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  • Complementario - CAPÍTULO 3

    La controversia es difícil de manejar. Por naturaleza, nos gusta la paz y llevarnos bien con los demás. Sin embargo, a lo largo de los evangelios queda claro que Jesús no se llevaba bien con los líderes religiosos de su tiempo. ¿Por qué tanta agitación y desacuerdo? La razón es que lo que él enseñaba contrastaba fuertemente con lo que enseñaban ellos. Esta diferencia aparece ya en el Evangelio de Marcos, cuando este señala que Jesús enseñaba con autoridad, no como los escribas (ver Mar. 1:22). Jesús era claro en lo que defendía. Los escribas no. Sus tradiciones socavaban la autoridad de la Palabra de Dios, y Jesús les llamó la atención acerca de ello.

    Cinco historias acerca de controversias El Evangelio de Marcos ilustra esta atmósfera de conflicto con dos series de relatos conflictivos. Se concentran en Marcos 2 y 3 y en Marcos 11 y 12. En este capítulo, nos centraremos en tres de los cinco relatos de Marcos 2:1 a 3:6. Siguen un patrón concéntrico, o circular, en el que cada relato trata dos temas o conceptos, y uno de ellos enlaza con el siguiente relato.16 De este modo, el último relato enlaza con el primero, como lo ilustra la tabla que aparece a continuación.

    Patrón concéntrico de ios relatos acerca de controversias en Marcos 2 y 3

    Referencia

    Relato

    Patrón concéntrico

    2:1 a 12

    Paralítico

    Sanamiento/pecado

    2:13 a 17

    Llamamiento de Leví

    Pecado/alimento

    2:18 a 22

    Ayuno/celebración

    Alimento/Mesías

    2:23 a 28

    Observancia del sábado

    Mesías/sábado

    3:1 a 6

    Curación en sábado

    Sábado/curación

    En el centro de estas cinco controversias, el evangelista destaca verdades acerca de quién esjesús y qué implica su autoridad. Cada uno de estos relatos gira en torno a una verdad bíblica vinculada a Jesús. Podemos identificar en estos relatos ciertos versículos que enfatizan estas ideas.

    Verdades acerca de Jesús en Marcos 2 y 3

    Incidente

    Concepto

    Qué nos enseña acerca de Jesús

    Hombre paralítico

    "El Hijo del hombre tiene autoridad de perdonar pecados en la tierra" (2:10)

    Jesús es el divino Hijo de Dios capaz de perdonar pecados

    El llamado de Leví

    "Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (2:17)

    Jesús es el Médico espiritual que puede salvar a los pecadores

    Ayuno

    "Pero vendrán días en que el novio les será quitado, y entonces ayunarán" (2:20)

    El Mesías irá a la Cruz

    Transgresión del sábado

    "Así, el Hijo del hombre es también Señor del sábado" (2:28)

    Jesús tiene autoridad sobre el sábado para explicar cómo debería ser observado

    Observancia del sábado

    "¿Es permitido hacer

    bien en sábado o hacer mal? ¿Salvar la vida o quitarla?" (3:4)

    Jesús observa el sábado y enseña que es lícito hacer bien en ese día

    El comienzo de la historia del paralítico indica que Jesús había regresado a Capernaúm. En aquella época, las casas de Capernaúm eran de piedra basáltica.17 El tamaño de las habitaciones estaba determinado por la longitud de las ramas de los árboles utilizadas como travesaños, lo que limitaba la anchura y la amplitud de una habitación a unos cuatro metros y medio. Así, pues, la sala en la que Jesús enseñaba no era grande. La multitud que acudía a escucharlo rodeaba la casa en la calle. Esto hizo casi imposible que los amigos del paralítico lo llevaran ante Jesús.

    Los cuatro amigos, y tal vez el propio hombre, idearon un plan novedoso para llevarlo a la presencia de Jesús. Subieron al tejado plano de la casa y atravesaron el techo. No sería una tarea fácil, aunque sí menos trabajosa que si lo hubieran hecho en las viviendas actuales.18 Después de hacer el orificio, bajaron al paralítico delante de Jesús. El Señor vio la fe que tenían en él en virtud del esfuerzo que hicieron para llevarle. Pero en lugar de curar inmediatamente al hombre, Jesús le dijo que sus pecados le habían sido perdonados.

