TEMAS QUE REAPARECEN: CREER/NO CREER
Lee Juan 3:16 al 21; 9:35 al 41; 12:36 al 46. ¿De qué manera repiten estos textos el tema de la antítesis creer/no creer que aparece en el prólogo?
En el Evangelio de Juan, la humanidad parece dividirse en dos grandes grupos: los que creen en Jesús y lo aceptan como Mesías y los que, teniendo la oportunidad de creer, deciden no hacerlo.
Once de los discípulos pertenecen al primer grupo, al igüal que otros como Nicodemo (que llega a la fe lentamente), la mujer del pozo y el ciego de nacimiento. En el segundo grupo están los fariseos y los sumosacefdotes, la gente en el milagro de la alimentación de los cinco mil, e incluso uno de los discípulos, Judas.
Es interesante que la palabra, el sustantivo, fe/creencia (griego pistis) nunca aparece en el Evangelio de Juan. Sin embargo, el verbo creer (pisteuó) aparece 98 veces, ¡en comparación con las 241 veces que aparece en todo el Nuevo Testamento! Este verbo es, de hecho, un tema muy importante en Juan. Este uso del verbo en lugar del sustantivo puede apuntar a un sentido muy activo de convertirse en cristiano. Ser creyente en Jesús es algo que hacemos, y esto se expresa en cómo vivimos y no solo en un conjunto de creencias. Como sabemos, el diablo también cree en Dios (ver Sant. 2:19).
En Juan, la principal diferencia entre los dos grupos es la forma en que se relacionan con Jesús. Los creyentes, o quienes llegan a creer, tienen una actitud abierta hacia él, incluso cuando los confronta o reprende. Vienen a Jesús y no huyen. Él es la Luz que los ilumina. Y, por la fe, creyendo, se convierten en hijos de Dios.
Los incrédulos, por otro lado, típicamente vienen a Jesús para polemizar con él. Se caracterizan por amar más las tinieblas que la luz. Les cuesta aceptar sus palabras o ven que rompe viejas tradiciones y no cumple sus expectativas. Lo juzgan en lugar de dejar que su luz los mida y los juzgue. Esta actitud, por supuesto, se había visto una y otra vez en los líderes religiosos, que idealmente, como guías espirituales de la nación, deberían haber sido los primeros en aceptar a Jesús.
■ ¿De qué manera vives tu fe en Jesús, en lugar de limitarte a asentir intelectualmente que es el Mesías? ¿Por qué es importante conocer la diferencia? (Ver Mat.7:21-23). CB
Las palabras de Cristo fueron pronunciadas con una dignidad serena y con una seguridad y un poder que enviaban convicción a los corazones de los escribas y fariseos. Sintieron el poder del mensaje enviado desde el cielo. Dios estaba llamando a la puerta de sus corazones, pidiendo entrar. Él era igual a Dios, infinito y omnipotente... Él es el Hijo eterno, autoexistente. En Cristo está la vida, original, no prestada, no derivada. “El que tiene al Hijo, tiene la vida” ( 1 Juan 5:12 ). La divinidad de Cristo es la seguridad del creyente de la vida eterna. “El que cree en mí”, dijo Jesús, “aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”. . . Cristo aquí mira hacia el tiempo de su segunda venida.—Lift Him Up, pág. 17.“En él [Cristo] estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. No se especifica aquí la vida física, sino la inmortalidad, la vida que es propiedad exclusiva de Dios. El Verbo, que estaba con Dios y era Dios, tenía esta vida. La vida física es algo que cada individuo recibe. No es eterna ni inmortal, porque Dios, el Dador de la vida, la vuelve a tomar. El hombre no tiene control sobre su vida. Pero la vida de Cristo no fue prestada. Nadie puede quitársela. “Yo la pongo de mí mismo”, dijo. En él estaba la vida, original, no prestada, no derivada. Esta vida no es inherente al hombre. Él puede poseerla sólo por medio de Cristo.
Mientras tenía la naturaleza humana, Él [Cristo] dependía del Omnipotente para su vida. En su humanidad, se apoderó de la divinidad de Dios; y todo miembro de la familia humana tiene el privilegio de hacer esto.—Maranatha, pág. 302.
La cruz, la cruz del Calvario, presentada una y otra vez, claramente mencionada en cada discurso, resultará ser el bálsamo que sana la vida, revelará la belleza y la excelencia de la virtud. Los que discuten sobre la autenticidad de las Escrituras y ponen en tela de juicio la autoridad de la revelación no serán influenciados... “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” [ Juan 17:3 ]. El Verbo eterno se hizo carne y habitó entre nosotros. Este tema apagará la incredulidad; y sin embargo, es triste decirlo, Jesús ha sido excluido de muchos, muchos discursos que han sido predicados por ministros adventistas del séptimo día. ¿Y por qué? Porque estos ministros no tenían a Jesús morando en sus corazones por la fe; no estaban revestidos con la justicia de Cristo.—La Voz en el Habla y el Canto, p. 315.
Juan 3:16-21
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz por temor a que sus obras sean reprendidas. 21 Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.Juan 9:35-41
35 Jesús oyó que lo habían echado fuera, y al encontrarlo, le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del Hombre?» 36 Él respondió: «¿Quién es, Señor, para que crea en él?» 37 Jesús le dijo: «Lo has visto, y el que habla contigo es él». 38 Él dijo: «Creo, Señor». Y lo adoró. 39 Y Jesús dijo: «Para juicio he venido a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, se vuelvan ciegos». 40 Algunos de los fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: «¿Somos también ciegos?» 41 Jesús les respondió: «Si fuesen ciegos, no tendrían pecado; pero como dicen: "Vemos", su pecado permanece.Juan 12:36-46
36 Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz. 37 Jesús dijo esto, y se fue y se ocultó de ellos. 38 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él. 39 Esto sucedió para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 39 Por eso no podían creer, porque Isaías dijo también: 40 Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane. 41 Isaías dijo esto porque vio su gloria, y habló acerca de él. 42 Sin embargo, muchos, aun de los gobernantes, creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, por temor a ser expulsados de la sinagoga, 43 porque amaban más el favor de los hombres que el favor de Dios. 44 Entonces Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió. 45 El que me ve a mí, ve al que me envió. 46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
1 Corintios 1:26-29
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Marcos 12:10 CB
"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"Jn 10:34-35 CB
"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"Jn 13:18 CB
"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar."