PARA MEMORIZAR:
«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? ¡Aunque ella lo olvide, yo nunca me olvidaré de ti!» ( Isaías 49:15 ).
 

Lección 4: Para el 25 de enero de 2025

DIOS ES APASIONADO Y COMPASIVO





- Audio Lección -

MARTES 21 DE ENERO

La compasión de Jesús

En el Nuevo Testamento se utiliza el mismo tipo de imágenes que en el Antiguo Testamento para describir la compasión de Dios. Pablo se refiere al Padre como «Padre de misericordias y Dios de toda consolación» ( 2 Cor. 1:3 ). Además, el apóstol explica en Efesios 2: 4 que Dios es «rico en misericordia» y redime a los seres humanos «por su gran amor con que nos amó».

En varias parábolas, Cristo mismo utiliza repetidamente términos de emoción visceral y desgarradora para describir la compasión del Padre ( ). Además, el mismo lenguaje que ilustra la compasión divina en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento es utilizado también en los Evangelios para describir las respuestas compasivas de Jesús a quienes están en apuros.

Lee ¿Cómo ilustran estos versículos la manera en que Cristo se conmovía ante la difícil situación de las personas?

Los Evangelios registran con frecuencia el hecho de que Cristo se compadecía de las personas que estaban en situaciones difíciles. No solo sintió compasión de ellas, sino que también se cubrió de sus necesidades.

Jesús también se lamentó por su pueblo. Podemos imaginar las lágrimas en los ojos de Cristo mientras contemplaba la ciudad de Jerusalén: «¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quiste!» ( Mat. 23: 37 ). Aquí vemos que el lamento de Cristo coincide estrechamente con el de Dios por su pueblo a lo largo del Antiguo Testamento. De hecho, muchos eruditos bíblicos señalan que la imagen de un ave cuidando de sus crías solo era aplicada a la divinidad en el antiguo Cercano Oriente. Muchos ven aquí una alusión a Deuteronomio 32: 11 , donde Dios es representado como un ave que vuela en círculos sobre sus crías, las protegidas y vela por sus necesidades.

No hay mayor ejemplo del gran amor compasivo de Dios por sus criaturas humanas que Jesús mismo, quien se entregó por nosotros como la máxima demostración de amor. Sin embargo, Cristo no es solo la imagen perfecta de Dios. También es el modelo perfecto de la humanidad. ¿Cómo podemos dar forma a nuestra existencia de acuerdo con el modelo de la vida de Cristo, centrándonos en las necesidades de los demás y, de este modo, no limitándonos a predicar el amor de Dios, sino mostrándolo de forma tangible?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Flipenses 1    CB   

Comentarios de Elena GW

Cuando Cristo vio las multitudes que se habían reunido alrededor de él, "tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor". Cristo vio la enfermedad, la tristeza, la necesidad y degradación de las multitudes que se agolpaban a su paso. Le fueron presentadas las necesidades y desgracias de la humanidad de todo el mundo. En los encumbrados y los humildes, los más honrados y los más degradados, veía almas que anhelaban las mismas bendiciones que él había venido a traer; almas que necesitaban solamente un conocimiento de su gracia para llegar a ser subditos de su reino. "Entonces dice a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies". Mateo 9:37, 38 .

Hoy existe la misma necesidad. Hacen falta en el mundo obreros que trabajaron como Cristo trabajó a favor de los dolientes y pecadores. Hay, a la verdad, una multitud que alcanzar. El mundo está lleno de enfermedad, sufrimiento, angustia y pecado. Está repleto de personas que necesitan que se las atienda: los débiles, los impotentes, los ignorantes, los degradados (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 257).

Cualesquiera que sean tus angustias y pruebas, expónlas al Señor. Tu espíritu encontrará sostén para sufrirlo todo. Se te despejará el camino para que puedas librarte de todo enredo y aprieto. Cuanto más débil y desamparado te sientas, más fuerte serás con tu ayuda. Cuanto más pesadas sean tus cargas, más dulce y benéfico será tu descanso al echarlas sobre Aquel que se ofrece a llevarlas por ti.

Las circunstancias pueden separar a los amigos; las aguas intranquilas del dilatado mar pueden agitarse entre nosotros y ellos. Pero ninguna circunstancia ni distancia alguna puede separarnos del Salvador. Doquiera estemos, él está siempre a nuestra diestra, para sostenernos y alentarnos. Más grande que el amor de una madre por su hijo es el amor de Cristo por sus rescatados. Es nuestro privilegio descansar en su amor y decir: "En él confiaré; pues dio su vida por mí".

El amor humano puede cambiar; El de Cristo no conoce mudanza. Cuando clamamos a él por ayuda su mano se extiende para salvarnos (El ministerio de curación, p. 48).

"Porque la parte de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su herencia. Hallólo en tierra de desierto, y en desierto horrible y yermo; trájolo alrededor, instruyólo, guardólo como la niña de su ojo. Como el águila despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas: Jehová solo le guio, que no hubo con él dios ajeno". Deuteronomio 32:9-12 . De este modo se acercó a sí a los israelitas, para que morasen como a la sombra del Altísimo. Milagrosamente protegidos de los peligros que se arrostraron en su peregrinación por el desierto, quedaron finalmente establecidos en la tierra de promisión como nación favorecida (Profetas y reyes, p. 12).


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Oseas 11:1-9

1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. 2 Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, ya los ídolos ofrecían sahumerios. 3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida. 5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir. 6 Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos. 7 Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer. 8 ¿Cómo podrás abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podrás hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión. 9 No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.

Mateo 9:36    CB   

36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Mateo 14:14    CB   

14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

Mateo 23:37    CB   

37 !!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !!Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quiste!

Marcos 1:41    CB   

41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, ampliando la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.

Marcos 6:34    CB   

34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.

Lucas 7:13    CB   

13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

Mateo 18:27    CB   

27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

Lucas 10:33    CB   

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

Lucas 15:20    CB   

20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

Jeremías 31:20    CB   

20 ¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿No es niño en quien me deleito? pues desde que hablé de él, yo he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; Ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.