PARA MEMORIZAR:
«Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón» ( Gén. 3: 15 ).
 
Lección 9: Para el 1° de marzo de 2025
EL CONFLICTO CÓSMICO



- Audio Lección -

LUNES 24 DE FEBRERO

El origen del conflicto en la tierra

Existe otro interrogante que es paralelo al de la parábola (por qué hay cizaña en el campo si el dueño plantó solo semillas buenas): Si Dios creó el mundo completamente bueno, ¿cómo surgió aquí el mal?

Lee ¿Qué revelan las palabras de Dios acerca de la Creación cuando Dios la terminó, y por qué es importante la respuesta a esta pregunta?

Según , el mundo era «bueno en gran manera» cuando Dios lo creó. En Génesis 1    CB    no hay ningún indicio de maldad en la creación de este planeta por parte de Dios. ¿Cómo, entonces, llegó el mal a la experiencia humana?

Lee Génesis 3: 1 al 7.    CB    ¿Qué nos dice esto acerca de cómo llegó el mal a la Tierra? ¿Qué luz arroja eso sobre la naturaleza del Conflicto Cósmico? (Ver también Apoc. 12: 7-9).    CB   

En este relato vemos mentiras dichas por la serpiente (la «serpiente antigua» de Apoc. 12: 7 al 9    CB    , identificada aquí como el Diablo mismo) acerca del carácter de Dios. La serpiente primero utiliza una pregunta para poner en duda el mandato de Dios, casi invirtiendo en esa pregunta el orden de lo que Dios había ordenado. Luego desafía directamente lo que Dios había dicho, asegurando a Eva: «No moriréis» ( Gén. 3: 4    CB    ).

Alguien, la serpiente o Dios, mintió a Eva, quien ahora debe decidir a quién creerá.

Aquí y en otras partes de la Escritura, la naturaleza de este conflicto tiene que ver principalmente con qué ya quién cree, lo que en sí mismo está integralmente relacionado con el amor. Ello se debe a que nuestro concepto acerca de alguien (qué clase de persona es y si se puede confiar en ella) influye profundamente en nuestra decisión de amar y confiar en ella y, en ese caso, de escucharla y aceptar lo que nos diga.

Lee Génesis 3: 15.    CB    La declaración hecha por Dios a la serpiente de que el Descendiente de la mujer, refiriéndose al Mesías, aplastaría la cabeza de la serpiente es identificada a menudo como el primer Evangelio (o Protoevangelio) de las Escrituras. ¿Cómo refuerza esto la realidad del Conflicto y, al mismo tiempo, nos da esperanza en medio de él?


Comentarios de Elena GW

Antes de la aparición del pecado había paz y gozo en todo el universo. Todo guardaba perfecta armonía con la voluntad del Creador. El amor a Dios estaba por encima de todo, y el amor de unos a otros era imparcial. Cristo el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno con el Padre Eterno: uno en naturaleza, en carácter y en designios; era el único ser en todo el universo que podía entrar en todos los consejos y designios de Dios. Fue por intermedio de Cristo por quien el Padre efectuó la creación de todos los seres celestiales. "Por él fueron creadas todas las cosas, en los cielos... ora sean tronos, o dominios, o principados, o poderes" ( Colosenses 1:16 , VM); y todo el cielo rendía homenaje tanto a Cristo como al Padre (El conflicto de los siglos, p. 484).

Para muchos el origen del pecado y el por qué de su existencia es causa de gran perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles resultados de dolor y desolación, y se preguntan cómo puede existir todo eso bajo la soberanía de Aquel cuya sabiduría, poder y amor son infinitos. Es esto un misterio que no pueden explicarse. Y su incertidumbre y sus dudas los dejan ciegos ante las verdades plenamente reveladas en la Palabra de Dios y esenciales para la salvación. Hay quienes. En sus investigaciones acerca de la existencia del pecado, tratan de inquirir lo que Dios nunca reveló; de aquí que no encontrarán solución a sus dificultades; y los que son dominados por una disposición a la duda ya la cavilación lo aducen como disculpa para rechazar las palabras de la Santa Escritura (El conflicto de los siglos, p. 483).

El instante en que el hombre acogió bien las tentaciones de Satanás e hizo las mismas cosas que Dios le había dicho que no hiciera, Cristo, el Hijo de Dios, se colocó entre los vivos y los muertos, diciendo: "Caiga el castigo sobre mí. Estaré en el lugar del hombre. Él tendrá otra oportunidad".

¡Qué amor! ¡Qué admirable condescendencia! ¡El Rey de gloria dispuesto a humillarse descendiendo hasta el nivel de la caída de la humanidad! Colocaría sus pies en las pisadas de Adán. Tomaría la naturaleza caída del hombre y entraría en combate para contender con el poderoso enemigo que triunfó sobre Adán. Vencería a Satanás, y al hacerlo abriría el camino para la redención de todos los que creyeran en él, salvándolos de la ignominia del fracaso y la caída de Adán (Comentarios de Elena G. de White, en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, p. 1099).

Jesús vino al mundo para ilustrar el carácter de Dios en su propia vida, y barrió todas las falsas interpretaciones que Satanás había elaborado, y reveló la gloria de Dios. Solamente al vivir entre los hombres podía revelar la misericordia, la compasión y el amor de su Padre celestial; porque solo mediante actos de bondad podía

manifestar la gracia de Dios. La incredulidad de los hombres estaba profundamente arraigada, y no obstante, no podía resistir el testimonio de su ejemplo divino, y de sus hechos llenos de amor y verdad (Hijos e hijas de Dios, p. 141).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Génesis 1:31   CB   

31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Mateo 13:27   CB   

27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

Mateo 13:28-30    CB   

28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Mateo 13:27    CB   

27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

Mateo 13:37    CB   

37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.

Mateo 13:37-40    CB   

37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Mateo 13:37-40    CB   

37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Mateo 13:29-30    CB   

29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.