PARA MEMORIZAR:
"Dios, alábente los pueblos, todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra" (Sal. 67:3,4)
 
Lección 9: Para el 31 de mayo de 2025
EN LOS SALMOS - SEGUNDA PARTE



- Audio Lección -

Sábado 24 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 46; Jeremías 4:23-26; Salmo 47:1-4; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Salmo 75; Apocalipsis 14:6-12.

PARA MEMORIZAR:
"Dios, alábente los pueblos, todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra" (Sal. 67:3,4)-    CB   

Al pensar en los acontecimientos finales, tendemos a centrarnos en las bestias y los poderes descritos en Apocalipsis, que tienen sin duda un papel importante. De lo contrario, Dios no los habría incluido en la Biblia para que entendiéramos qué representan (ver Apoc. 1:3). Sin embargo, la profecía también trata temas clave relacionados con el pecado, el sufrimiento, el juicio, la lucha entre el bien y el mal, la justicia, la injusticia, la persecución y mucho más.

Los Salmos también tratan estos temas con gran profundidad y exploran las emociones humanas: desde el oscuro abatimiento hasta la alegría desbordante. Vemos allí a Israel preparándose para la batalla contra las fuerzas de las tinieblas. Leemos acerca de personas que luchan con la pregunta de por qué Dios no se enfrenta al mal de forma más directa e inmediata, una pregunta que sin duda todos nos hemos hecho alguna vez. Se nos dirige al Santuario en busca de respuestas, y también se apela repetidamente a la condición de Dios como Creador. ¿No son estas cuestiones y preguntas las mismas con las que también nosotros luchamos en nuestro contexto actual? Claro que sí. Por eso seguiremos estudiando y aprendiendo acerca de estas verdades cruciales contenidas en los Salmos.


Reavivados por su Palabra: Hoy, Génesis 38    CB   


Comentarios Elena G.W

El Salvador sabía que ningún argumento, por lógico que fuera, podría ablandar los duros corazones, o traspasar la costra de la mundanalidad y el egoísmo. Sabía que los discípulos habrían de recibir la dotación celestial; que el evangelio sería eficaz solo en la medida en que fuera proclamado por corazones encendidos y labios hechos elocuentes por el conocimiento vivo de Aquel que es el camino, la verdad y la vida. La obra encomendada a los discípulos requeriría gran eficiencia; porque la corriente del mal que fluía contra ellos era profunda y fuerte. Estaba al frente de las fuerzas de las tinieblas un caudillo vigilante y resuelto, y los seguidores de Cristo podrían batallar por el bien solo mediante la ayuda que Dios, por su Espíritu, les diera (Los hechos de los apóstoles, p. 25).

Ahora el ojo del Salvador penetra lo futuro; contempla los campos más amplios en los cuales, después de su muerte, los discípulos van a ser sus testigos. Su mirada profética abarca lo que experimentarán sus siervos a través de todos los siglos hasta que vuelva por segunda vez. Muestra a sus seguidores los conflictos que tendrán que arrostrar; revela el carácter y el plan de la batalla. Les presenta los peligros que deberán afrontar, la abnegación que necesitarán. Desea que cuenten el costo, a fin de no ser sorprendidos inadvertidamente por el enemigo. Su lucha no había de reñirse contra la carne y la sangre, sino "contra los principados, contra las potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra las huestes espirituales de iniquidad en las regiones celestiales". Efesios 6:12. Habrán de contender con fuerzas sobrenaturales, pero se les asegura una ayuda sobrenatural. Todos los seres celestiales están en este ejército. Y hay más que ángeles en las filas. El Espíritu Santo, el representante del Capitán de la hueste del Señor, baja a dirigir la batalla. Nuestras flaquezas pueden ser muchas, y graves nuestros pecados y errores; pero la gracia de Dios es para todos los que, contritos, la pidan. El poder de la Omnipotencia está listo para obrar en favor de los que confían en Dios (El Deseado de todas las gentes, pp. 318, 319).

Dios nos somete a pruebas para que nos acerquemos a él. El salmista dice: "Muchas son las aflicciones del justo, pero el Señor lo libra de todas ellas". David fue un hombre representativo. Su historia resulta de interés para todas las almas que luchan por las victorias eternas. Dos poderes lucharon por el dominio en su vida. La incredulidad reunió sus fuerzas y procuró eclipsar la luz que

brillaba sobre él desde el trono de Dios. Día tras día la batalla se desarrolló en su corazón y Satanás se opuso a cada avance de las fuerzas de la justicia. David comprendió lo que significaba luchar contra los principados y las potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo. A veces parecía que el enemigo debía obtener la victoria. Pero al final, la fe venció y David se regocijó en el poder salvador de Jehová (The Signs of the Times, 11 de agosto, 1909, "That Your Joy Might Be Full", párr. 9).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Salmos 46

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas,Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah 4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,El santuario de las moradas del Altísimo. 5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.Dios la ayudará al clarear la mañana. 6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;Dio él su voz, se derritió la tierra. 7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah 8 Venid, ved las obras de Jehová,Que ha puesto asolamientos en la tierra. 9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.Que quiebra el arco, corta la lanza,Y quema los carros en el fuego. 10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. 11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Jeremías 4:23-26

23 Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. 24 Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. 25 Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. 26 Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira.

Salmos 47:1-4

1 Pueblos todos, batid las manos;Aclamad a Dios con voz de júbilo. 2 Porque Jehová el Altísimo es temible;Rey grande sobre toda la tierra. 3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,Y a las naciones debajo de nuestros pies. 4 El nos elegirá nuestras heredades;La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah

1 Tesalonicenses 4:13-17

13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Salmos 75

1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,Pues cercano está tu nombre;Los hombres cuentan tus maravillas. 2 Al tiempo que señalaréYo juzgaré rectamente. 3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;Yo sostengo sus columnas. Selah 4 Dije a los insensatos: No os infatuéis;Y a los impíos: No os enorgullezcáis; 5 No hagáis alarde de vuestro poder;No habléis con cerviz erguida. 6 Porque ni de oriente ni de occidente,Ni del desierto viene el enaltecimiento. 7 Mas Dios es el juez;A éste humilla, y a aquél enaltece. 8 Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,Lleno de mistura; y él derrama del mismo;Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra. 9 Pero yo siempre anunciaréY cantaré alabanzas al Dios de Jacob. 10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,Pero el poder del justo será exaltado.

Apocalipsis 14:6-12
6
Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Oseas 14:4    CB   

4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.

Juan 7:30    CB   

30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

Juan 8:20    CB   

20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Juan 12:27    CB   

27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.

Juan 1:1-18    CB   

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.