PARA MEMORIZAR:
«El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo» ( 1 Juan 3: 8 ).

 
Lección 10: Para el 8 de marzo de 2025
LAS REGLAS DEL CONFLICTO



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SÁBADO 01 DE MARZO

Las reglas del conflicto

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. Para memorizar

«El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo» ( 1 Juan 3: 8    CB    ).

Una poderosa narración que revela la naturaleza del Conflicto Cósmico se encuentra en 1 Reyes 18: 19 al 40    CB    , donde el Señor desenmascara a los llamados «dioses de las naciones» por medio de Elías en el Monte Carmelo. Sin embargo, hay algo más detrás de bastidores acerca de estos «dioses» que el hecho de que sean meros productos de la imaginación pagana. Detrás de los «dioses» que las naciones vecinas de Israel adoraban, en realidad, había algo más.

«En vez de ofrecerle sacrificios a Dios, se los ofreció a los demonios, a dioses que nunca antes había conocido; a dioses nuevos, venidos de cerca, a los que sus padres nunca antes adoraron» ( Deut. 32: 17    CB    , RVC). Pablo añade: «Lo que quiero decir es que los animales que ofrecen los no judíos, se ofrecen a los demonios, y no a Dios; y yo no quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios» ( 1 Cor. 10: 20    CB    , RVC).

Detrás de los falsos «dioses» de las naciones había en realidad demonios disfrazados. Esto significa, entonces, que todos los textos de las Escrituras que se refieren a la idolatría ya los dioses extranjeros son textos acerca del Conflicto Cósmico.

Este trasfondo permite entender mejor el tema del Conflicto Cósmico, además de tener enormes implicaciones para comprender mejor la naturaleza de ese conflicto y cómo este arroja luz sobre el problema del mal.


Comentarios de Elena GW

Con apariencia de audacia y desafío, pero con terror en su corazón culpable, los falsos sacerdotes prepararon su altar, pusieron sobre él la leña y la víctima; y luego iniciaron sus encantamientos. Sus agudos clamores repercutían por los bosques y las alturas circunvecinas, mientras invocaban el nombre de su dios, diciendo:

"¡Baal, respóndenos!" Los sacerdotes se reunieron en derredor del altar, y con saltos, contorsiones y gritos, mesándose el cabello y lacerándose la carne, suplicaban a su dios que les ayudase...

Gustosamente habría acudido Satanás en auxilio de aquellos a quienes había engañado, y que se consagraban a su servicio. Gustosamente habría mandado un relámpago para encender su sacrificio. Pero Jehová había puesto límites y restricciones a su poder, y ni aun todas las artimañas del enemigo podían llegar a hacer una chispa al altar de Baal (Profetas y reyes, pp. 109, 110).

El espiritismo moderno y las formas de la brujería antigua y del culto idólatra, por tener todos la comunión con los muertos como principio vital, se basan en aquella primera mentira mediante la cual Satanás engañó a Adán ya Eva: "No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él. seréis como dioses". Génesis 3:4, 5    CB    . Como se basan igualmente en la mentira y la perpetúan, provienen por igual del padre de las mentiras.

Los espíritus adivinadores no eran los espíritus de los muertos, sino ángeles malos, mensajeros de Satanás. La idolatría antigua, que, según hemos visto, abarca tanto el culto de los muertos como la pretendida comunicación con ellos, era, declara la Biblia, una manifestación del culto de los demonios. El apóstol Pablo, al amonestar a sus hermanos contra cualquier participación en la idolatría de sus vecinos paganos, dice: "Lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios". 1 Corintios 10:20    CB    ... En su supuesta adoración de los muertos, adoraban, en realidad, a los demonios (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 740, 741).

Satanás, el principal de los ángeles caídos, una vez ocupó una excelsa posición en el cielo. Seguía a Cristo en jerarquía. El conocimiento que tenía, como también los ángeles que cayeron con él, del carácter de Dios, de su bondad, su misericordia, sabiduría y excelsa gloria, hizo imperdonable su culpa.

Los principios que Satanás puso en práctica en el cielo son los mismos principios con los cuales actúan mediante agentes humanos en este mundo. Cada imperio terrestre y las iglesias se han corrompido progresivamente por medio de esos principios de corrupción. Satanás engaña y corrompe a todo el mundo desde el principio hasta el fin, poniendo en práctica esos principios. Él continúa con su mismo plan de acción comenzado originalmente en el universo celestial, e infunde su energía en todo el mundo con su violencia, con la cual corrompió el mundo en los días de Noé (Comentarios de Elena G. de White, en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1184, 1185).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Daniel 10:1-14

1 En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2 En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ung:uento, hasta que se cumplieron las tres semanas. 4 Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. 5 Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6 Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. 7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. 8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. 9 Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra. 10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. 12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender ya humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; ya causa de tus palabras yo he venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedó allí con los reyes de Persia. 14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.

Apocalipsis 13:1-8

1 Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. 3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? 5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

Job 1:1-12

1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellas. 5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque dijo Job: Quizás habrá pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. 6 Un día vino a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. 7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No ha considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le ha cercado alrededor a él ya su casa ya todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos ha dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Job 2:1-7

1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. 2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. 3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No ha considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? 4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dar por su vida. 5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

Juan 12:31

31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

Juan 14:30

30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.

Marcos 6:5

5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.

Marcos 9:29

29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

Sofonías 3:17    CB   

17 El Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se alegrará por ti con alegría, guardará silencio en su amor, se gozará por ti con gritos de alegría.

2 Timoteo 4:10    CB   

10 Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, y Tito a Dalmacia.

Juan 16:27    CB   

27 Porque el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.