PARA MEMORIZAR:
Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan. Las mismas obras que el Padre me encomendó realizar, esas mismas obras que hago testifican que el Padre me envió" Juan 5:36
 
Lección 8: Para el 23 de noviembre de 2024
EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO



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Lección 8 | Viernes 22 de noviembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee en El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, el capítulo" 'No se turbe vuestro corazón'" (pp. 617-635).

"Como un áureo tesoro, la verdad había sido confiada al pueblo hebreo. El sistema de culto judaico, que llevaba la firma celestial, había sido instituido por Cristo mismo. Las grandes verdades de la Redención se hallaban veladas tras los tipos y los símbolos. Sin embargo, cuando Cristo vino, no reconocieron a aquel a quien señalaban todos los símbolos. Tenían la Palabra de Dios en sus manos; pero las tradiciones, que habían pasado de una generación a otra, y la interpretación humana de las Escrituras, escondieron de su vista la verdad tal cual es en Jesús. Se había perdido la significación espiritual de los Escritos Sagrados. El lugar de depósito de todo el conocimiento estaba'dbierto ante ellos, pero no lo sabían.

"Dios no esconde su verdad de los hombres. Por su propia conducta, ellos la oscurecen para sí mismos. Cristo dio al pueblo judío abundantes evidencias de que era el Mesías; pero su enseñanza exigía un cambio decidido en su vida. Ellos vieron que, si recibían a Cristo, debían abandonar sus máximas y tradiciones favoritas y sus prácticas egoístas e impías. Exigía un sacrificio el recibir la verdad invariable y eterna. Por lo tanto, no admitieron la más concluyente evidencia que Dios pudo dar a fin de establecer la fe en Cristo. Profesaban creer en las Escrituras del Viejo Testamento, y sin embargo rehusaron aceptar el testimonio que contenían con respecto a la vida y el carácter de Cristo. Tuvieron miedo de ser convencidos, no sea que se convirtieran y se vieran obligados a abandonar sus opiniones preconcebidas. El tesoro del evangelio, el Camino, la Verdad y la Vida estaba entre ellos, pero rechazaron la dádiva más grande que los Cielos pudieran conceder" (Elena de White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 77).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Cómo edifican nuestra fe las profecías cumplidas en la vida de Jesús?

2. ¿Cuáles son los tres o cuatro principales obstáculos que impidieron que los líderes religiosos creyeran en Jesús? ¿Cómo se manifiestan también hoy estos mismos obstáculos?

3. Haz una autoevaluación para determinar dónde reside hoy tu confianza. ¿Qué pasos puedes dar para fortalecer tu fe?

4. ¿Qué debería enseñarnos tu respuesta a la pregunta final del lunes acerca de la autoridad de las Escrituras? ¿Por qué debemos rechazar cualquier cosa que ponga en duda la autoridad final de las Escrituras?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Hechos 26.    CB   



Juan 8:54-58   

Juan 8:12-30


12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.
15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.
20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.
22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.
26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.
27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.
28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

Juan 8:19

19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

Juan 8:23

23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

Juan 8:23

23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.