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Lección 1: Para el 5 de julio de 2025
OPRESIÓN: EL TRASFONDO Y EL NACIMIENTO DE MOISÉS

Jueves 3 de julio
Lee Éxodo 2:11 al 25. ¿Qué eventos sucedieron precipitadamente y cambiaron por completo el rumbo de la vida de Moisés? ¿Qué lecciones podemos aprender de esta historia?
¿Qué haría Moisés? ¿Sucumbiría a la atracción de Egipto y a los placeres de la corte o soportaría las penurias junto a su pueblo? Los acontecimientos pronto lo obligaron a tomar una decisión.
"Al oír esto, Faraón procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de Faraón y fue a vivir en la tierra de Madián. Al llegar allá se sentó junto a un pozo" (Éxo. 2:15).
Después de su crimen, Moisés realmente no tuvo elección, al menos en lo que respecta a permanecer en Egipto. Cualesquiera que fueran los planes que tenía para ascender al trono de Egipto y convertirse en un "dios", ellos se desvanecieron rápidamente. En lugar de convertirse en un dios, en uno falso, Moisés serviría al Dios verdadero. Cuando huyó, Moisés no tenía idea de lo que le deparaba el futuro.
"Todo el asunto [de la muerte del egipcio a manos de Moisés], exagerado en sumo grado, se supo rápidamente entre los egipcios, y hasta llegó a oídos de Faraón. Se le dijo al rey que este acto era muy significativo; que Moisés tenía el propósito de acaudillar a su pueblo contra los egipcios; que quería derrocar el Gobierno y ocupar el trono; y que no habría seguridad para el reino mientras él viviese. El monarca determinó enseguida que debía morir; pero, reconociendo su peligro, Moisés decidió escapar y huyó hacia Arabia" (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 253).
Moisés vivió 120 años (Deut. 34:7), y su vida puede dividirse en tres etapas de 40 años cada una. Pasó los primeros 40 años en Egipto, gran parte de ellos en el palacio real. Los segundos 40 años transcurrieron en casa de Jetro, en Madián.
Sin embargo, son los últimos 40 años los que ocupan la mayor parte de los libros de Moisés y narran la historia del llamado divino hecho a Israel para que diera testimonio acerca de quién y cómo es Dios, de su naturaleza y su carácter, a un mundo sumido en la idolatría (ver Deut. 4:6-8).
■ ¿Era el plan de Dios que Moisés matara al egipcio? De no ser así, ¿qué nos enseña esta historia acerca de cómo Dios puede imponerse en cualquier situación y utilizarla para sus propósitos? ¿Cómo nos ayuda Romanos 8:28 ) a comprender esta importante verdad?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Exodo 20 (Incluye Audio y Comentario Bíblico)
Moisés supuso que su educación en la sabiduría de Egipto lo había capacitado plenamente para liberar a Israel de la esclavitud. ¿Acaso no era experto en todo lo necesario para un general de ejércitos? ¿Acaso no había tenido las mayores ventajas de las mejores escuelas del país? Sí; sentía que podía liberarlos. Empezó su obra intentando ganarse el favor de su pueblo reparando sus agravios. Mató a un egipcio que se aprovechaba de uno de sus hermanos. Con esto manifestó el espíritu de quien fue asesino desde el principio, y demostró ser incapaz de representar al Dios de misericordia, amor y ternura. Su primer intento fue un rotundo fracaso. Como muchos otros, inmediatamente perdió la confianza en Dios y abandonó la obra que le había sido encomendada; huyó de la ira del Faraón. Concluyó que, debido a su error, a su gran pecado al quitarle la vida al cruel egipcio, Dios no le permitiría participar en la obra de liberar a su pueblo de su cruel esclavitud. Pero el Señor permitió estas cosas para poder enseñarle la gentileza, la bondad y la longanimidad que todo obrero del Maestro debe poseer; porque son estas características las que constituyen al obrero de éxito en la causa del Señor.—Fundamentos de la educación cristiana, pág. 342.
Las lecciones de mansedumbre cristiana, humildad de corazón y reverencia por las cosas sagradas no se enseñan con eficacia en ningún otro lugar excepto en la escuela de Cristo. A Moisés se le había enseñado a esperar halagos y elogios debido a sus habilidades superiores; pero ahora debía aprender una lección diferente. Como pastor de ovejas, Moisés aprendió a cuidar de los afligidos, a cuidar de los enfermos, a buscar con paciencia a los descarriados, a soportar a los rebeldes, a suplir con amorosa solicitud las necesidades de los corderitos y las de los ancianos y débiles. A medida que desarrollaba estas facetas de su carácter, se acercaba más a su Pastor Principal. Se unió, se sumergió en el Santo de Israel. Creía en el gran Dios. Mantenía comunión con el Padre mediante la humilde oración. Buscaba en el Altísimo una educación espiritual y el conocimiento de su deber como fiel pastor. Su vida llegó a estar tan estrechamente ligada al cielo que Dios le habló cara a cara. —Fundamentos de la Educación Cristiana, pág. 343.
La precipitación de Moisés al matar al egipcio fue motivada por un espíritu presuntuoso. La fe se basa en la fuerza y la sabiduría de Dios, y no en los caminos humanos. Por su fe sencilla, Moisés pudo superar dificultades y obstáculos que parecían casi insuperables. Dios pudo manifestar su gran poder a través de Moisés debido a su fe constante en el poder y en las amorosas intenciones de su Libertador. Fue esta fe implícita en Dios lo que
hizo de Moisés lo que fue. Conforme a todo lo que el Señor le ordenó, así lo hizo. —Fundamentos de la Educación Cristiana, pág. 344.
Juan 8:54-58
1 Corintios 1:26-29
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.