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SÁBADO 15 DE FEBRERO
Libre albedrio, amor y providencia divina
Lee para el estudio de esta semana
.Para memorizar:
«Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confien, yo he vencido al mundo» ( Juan 16: 33 CB , RVC).
Providencia es el término utilizado para describir la acción de Dios en el mundo. La forma en que pensamos acerca de la providencia de Dios marca una gran diferencia en cómo nos relacionamos con él y con los demás, y en cómo pensamos acerca del problema del mal.
Los cristianos tienen diversas concepciones acerca de la providencia divina. Algunos creen que Dios ejerce su poder de tal manera que determina que todos los acontecimientos sucedan tal y como suceden, y que incluso decide quién se salvará y quién se perderá. Según este punto de vista, las personas no son libres de elegir otra cosa que no sea lo que Dios decreta. De hecho, quienes creen de esta manera argumentan que incluso los deseos humanos están determinados por Dios.
En contraste, la sólida evidencia bíblica muestra que Dios no determina todo lo que sucede, sino que concede a los seres humanos libre albedrío, hasta el punto de que ellos (y los ángeles) pueden elegir actuar directamente en contra de la voluntad divina. La historia de la Caída, del pecado y del mal es una expresión dramática y trágica de los resultados del mal uso del libre albedrío. El Plan de Salvación fue instituido para remediar la tragedia causada por ello.
El trato de Dios con su pueblo debe mencionarse con frecuencia. ¡Cuán a menudo levantó el Señor, en su trato con el antiguo Israel, los hitos del camino! A fin de que no olvidesen la historia pasada, ordenó a Moisés que inmortalizara esos acontecimientos en cantos, a fin de que los padres pudiesen enseñárselos a sus hijos. Habían de levantar monumentos recordativos bien a la vista. Debían esmerarse para conservarlos, a fin de que cuando los niños preguntan acerca de esas cosas, les pudiesen repetir toda la historia. Así eran recordados, el trato providencial y la señalada bondad y misericordia de Dios manifestadas en su cuidado y en la liberación de su pueblo. Se nos exhorta a traer "a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos". Hebreos 10:32 . El Señor ha obrado como un Dios realizador de prodigios a favor de su pueblo en esta generación. Es necesario recordar con frecuencia a los hermanos jóvenes y ancianos, la historia pasada de la causa de Dios. Necesitamos relatar a menudo la bondad de Dios y alabarle por sus obras admirables (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 365).
El Señor nos revela su voluntad de tres maneras, para conducirnos y capacitarnos para conducir a otros. ¿Cómo es posible distinguir su voz de la de un extraño? ¿Cómo es posible distinguirla de la voz de un falso pastor? Dios nos revela su voluntad en su Palabra, las Sagradas Escrituras. Su voz se revela también en sus actos providenciales; y la reconoceremos si no separamos nuestras almas de él siguiendo nuestros propios caminos, actuando conforme a nuestra propia voluntad, y siguiendo los dictados de un corazón no santificado, hasta el punto en que nuestros sentidos se han confundido de tal manera que las cosas eternas no. se disciernen, y la voz de Satanás está tan disimulada que se acepta como la voz de Dios.
Otra de las maneras en que se escucha la voz de Dios es mediante las apelaciones de su santo Espíritu que impresionan el corazón y que luego se manifiestan en el carácter (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 483).
Hay dificultades cotidianas sembradas en el camino de los jóvenes y de sus mayores. Los que quieran vivir con paciencia, amor y gozo deben orar. Será únicamente obteniendo la ayuda de Dios como podremos obtener la victoria sobre nosotros mismos.
Cada mañana consagraos a Dios con vuestros hijos. No contéis con los meses ni los años; no os pertenecen. Sólo el día presente es vuestro. Durante sus horas, trabajó por el Maestro, como si fuese su último día en la tierra. Presentad todos vuestros planes a Dios, a fin de que él os ayude a ejecutarlos o abandonarlos según lo indique su Providencia. Aceptad los planes de Dios en lugar de los vuestros, aun cuando esta aceptación exija que renunciéis a proyectos por largo tiempo acariciados. Así, tu vida será siempre más y más amoldada conforme al ejemplo divino, y "la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará tus corazones y tus pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7 (Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 44).
Juan 8:54-58 |
1 Corintios 1:26-2926 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. |