PARA MEMORIZAR:
“También hizo Jesús muchas otras señales, en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero estas fueron escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:30, 31).

 
Lección 1: Para el 5 de octubre de 2024
SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO


Jueves 3 de octubre
LAS AFIR MACIONES DE JESÚSS


- Audio Lección -

El milagro del estanque de Betesda brindó a Juan una excelente oportunidad para destacar quién es Jesús. Juan dedica nueve versículos a describir el milagro; y unos cuarenta (ver más adelante), a describir a aquel que lo realizó.
Lee Juan 5:16 al 18.    CB    ¿Por qué persiguieron a Jesús tras el milagro que hizo en sábado?



Juan 5:18    CB    puede resultar inquietante porque parece decir que Jesús estaba quebrantando el sábado. Sin embargo, una mirada más atenta a Juan 5:16 al 18 muestra que Jesús argumenta que su “trabajo” en sábado está en consonancia con su relación con su Padre. Dios no deja de sostener el universo en sábado; en consecuencia, la actividad de Jesús en sábado formaba parte de su aseveración de que él era Dios. Los líderes religiosos lo persiguieron por su supuesta violación del sábado y por su afirmación de que era igual a Dios.
Lee Juan 5:19 al 47.    CB    ¿Qué dijo Jesús para ayudar a los líderes a que lo aceptaran como quien realmente es, afirmació



Jesús defiende sus acciones en tres pasos. En primer lugar, explica su íntima relación con el Padre (Juan 5:19-30).    CB    Indica que él y su Padre actúan en armonía, hasta el punto de que Jesús tiene el poder tanto de juzgar como de resucitar a los muertos (Juan 5:25-30).    CB   

En segundo lugar, Jesús llama a cuatro “testigos” en rápida sucesión para que corroboren su afirmación: Juan el Bautista (Juan 5:31-35), los milagros que hace Jesús (Juan 5:36),    CB    el Padre (Juan 5:37, 38)    CB    y las Escrituras (Juan 5:39).    CB    Cada uno de estos “testigos” da testimonio en favor de Jesús.

Por último, en Juan 5:40 al 47    CB    Jesús pone delante de sus acusadores la condena contra ellos mismos, revelando el contraste entre su ministerio y el egoísmo de ellos. La condena, dice, provendrá de Moisés (Juan 5:45-47), aquel en quien han puesto sus esperanzas.
¿Cómo podemos tener cuidado de no caer en la trampa de creer en Dios, e incluso tener doctrinas correctas, sin rendirnos plenamente a Cristo? Comparte tu respuesta el sábado con tu clase.




Comentarios Elena G.W

“Jerusalén y toda Judea” habían escuchado la predicación de Juan el Bautista; y la delegación del Sanedrín, con la multitud, había oído su testimonio acerca de Jesús. En Judea, Cristo había recibido a sus primeros discípulos. Allí había transcurrido gran parte de su ministerio inicial. El resplandor de su divinidad en la purificación del templo, sus milagros de curación y las lecciones de verdad divina que brotaban de sus labios, todo proclamaba lo que después de la curación en Betesda había declarado ante el Sanedrín: su condición de Hijo del Eterno. Si los dirigentes de Israel hubieran recibido a Cristo, él los habría honrado como mensajeros suyos para llevar el Evangelio al mundo. A ellos se les dio primeramente la oportunidad de llegar a ser heraldos del reino y de la gracia de Dios. Pero . . . los celos y la desconfianza hacia los dirigentes judíos habían madurado en odio abierto, y los corazones del pueblo se habían apartado de Jesús. El Sanedrín había rechazado el mensaje de Cristo y estaba decidido a matarlo.—El Deseado de todas las gentes, págs. 231, 232.

Muchos han errado en no seguir con cuidado las ideas de Dios, sino las suyas propias. Cristo mismo declaró: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre” ( Juan 5:19 ). Tan completamente se despojó de sí mismo que no hizo planes ni proyectos. Vivió aceptando los planes que Dios tenía para él, y el Padre día tras día desarrollaba sus planes. Si Jesús era tan completamente dependiente y declaró: “Todo lo que veo hacer al Padre, eso hago”, ¡cuánto más deberían los agentes humanos depender de Dios para recibir instrucción constante, de modo que sus vidas pudieran ser la sencilla realización de los planes de Dios!—En los lugares celestiales, pág. 147.

La verdad tal como es en Jesús puede experimentarse, pero nunca explicarse. Su altura, anchura y profundidad superan nuestro conocimiento. Podemos poner a prueba nuestra imaginación al máximo, y entonces sólo veremos vagamente los contornos de un amor que es inexplicable, que es tan alto como el cielo, pero que se inclinó hasta la tierra para estampar la imagen de Dios en toda la humanidad... Nuestra vida debe estar ligada a la vida de Cristo; debemos beber constantemente de Él, participar de Él, el Pan vivo que descendió del cielo, beber de una fuente siempre fresca, que siempre da sus abundantes tesoros. Si mantenemos al Señor siempre delante de nosotros, permitiendo que nuestros corazones se expresen en agradecimiento y alabanza hacia Él, tendremos una frescura continua en nuestra vida religiosa. Nuestras oraciones tomarán la forma de una conversación con Dios como hablaríamos con un amigo. Él nos hablará personalmente de sus misterios. A menudo nos llegará una dulce y gozosa sensación de la presencia de Jesús. A menudo nuestro corazón arderá en nuestro interior cuando él se acerque para comunicarse con nosotros como lo hizo con Enoc. Cuando ésta es en verdad la experiencia del cristiano, se ve en su vida una sencillez, una humildad, una mansedumbre y una modestia de corazón que muestran a todos aquellos con quienes se relaciona que ha estado con Jesús y ha aprendido de él.—Palabras de vida del gran Maestro, pág. 129.


Juan 9:1-16   

1 Al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Sus discípulos le preguntaron: «Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?» 3 Jesús le respondió: «No pecó éste ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Es necesario que hagamos las obras del que me envió mientras dura el día; porque la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras yo estoy en el mundo, luz soy del mundo.» 6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y le untó el lodo en los ojos, 7 y le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé» (que traducido significa: Enviado). Entonces él fue, se lavó y volvió viendo. 8 Entonces los vecinos, y los que antes lo habían visto mendigando, decían: «¿No es éste el que se sentaba a mendigar?» 9 Otros decían: «Es éste», y otros: «No, sino que es como él». Pero él repetía: «Soy yo». 10 Entonces le dijeron: «¿Cómo, pues, se te abrieron los ojos?». 11 Él respondió: «El hombre que se llama Jesús hizo barro, me untó los ojos y me dijo: «Ve al Siloé y lávate». Entonces fui, me lavé y recibí la vista. 12 Le dijeron: «¿Dónde está?». «No lo sé», respondió. 13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. 14 Era sábado el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos volvieron a preguntarle cómo había recibido la vista. Él les respondió: «Me puso barro en los ojos, me lavé y veo». 16 Algunos de los fariseos decían: «Ese hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado». Pero otros decían: «¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?» Y hubo división entre ellos.

Marcos 3:22-23   

22 Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «Tiene a Beelzebú», y: «Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios». 23 Jesús los llamó y les habló en parábolas: «¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

Mateo 12:9-14   

9 Salió de allí y entró en la sinagoga de ellos. 10 Había allí un hombre que tenía la mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron: «¿Es lícito curar en sábado?». 11 Jesús les respondió: «¿Qué hombre hay de vosotros que tenga una oveja, y si ésta cae en un hoyo en sábado, no la agarra y la saca? 12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, sí es lícito hacer bien en sábado». 13 Entonces dijo al hombre: «Extiende la mano». Él la extendió, y le fue restaurada como la otra. 14 Pero los fariseos salieron y conspiraron contra él para ver cómo matarle.

Deuteronomio 18:15   

15 El Señor tu Dios te levantará un profeta de en medio de ti, de entre tus hermanos, como yo; a él escucharás.

Mateo 17:5   

5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él escuchad.

Hechos 7:37   

37 Éste es el Moisés que dijo a los hijos de Israel: "Dios os levantará un profeta como yo de entre vuestros hermanos".




Marcos 12:10    CB

"¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;"

Jn 10:34-35    CB

"Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),"

Jn 13:18    CB

"No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar."