PARA MEMORIZAR: “Pero Jesús no le permitió, sino que le dijo: ‘Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales las grandes cosas que el Señor ha hecho contigo y cómo tuvo compasión de ti’ ” (Mar. 5:19)..

 
Lección 5: Para el 3 de agosto de 2024
MILAGROS ALREDEDOR DEL LAGO


Miércoles 31 de julio
RECHAZO Y ACEPTACIÓN


- Audio Lección -

Lee Marcos 6:1 al 6.    CB    ¿Por qué Jesús fue rechazado por la gente de su propio pueblo?



Suele ocurrir que, cuando un habitante de un pueblo pequeño se vuelve popular, sus conciudadanos le brindan toda su atención cuando está de visita. No así en Nazaret. Estaban ofendidos y sorprendidos por el éxito de Jesús como maestro y sanador. Su paso de ser un obrero manual a un maestro les resultaba difícil de aceptar. Otra razón para la animosidad de ellos pudo haber sido el hecho de que realizó la mayoría de sus milagros en Capernaum (ver Luc. 4:23).    CB   

Además, él ya había tenido un desacuerdo con su familia (Mar. 3:31-35).    CB   
Lee Marcos 6:7 al 30.    CB    ¿Qué contraste existe entre la misión de los doce apóstoles y la decapitación de Juan el Bautista?



Esta es la tercera historia sándwich en Marcos (ver la lección 3). La misión de los doce apóstoles consistente en llevar el mensaje de Jesús a todas partes se encuentra en abierto contraste con la encarcelación y el silenciamiento de Juan el Bautista. A los discípulos se les dice que viajen sin equipaje y que dependan de otros para su sostén. Esta estrategia hace que los misioneros precisen de las personas a las que sirven, lo que los ayuda a vincularse con quienes necesitan su mensaje.

Pero el Bautista no tenía un vínculo tal con Herodes y la familia de este. La muerte de Juan se describe de una manera impactantemente detallada a medida que la conspiradora Herodías se aprovechaba de la ambivalencia y la lujuria de Herodes. La hija de Herodías añade al escandaloso plan con su grotesca solicitud de que la cabeza del Bautista le fuera traída en un plato.

El acallamiento de la voz estentórea del Bautista ocurre mientras los doce apóstoles proclaman su mensaje de arrepentimiento, así como lo había hecho antes Juan. La muerte de Juan presagia la de Jesús. Juan es ejecutado, sepultado y reportado como resucitado de entre los muertos (Mar. 6:14-16, 29), como ocurriría con Jesús (Mar. 15;    CB    16).    CB   16). Estas historias paralelas apuntan a una futura crisis para Jesús y sus seguidores.
¿Has sido alguna vez rechazado como lo fue Jesús, o tuviste que pasar por alguna crisis difícil de entender? ¿Qué aprendiste de esas experiencias que podría ayudarte la próxima vez que algo así suceda?




Comentarios Elena G.W


                        Las palabras de Jesús a sus oyentes en la sinagoga llegaron a la raíz de su justicia propia, haciéndoles sentir la
                        amarga verdad de que se habían apartado de Dios y habían perdido su derecho a ser su pueblo. Cada palabra cortaba como
                        un cuchillo, mientras Jesús les presentaba su verdadera condición. Ahora despreciaban la fe que al principio les
                        inspirara. No querían admitir que Aquel que había surgido de la pobreza y la humildad fuese otra cosa que un hombre
                        común.
                        
                        Su incredulidad engendró malicia. Satanás los dominó, y con ira clamaron contra el Salvador. Se habían apartado de Aquel
                        cuya misión era sanar y restaurar; y ahora manifestaban los atributos del destructor (El Deseado de todas las gentes, p.
                        206).
                        
                        El mensaje de los discípulos era el mismo que el de Juan el Bautista y el de Cristo mismo: “El reino de los cielos se ha
                        acercado”. No debían entrar en controversia con la gente acerca de si Jesús de Nazaret era el Mesías; sino que en su
                        nombre debían hacer las mismas obras de misericordia que él había hecho…
                        
                        En su primera jira misionera, los discípulos debían ir solamente a “las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Si
                        entonces hubiesen predicado el evangelio a los gentiles o a los samaritanos, habrían perdido su influencia sobre los
                        judíos. Excitando el prejuicio de los fariseos, se habrían metido en una controversia que los habría desanimado en el
                        mismo comienzo de sus labores. Aun los apóstoles fueron lentos en comprender que el evangelio debía darse a todas las
                        naciones. Mientras ellos mismos no comprendieron esta verdad, no estuvieron preparados para trabajar por los gentiles.
                        Si los judíos querían recibir el evangelio, Dios se proponía hacerlos sus mensajeros a los gentiles. Por lo tanto, eran
                        los primeros que debían oír el mensaje (El Deseado de todas las gentes, pp. 316, 317).
                        
                        El pueblo no estaba dispuesto a aceptar a Jesús, porque los gobernantes no creían en él. Era Jesús varón de dolores,
                        experimentado en quebranto. Los caudillos judíos no podían dejar que los rigiese la vida austera y abnegada de Jesús.
                        Deseaban disfrutar de los honores que el mundo otorga. A pesar de todo, muchos seguían al Hijo de Dios y escuchaban sus
                        enseñanzas, alimentándose con las palabras que tan misericordiosamente fluían de sus labios. Tenían profundo
                        significado, y, sin embargo, eran tan sencillas que los más débiles podían entenderlas.
                        
                        Satanás y sus ángeles cegaron los ojos y ofuscaron la inteligencia de los judíos, excitando a los principales y a los
                        gobernantes del pueblo para que le quitaran la vida al Salvador… Vi que muchos magistrados y ancianos creían en Jesús:
                        pero Satanás les impedía confesarlo, pues temían el oprobio del pueblo más que a Dios.
                        
                        Vi que muchos magistrados y ancianos creían en Jesús: pero Satanás les impedía confesarlo, pues temían el oprobio del
                        pueblo más que a Dios (Primeros escritos, pp. 160, 161). 




Marcos 1:22   

22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Marcos 3:2   

2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.

Marcos 3:6   

6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.

Lucas 13:14   

14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.

Marcos 2:1-3:6   

1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? 8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. 13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. 14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15 Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. 18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? 19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar. 20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán. 21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. 22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. 23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. 24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? 25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? 27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.

Marcos 3:1:6   

1 OTRA vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo* le sanaría, a fin de poder acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo* hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.




Marcos 12:10    CB

"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"

Jn 10:34-35    CB

"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"

Jn 13:18    CB

"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar."