PARA MEMORIZAR:
«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? ¡Aunque ella lo olvide, yo nunca me olvidaré de ti!» ( Isaías 49:15 ).
 

Lección 4: Para el 25 de enero de 2025

DIOS ES APASIONADO Y COMPASIVO





- Audio Lección -

JUEVES 23 DE ENERO

Compasivo y apasionado

El Dios de la Biblia es compasivo y apasionado, y estas emociones divinas se ponen de manifiesto de manera suprema en Jesucristo. Dios es compasivo (compara con ), es profundamente afectado por las penas de su pueblo ( ), y está dispuesto a escuchar, responder y consolar ( ).

Lee ¿De qué manera nos llama este pasaje a reflejar el amor compasivo y asombroso de Dios en nuestras relaciones con los demás?

Anhelamos relacionarnos con personas que ejemplifiquen el tipo de amor descrito en . Pero ¿cuán a menudo procuramos convertirnos en este tipo de persona en favor de los demás? No podemos ser sufridores y amables; No podemos evitar ser envidiosos, engreídos, groseros o egoístas. No podemos producir en nosotros un amor que «todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» y que «nunca deja de ser» ( ). Ese amor solo puede ejemplificarse en nuestra vida como fruto del Espíritu Santo. Alabado sea Dios porque el Espíritu Santo derrama el amor de Dios en los corazones de quienes permanecen en Cristo Jesús por la fe ( ).

Por la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, ¿de qué maneras prácticas podríamos responder al amor profundamente emocional, pero perfectamente justo y racional, de Dios y reflejarlo en nuestra vida? En primer lugar, adorando al Dios que es amor. En segundo lugar, y en respuesta a su amor, mostrando compasión y amor benevolente a los demás. No debemos limitarnos a sentirnos reconfortados por nuestra fe cristiana, sino que debemos estar dispuestos a reconfortar a los demás. Por último, debemos reconocer que no podemos transformar nuestros corazones, que solo Dios puede hacerlo, y permitírselo.

Así pues, pidamos a Dios que nos dé un corazón nuevo para él y para los demás, un amor puro y purificador que eleve lo que es bueno y elimine la escoria de nuestro interior.

Que la oración de Pablo se haga realidad en nuestra vida y en nuestro medio: «Que el Señor los haga crecer y aumentar el amor entre ustedes y hacia los demás [...] para que se fortalezca su corazón y sean ustedes santos e irreprensibles delante de nuestro Dios y Padre, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos» ( , RVC).

¿Por qué la muerte al yo, al egoísmo y a la corrupción de nuestros corazones naturales es la única manera de revelar esta clase de amor? ¿Qué decisiones podemos tomar a fin de morir a nosotros mismos?


Comentarios de Elena GW

El amor no es simplemente un impulso, una emoción transitoria que depende de las circunstancias; es un principio viviente, un poder permanente. El alma se alimenta de las corrientes del puro amor que fluyen del corazón de Cristo, una fuente que nunca falla. ¡Oh, cómo se vivifica el corazón, cómo se ennoblecen sus motivos, cómo se profundizan sus afectos, mediante su comunión! Bajo la educación y la disciplina del Espíritu Santo, los hijos de Dios se aman mutuamente, lealmente, sinceramente y sin afectación, "no juzgadora, no fingida". Y esto porque el corazón está enamorado de Jesús. Nuestros afectos mutuos surgen de una relación común con Dios. Somos una familia y nos amamos los unos a los otros como él nos amó...

Amar como Cristo amó significa manifestar abnegación en todo momento y lugar, mediante palabras amantes y un continente agradable. El amor genuino es un precioso atributo que se origina en el cielo, y cuya fragancia crece en proporción a la forma en que se lo dispensa a los demás (Hijos e hijas de Dios, p. 103).

El Salvador venció para enseñar al hombre cómo puede él también vencer. Con la Palabra de Dios, Cristo rechazó las tentaciones de Satanás. Confiando en las promesas de Dios, recibió poder para obedecer sus mandamientos, y el tentador no obtuvo ventaja alguna. A cada tentación Cristo contestaba: "Escrito está". A nosotros también nos ha dado Dios su Palabra para que resistamos al mal. Grandísimas y preciosas son las promesas recibidas, para que seamos "hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia". 2 Pedro 1:4 .

Encarecido al tentado que no mire a las circunstancias, a su propia flaqueza, ni a la fuerza de la tentación, sino al poder de la Palabra de Dios, cuya fuerza es toda nuestra. "En mi corazón —dice el salmista— he guardado tus dichos, para no pecar contra ti". "Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las vías del destructor". Salmo 119:11; 17:4 (La temperancia, págs. 95, 96).

No puede haber crecimiento o fructificación en la vida que se centraliza en el yo. Si habéis aceptado a Cristo como a vuestro Salvador personal, habéis de olvidar vuestro yo, y tratar de ayudar a otros. Hablad del amor de Cristo, de su bondad. Cumplid con todo debe que se presente. Llevad la carga de las almas sobre vuestro corazón, y por todos los medios que estén a vuestro alcance tratad de salvar a los perdidos. A medida que recibáis el Espíritu de Cristo —el espíritu de amor desinteresado y de trabajo por otros—, iréis creciendo y dando frutos. Las gracias del Espíritu madurarán en vuestro carácter. Se aumentará vuestra fe, vuestras convicciones se profundizarán, vuestro amor se perfeccionará. Reflejaréis más y más la semejanza de Cristo en todo lo que es puro, noble y bello.

"El fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza". Isaías 55:10 . Este fruto nunca puede perecer, sino que producirá una cosecha, según su género, para vida eterna (Palabras de vida del gran Maestro, p. 47).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Isaías 63:9 CB   

9 En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antig:uedad.

Hebreos 4:15 CB   

15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Isaías 49:10    CB   

10 No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas.

Isaías 49:15    CB   

15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.

Mateo 9:36    CB   

36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Mateo 14:14    CB   

14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

1 Corintios 13:4-8    CB   

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soportado. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

1 Corintios 13:4-8    CB   

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soportado. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

1 Corintios 13:7-8    CB   

7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soportado. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Romanos 5:5    CB   

5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

1 Tesalonicenses 3:12-13    CB   

12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.