Lección 5: Para el 1° de febrero de 2025
LA IRA DEL AMOR DIVINO
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DOMINGO 26 DE ENERO
Afligida por el mal
El Dios de la Biblia ama la justicia y odia el mal. El pecado y el mal, por lo tanto, despiertan su ira, una pasión expresada en favor de los oprimidos y maltratados, incluso cuando la maldad de una persona la afecta a ella misma. Dios odia el mal porque este siempre aquí a sus criaturas, aunque sea autoinfligido. En los relatos bíblicos, Dios es provocado repetidamente a la ira por algo que los eruditos bíblicos denominan el ciclo de la rebelión. Este ciclo es el siguiente:
El pueblo se rebela contra Dios y hace lo malo ante sus ojos, incluso atrocidades horrendas como el sacrificio de niños y otras abominaciones.
Dios se retira en respuesta a las decisiones del pueblo. El pueblo es oprimido por naciones extranjeras. El pueblo clama a Dios por su liberación. Dios libera al pueblo.
El pueblo vuelve a rebelarse contra Dios, a menudo de forma más atroz que antes.
Sin embargo, aunque Dios se enfrenta una y otra vez a la infidelidad humana ante este ciclo de maldad e infidelidad atroces, lo hace con una fidelidad interminable, una paciencia indulgente, una gracia asombrosa y una profunda compasión.
Lee
¿Qué enseña este pasaje acerca de la respuesta de Dios a las repetidas rebeliones de su pueblo?
Según la Biblia, el amor y la justicia están indisolublemente ligados. La ira divina es la
respuesta apropiada del amor contra el mal, porque el mal siempre hiere a alguien a quien Dios ama. No hay
ningún caso en las Escrituras en el que Dios actúe arbitrariamente.
Y, aunque el pueblo de Dios lo abandonó y lo traicionó una y otra vez, él siguió a lo largo de
los siglos concediéndole pacientemente una compasión que superaba todas las expectativas razonables
( ), demostrando
así la insondable profundidad. de su compasión y su amor misericordioso. De hecho, según : «Él [Dios], misericordioso,
perdonaba la maldad y no los destruía; apartó muchas veces su ira y no despertó todo su enojo».
Seguramente te has airado alguna vez por el mal
hecho a otros. ¿Cómo te ayuda esa emoción a comprender mejor la ira de Dios contra el mal?
"Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus
maravillas... Si los mataba, entonces buscaban a Dios; Entonces se regresaron
solícitos en busca suya. Y acordábanse que Dios era su refugio, y el Dios Alto
su redentor". Pero no se volvió a Dios con un propósito sincero. Aunque al
verso atacados y amenazados por sus enemigos, pedían la ayuda del único que podía
librarlos, "sus corazones no eran rectos con él, ni estaban firmes en su pacto.
Empero él misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía: y abundó para
apartar su ira. Y acordóse que eran carne; soplo que va y no
vuelve". (Historia de los patriarcas y profetas, p. 435).
Cristo se estaba acercando al final de su misión y él sabía que cuando llegara ese momento el tiempo de prueba de Jerusalén había terminado. Pero le costaba pronunciar las palabras de condenación. Por tres años había buscado fruto sin encontrar nada. Durante ese lapso su alma tuvo un solo propósito: Presentar las solemnes amonestaciones y las misericordiosas invitaciones del cielo a su pueblo desagradecido y desobediente.
Lo llevó junto a su corazón. Hizo todo lo que pudo para salvarlo. Pero al terminar su obra en este mundo se vio obligado a decir en medio de la angustia y las lágrimas: "Y no queréis venir a mí para que tengáis vida". Juan 5:40 .
Las nubes de la ira divina se estaban acumulando sobre Jerusalén. Cristo vio la ciudad sitiada. La vio perdida. Con la voz alterada por las lágrimas exclamó: "¡Oh, si también tú conoces, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos". Lucas 19:42 (Cada día con Dios, p. 107).
Dios ha enviado mensajes de su Palabra a las almas que viven descuidadamente, y que no se avergüenzan de su conducta incorrecta. Oí pronunciar estas palabras: "¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance". Isaías 40:27, 28 ...
Dios está llamando constantemente al corazón humano, induciéndolo a reconocer su amor y su misericordia, ya aceptar su justicia en lugar de los principios del mal. De ese modo le ha suplicado a la humanidad en todas las épocas. En los días de Noé Cristo habló a los hombres por medio de un instrumento humano, y predijo a los que se hallaban en la esclavitud del pecado. Se presentó a Israel envuelto en una columna de nube de día y en una columna de fuego de noche. Él fue quien educó a aquella inmensa multitud en su peregrinar por el desierto.
Hay quienes no valoran suficientemente estas cosas. La instrucción dada a Israel debía ser comprendida hoy por toda alma viviente (Cada día con Dios, p. 276).
Juan 8:54-58
1 Corintios 1:26-29
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois
muchos
sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos
nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios,
para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió
Dios,
para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que
es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.