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Lección 12 | Viernes 21 de marzo
Lee el capítulo titulado "El sábado" en las páginas 248 a 256 del libro El Deseado de todas las gentes, de Elena de White.
"Los espías no se atrevían a contestar a Jesús en presencia de la multitud, por temor a meterse en dificultades. Sabían que él había dicho la verdad. Antes que violar sus tradiciones, dejarían sufrir a un hombre, mientras que aliviarían a un animal por causa de la pérdida que sufriría el dueño si lo descuidaba. Así manifestaban mayor cuidado por un animal que por el hombre, que fue hecho a la imagen de Dios. Esto ilustra el funcionamiento de todas las religiones falsas. Tienen su origen en el deseo del hombre de exaltarse por encima de Dios, pero llegan a degradar al hombre por debajo del nivel de las bestias. Toda religión que combate la soberanía de Dios defrauda al hombre de la gloria que le fue concedida en la Creación, y que ha de serle restaurada en Cristo. Toda religión falsa enseña a sus adeptos a descuidar las necesidades, los sufrimientos y los derechos de los hombres. El evangelio concede un alto valor a la humanidad como adquisición hecha por la sangre de Cristo, y enseña a considerar con ternura las necesidades y las desgracias del hombre. El Señor dice: 'Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre' (Isa. 13:12).
"Cuando Jesús se dirigió a los fariseos con la pregunta de si era lícito hacer bien o mal en sábado, salvar la vida o matar, los confrontó con sus propios malos deseos. Con acerbo odio, ellos deseaban matarlo, mientras que él salvaba vidas e impartía felicidad a muchedumbres. ¿Era mejor matar en sábado, según se proponían ellos hacer, que sanar a los afligidos como lo había hecho él? ¿Era más justo tener homicidio en el corazón en el santo día de Dios que tener hacia todos un amor que se expresara en hechos de misericordia?" (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 253, 254).
1. ¿Por qué y cómo es cierto que "toda religión falsa enseña a sus adeptos a descuidar las necesidades, los sufrimientos y los derechos de los hombres"? ¿Cómo podemos evitar esa despreocupación en nuestras iglesias y fuera de ellas?
2. ¿Quién es mi prójimo? ¿Quién es tu prójimo? ¿En qué aspectos prácticos deberíamos los seguidores de Cristo parecernos más al samaritano que traspuso los límites impuestos por la sociedad de sus días para actuar con amor?
3. Si Dios ama la justicia y la misericordia, ¿cómo deberíamos actuar de acuerdo con lo que más le importa a él? ¿Cómo podemos centrarnos más en lo que Jesús llamó "lo más importante de la ley"?
4. Cuando pensamos y hablamos acerca del Juicio, ¿hacemos hincapié en que Jesús se refirió principalmente al tema en términos de si amamos activamente a los demás y en qué medida, particularmente a los oprimidos? Reflexiona acerca de ello a la luz de Mateo 25:31 al 46.
Juan 8:54-58 |
1 Corintios 1:26-2926 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. |