PARA MEMORIZAR:
"Si alguno dice: 'Yo amo a Dios', y aborrece a su hermano, es mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve" (1 Juan 4:20).
 
Lección 12: Para el 22 de marzo de 2025
AMOR YJUSTICIA: LOS DOS MANDAMIENTOSMÁS IMPORTANTES





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Domingo 16 de marzo | Lección 12

LOS DOS MANDAMIENTOS PRINCIPALES

A fin de reflexionar acerca de lo que podemos hacer, individual y colectivamente, para promover el amor y la justicia de Dios en nuestro mundo, conviene comenzar centrándonos en lo que Dios nos ha ordenado.

Lee Mateo 22:34 al 40.    CB    ¿Cómo respondió Jesús a la pregunta del intérprete de la ley?

Según el propio Jesús, el "primer y gran mandamiento" es: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y toda tu mente". Y luego añadió: "El segundo es semejante a este: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo' ". Sin embargo, estos mandamientos no son los únicos. Jesús enseñó además lo siguiente: "De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas" (Mat. 22:37-40). De hecho, esos dos mandamientos son citados en el Antiguo Testamento.

Lee Mateo 19:16 al 23..    CB    ¿Cómo se relacionan las respuestas de Jesús a las preguntas del joven rico con las que dio al intérprete de la Ley en Mateo 22?

¿Qué sucedió aquí? ¿Por qué respondió Jesús a ese hombre como lo hizo? ¿Qué deberían decirnos estos encuentros independientemente de nuestra posición o situación en la vida?

"Cristo presentó las únicas condiciones que pondrían al príncipe donde este perfeccionaría un carácter cristiano. Sus palabras eran palabras de sabiduría, aunque parecían severas y exigentes. En aceptarlas y obedecerlas estaba la única esperanza de salvación del príncipe. Su posición exaltada y sus bienes ejercían sobre su carácter una sutil influencia para el mal. Si los prefiriese, suplantarían a Dios en sus afectos. El guardar poco o mucho sin entregarlo a Dios sería retener lo que reduciría su fuerza y eficiencia moral; porque si se aprecian las cosas de este mundo, por inciertas e indignas que sean, llegan a absorberlo todo" (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 479).

■ Aunque no todos estemos llamados a vender nuestras posesiones, como este joven rico, ¿que podría llevarte a la ruina eterna si sigues aferrándote a ello, si no lo dejas?


Reavivados por su Palabra:
Hoy, 2 Pedro 2..    CB   

Comentarios Elena G.W

El doctor de la ley no estaba satisfecho con la opinión y las obras de los fariseos. Había estado estudiando las Escrituras con el deseo de conocer su significado real. Tenía vital interés en el asunto, y había preguntado con sinceridad: "¿Haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?" En su respuesta a los requerimientos de la ley, pasó por alto el cúmulo de preceptos ceremoniales y rituales. No les atribuyó ningún valor, sino que presentaron los dos grandes principios de los cuales dependen la ley y los profetas. Esta respuesta, al ser elogiada por Cristo, colocó al Salvador en un terreno ventajoso frente a los rabinos. No podrían condenarle por haber sancionado lo declarado por un expositor de la ley.

"Haz esto, y vivirás", dijo Jesús. Presentó la ley como una unidad divina, enseñando así que es imposible guardar un precepto y quebrantar otro; porque el mismo principio corre por todos ellos. El destino del hombre será determinado por su obediencia a toda la ley. El amor supremo a Dios y el amor imparcial al hombre son los principios que deben practicarse en la vida (El Deseado de todas las gentes, pp. 460, 461).

Cuando este joven príncipe vino a Jesús, su sinceridad y fervor ganaron el corazón del Salvador. "Mirándole, amole". En este joven vio él a uno que podría ser útil como predicador de justicia. Él quería recibir a este noble y talentoso joven tan prestamente como recibió a los pobres pescadores que lo siguieron. Si el joven hubiera consagrado su habilidad a la obra de salvar almas, habría llegado a ser un diligente obrero de éxito para Cristo.

Pero primeramente debía aceptar las condiciones del discipulado. Debía consagrarse a sí mismo sin reservas a Dios. Al llamado del Salvador, Juan, Pedro, Mateo, y sus compañeros, "dejadas todas las cosas, levantándose, le siguieron". Lucas 5:28 . La misma consagración se exigió del joven príncipe. Y en esto Cristo no pidió un sacrificio mayor del que él mismo había hecho. "Por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros por su pobreza fueseis enriquecidos". 2 Corintios 8:9 . El joven rico solo tenía que seguir el camino recorrido por Cristo (Palabras de vida del gran Maestro, págs. 392, 393).

Los que aman a Dios no pueden abrir odio o envidia. Mientras que el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás, no simplemente porque se reciban favores de ellos, sino porque el amor es el principio de acción y modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos. Este amor no se reduce a incluir solamente "a mí ya los míos", sino que es tan amplio como el mundo y tan alto como el cielo, y está en armonía con el de los activos ángeles. Este amor, albergado en el alma, suaviza la vida entera, y hace sentir su influencia en todo su alrededor (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 221).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Lucas 15:11-32

11 Dijo también: Un hombre tenía dos hijos. 12 El menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. 13 No muchos días después, el hijo menor lo juntó todo y se fue lejos a un país lejano, donde malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 Cuando todo lo había malgastado, vino una gran hambre en aquella región, y él comenzó a empobrecerse. 15 Fue , pues, y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella región, el cual lo envió a sus campos para apacentar cerdos. 16 Él deseaba llenar su estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Pero cuando recobró el sentido, dijo: «¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen pan de sobra, mientras que yo aquí me muero de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; 19 ya no soy digno de ser llamado tu hijo; 20 Entonces se levantó y fue a donde estaba su padre. Pero cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se compadeció de él, y corrió, lo abrazó y lo besó. 21 Entonces el hijo le dijo: "Padre , he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo." 22 Pero el padre dijo a sus siervos: "Rápido, saquen el mejor vestido y vístanlo, y pongan un anillo en su mano y sandalias en sus pies; 23 y traigan el becerro cebado, mátenlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado." Y comenzaron a hacer fiesta. 25 Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando llegó y se acercó a la casa, oyó la música y las danzas. 26 Y llamó a uno de los sirvientes y comenzó a preguntar qué era aquello. 27 Y él le respondió: "Tu hermano ha vuelto, y tu padre ha matado el becerro cebado, porque lo ha recuperado sano y salvo." 28 Pero él se enojó y no quería entrar; por lo que salió su padre y comenzó a suplicarle. 29 Pero él respondió y dijo a su padre: "Mira, hace tantos años que te sirvo y nunca he desobedecido ninguna de tus órdenes, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos; 30 y si no, no me has dado un cabrito para que haga una fiesta con mis amigos."31Y él le respondió: Hijo, tú siempre has estado conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y ha sido hallado. 33Y él le respondió: No te acerques a mí, porque yo te he amado. 34Pero tú me has amado, y te he amado. 35Y tú me has amado, y te he amado. 36Y tú me has amado, y te he amado. 37Y tú me has amado, y te he amado. 38Y tú me has amado, y te he amado. 39Y tú me has amado, y te he amado. 40Y tú me has amado, y te he amado. 41Y tú me has amado, y te he amado. 42Y tú me has amado, y te he amado. 43Y tú me has amado, y te he amado. 44Y tú me has amado, y te he a Sofonías 3:17 17 El Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se alegrará por ti con alegría, guardará silencio en su amor, se gozará por ti con gritos de alegría. Efesios 5:25-28 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama; Isaías 43:4 4 »Porque eres de gran estima a mis ojos, y eres digno de honra, y yo te amo; por eso daré a otros hombres en tu lugar y a otros pueblos a cambio de tu vida. Romanos 8:1 1 Por tanto, ahora no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús. Romanos 5:8 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Marcos 9:17-29 17 Uno de la multitud le respondió: «Maestro, te traje a mi hijo, que tiene un espíritu mudo. 18 Cuando se apodera de él, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se pone rígido. Dije a tus discípulos que lo echaran fuera, pero no pudieron». 19 Jesús les respondió: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan a este niño a mí!» . 20 Le trajeron al niño. Cuando lo vio, el espíritu lo sacudió violentamente, y cayendo al suelo, se revolcaba y echaba espumarajos. 21 Entonces preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». Él respondió: «Desde niño. 22 Muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para matarlo. Pero si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos». 23 Jesús le respondió: «¿Si puedes? Al que cree todo le es posible». 24 Al instante el padre del muchacho gritó: «Creo; ayúdame en mi incredulidad». 25 Al ver que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, yo te mando: sal de él y no entres más en él». 26 El espíritu, después de gritar y sacudirlo con terribles convulsiones, salió; y el muchacho quedó tan muerto que la mayoría decía: «¡Está muerto!». 27 Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y se levantó. 28 Cuando entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: «¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?». 29 Él les respondió: «Este género con nada puede salir, sino con oración».

Sofonías 3:17    CB   

17 El Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se alegrará por ti con alegría, guardará silencio en su amor, se gozará por ti con gritos de alegría.

2 Timoteo 4:10    CB   

10 Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, y Tito a Dalmacia.

Juan 16:27    CB   

27 Porque el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.