17).

    La tercera afirmación del demonio sitúa sus otras dos afirmaciones en su contexto. Jesús es el "Santo de Dios" y, por supuesto, el demonio es impuro. Jesús expulsa a esos demonios para traer alivio y salud a los que están atormentados por el maligno. Este enfrentamiento en la sinagoga ilustra el terna de la Gran Controversia en Marcos, en la 'que Jesús impide que los demonios atormenten a las personas y las libera para que sir.van a Dios. Por tanto, el reconocimiento por parte del demonio de que Jesús es el Santo de Dios indica que Cristo ha venido a destruir al Diablo y a sus ángeles malignos, no a la gente común. Jesús expulsa al demonio y le ordena callar (phimoo, "amordazar, silenciar, hacer callar"). El demonio es representado como un animal que necesita ser domado y amordazado. Las palabras de Jesús logran su propósito, pues el demonio convulsiona al hombre, grita con fuerza y se marcha. Silenciar a un espíritu maligno es, sin duda, una obra del Mesías. Pero esta referencia al silencio es uno de los primeros indicios de un tema que recorre el libro: el tema del contraste revelación-secreto.

    El propósito de la reserva en Marcos es doble. En primer lugar, ayuda a evitar que el ministerio de jesús se acorte debido a un levantamiento popular, lo que probablemente haría que los romanos aplastaran el naciente movimiento cristiano. En segundo lugar, da tiempo a Jesús para preparar a sus discípulos para algo que no esperan: la Cruz. Jesús conduce a sus discípulos a través de etapas de crecimiento: primero, los llama (caps. 1 y 2); segundo, designa a los Doce (cap. 3); tercero, los envía a una misión (cap. 6); y cuarto, les enseña hacia dónde se dirige (caps. 8-10). Las insuficiencias de ellos dan ajesús la oportunidad de instruirlos acerca del significado de su misión, lo que permite a Marcos compartir esa enseñanza con sus lectores.

    Tras el agitado encuentro en la sinagoga, Jesús se retira a casa de Simón Pedro. El texto indica que la suegra de este estaba enferma (Mar. 1:30), lo que implica que Pedro estaba casado. Como era típico de la época, probablemente tenía varios hijos, por lo que podía tratarse de una casa abarrotada de gente. Dicen ajesús que la suegra de Pedro tiene fiebre. Esta podría deberse a cualquier enfermedad, pero el hecho es que la debilita. Jesús la toma de la mano, la levanta y la fiebre desaparece.

    Marcos señala en el versículo 32 que la gente acude a casa de Pedro después de la puesta del sol. El evangelista no explica esta referencia temporal concreta. Es un detalle interesante que sugiere que los lectores de su evangelio sabían exactamente qué quería decir: que el sábado se prolonga hasta la puesta del sol. Es posible que los habitantes de Capernaúm temieran tener problemas con los líderes religiosos si acudían durante el sábado (comparar Luc. 13 y 14). Marcos no tiene que explicar por qué esperaron hasta después de la puesta del sol, lo que indica que daba por sentado que sus lectores conocían lo concerniente a la extensión del sábado. Además, es coherente con el hecho de que estos lectores también observan el sábado.

    El secreto del éxito de Jesús

    ¿Qué hizo quejesús tuviera tanto éxito en su ministerio? Marcos 1 nos muestra, al menos, una de las características que hicieron de Jesús un hombre como ningún otro. Era un hombre de oración. En los evangelios, vemos ajesús una y otra vez orando y enseñando a sus discípulos a orar: Mateo 6:7-5; 14:23; 26:39,42,44; Marcos 1:35; 6:46; 14:35; Lucas 5:16; 6:12; 9:18,28,29; 11:1; 22:32,41,44,45;Juan 17. Las oraciones modelo de Jesús, como el Padrenuestro, presentan diversas características de su ideal de oración (Mat. 6:9-13; Luc. 11:1-4; comparar con Juan 17).

    En primer lugar, la atención se centra en Dios, en su gloria y su voluntad. Este énfasis siempre precede a la petición de ayuda para necesidades específicas. En segundo lugar, se expresan con sencillez las necesidades que Dios debe satisfacer. Las necesidades físicas y espirituales no se expresan en términos floridos, sino en una prosa sencilla. Por último, se hace hincapié en el perdón recíproco, es decir, en pedirá Dios que nos perdone como nosotros perdonamos a los demás.

    Estos detalles sugieren nuestra necesidad de someternos a la voluntad de Dios, pidiéndole que supla nuestras necesidades. La efusión de la gracia divina cambia la forma en la que tratamos a quienes nos rodean. Este tipo de oración tiene un efecto pacificador en nuestras vidas, y el Espíritu de Dios nos muestra cómo actuar con los demás.

    Hace años, asigné a mis alumnos una tarea de oración. Podían leer acerca de la oración en los libros El camino a Cristo y El ministerio de curación u orar durante treinta minutos seguidos. Luego tenían que escribir un informe de una página acerca del ejercicio que habían elegido.

    Recibí algunos informes sorprendentes de quienes pasaron treinta minutos en oración. Varios estudiantes señalaron la calma que sentían después de pasar este tiempo prolongado en diálogo con Dios. Otros contaron que expresaron su oración habitual durante unos minutos y luego no supieron qué hacer. Otros dijeron que terminaron orando por personas en las que no habían pensado durante años.

    Aquel ejercicio de oración me enseñó un par de lecciones. Primero, la oración serena nuestro espíritu; y segundo, cuanto más breves son nuestras oraciones, más tendemos a orar acerca de nosotros mismos. Esto me hace pensar que fueron los largos períodos de oración de Jesús los que le dieron una calma tan notable a lo largo de su ministerio, convirtiéndolo en el mayor poder para el bien que el mundo haya visto jamás.


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    1  Ver Mark L. Strauss, Mark, Zondervan Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids: Zondervan, 2014), p. 83.

    Ver Henry I. McAdam, "Domus domini: Where Jesús lived (Capernaúm and Bethany in the gospels)", Theological Review ofthe Near East School ofTheology 25, N° 1 (2004), p. 53: R. T. France, The Gospel ofMark, New International Greek Testament Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 2002), p. 101.

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