    La controversia en esta historia se centra en esta afirmación. Los escribas sostienen correctamente que solo Dios puede perdonar los pecados. La declaración explícita de Jesús de que tiene autoridad para perdonar pecados enseña implícitamente que es el divino Hijo de Dios. Lo demuestra curando al hombre de su parálisis. La lógica del vínculo milagro-perdón es que Dios no sanará a través de alguien que es un blasfemo; por lo tanto, Jesús es quien dice ser. Este resultado lleva más tarde a los líderes religiosos a afirmar que Jesús expulsa demonios por el poder del Diablo (Mar. 3:22). En el próximo capítulo, veremos cómo responde Jesús a esta acusación.

    Marcos 2:10 es el primer lugar de Marcos en el que se utiliza la expresión "Hijo del hombre". En los evangelios, esta frase siempre se refiere a Jesús y, en la mayoría de los casos, es el propio Jesús quien la utiliza. La frase se vincula con Daniel 7:13 y 14, donde uno como un Hijo de Hombre" se presenta ante Dios, el Anciano de Días, para recibir un remo. En tiempos de Jesús, esta frase tenía implicaciones mesiánicas, pero no necesariamente las connotaciones nacionalistas de otras frases.19 El uso que Jesús hace de la expresión es instructivo porque implica que el afirma ser el Mesías, pero no el que muchos esperaban en su época. Esto queda más claro en la tercera controversia acerca del ayuno.

    La pregunta acerca del ayuno

    La historia central de las cinco acerca de controversias gira en torno al ayuno (Mar. 2:18-22). "Un día en que los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban, fueron a Jesús y le preguntaron: ¿Por que los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan. " (vers. 18).

    El único día de ayuno exigido por la Ley mosaica era el Día de la Expiación (Lev. 16:29, 30). Pero también se ayunaba en tiempos de hambruna y durante períodos de guerra u otras crisis. El ayuno también se utiliza a para lamentar calamidades, para apelar a Dios en tiempos de enfermedad (Sal. 35:13; 2 Sam. 12:16) y para demostrar devoción religiosa.

    El estiló de vida ascético de Juan el Bautista era compatible con la práctica del ayuno, y sus discípulos obviamente siguieron su ejemplo, como lo ilustra este pasaje de Marcos.

    No está claro quién planteó la pregunta a Jesús, pero ella parece sugerir que quienes lo hicieron no eran los discípulos de Juan ni los fariseos. Si los fariseos o los discípulos de Juan hubieran hecho la pregunta, cabria esperar que dijeran: "¿Por qué nosotros ayunamos y tus discípulos no.

    Para responder a la pregunta acerca del ayuno, Jesús relata una pequeña historia sobre un banquete de bodas, una especie de parábola, aunque no se describe como tal. En su comentario, afirma lo obvio: sería extraño que los invitados a una boda se abstuvieran de comer y beber. Aquí Jesús se identifica como el Esposo y presenta a sus discípulos como los invitados a la boda. Mientras él, el Esposo, está presente, es tiempo de regocijo, no de llanto y ayuno.

    Pero, al mismo tiempo, Jesús señala ominosamente el momento en que el Esposo será arrebatado. Puesto que nosotros, como cristianos, sabemos hacia dónde se dirige esto, vemos una clara referencia a la Pasión: su arresto, juicio, muerte y resurrección. Es probable que los presentes solo captaran vagamente lo que él quería decir, sin prever ciertamente la cruz. Esta es una de las primeras referencias a la cruz en el Evangelio de Marcos. Es breve, críptica y vaga, pero es una señal que indica el camino del Señor, que conduce a la cruz.

    "Quebrantando" el sábado

    En Marcos 2:23 a 28 tiene lugar la primera de las dos controversias acerca del sábado. Es bien sabido por todos que el Mandamiento acerca del sábado prohíbe trabajar: "No hagas ningún trabajo en ese día" (Éxo. 20:10, DHH). Pero ¿cómo definimos el trabajo? El propio mandamiento no define qué incluye el trabajo. Para especificar esto, los judíos prepararon una lista de 39 actividades que giraban principalmente en torno a las tareas cotidianas en una sociedad agraria.20 Mientras los discípulos de Jesús paseaban un sábado, arrancaron espigas, las frotaron con las manos, soplaron la cáscara y comieron el grano. Esto no se consideraría robo, ya que la Ley permitía a una persona saciar su hambre en el campo del vecino (Lev. 19:9, 10; 23:22; Deut. 23:24, 25). Pero los fariseos le preguntaron a Jesús por qué sus discípulos estaban quebrantando el sábado (Mar. 2:24). Aunque los fariseos no especificaron la ofensa exacta, es probable que se refirieran a que los discípulos arrancaban el grano (segar o cosechar), lo frotaban con las manos (trillar) y soplaban la cáscara o tamo (aventar).

    En su respuesta a este ataque, Jesús cita la historia de cuando David comió el pan de la proposición (1 Sam. 21). Solo a los sacerdotes les estaba permitido comer ese pan, pero el sumo sacerdote permitió en aquella ocasión que David y sus hombres comieran el pan sobre la base de que estaban ceremonialmente limpios. Aquello no era el procedimiento regular, pero el sumo sacerdote consideró aceptable hacer una excepción en vista de la necesidad de David. La respuesta de Jesús es única en el sentido de que, normalmente, no se consideraba apropiado argumentar a partir de una historia para promulgar una ley. El método habitual era argumentar a partir de una ley.21 Pero Jesús parece argumentar tipológicamente colocándose en paralelo con David ("Hijo de David , Mar. 10:47, 48) y a sus discípulos con los hombres de David.22 Si aquello había sido aceptable para David y sus hombres, también lo era para Jesús y sus discípulos.

    A continuación, Jesús establece un importante principio acerca del sábado: "El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado" (Mar. 2:27). El sábado fue creado por Dios al final de la semana de la creación para beneficio de la humanidad. Los seres humanos no fueron creados para servir al sábado. La queja formulada a Jesús por los fariseos pretendía precisamente esto: que los seres humanos se vieran oprimidos por el sábado en lugar de beneficiarse de él. Jesús elimina este malentendido con su declaración acerca del significado del sábado y fundamenta esta declaración con la afirmación de que él es el Señor del sábado (vers. 28). Esta afirmación tiene implicaciones sobre la creación misma. Indica que Jesús, como Creador, puede explicar el significado del sábado.

    Historias sándwich

    El Evangelio de Marcos emplea un patrón narrativo único conocido como historias sándwich, intercaladas o intercalaciones. Este método narrativo consiste en iniciar una historia e interrumpirla con otra que es narrada en su totalidad. Luego, la historia interrumpida se completa. Este patrón aparece al menos seis veces en Marcos: Marcos 3:20-35; 5:21-43; 6:7-31; 11:12-25; 14:1-11, 53-72.23 Los dos relatos se intercalan, pero sin perder su independencia. Aparte de Jesús y sus discípulos, los personajes de cada relato no interactúan con los del otro relato.

    Por ejemplo, en Marcos 3:20 al 35, la familia de Jesús no aparece en la historia interior, y los escribas no aparecen en la historia exterior. Sin embargo, estos personajes de la historia, que no se cruzan en las historias de los demás, sí tienen un vínculo entre sí. Los personajes paralelos realizan acciones opuestas, y los personajes opuestos realizan acciones paralelas. En la historia externa, la familia de Jesús piensa que está loco e intenta apoderarse de él. En la historia interna, la afirmación paralela de los escribas es que Jesús está poseído por el demonio. La familia de Jesús debería estar de su lado, pero parece estar aliada con sus oponentes.

    Esta tensión produce una ironía dramatizada, expresada de tres maneras: dos niveles de significado que contrastan entre sí y alguien que no ve la ironía.24 En esta historia sándwich, o intercalación, los dos niveles son las dos historias, unidas pero independientes. El contraste es la familia de Jesús, que debería estar de su lado, y los escribas, que son claramente sus enemigos. La ironía es que la familia de Jesús se alía con sus enemigos, esgrimiendo acusaciones similares contra él ("está fuera de sí"; los escribas decían a su vez: "tiene espíritu impuro").

    Un giro extraño en esta ironía es que la familia de Jesús sí parece estar dividida y opuesta a él ("Si una casa estuviera dividida contra sí misma, no podría permanecer"; vers. 25) y Jesús sí argumenta de una manera inusual en los versículos 23 al 27, donde sostiene que la casa o familia de Satanás no puede mantenerse en pie si está dividida contra sí misma. Sin embargo, luego da un giro y habla de alguien (probablemente, Jesús mismo) que saquea la casa de un hombre fuerte (el reino de Satanás). Si Satanás está dividido, caerá, y si es atacado por alguien más fuerte (Jesús), también caerá. De cualquier manera, Satanás resulta derrotado. Pero Jesús resuelve este aparente enigma redefiniendo la familia en Marcos 3:34 y 35. Su casa o familia no está dividida: los discípulos son su familia. El reino de Satanás no forma parte de su verdadera familia, y es seguro que caerá. La lección es inequívoca: Jesús vencerá en última instancia, y nosotros podemos formar parte de su familia si hacemos la voluntad de Dios en lugar de resistirnos a su verdad.

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