PARA MEMORIZAR:
"Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho" (Juan 14:26)
 
Lección 11: Para el 14 de diciembre de 2024
EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU



- Audio Lección -

Viernes 13 de diciembre | Lección 11

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee en El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, el capítulo "No se angustien" (pp. 617-635), y la " Nota adicional sobre el capítulo 1 [de Juan]", (pp. 617-635), y la " Nota adicional sobre el capítulo 1 [de Juan]", en el Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 5, pp. 1100-1106.

Al evaluar quién era Jesús, sus oponentes juzgaron según criterios humanos, "según la carne" (Juan 8:15). Esto es probablemente peor que juzgar "según las apariencias" (Juan 7:24). Aquí recurrieron a los criterios de la carne, de la humanidad caída en un mundo caído, sin el control del Espíritu (ver Juan 3:3-7). Vieron su "carne", por así decirlo, pero nunca contemplaron la posibilidad de que fuera el Verbo hecho carne (Juan 1:14). Considerar a Cristo según un conjunto de criterios tan limitados es sopesarlo desde un punto de vista mundano (2 Cor. 5:16).

"El Consolador es llamado el 'Espíritu de verdad'. Su obra consiste en definir y mantener la verdad. Primero mora en el corazón como el Espíritu de verdad, y así llega a ser el Consolador. Hay consuelo y paz en la verdad, pero no se puede hallar verdadera paz ni consuelo en la mentira. Por medio de falsas teorías y tradiciones es como Satanás obtiene su poder sobre la mente. Induciendo a los hombres a adoptar normas falsas, deforma el carácter. El Espíritu Santo habla a la mente y graba la verdad en el corazón a través de las Escrituras. Así expone el error, y lo expulsa del alma. Por el Espíritu de verdad, obrando a través de la Palabra de Dios, es como Cristo subyuga a sí mismo a su pueblo escogido" (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 624, 625).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. La vida eterna consiste en conocer a Dios (Juan 17:3). ¿Qué significa conocer a Dios, a diferencia del mero conocimiento de ciertos hechos acerca de él; es decir, que es poderoso o amoroso o un Dios de justicia? Si alguien te preguntara si conoces a Dios, ¿qué responderías? ¿Qué lugar ocupa Jesús en tu respuesta?

2. En términos prácticos y cotidianos, ¿qué implican las palabras de Jesús: "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17)?

3. Jesús oró: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno" (Juan 17:15). ¿Cómo influyen nuestras propias decisiones en la respuesta a esta oración de Jesús en nuestro favor?


Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Corintios 3.    CB   


Juan 8:54-58   

1 Corintios 1:26-29   

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.


Juan 17:1-26    CB

            1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 
            2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 
            3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 
            4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 
            5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 
            6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 
            7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 
            8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 
            9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 
            10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 
            11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 
            12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
            13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 
            14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
            15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 
            16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 
            17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 
            18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 
            19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. 
            20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 
            21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 
            22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 
            23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 
            24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 
            25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 
            26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
            

Génesis 3:7-9    CB   

7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

Juan 1:14-18    CB   

14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 7:16    CB   

16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

Juan 8:38    CB   

38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

Juan 14:10    CB   

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Juan 14:23    CB   

23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

Juan 15:1    CB   

1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Juan 15:9-10    CB   

9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Juan 16:27    CB   

27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.

Juan 16:28    CB   

28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

Juan 17:3    CB   

3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Filipenses 2:7   

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Juan 17:25   

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.

Juan 9:4   

4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Juan 16:5   

5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?