PARA MEMORIZAR:
“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Entonces él enviará a sus ángeles y juntará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Mar. 13:26, 27).

 
Lección 10: Para el 7 de septiembre de 2024
LOS ÚLTIMOS DÍAS


Sábado 31 de agosto

- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 12:41-44; 13:1-32; Daniel 9:24- 27; 7:25; 1 Tesalonicenses 4:13-18.
PARA MEMORIZAR:
“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Entonces él enviará a sus ángeles y juntará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Mar. 13:26, 27).    CB   

La lección de esta semana comienza con una muy breve historia que se encuentra al final de Marcos 12.    CB    En ella, Jesús pronuncia una profunda declaración acerca de una pequeña acción realizada por una viuda. No obstante, la sección principal de la lección de esta semana tiene que ver con Marcos 13,    CB    donde se registra, entre otras cosas, una asombrosa profecía acerca de la suerte final del Templo. Este capítulo, junto con sus paralelos en Mateo 24    CB    y Lucas 21,    CB    se refiere tanto a la destrucción de Jerusalén como, mucho después, al fin del mundo.

Lo que Marcos 13    CB    deja muy en claro es que la profecía abarca el lapso que va desde el tiempo del profeta, Jesús, hasta el tiempo del fin y su segunda venida. Este patrón sigue lo que se conoce como “la interpretación historicista de la profecía acerca del tiempo del fin” en oposición al intento de circunscribir estas profecías al pasado o al futuro lejano.

Como muchas de las enseñanzas de Jesús en Marcos, la instrucción del Señor se da en respuesta a una pregunta o a un malentendido por parte de sus discípulos. Estas preguntas o interpretaciones erróneas dan a Jesús la oportunidad de enseñar verdades vitales para la vida y la experiencia cristianas. Jesús no solo predice el futuro, sino también instruye a sus discípulos, tanto entonces como ahora, acerca de cómo prepararse para las pruebas venideras.


Comentarios Elena G.W

[Los discípulos,] no obstante, engañados también por las enseñanzas de los rabinos, esperaban, como todo el pueblo, un reino terrenal. No podían comprender las acciones de Jesús. Ya los había dejado perplejos y turbados el que no hiciese esfuerzo alguno para fortalecer su causa obteniendo el apoyo de sacerdotes y rabinos, y porque nada había hecho para establecer su autoridad como Rey de esta tierra. Todavía había que hacer una gran obra en favor de estos discípulos antes que estuviesen preparados para la sagrada responsabilidad que les incumbiría cuando Jesús ascendiera al cielo. Habían respondido, sin embargo, al amor de Cristo, y aunque eran tardos de corazón para creer, Jesús vio en ellos a personas a quienes podía enseñar y disciplinar para su gran obra. Y ahora que habían estado con él suficiente tiempo como para afirmar hasta cierto punto su fe en el carácter divino de su misión, y el pueblo también había recibido pruebas incontrovertibles de su poder, quedaba expedito el camino para declarar los principios de su reino en forma tal que les ayudase a comprender su verdadero carácter (El discurso maestro de Jesucristo, p. 9).

Dios diseñó los actos de generosidad y benevolencia para mantener los corazones de los hijos de los hombres llenos de ternura y simpatía, y para estimular en ellos un interés y afecto mutuos a semejanza de los del Maestro, quien por nosotros se hizo pobre, para que por su pobreza fuéramos enriquecidos. La ley del diezmo fue establecida sobre un principio duradero, y fue destinada a ser una bendición para el hombre (Reflejemos a Jesús, p. 262).

Es el motivo lo que da carácter a nuestros actos, marcándolos con ignominia o con alto valor moral. No son las cosas grandes que todo ojo ve y que toda lengua alaba lo que Dios tiene por más precioso. Los pequeños deberes cumplidos alegremente, los pequeños donativos dados sin ostentación, y que a los ojos humanos pueden parecer sin valor, se destacan con frecuencia más altamente a su vista. Un corazón lleno de fe y de amor es más apreciable para Dios que el don más costoso… Fue este espíritu abnegado y esta fe infantil lo que mereció el elogio del Salvador (Exaltad a Jesús, p. 82).

¿Quién podría dudar que estamos viviendo en tiempos peligrosos? Cuando Cristo describió la ruina de Jerusalén, contempló el futuro e incluyó en su descripción la todavía más terrible destrucción del mundo. Lo expresa de este modo: “Como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque en los días anteriores al diluvio, la gente comía y bebía, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y los llevó a todos. Así también será la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:37-39…

Cristo, en sus enseñanzas, ha dejado lecciones valiosísimas con respecto a los últimos días. ¡Ojalá que hombres y mujeres se enteren del peligro que corren, antes de que sea para siempre demasiado tarde! (El ministerio de publicaciones, pp. 310, 311).


Marcos 12:41-13:32   

  
                                                                41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos
                                                                echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos,
                                                                es dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han
                                                                echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. 13 Saliendo Jesús del
                                                                templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves
                                                                estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3 Y se sentó en el monte de los Olivos,
                                                                frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal
                                                                habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? 5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe;
                                                                6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y
                                                                de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará
                                                                nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos;
                                                                principios de dolores son estos. 9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las
                                                                sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y
                                                                es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no
                                                                os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque
                                                                no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre
                                                                al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi
                                                                nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló
                                                                el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los
                                                                montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el
                                                                campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18
                                                                Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; 19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido
                                                                desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. 20 Y si el Señor no hubiese acortado
                                                                aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21 Entonces si
                                                                alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos
                                                                y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros
                                                                mirad; os lo he dicho todo antes. 24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la
                                                                luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán
                                                                conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará
                                                                sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
                                                                28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está
                                                                cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De
                                                                cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis
                                                                palabras no pasarán. 32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo,
                                                                sino el Padre.
                                                                Daniel 9:24-27
                                                                24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner
                                                                fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al
                                                                Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén
                                                                hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en
                                                                tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo
                                                                de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la
                                                                guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará
                                                                cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga
                                                                la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
                                                                Daniel 7:25
                                                                25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la
                                                                ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
                                                                1 Tesalonicenses 4:13-18
                                                                13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que
                                                                no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que
                                                                durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado
                                                                hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
                                                                arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros
                                                                los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en
                                                                el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.  

Marcos 12:41-13:32   

41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. 13 Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3 Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? 5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. 9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; 19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. 20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes. 24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Daniel 9:24-27   

24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

Daniel 7:25   

25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.

1 Tesalonicenses 4:13-18   

13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.




Marcos 12:10    CB

"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"

Jn 10:34-35    CB

"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"

Jn 13:18    CB

"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar."