PARA MEMORIZAR:
«Yo los sanaré de su rebelión, los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos» (Ose. 14: 4).
 
Lección 1: Para el 4 de enero de 2025
DIOS AMA DE PURA GRACIA



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Lunes 30 de diciembre Lección 1
AMOR NO CORRESPONDIDO

Un ejemplo sorprendente del amor de Dios por la humanidad caída se encuentra en la historia de Oseas. Dios ordenó al profeta: "Ve, cásate con una mujer fornicaria y engendra hijos de fornicación; porque el país se está prostituyendo, apartándose del Señor" (Ose. 1:2). Oseas y su esposa infiel iban a ser una lección viviente del amor de Dios por su pueblo, incluso a pesar de la infidelidad y la prostitución espiritual de Israel. Es decir, es una historia del amor de Dios por quienes no lo merecen.

De hecho, el pueblo se rebeló contra Dios una y otra vez a pesar de la fidelidad y el amor que él manifestó hacia ellos. En consecuencia, la Escritura describe repetidamente a Dios como el amoroso esposo no correspondido por una cónyuge infiel. Él había amado a su pueblo perfecta y fielmente, pero ellos lo habían despreciado y habían servido y adorado a otros dioses, entristeciéndolo profundamente y rompiendo la relación de manera aparentemente irremediable.

Lee ¿Qué revelan estos versículos acerca del amor inquebrantable de Dios por su pueblo?



Tras la repetida rebelión de su pueblo, Dios declara: "Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia". La expresión "de pura gracia" en la frase "los amaré de pura gracia" es traducción de la palabra hebrea nedabah, que describe lo que se ofrece voluntariamente. Es el mismo término utilizado para designar las ofrendas voluntarias en el sistema del Santuario.

A lo largo de Oseas, y en todas las narraciones de las Escrituras, Dios muestra un compromiso y una compasión asombrosos en favor de su pueblo. A pesar de que este se descarrió repetidamente tras otros amantes, rompiendo así la relación del pacto de manera aparentemente irremediable, Dios siguió otorgándole su amor. El pueblo no merecía el amor de Dios; lo había rechazado y había perdido todo derecho a él. Sin embargo, Dios continuó otorgándole su amor sin ningún tipo de coacción moral o de otro tipo. Aquí y en otros lugares, la Escritura muestra sistemáticamente que el amor de Dios es voluntario y ofrecido de pura gracia.

■ Muchos piensan que Dios es un gobernante y juez distante y severo. ¿Cómo te ayuda a ver a Dios de otra manera la imagen de Dios despreciado y afligido como el esposo amoroso y no correspondido de un cónyuge infiel? ¿Cómo cambia la forma en que ves tu propia relación con Dios?




Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Corintios 4.    CB   


Comentarios Elena G.W

        El Señor no abandonó a Israel sin antes hacer todo lo que se podía para conducirlo de nuevo a su lealtad hacia él.
        Durante largos y oscuros años, cuando gobernante tras gobernante se levantaron en audaz desafío al cielo y llevaron a
        Israel cada vez más profundamente a la idolatría, Dios envió mensaje tras mensaje a su pueblo apóstata. Por medio de sus
        profetas les dio toda oportunidad para detener la marea de apostasía y volver a él. Durante los años que habían de
        seguir a la división del reino, Elías y Eliseo habían de vivir y trabajar, y las tiernas súplicas de Oseas, Amós y
        Abdías habían de ser oídas en la tierra. El reino de Israel nunca habría de quedar sin testigos nobles del gran poder de
        Dios para salvar del pecado.—Profetas y reyes, págs. 107, 108.
        
        El amor de Dios es una cadena de oro que une a los seres humanos finitos consigo. Este amor sobrepasa nuestro
        conocimiento. La ciencia humana no puede explicarlo. La sabiduría humana no puede sondearlo. Los padres aman a sus
        hijos, pero el amor de Dios es más grande, más amplio, más profundo de lo que el amor humano puede ser. Todo el amor
        paternal que ha llegado de generación en generación, a través del canal de los corazones humanos, todos los manantiales
        de ternura que se han abierto en los hijos de los hombres, no son más que un pequeño arroyuelo en el océano sin límites,
        cuando se comparan con el amor infinito e inagotable de Dios. La lengua no puede expresarlo; la pluma no puede
        describirlo. Podéis meditar en él todos los días de vuestra vida; podéis escudriñar las Escrituras diligentemente en un
        esfuerzo por comprenderlo; podéis invocar todo el poder y la capacidad que Dios os ha dado; y, sin embargo, hay una
        infinitud más allá. Podéis estudiar ese amor durante siglos, y, sin embargo, nunca podréis comprender plenamente la
        longitud, la anchura, la profundidad y la altura del amor de Dios...
        Los hijos del Señor nunca están ausentes de su mente.—“El amor de Dios”, Signs of the Times, 13 de julio de 1904.
        
        Satanás está decidido a que los hombres no vean el amor de Dios que lo llevó a dar a su Hijo unigénito para salvar a una
        raza perdida; porque es la bondad de Dios la que lleva a los hombres al arrepentimiento. ¿Cómo lograremos exponer ante
        el mundo el profundo y precioso amor de Dios? De ninguna otra manera podemos lograrlo, excepto exclamando: “Mirad cuál
        amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” ( 1 Juan 3:1 ). Digamos a los pecadores: “He aquí
        el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” ( Juan 1:29 ). Al presentar a Jesús como el representante del Padre,
        podremos disipar la sombra que Satanás ha arrojado sobre nuestro camino, a fin de que no veamos la misericordia y el
        amor inefable de Dios manifestados en Jesucristo. Miremos la cruz del Calvario. Es una garantía permanente del amor
        ilimitado y de la misericordia sin medida del Padre celestial.—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 156. 

Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Juan 21

  ó Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. 
  12 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.
  13 Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. 
  14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
  15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
  16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
  17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. 
  18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 
  19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
  20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
  21 Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? 
  22 Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. 
  23 Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
  24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. 
  25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. 
  

Juan 11:9

9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;

Juan 11:10

10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.

Juan 8:42-44

42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Juan 4:46-54

46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. 47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. 48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. 49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. 51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. 52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. 54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.

2 Timoteo 3:16

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarg:uir, para corregir, para instruir en justicia,

Juan 15:1-11

1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Oseas 14:1-4    CB   

            1 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. 
            2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. 
            3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. 
            4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. 
        

Exodo 33:15-22    CB    Ver capítulo completo   

            15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
            16 ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?
            17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
            18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
            19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
            20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
            21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
            22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
          

Juan 1:1-18    CB   

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 6:35    CB   

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 6:41

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

Juan 6:48

48 Yo soy el pan de vida.

Juan 6:51

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.