Lee Marcos 7:14 al 19. CB ¿Qué quiso decir Jesús con su aseveración en el versículo 15?
Las palabras de Jesús han resultado un enigma para muchos al evaluar su
relación con las enseñanzas de
Levítico 11
CB
acerca de los alimentos limpios y los
inmundos. ¿Está Jesús poniendo a un lado esas distinciones? ¿Están los adventistas del séptimo día equivocados al
enseñar que los miembros de iglesia que
comen carne deberían consumir solo la de los animales limpios de esa lista?
Para empezar, sería extraño que Jesús descartara súbitamente, en
Marcos 7:14 al 19.
CB
las instrucciones mosaicas, dado que acababa de defender a Moisés
contra la tradición en
Marcos 7:6 al 13.
CB
En segundo lugar, la tradición que los
fariseos estaban promoviendo no se fundamenta, a diferencia de las leyes alimentarias, en la enseñanza del Antiguo
Testamento. Tercero, cuando Jesús
declara puros todos los alimentos, en Marcos 7:19, no quiere decir que las leyes
alimentarias están abolidas, sino que no era válida la tradición acerca del toque
ritual o ceremonialmente contaminante que sostenían los fariseos. Según ella,
por ejemplo, un judío quedaba contaminado por entrar en contacto con los
gentiles o paganos y aun con el alimento que ellos habían tocado.
Lee
Marcos 7:20 al 23.
CB
¿Qué contamina a una persona, según Jesús?
En
Marcos 7:19,
CB
Jesús señala que la comida no ingresa al corazón sino al
estómago, y sale de allí por el tracto intestinal. Pero, en
Marcos 7:21 al 23,
CB
él destaca el hecho de que el mal proviene del corazón, del centro de lo que una
persona es. Él presenta una lista de faltas originadas en malos pensamientos
que terminan convirtiéndose en malas acciones.
En
Marcos 7:10
CB
se incluye la referencia al quinto Mandamiento dentro de la
lista de faltas mencionadas y, así, la segunda tabla del Decálogo queda completa.
Más aún, en
Marcos 7:7
CB
Jesús se refiere al culto vano o adoración falsa, lo cual
tiene que ver con el corazón mismo de los primeros cuatro mandamientos del
Decálogo. De esa manera, Jesús se erige como un defensor de la Ley de Dios a
lo largo de este pasaje.
Podrías tener la teología correcta, pero ¿quién posee completamente y en última
instancia tu corazón?
El mayor deseo de Cristo es redimir su herencia del dominio de Satanás. Pero antes de que seamos librados del poder
satánico exteriormente, debemos ser librados de su poder interiormente. El Señor permite las pruebas a fin de que seamos
limpiados de la mundanalidad, el egoísmo y los rasgos de carácter duros y anticristianos. Él permite que las profundas
aguas de la aflicción cubran nuestra alma para que lo conozcamos, y a Jesucristo a quien ha enviado, con el objeto de
hacer brotar en nuestro corazón anhelos profundos de ser purificados de la contaminación, y que salgamos de la prueba
más puros, más santos, más felices. A menudo entramos en el crisol de la prueba con nuestras almas oscurecidas por el
egoísmo, pero si somos pacientes bajo la prueba decisiva, saldremos reflejando el carácter divino. Cuando su propósito
en la aflicción se cumpla, “exhibirá tu justicia como la luz, y tus derechos como el medio día”. Salmo 37:6.
No hay peligro de que el Señor descuide las oraciones de sus hijos. El peligro es que, en la tentación y la prueba, se
descorazonen, y dejen de perseverar en oración (Palabras de vida del gran Maestro, p. 138).
Nuestro Salvador, quien entiende las luchas de nuestro corazón, y conoce las debilidades de nuestra naturaleza, lamenta
nuestras debilidades, perdona nuestros errores, y derrama sobre nosotros las gracias que deseamos profundamente. Gozo,
paz, paciencia, bondad, fe y amor fraternal son los elementos del carácter cristiano. Estas preciosas gracias son el
fruto del Espíritu, y la corona y el escudo del cristiano. Si estas gracias reinan en el hogar, los hijos son “como
plantas crecidas en su juventud”, y las hijas “como esquinas labradas como las de un palacio”. Estos dones celestiales
no dependen de las circunstancias ni de la voluntad o del imperfecto juicio del hombre. Nada puede dar más perfecto
contentamiento y satisfacción que el cultivo del carácter cristiano; las más exaltadas aspiraciones no pueden apuntar a
ninguna otra cosa más elevada (Reflejemos a Jesús, p. 162).
Jesús habló como quien tiene conocimiento y autoridad. La denuncia que pronunció contra los judíos condenaba su
formalismo e hipocresía. Sus mordaces reprimendas y su denuncia del formalismo tienen hoy la misma fuerza que tenían en
los días de los escribas y fariseos, y se aplican a los que tienen apariencia de piedad, pero niegan su poder. El Dios
de santidad infinita no puede aceptar el servicio externo como adoración espiritual. Los que adoran a Dios deben
adorarlo en espíritu y en verdad, o su servicio es vano. Debe haber autenticidad en las ceremonias religiosas, o son
simples pretensiones, abominaciones huecas. Pero aunque Jesús reprendía a los sacerdotes y a los maestros religiosos por
su formalismo e hipocresía, cuán indulgentes y tiernas eran sus lecciones para los pobres, los oprimidos, los afligidos
y los desalentados. Los sacerdotes y los gobernantes, los escribas y los fariseos, destruyeron los pastos vivos y
profanaron las fuentes del agua de la vida. Con sus falsos preceptos confundieron el entendimiento y empañaron lo que
era claro. Falsificaron a Dios con su dureza de corazón, con su impureza, orgullo y egoísmo (Sabbath-School Worker,
December 1, 1894, par. 4).
Marcos 1:44 CB44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.Marcos 7:10 CB10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.Marcos 7:11 CB11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,Marcos 10:3-8 CB3 El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4 Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. 5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; 6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. 7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.Marcos 12:26 CB3 El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó 26 Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?Marcos 12:29-31 CB29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. |
Marcos 2:1-3:61 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? 8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. 13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. 14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15 Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. 18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? 19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar. 20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán. 21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. 22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. 23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. 24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? 25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? 27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.Marcos 3:1:61 OTRA vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo* le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo* hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. |
CB"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"Jn 10:34-35 CB"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"Jn 13:18 CB"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar." |