PARA MEMORIZAR:
“También hizo Jesús muchas otras señales, en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero estas fueron escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:30, 31).

 
Lección 2: Para el 12 de octubre de 2024
SIGNOS DE DIVINIDAD


Lección 2 | Lunes 7 de octubre

REALMENTE, ESTE ES EL PROFETA*


- Audio Lección -

Lee Juan 6:14, 15 y 26 al 36- ¿Cómo respondió la gente a su milagro y cómo lo utilizó Jesús para enseñarles quién era?



Los judíos esperaban un mesías terrenal que los librara de la opresión del Imperio Romano. Dos de las cosas más difíciles en una guerra son alimentar a las tropas y cuidar de los heridos, además de disponer de lo$ caídos en acción. Los milagros de Jesús hicieron que se lo viera como quien podía resolver eso.

Pero Jesús no había venido para eso, y ese no era el propósito de su milagro. En lugar de ello, el relato de la alimentación de los cinco mil dio la oportunidad de ilustrar que Jesús es el Pan de vida, que Dios mismo descendió del Cielo. Dijo: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre" (Juan 6:35).

Esta es la primera de las siete afirmaciones "Yo soy" del Evangelio de Juan, en las que la declaración "Yo soy" está relacionada con algún predicado: "el pan de vida" (Juan 6:35); "la luz del mundo" (Juan 8:12); "la puerta" (Juan 10:7, 9); "el buen pastor" (Juan 10:11,14); "la resurrección y la vida" (Juan 11:25); "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6); "la vid verdadera" (Juan 15:1,5). Cada una de ellas apunta a una verdad importante acerca de Jesús. Las afirmaciones "Yo soy" se remontan a Éxodo 3, donde Dios se presenta a Moisés como el gran YO SOY (comparar con Juan 8:58). Jesús es ese gran YO SOY. Pero la gente no captó nada de eso.

"Con corazón desconforme, preguntaban: ¿Por qué, si Jesús podía hacer obras tan admirables como las que habían presenciado, no podía dar a todos los suyos salud, fuerza y riquezas, librarlos de sus opresores, y exaltarlos al poder y la honra? El hecho de que aseverara ser el Enviado de Dios y, sin embargo, se negara a ser el Rey de Israel era un misterio que no podían sondear. Su negativa fue malinterpretada. Muchos concluyeron que no se atrevía a presentar sus derechos porque él mismo dudaba del carácter divino de su misión. Así abrieron su corazón a la incredulidad, y la semilla que Satanás había sembrado llevó fruto según su especie: incomprensión y deserción" (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 349).

Buscaban el beneficio material, no la verdad que perdura eternamente. Esta es una trampa que todos enfrentamos potencialmente si no somos cuidadosos.

■ ¿Cómo podemos evitar quedar atrapados en las cosas materiales a expensas de lo espiritual?




Comentarios Elena G.W

Sentada sobre la llanura cubierta de hierba, en el crepúsculo primaveral, la gente comió los alimentos que Cristo había provisto… El milagro de los panes atraía a cada miembro de la vasta muchedumbre… Ningún poder humano podía crear, de cinco panes de cebada y dos pececillos, bastantes comestibles para alimentar a miles de personas hambrientas. Y se decían unos a otros: “Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo”. Juan 6:14… Podía satisfacer todo deseo. Podía quebrantar el poder de los odiados romanos… Podía conquistar las naciones y dar a Israel el dominio que deseaba desde hacía mucho tiempo.

En su entusiasmo, la gente estaba lista para coronarle rey en seguida. Se veía que él no hacía ningún esfuerzo para llamar la atención a sí mismo… Temían que nunca haría valer su derecho al trono de David. Consultando entre sí, convinieron en tomarle por fuerza y proclamarle rey de Israel…

Jesús vio lo que se estaba tramando y comprendió, como no podían hacerlo ellos, cuál sería el resultado de un movimiento tal… Jesús ordenó entonces a la multitud que se dispersase; y su actitud era tan decidida que nadie se atrevió a desobedecerle… El porte regio de Jesús y sus pocas y tranquilas palabras de orden apagaron el tumulto y frustraron sus designios. Reconocieron en él un poder superior a toda autoridad terrenal, y sin una pregunta se sometieron (La maravillosa gracia de Dios, p. 46).

Jesús dijo de las Escrituras del Antiguo Testamento —y ¡cuánto más cierto es esto acerca del Nuevo!—: “Ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39… Si deseáis conocer al Salvador, estudiad las Santas Escrituras. Llenad vuestro corazón de las palabras de Dios. Son el agua viva que apaga vuestra sed. Son el pan vivo que descendió del cielo… Nuestros cuerpos viven de lo que comemos y bebemos; y lo que sucede en la vida natural sucede en la espiritual: lo que meditamos es lo que da tono y vigor a nuestra naturaleza espiritual.

La vida espiritual debe ser sostenida mediante la comunicación con Cristo a través de su Palabra. La mente debe espaciarse en ella, el corazón debe llenarse de ella. La Palabra de Dios establecida en el corazón, considerada sagrada, y obedecida mediante el poder de la gracia de Cristo, puede hacer que el hombre sea recto y puede mantenerlo recto (La maravillosa gracia de Dios, p. 228).

Jesús no satisfizo su curiosidad. Dijo tristemente: “Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis”. No le buscaban por algún motivo digno; sino que como habían sido alimentados con los panes, esperaban recibir todavía otros beneficios temporales vinculándose con él. El Salvador les instó: “Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que a vida eterna permanece”. No busquéis solamente el beneficio material. No tenga por objeto vuestro principal esfuerzo proveer para la vida actual, pero buscad el alimento espiritual, a saber, esa sabiduría que durará para vida eterna. Sólo el Hijo de Dios puede darla; “porque a este señaló el Padre, que es Dios” (El Deseado de todas las gentes, p. 348).

Juan 6:14-15   

14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Juan 6:26-36   

26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.



Marcos 12:41-13:32   

41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. 13 Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3 Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? 5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. 9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; 19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. 20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes. 24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Daniel 9:24-27   

24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

Daniel 7:25   

25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.

1 Tesalonicenses 4:13-18   

13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.




Marcos 12:10    CB

"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"

Jn 10:34-35    CB

"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"

Jn 13:18    CB

"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar."