PARA MEMORIZAR:
"Los israelitas, gimiendo a causa de la servidumbre, clamaron, y su clamor subió hasta Dios con motivo de su servidumbre. Dios oyó su gemido, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los israelitas y reconoció su condición" (Éxo. 2:23-25).
 

Lección 1: Para el 5 de julio de 2025

OPRESIÓN: EL TRASFONDO Y EL NACIMIENTO DE MOISÉS





- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 1:1-22; Génesis 37:26-28; Génesis 39:2, 21; Hechos 7:6; Gálatas 3:16, 17; Éxodo 2:1-25..

PARA MEMORIZAR:

"Los israelitas, gimiendo a causa de la servidumbre, clamaron, y su clamor subió hasta Dios con motivo de su servidumbre. Dios oyó su gemido, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los israelitas y reconoció su condición" (Éxo. 2:23-25).   

El libro de Éxodo resuena con relatos de oprimidos, marginados, perseguidos, explotados y degradados. Por lo tanto, quienes se sienten hoy abandonados, olvidados y esclavizados pueden tener esperanza, pues el mismo Dios que salvó a los hebreos es capaz de salvarlos a ellos también.

Éxodo habla de las batallas existenciales, las injusticias y las pruebas que forman parte de la vida. Todos pueden sentirse alentados por los relatos de las intervenciones de Dios en favor de su pueblo sufriente. El Señor escucha el clamor de los oprimidos, ve sus luchas, nota sus lágrimas y agonía, y acude en su rescate.

Dios toma la iniciativa para liberar a quienes confían en él. Solo tenemos que aceptar por fe lo que él nos ofrece. Por eso es necesario estudiar el Éxodo, porque señala lo que Jesús ha hecho por todos nosotros. Es un libro acerca de la redención, la liberación y la salvación final. Todo lo cual está a nuestra disposición por la fe gracias a lo que Cristo Jesús ha logrado en nuestro favor.

En medio de la confusión y la oscuridad, si nuestros ojos están fijos en Dios, podemos reconocer su presencia, su cuidado y su ayuda mientras nos guía a la eterna "Tierra Prometida".


Reavivados por su Palabra: Hoy, Exodo 23 (Incluye Audio y Comentario Bíblico)   


Comentarios Elena G.W

El Señor no abandona a sus ovejas heridas y magulladas al poder de Satanás para que las despedacen. Siempre fortalece a las suyas en su debilidad. Libera del poder de Satanás a quienes son probados y tentados. El Señor nunca abandona al alma que pone su confianza en él. Quienes afirman ser hijos e hijas de Dios deben confiar siempre en Jesús. Hacer lo contrario es desconocer que él nos ama. —"No duden del amor perdonador de Dios", Signs of the Times, 3 de enero de 1895, párr. 3.

Quienes se niegan a avanzar hasta ver claramente cada paso ante ellos, nunca lograrán mucho; pero todo aquel que demuestra su fe y confianza en Dios, sometiéndose voluntariamente a Él y soportando la disciplina divina impuesta, se convertirá en un obrero exitoso para el Dueño de la viña. En sus esfuerzos por capacitarse para ser colaboradores de Dios, los hombres con frecuencia se colocan en posiciones que los descalifican por completo para ser moldeados y modelados por el Señor. Así, no se encuentran, como Moisés, con la semejanza divina. Al someterse a la disciplina de Dios, Moisés se convirtió en un canal santificado a través del cual el Señor podía obrar. No dudó en cambiar su camino por el camino del Señor, aunque lo condujera por caminos extraños, por vías nuevas. No se permitió usar su educación para demostrar la irracionalidad de los mandamientos de Dios y la imposibilidad de obedecerlos. No; menospreció sus propias cualidades para completar con éxito la gran obra que el Señor le había encomendado. Cuando emprendió su misión de liberar al pueblo de Dios de su esclavitud, a todas luces era una empresa desesperanzada; pero él confió en Aquel para quien todas las cosas son posibles.—Fundamentos de la educación cristiana, pág. 344.

Dios desea que su pueblo se prepare para la crisis inminente. Preparados o no, todos deben afrontarla; y solo quienes hayan conformado sus vidas a la norma divina se mantendrán firmes en ese momento de prueba y tribulación. Cuando los gobernantes seculares se unan con los ministros religiosos para dictar en asuntos de conciencia, entonces se verá quiénes realmente temen y sirven a Dios. Cuando la oscuridad sea más profunda, la luz de un carácter semejante a Dios brillará con más fuerza. Cuando toda otra confianza falle, entonces se verá quiénes tienen una confianza inquebrantable en Jehová. Y mientras los enemigos de la verdad estén por todas partes, acechando a los siervos del Señor para el mal, Dios velará por ellos para el bien. Él será para ellos como la sombra de una gran roca en tierra agotada.—Los Hechos de los Apóstoles, pág. 431.


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Exodo 1:1-22

1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que llegaron a Egipto con Jacob; cada uno vino con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví y Judá; 3 Isacar, Zabulón y Benjamín; 4 Dan y Neftalí, Gad y Aser. 5 Los descendientes de Jacob eran setenta en total, pero José ya estaba en Egipto. 6 José murió, junto con todos sus hermanos y toda aquella generación. 7 Pero los hijos de Israel fueron fructíferos, se multiplicaron y se hicieron extremadamente poderosos, de modo que la tierra se llenó de ellos. 8 Entonces surgió un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José. 9 Dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y poderoso que nosotros. 10 Vengan, tratémoslos con sabiduría, no sea que se multipliquen y, en caso de guerra, se unan a quienes nos odian, luchen contra nosotros y abandonen la tierra». 11 Así que les pusieron capataces para que los sometieran a duros trabajos. Construyeron para el Faraón ciudades de almacenamiento, Pitón y Ramsés. 12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y se dispersaban, de modo que temían a los hijos de Israel. 13 Los egipcios obligaron a los hijos de Israel a trabajar con rigor; 14 y les amargaron la vida con duro trabajo en la fabricación de mortero y ladrillos, y con toda clase de labores en el campo, todas las cuales les impusieron rigurosamente. 15 Entonces el rey de Egipto habló a las parteras hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra y la otra Fúa; 16 y les dijo: «Cuando estén ayudando a las hebreas a dar a luz y las vean en el lecho de parto, si es un niño, lo condenarán a muerte; pero si es una niña, vivirá». 17 Pero las parteras temieron a Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron con vida a los niños. 18 Entonces el rey de Egipto llamó a las parteras y les dijo: "¿Por qué han hecho esto y han dejado con vida a los niños?". 19 Las parteras respondieron al faraón: "Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son vigorosas y dan a luz antes de que la partera pueda llegar a ellas". 20 Así que Dios fue bondadoso con las parteras, y el pueblo se multiplicó y llegó a ser muy poderoso. 21 Porque las parteras temieron a Dios, Él les estableció familias. 22 Entonces el faraón ordenó a todo su pueblo, diciendo: "A todo hijo que nazca lo echarán al Nilo, y a toda hija la dejarán Fcon vida".

Génesis 37:26-28

26 Judá dijo a sus hermanos: "¿Qué provecho tenemos con matar a nuestro hermano y encubrir su sangre? 27 Vengan, vendámoslo a los ismaelitas y no le pongamos la mano encima, pues es nuestro hermano, nuestra propia carne". Y sus hermanos le hicieron caso. 28 Entonces pasaron unos comerciantes madianitas, así que lo sacaron, sacaron a José del pozo y lo vendieron a los ismaelitas por veinte siclos de plata. Así llevaron a José a Egipto.

Génesis 39:2

2 El Señor estaba con José, y él prosperó. Y estuvo en la casa de su amo, el egipcio.

Génesis 39:21

21 Pero el Señor estaba con José, y le extendió su misericordia, y le dio gracia ante los ojos del jefe de la cárcel.

Hechos 7:6

6 Pero Dios le dijo que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que sería esclavizada y maltratada por cuatrocientos años.

Gálatas 3:16-17

16 Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice «Y a las descendencias», como si se refiriera a muchas, sino a una sola: «Y a tu descendencia», es decir, a Cristo. 17 Lo que digo es esto: la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no invalida un pacto previamente ratificado por Dios, como para anular la promesa.

Éxodo 2:1-25

1 Un hombre de la familia de Leví se casó con una hija de Leví. 2 La mujer concibió y dio a luz un hijo; al ver que era hermoso, lo ocultó durante tres meses. 3 Pero al no poder ocultarlo más, consiguió una cesta de mimbre y la cubrió con brea y pez. Luego metió al niño dentro y la colocó entre los juncos a la orilla del Nilo. 4 Su hermana se quedó a distancia para ver qué le sucedería. 5 La hija del Faraón bajó a bañarse al Nilo, con sus doncellas caminando junto a él; vio la cesta entre los juncos y envió a su criada para que se la trajera. 6 Al abrirla, vio al niño, y he aquí que lloraba. Y se compadeció de él y dijo: «Este es uno de los hijos de los hebreos». 7 Entonces su hermana le dijo a la hija del faraón: "¿Quieres que vaya a buscar a una nodriza de entre las hebreas para que te críe al niño?". 8 La hija del faraón le respondió: "Ve". La muchacha fue a llamar a la madre del niño. 9 Entonces la hija del faraón le dijo: "Llévate a este niño y críamelo, y te daré tu salario". La mujer tomó al niño y lo crió. 10 El niño creció, y ella se lo trajo a la hija del faraón, y se convirtió en su hijo. Y ella lo llamó Moisés, diciendo: "Porque lo saqué del agua". 11 En aquellos días, cuando Moisés ya era mayor, salió a ver a sus hermanos y observó sus duros trabajos; y vio a un egipcio golpeando a uno de sus hermanos hebreos. 12 Miró a un lado y a otro, y al ver que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Salió al día siguiente, y he aquí que dos hebreos estaban peleando. Le preguntó al ofensor: "¿Por qué golpeas a tu compañero?". 14 Pero él respondió: "¿Quién te ha puesto como príncipe o juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?". Entonces Moisés tuvo miedo y dijo: "Sin duda, el asunto se ha hecho público". 15 Cuando el faraón se enteró de esto, intentó matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia del faraón y se estableció en la tierra de Madián, donde se sentó junto a un pozo. 16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas; ellas fueron a sacar agua y llenaron los abrevaderos para abrevar el rebaño de su padre. 17 Entonces los pastores vinieron y las ahuyentaron, pero Moisés se puso de pie, las ayudó y abrevó el rebaño. 18 Cuando llegaron a Reuel, su padre, él dijo:¿Por qué has vuelto tan pronto hoy? 19Dijeron: «Un egipcio nos libró de los pastores, y además, nos sacó agua y abrevó al rebaño». 20 Él les dijo a sus hijas: «¿Dónde está? ¿Por qué han dejado al hombre atrás? Invítenlo a comer». 21 Moisés estuvo dispuesto a vivir con el hombre, y este le dio a su hija Séfora. 22 Ella dio a luz un hijo, y él lo llamó Gersom, porque dijo: «He sido forastero en tierra extranjera». 23 Aconteció que, transcurridos muchos días, murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre y clamaban; y su clamor por la servidumbre ascendió a Dios. 24 Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Dios vio a los hijos de Israel y los tuvo en cuenta.

Oseas 14:4    CB   

4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.

Juan 7:30    CB   

30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

Juan 8:20    CB   

20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Juan 12:27    CB   

27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.

Juan 1:1-18    CB   

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.