PARA MEMORIZAR:
"Porque no nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Tim. 1:7).
 

Lección 12: Para el 21 de junio de 2025

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Jueves 19 de junio | Lección 12

LA MARCA DE LA BESTIA

Puesto que ciertos acontecimientos finales -como el decreto de muerte y la imposición de la marca de la bestia- aún no han sucedido a pesar del paso del tiempo, algunos han expresado dudas e incluso escepticismo acerca de nuestra interpretación de los eventos finales, incluyendo el papel central del sábado y del domingo en la etapa final del Conflicto.

El libro de Apocalipsis es claro: adoramos al Creador o a la bestia y a su imagen. Y, dado que el séptimo día, el sábado semanal, es desde el Edén mismo la señal de Dios como Creador (ver Gén. 2:1-3), no debería sorprender que el sábado ocupe un lugar central en la adoración al Creador. Además, no es coincidencia que el poder representado por la bestia surgida del mar sea el mismo que modificó el mandamiento que ordena observar el sábado como día de adoración al Creador por el domingo, lo cual no es autorizado por la Biblia. Con estos antecedentes en mente, la idea de que el sábado y el domingo intervendrán en la cuestión de la adoración, ya sea al Creador (ver Apoc. 14:6,7) o a la bestia, tiene mucho sentido. Además, tenemos en el Nuevo Testamento un precursor acerca de la cuestión del sábado, o séptimo día, como día de adoración en contraposición con la ley humana.

Lee Mateo 12:9 al 14    CB    y Juan 5:1 al 16.    CB    ¿Por qué quisieron los líderes religiosos matar a Jesús?

En Mateo 12:9 al 13, ¿cómo respondieron los líderes religiosos cuando Jesús sanó en sábado al hombre que tenía una mano seca? "Pero los fariseos salieron y conspiraron contra Jesús para matarlo" (Mat. 12:14). ¿Matar a alguien a causa del sábado? En Juan 5:1 al 16, después de otra curación milagrosa realizada en el séptimo día, los líderes "perseguían a Jesús, y procuraban matarlo, porque hacía estas cosas en sábado" (Juan 5:16).

¿Muerte a causa de la tradición humana (nada en la Biblia prohibía curar a alguien en sábado, así como nada en la Biblia ha puesto el domingo en lugar del sábado) versus el día de reposo bíblico (sábado, séptimo día de la semana)? Aunque la cuestión específica allí descrita no es la misma que en los acontecimientos finales, se parece bastante: la ley humana en oposición a la de Dios. En ambos casos, la ley cuestionada tiene que ver con el sábado bíblico.

■ ¿Morir a causa de uno de los mandamientos de Dios? ¿Cómo podría alguien racionalizar la situación para procurar una escapatoria?


Reavivados por su Palabra: Hoy, Exodo 14    CB   


Comentarios Elena G.W

Se necesitará valor moral para actuar en la obra de Dios sin ceder ni un ápice. Los que así lo hacen no admiten la vanidad ni el egoísmo, ni la ambición ni el amor a sí mismos y a la comodidad, ni toleran ningún deseo propio de evitar la cruz. Se nos manda: "Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta". Isaías 58:1. ¿Nos esforzaremos por hacer del nombre de Dios una alabanza en la tierra? ¿Obedecemos la divina voz, o escucharemos la diabólica, dejándonos arrullar hasta caer en un fatal letargo en vísperas de las realidades eternas? La verdad lo es todo para nosotros, o no es nada. Los que quieran hacerse un nombre en el mundo, que sigan al mundo; pero los que quieran servir a Dios, que obedezcan a Dios y no a los hombres. En el gran conflicto entre la fe y la incredulidad, todo el mundo cristiano estará involucrado. Todos tomarán parte en él. Algunos no se comprometerán aparentemente en el conflicto en ninguno de los partidos. Puede que no parezcan tomar partido contra la verdad, pero no saldrán audazmente en defensa de Cristo, por temor a perder bienes o sufrir reproche. Todos los tales se cuentan entre los enemigos de Cristo; porque Cristo dice: "El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama" (The Review and Herald, 7 de febrero, 1893, "Seek First the Kingdom of God", párr. 12).

Solo puede haber dos clases. Cada grupo está marcado claramente, ya sea con el sello del Dios viviente o con la marca de la bestia o de su imagen. Cada hijo e hija de Adán elige como su general a Cristo o a Barrabás. Y todos los que se colocan al lado del desleal están bajo la negra bandera de Satanás, y se los acusa de rechazar a Cristo y de proceder malignamente con él. Se los acusa de crucificar deliberadamente al Señor de la vida y de la gloria.

Cada uno tiene una pregunta importante que responder por sí mismo: ¿Estás del lado de Satanás, transgresor de la ley de Dios, o eres leal a ese Dios que se declaró a sí mismo: "¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación". Exodo 34:6, 7. El carácter de Dios se manifiesta aquí como su gloria. Dios ha entregado todo el juicio en manos de su Hijo; y como juez justo, Cristo debe dictar sentencia sobre toda obra, sea buena o mala. La justicia es tanto una expresión de amor como de la misericordia (The Review and Herald, 30 de enero, 1900, "Christ or Barabbas?" párr. 4, 5).

El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven (El conflicto de los siglos, p. 591).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Qué significó que Jesús le dijera a Pedro sigúeme

1. Un llamado al discipulado:

• Dejar su vida anterior: Para Pedro, un pescador con una vida establecida, significó dejar sus redes, su barco, su sustento familiar y la seguridad de lo conocido. Fue una invitación a una nueva forma de vida centrada en Jesús y su misión.

• Aprender de Jesús: Seguir a Jesús implicaba convertirse en su discípulo, un aprendiz que pasaría tiempo con él, escuchando sus enseñanzas, observando sus acciones y aprendiendo su manera de vivir y relacionarse con Dios y con los demás.

• Comprometerse con su mensaje: No era solo seguir físicamente, sino también abrazar el mensaje del Reino de Dios que Jesús proclamaba, un mensaje de amor, perdón, justicia y esperanza.

2. Una invitación a una relación personal:

• Cercanía e intimidad: "Sigúeme" implicaba una cercanía física y espiritual con Jesús. Pedro estaría cerca de él, experimentando su humanidad, su compasión, su poder y su conexión única con el Padre.

• Confianza y lealtad: Aceptar el llamado significaba depositar su confianza en Jesús y comprometerse a serle leal, incluso en momentos difíciles.

• Transformación personal: La cercanía con Jesús tenía el poder de transformar a Pedro, moldeando su carácter, sus valores y su perspectiva del mundo.

3. Una misión y un propósito:

• Participar en la obra de Dios: Jesús no solo llamó a Pedro a estar con él, sino también a participar en su misión de anunciar el Reino de Dios y llevar su mensaje a otros.

• Convertirse en "pescador de hombres": Esta famosa metáfora que Jesús le dirigió a Pedro (Mateo 4:19) ilustra la nueva tarea que le encomendaba: guiar a las personas hacia la fe y la salvación.

• Un legado duradero: El "sigúeme" a Pedro no solo transformó su vida, sino que también lo preparó para convertirse en una figura clave en la fundación y expansión de la iglesia primitiva. Su liderazgo y testimonio tendrían un impacto imborrable.

En resumen, cuando Jesús dijo "sigúeme" a Pedro, fue un llamado radical a una nueva vida de discipulado, una invitación a una relación profunda con él y una encomienda a participar en su misión transformadora para el mundo. Es un llamado que, de alguna

Oseas 14:4    CB   

4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.

Juan 7:30    CB   

30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

Juan 8:20    CB   

20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Juan 12:27    CB   

27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.

Juan 1:1-18    CB   

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.